Si os preguntara que definierais el concepto de exposición, probablemente muchos de vosotros me diríais que es la luz que hay en una escena cuando tomamos una fotografía. Es una concepción muy extendida, pero bastante desacertada.
En este artículo voy a ahondar en el concepto de exposición. Vamos a ver qué es exactamente la exposición y de qué maneras diferentes podemos distribuir el rango de tonos de una escena en la fotografía para conseguir exposiciones muy diferentes. Y también descubrirás cómo usar la exposición como recurso creativo, para que tus fotografías transmitan unas sensaciones u otras.
Recuerda que si quieres ahondar al 100% en este tema, tenemos disponible nuestro ebook "Exposición: Técnica y Control" donde encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la exposición, la medición de la luz de la escena y su control total, tanto en los modos semiautomáticos como en el modo manual. ¡No te lo pierdas!
La exposición de una fotografía no es ni más ni menos que la cantidad de luz que ha recibido el sensor para crear la fotografía. Sin embargo, no debemos confundir el concepto de exposición con la luz que hay en el ambiente. Podríamos decir que la luz que hay en nuestra escena obedece a una cuestión física, es decir, es luz que “está ahí”, mientras que la exposición realizada con esa luz disponible es una cuestión totalmente creativa y, en consecuencia, personal.
De hecho, con una misma iluminación podemos construir exposiciones muy diferentes. Y para muestra un botón. Aquí tienes dos fotografías realizadas en el mismo momento, seguidas.
La iluminación en el ambiente en ambos casos era la misma y sin embargo la exposición es muy diferente, porque nosotros mismos somos los que vamos a decidir cómo distribuir esa iluminación en nuestra fotografía. Es decir, vamos a decidir cómo distribuir el rango tonal a lo largo del histograma de nuestra fotografía. Vamos a ahondar ahora en estos dos conceptos.
Rango Tonal
Cuando se habla de exposición tendemos a pensar directamente en los parámetros de ajuste de la cámara (velocidad de obturación, apertura de diafragma e ISO). Sin embargo esto son las herramientas con las que contamos para controlarla, no la propia exposición en sí.
Cuando hablamos de exponer una fotografía hablamos de situar los tonos de la escena, lo que nada tiene que ver ni con la luz que hay en ella ni con el ajuste de los parámetros de la cámara. Tiene que ver única y exclusivamente con lo que nosotros queremos conseguir, es decir, cómo queremos distribuir el rango tonal de la escena.
Por ejemplo, aunque cueste creerlo la fotografía de abajo ha sido realizada de noche. En la escena había poquísima luz, pero nosotros hemos decidido exponer la fotografía lo suficiente como para conseguir que el paisaje se ilumine casi como si fuera de día.
Si lo que nosotros buscábamos era conseguir una exposición como ésta, es decir una fotografía muy iluminada, esta exposición será correcta. Sin embargo, si buscábamos plasmar un ambiente oscuro y lúgubre entonces la fotografía no estaría bien expuesta, estaría sobreexpuesta, es decir, expuesta por encima de lo que buscábamos.
De la misma manera, ¿podríamos decir que esta fotografía está subexpuesta porque es muy oscura?
No. Si esta era la exposición que buscábamos para conseguir una fotografía oscura que transmita por ejemplo un ambiente tétrico o dramático, la exposición será correcta.
Como ves no hay una definición de "exposición correcta”, puesto que la exposición correcta será la que nosotros mismos como fotógrafos buscamos en cada fotografía. Las dos fotografías anteriores tienen exposiciones muy diferentes y ambas pueden tener una exposición adecuada, siempre y cuando ese fuera el resultado que buscábamos. Simplemente hemos distribuido el rango tonal de la escena de manera diferente para que nuestra fotografía transmita sensaciones distintas.
Para ver gráficamente cómo se ha distribuido el rango tonal de una fotografía utilizamos el histograma.
Histograma
El histograma es un gráfico que nos muestra cómo se ha distribuido el rango tonal de la fotografía. Es importante, en primer lugar, aprender a interpretarlo. El histograma está dividido en 3 partes.
- La parte de la izquierda se corresponde con las sombras de la fotografía. El borde izquierdo se consideraría el negro puro.
- La parte central se corresponde con los tonos medios de la fotografía.
- La parte de la derecha se corresponde con las altas luces de la fotografía. El borde derecho se consideraría el blanco puro.
La información de la fotografía se distribuye a lo largo del histograma formando picos. Cuanto más altos, más píxeles de ese tono tendrá la fotografía, y viceversa, cuanto más baja es la montaña, menos píxeles contendrá la foto de esos tonos.
Cuando la información está distribuida a lo largo de las tres zonas, es decir, hay “montañas” a lo largo de todo el histograma, estamos ante una fotografía con un rango tonal amplio. Son fotografías ricas en detalles, con una amplia gama de luces, sombras y tonos medios.
En cambio, también podemos encontrarnos con histogramas más extremos.
- Podemos decidir centrar el rango tonal de nuestra fotografía en la zona de las sombras, es decir, la zona izquierda del histograma. En la fotografía predominarán los negros y los tonos oscuros.
- También podemos encontrarnos con el caso contrario, una fotografía con el rango tonal distribuido solamente en la zona de las altas luces. Serán fotografías muy luminosas, donde predominarán los tonos claros y los blancos.
- Y también podemos decidir concentrar el rango tonal de nuestra fotografía en la zona de las sombras y en la zona de las altas luces, evitando la zona del medio, es decir, la de los medios tonos. Este tipo de fotografías están muy contrastadas, es decir, tienen tonos muy claros y muy oscuros, pero no tienen tonos intermedios entre ellos.
Esto lo podemos ver claramente en una fotografía en blanco y negro, que nos ayudará a verlo mejor al prescindir de toda la información de color. Aquí tenemos la misma fotografía, pero con el rango tonal distribuido de manera diferente.
En la primera nos encontramos un histograma rico, con información en las 3 zonas, por lo que la fotografía resultante tiene una gran gama de grises entre en blanco y el negro, lo que se traduce en muchos detalles. En cambio, en la segunda fotografía se ha distribuido el rango tonal en las sombras y en las altas luces, evitando la zona de los medios tonos. En la fotografía resultante prácticamente no encontramos grises, con lo que predominan el blanco y el negro puros.
Vamos a seguir con la misma fotografía de ejemplo. Ahora hemos decidido distribuir el rango tonal tan solo en una zona concreta del histograma.
Como puedes ver, en la primera fotografía tenemos información tan solo en la zona de las sombras, y en la segunda tan solo en la zona de las altas luces. También podemos encontrarnos con un histograma que solo contenga información en la zona de los medios tonos, como por ejemplo la tercera fotografía. Es una fotografía muy poco contrastada, muy “lavada”, sin blancos ni negros puros. Tan solo dispone de una gama de grises medios.
Llegados a este punto ya conoces qué es la exposición y cómo con ella decidimos distribuir el rango tonal de la fotografía de maneras muy diferentes. Como ves, las fotografías resultantes son muy distintas, y también transmiten sensaciones muy diversas.
Esto quiere decir que podemos (y debemos) utilizar la exposición de manera creativa, para que la fotografía resultante muestre exactamente lo que queremos que muestre y transmita la sensación que buscamos.
La Exposición Como Recurso Creativo
Como has podido ver en los ejemplos anteriores, una exposición “correcta” no tiene por qué ser la que distribuya el rango tonal a lo largo del histograma de la manera más amplia y equilibrada. Jugando con la exposición vamos a conseguir contrastes muy interesantes, dirigir la mirada del espectador hacia donde queramos, decidir mostrar ciertas partes de la fotografía y no mostrar ciertas otras, etc.
Existen muchos recursos que podemos usar para jugar con la exposición a nuestro favor. Vamos a ver los más comunes.
Peso Visual
El peso visual es la capacidad que tiene un elemento de una composición de atraer la mirada de aquel que mira la imagen. Cuanto más peso visual tenga algo, más atraerá la atención del ojo.
Existen ciertas cualidades que van a hacer que un elemento tenga más peso visual que otro:
- El tamaño: Un elemento grande tiene más peso visual que un elemento pequeño.
- La posición: Un elemento en una posición baja, tiene más peso que uno en una posición alta. Además, un elemento situado a la derecha siempre tendrá más peso que uno situado a la izquierda.
- La distribución: Un elemento tendrá más peso visual si se encuentra aislado que dentro de un grupo.
- La textura: Un elemento con textura tendrá más peso que uno que no la tenga (o tenga una textura lisa).
- La forma: Las formas cerradas, geométricas, regulares y/o reconocibles tendrán más peso visual que el resto de formas.
- El color: Los colores cálidos tienen más peso visual que los colores fríos. Los colores saturados pesan más que los desaturados. Y los colores oscuros pesarán más que los colores claros.
- El contraste: Un elemento que genere contraste respecto al resto de elementos tendrá más peso visual.
- La luminosidad: Un elemento más iluminado siempre tenderá a captar más la atención que uno en sombra.
Si nos ceñimos al tema que estamos tratando, la exposición, podemos concluir que podemos usarla para que nuestro centro de interés tenga más peso visual, es decir, para que destaque sobre el resto de la foto. ¿Cómo? Colocándolo en la zona más expuesta de la fotografía, es decir, la más iluminada.
Sin embargo, los contrastes también generan un mayor peso visual. Por eso, también podemos hacer que nuestro centro de interés cobre mayor protagonismo dejándolo en sombra, siempre y cuando contraste con el resto de la fotografía más clara.
Contraste entre Luces y Sombras
Como ves, los contrastes en fotografía nos van a ayudar a dirigir la mirada del espectador. La atención siempre recaerá en la parte que sobresalga del resto, es decir, en la parte que contraste.
Se tiende a creer que la mirada del espectador siempre se dirige hacia la zona más expuesta. Y pese a que muchas veces es así, en ocasiones ocurre todo lo contrario. ¿Cuándo? Pues precisamente cuando la parte diferente, es decir, la que contrasta, es la parte menos expuesta. Veámoslo fácilmente con un ejemplo.
Si te fijas en las fotos de arriba, ambas captan la atención de manera diferente. En la primera son las zonas más expuestas las que centran nuestra mirada en ellas, que son las luces en las manos de la modelo, y el cielo de atardecer.
En la segunda fotografía también tenemos un atardecer vistoso y colorido, pero sin embargo el fuerte contraste que ofrece la silueta de la modelo es lo que más atrapa nuestra atención.
Como puedes ver, los contrastes altos pueden restar información de las zonas más oscuras o de las altas luces, pero a cambio nos proporcionan una mayor fuerza y la capacidad de conseguir que la mirada del espectador se dirija hacia donde nos interesa.
Por otra parte, usar contrastes bajos nos proporcionará un mayor detalle de toda la fotografía, y permitirá al espectador recorrerla de una manera muy diferente: siguiendo las líneas que contenga, centrándose en el elemento con mayor peso visual, o leyéndola de izquierda a derecha como si de un texto escrito se tratara.
1. Contraste y Clave
La utilización de las sombras y las luces puede cambiar mucho la atmósfera de una fotografía y las sensaciones que transmite. Por eso la distribución tonal de la fotografía será determinante para el resultado final. Podemos decidir utilizar toda una gama intermedia de tonos de grises o, por el contrario, contrastar más la imagen para acercarnos más a los blancos y negros puros.
La distribución tonal de una fotografía viene dada por dos ejes clave: el contraste y la clave (también llamada“brillo”). Existe un número infinito de combinaciones de estos dos ejes para distribuir los tonos de una imagen.
Decidiendo qué combinación de estos dos ejes usaremos en nuestra fotografía estaremos decidiendo el estilo y la atmósfera que tendrá.
2. Clave Alta y Clave Baja
Las claves tonales son maneras distintas de elaborar el tono general de una fotografía. ¿Qué es eso del tono? Es la gama completa de grises (desde el blanco más puro al negro más intenso) o de tonalidades que hay en una imagen.
Existen muchas claves tonales, en realidad cada fotografía tiene la suya propia. Pero en términos generales, podemos distinguir tres tipos de claves: la clave alta, la clave media y la clave baja.
La clave media no tiene muchos secretos, pues la gran mayoría de imágenes están elaboradas utilizando la parte media de la gradación de grises/tonalidades. La cosa se complica si se quiere conseguir una imagen en una clave alta o una en clave baja.
En el caso de imágenes en clave alta, la composición tendrá una gama completa pero en la fotografía predominarán los tonos más claros. En imágenes tomadas en clave baja, también aparecerán todos los tonos de la gama pero, en este caso, predominarán los tonos más oscuros. Es importante tener en cuenta el hecho de que las imágenes en clave alta no son fotografías sobreexpuestas, ni las tomadas en clave baja, imágenes subexpuestas. En ambos casos son imágenes con una luz muy controlada.
- Las imágenes en clave alta evocan sentimientos de paz y de dulzura. Por ello se suelen utilizar mucho en retratos infantiles, reportajes de boda o premamá. Son, además, imágenes muy ligeras visualmente. Si se utilizan para paisajes o escenas cotidianas, pueden aportar cierta atmósfera fantástica o mágica.
- Las imágenes en clave baja evocan todo lo contrario: melancolía, tristeza, agresividad o suspense dramático. Se suelen usar en retratos. Son especialmente atractivas cuando se buscan texturas, siluetas y abstracciones en general, pues al dejar parte del sujeto en la sombra se genera una gran atracción visual.
Lo importante de todo ello es saber qué queremos transmitir y potenciarlo al máximo, ya sea usando la clave alta, la clave baja, u optando por una clave media.
En la imagen de abajo puedes encontrar una comparativa de tres fotografías similares en clave baja, clave media y clave alta respectivamente. Como ves, transmiten sensaciones muy diferentes a pesar de tener un mismo motivo fotográfico.
3. Técnica del Claroscuro: Altos Contrastes
Como te comentaba antes, usar un contraste muy marcado entre luces y sombras nos va a ayudar a dirigir la mirada del espectador hacia las zonas más expuestas. Este es el recurso que utiliza la “técnica del claroscuro”, una técnica italiana que ya se usaba en pintura en el siglo XVI.
Al aumentar el contraste entre luces y sombras, las zonas en sombra perderán detalle y quedarán en un segundo plano, haciendo que las zonas más expuestas ganen protagonismo. Esto generará fotografías con mucha fuerza.
4. Fotografía de Bajo Contraste
Actualmente existe una tendencia contraria al claroscuro, es decir, que busca un bajo contraste entre las sombras y las luces. Se buscan imágenes descontrastadas, poco saturadas e incluso viradas hacia colores cálidos para emular el aspecto “vintage” que tan de moda se ha puesto últimamente.
En este tipo de fotografías se pueden apreciar todos los detalles tanto en las sombras como en las altas luces, ya que al haber un contraste tan bajo ni los negros serán negros puros ni los blancos serán blancos absolutos.
5. Siluetas y Velo Óptico
Podemos llevar el contraste tonal a su máxima expresión, tanto hacia los negros como hacia los blancos. En un caso obtendremos siluetas y en el otro, el llamado “velo óptico”.
Cuando llevamos el contraste al extremo nos encontramos con las siluetas, que pueden ser un recurso increíble para resaltar contornos interesantes. Para conseguir una silueta necesitaremos un fondo muy luminoso, que contraste mucho con nuestro centro de interés. Así, exponiendo correctamente este fondo tan luminoso conseguiremos que el centro de interés se subexponga mucho, convirtiéndose en una silueta completamente negra.
Por otra parte, encontramos el velo óptico. El velo es el caso contrario a la silueta, nuestro centro de interés va a quedar muy desaturado y descontrastado. Para conseguirlo necesitaremos también un fondo muy luminoso que contraste con nuestro centro de interés. Pero en este caso, en vez de exponer correctamente el fondo, lo que expondremos bien será nuestro centro de interés, sobreexponiendo así mucho este fondo. Esto creará un halo luminoso alrededor de nuestro centro de interés, creando una atmósfera fantástica u onírica.
6. Rango Dinámico
El rango dinámico de cualquier objeto, medio o soporte (no es algo exclusivo de una cámara fotográfica) representa la cantidad de señales que es capaz de captar, distinguir o representar. Así, un mayor rango dinámico permite captar, distinguir o representar (según sea la función del aparato en cuestión) un conjunto de señales más variado.
Centrándonos en el caso que nos ocupa, las cámaras fotográficas, el rango dinámico mide el conjunto de tonos (desde los más oscuros a los más claros) que una cámara es capaz de plasmar dentro de una misma fotografía. El rango dinámico determina la capacidad de la cámara de captar detalle en objetos claros y oscuros dentro de una misma fotografía.
Nuestros ojos son capaces de "componer una foto a partir de múltiples fotos con distintos niveles de exposición". Esto quiere decir que la pupila de nuestro ojo, en una escena con un amplio rango dinámico y mucho contraste entre luces y sombras, se adapta de forma continua a las distintas zonas, abriéndose o cerrándose en función de la luminosidad de cada zona y enviando un gran conjunto de información que, posteriormente, el cerebro procesa y compone en "una única imagen" de toda la escena. De este modo, podemos ver correctamente expuesta una imagen de la que si hubiésemos hecho una foto habríamos perdido información de luces, sombras o de ambas, por las grandes diferencias de iluminación existentes.
Sin embargo nuestra cámara no tiene esta capacidad. Imagina una fotografía en la que existe un objeto muy claro y otro muy oscuro; piensa, por ejemplo, en un contraluz. En situaciones como ésas, nuestras cámaras son incapaces de ofrecer una imagen definida y con suficientes matices en las luces y en las sombras de la imagen. O nos mostrarán correctamente las altas luces, perdiendo detalle en las sombras; o por el contrario nos mostrarán correctamente las sombras, perdiendo detalle en las altas luces. O se quedarán en un término medio, en cuyo caso no se mostrará correctamente ni una cosa ni la otra.
¿Por qué? Muy sencillo, su rango dinámico no es lo suficientemente amplio como para ofrecernos una visión tan amplia de todo el conjunto. Sin embargo, existen técnicas que nos van a ayudar a ampliar el rango dinámico de nuestra cámara, como por ejemplo el bracketing de exposición, el HDR, el derecheo del histograma, el retoque por zonas o las máscaras de luminosidad.
Exposición y Color
Pese a que estamos hablando todo el rato de luces y sombras, es decir, nos estamos centrando en la luminancia de la fotografía, lo cierto es que la exposición también afecta, y mucho, a los colores de la foto.
Una mayor exposición saturará los colores de la fotografía, pero si hay zonas que se sobreexponen demasiado (llegando a quemarse), entonces su color empezará a distorsionarse y a perder intensidad. Así pues, deberás controlar la exposición también para cuidar los colores de la fotografía.
Por eso, si el color y su saturación es importante en la fotografía que estés realizando, será importante seguir la estrategia de "exponer para las luces". ¿Qué significa esto? Pues simplemente que procures exponer correctamente la zona de las altas luces para conseguir unos colores vibrantes pero sin llegar a perder detalle en los colores de las zonas más expuestas.
¿Quieres Aprender a Controlar la Exposición?
Ahora que ya sabes exactamente qué es la exposición y como usarla como recurso creativo, toca aprender a medirla y controlarla correctamente. Si no tienes claro cómo hacerlo, te recomiendo algunos de nuestros artículos que te resultarán muy útiles:
- El Triángulo de Exposición: Conoce los Tres Elementos Esenciales para Dominar la Luz en el Modo Manual
- Velocidad de Obturación: ¿Quieres Saber Cómo Funciona?
- La Apertura del Diafragma: la Explicación Más Sencilla
- ISO en Fotografía: Qué es y Cómo Se Usa
- Metering o Medición: Cómo Aprender a Medir la Luz en tus Fotos
- Conoce los Modos de Medición de tu Cámara Réflex
Aunque, sin duda, si de verdad quieres aprender a controlar la exposición a la perfección, nuestro ebook "Exposición: Técnica y Control" es exactamente lo que necesitas.