Un reportaje fotográfico es algo esencial que no puede faltar el día de una boda. Realizar las fotografías de un evento así puede causar algo de vértigo por la responsabilidad que supone, pero si salen bien, el resultado serán imágenes únicas que quedarán para siempre en la memoria y en los álbumes de una familia.
Así que, si te han propuesto ayudar en la realización de un reportaje de boda o quieres dedicarte a ello y no sabes por dónde empezar, en este artículo te voy a contar los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de inmortalizar una boda.
Antes de Empezar, Habla con los Novios
Deja las cosas claras desde el principio, sé consciente de lo que puedes aportar y gestiona las expectativas de los novios. Si esperan resultados profesionales, y tú no lo eres, es mejor que confíen en un profesional. No digas que sí por compromiso si no te ves capacitado para ello.
El día de la boda es un día muy especial para ellos y si las fotografías que lo ilustran no son de agrado de los novios, puede llevarles un disgusto enorme. Así que habla con ellos, enséñales otras fotos que hayas hecho para que vean tu estilo como fotógrafo y decidan si quieren finalmente que te encargues de realizar las fotos.
Todo fotógrafo de bodas (o de bautizos y comuniones) fue una vez novato en este mundillo así que, ¿qué puedes hacer para empezar a adentrarte en este tipo de fotografía si realmente te interesa? Tienes un par de opciones muy buenas para iniciarte, así que no dudes en ponerlas en práctica.
No Seas el Fotógrafo Oficial
Acude a las primeras bodas con tu cámara sin avisar a nadie y toma fotos para inmortalizar el evento. Si en tu familia o círculo de amistades se realiza alguna boda, no dudes en llevarte la cámara.
Pocos son los que te negarán la posibilidad de hacer estas fotografías y menos aún si prometes hacerles llegar tus fotografías a los novios. De este modo, irás practicando y, a la vez, no tendrás tanta presión, porque si alguna cosa no sale bien, no será el fin del mundo.
Acude Como Asistente del Fotógrafo Oficial
Ya hemos hablado en dzoom de la importancia de ser asistente antes de convertirse en fotógrafo. En este caso, no será menos. Si eres el "segundo de a bordo", podrás experimentar y practicar, de nuevo, con menos presión. Además, en este caso, podrás disponer de alguien que sabrá más que tú así que, seguramente, acabes aprendiendo más de lo que imaginabas.
Y sobre todo ten en cuenta algo esencial. Si eres un invitado y lo que quieres es disfrutar de la boda por la razón que sea, olvídate de ser el fotógrafo "oficial".
Si eres el encargado de tomar las fotografías de la ceremonia, deberás estar centrado en tu trabajo, así que no podrás disfrutar el día. ¡Ten esto en cuenta antes de aceptar ser el fotógrafo o regalarles a los novios tu trabajo! Serás un fotógrafo, no un invitado.
Las Partes de una Boda
Para que nada te sorprenda o te pille desprevenido, es importante saber bien lo que irá pasando durante el día. Para ello, lo mejor es hablar con los novios y que te cuenten cómo van a organizar su boda y si habrá momentos 'fuera de lo común' o sorpresas que quieren que sean fotografiados.
Así, conocerás todos los detalles de la ceremonia y te podrás anticipar a los imprevistos que ocurrirán. Sin embargo, una boda acostumbra a tener unas partes muy marcadas que acostumbran a repetirse:
Los Preparativos
El momento en el que los novios se preparan para la ceremonia. En este momento, agradecerás tener un ayudante (o incluso ser dos fotógrafos en la boda) pues no podrás estar en ambos sitios a la vez. De todas maneras, un poco de organización puede arreglarlo y si coordinas a los novios (por ejemplo, que el novio se arregle antes que la novia) y no existen impedimentos físicos (como por ejemplo que estén en sitios muy lejanos) puedes llegar a cubrir ambas situaciones.
¿Qué fotos sacarás de esta parte de la boda? Pues imágenes muy íntimas, en casa de los protagonistas. Podrás captar la relación con los padres y hermanos. Enseñar como éstos ayudan a abrochar el vestido a la novia o a poner la corbata al novio... Tus mejores amigos para este situación serán los diafragmas abiertos y la luz natural del lugar (si la hay), las fotos quedarán íntimas y naturales.
La Ceremonia
Será, probablemente, la situación más difícil fotográficamente hablando. Por norma general, aunque siempre hay excepciones, dispondrás de poca luz y de poca libertad de movimiento (estás ligada a la posición de los novios, de la persona que oficie la ceremonia, del espacio existente...). Es esencial que cuando los novios se ponen los anillos captes bien las fotografías ya que es el momento crucial de la ceremonia.
Aquí deberás tirar del diafragma abierto, la ISO alta y del flash externo para conseguir unos buenos resultados. Si has optado por llevarte el teleobjetivo y no puedes acercarte demasiado, puede servirte para captar la esencia de la situación y conseguir algunos planos detalle del momento.
Los Invitados
Todo el mundo quiere una foto con los protagonistas, así que te recomiendo pedirle a los novios una lista de posibles fotografías: con los hermanos, con los padres, los amigos de la universidad, los compañeros del trabajo, etc. Así no se te olvidará nadie aunque seguramente, acabes ignorando la lista y haciéndole fotos a el que se coloque al lado de los novios. De todas formas, no debes olvidarte de lo más importantes. El disgusto de descubrir que no existe una foto con los abuelos, por ejemplo, ¡puede ser enorme!
Cuidado con el objetivo a usar. Quizás tengas el impulso de usar el gran angular pero a veces es mejor usar una focal más larga y alejarse de la escena, para evitar las deformaciones propias de los grandes angulares. Una fotografía de todos los invitados, si es posible, puede ser una muy buena idea.
El Banquete
Como ya he comentado antes, si eres el fotógrafo principal de la boda, olvídate de disfrutar del banquete. Más de una vez deberás levantarte corriendo para pillar un beso, la entrega de un regalo o unas lágrimas emocionadas. Piensa también en recorrer las mesas para hacer las fotos que tanto gustan (y que tan poco originales son). De nuevo, será necesario el flash externo y si puedes rebotarlo al techo para que la luz no sea directa, mejor que mejor.
La segunda parte del banquete es la fiesta. En esta nueva situación, volveremos a nuestro problema de la falta de luz. En esta ocasión, además, deberás luchar contra luces de colores. Puedes combatirlo con el flash o puedes aprovecharlo para conseguir fotografías originales.
La Preboda y La Postboda
Se trata de realizar una sesión fotográfica antes y después del día de la boda oficial. Es la última moda en reportajes fotográficos de parejas. La sesión preboda suele realizarse meses antes del acontecimiento y es una muy buena toma de contacto. A los novios les sirve para coger confianza contigo y para sentirse cómodos delante de la cámara. Además, es una manera de que vean cómo es tu trabajo y si les gusta tu estilo.
Se suele realizar con ropa de calle o con algún estilo que les guste a los novios y en algún lugar que sea especial para ellos, como el sitio donde se conocieron o donde se dieron el primer beso. Podéis buscar sitios más originales como podrían ser las calles de tu ciudad, la playa o incluso un parque de atracciones.
La sesión postboda, se realiza después del día oficial y, en este caso, sí que se suelen llevar los vestidos de novios. Como el día de la boda suelen estar nerviosos y no hay mucho tiempo para realizar capturas muy elaboradas, esta sesión es ideal para tomárselo con calma. Podrás fotografiar los detalles, buscar emplazamientos originales e incluso atreveros a manchar, mojar o ensuciar el vestido si la ocasión lo requiere.
Esto último es el concepto 'trash the dress' y busca que el vestido quede lo más repercutido posible, colocando los novios en el agua, haciéndolos correr por barro, etc. Las fotos, en este caso, acostumbran a ser bastante naturales y distendidas pues los novios ya conocen de sobra al fotógrafo y, además, no existe la presión de llegar tarde a ninguna parte.
El Equipo Perfecto para una Boda
En una boda cuanto más azúcar más dulce. Por eso cuantas más cosas lleves mejor, pero ten en cuenta que cargarás con ellas la mayor parte del tiempo y que vas a necesitar comodidad y libertad de movimientos. Por este motivo, antes de ponerte a meter de todo en tu mochila fotográfica, tendrás que elegir lo básico e indispensable.
- Un objetivo luminoso es indispensable. Piensa que en muchas ocasiones no dispondrás de mucha luz y, aunque puedas tirar de ISOs altas, esto te provocará ruido y, por lo tanto, pérdida de calidad de imagen. Así que si dispones de un diafragma generoso, podrás aprovechar mejor la situación lumínica que se te plantee.
- Un gran angular y un objetivo normal. Evidentemente puedes llevar tantos objetivos como te plazca, pero si llevas un gran angular (10-20mm) y un objetivo "normal" (50-80mm) tendrás prácticamente todas las situaciones bajo control. Un tele también te puede ser de ayuda, pero necesitarás mucha luz para poder usarlo satisfactoriamente y, como ya hemos visto, seguramente no sea el caso. Si quieres profundizar en esto de los objetivos perfectos para una boda, echa un vistazo a este artículo.
- El flash externo. Será tu gran amigo a lo largo del día. Tanto si quieres usar un teleobjetivo, como si no tienes luz suficiente para sacar las fotografías. El caso es que si dispones de un flash, el trabajo final resultará mucho más satisfactorio. Además, si realizas fotografías en el exterior, el flash de relleno te puede ayudar a eliminar sombras indeseadas y darle a tus fotografías un toque más profesional.
- Baterías/pilas y tarjetas de memoria extra. ¡Cargadas y vacías respectivamente! Es importante que esto no se te pase por alto pues lo que menos desearás es quedarte sin cámara por no llevar baterías extra. O no poder hacer fotos por quedarte sin espacio en las memorias. Además, puede ser interesante llevarte el cargador de la cámara, para las pilas del flash y un disco duro portátil para poder ir volcando las fotos en algún ratito de descanso (si lo encuentras).
- ¿Una segunda cámara? Como estamos hablando del equipo perfecto, no podemos pasar por alto esta opción. Para evitar el engorro de tener que estar cambiando de objetivos, puede ser interesante llevar dos cámaras de fotos y armarlas con los dos objetivos. Aunque esto implicará un gasto doble de baterías y tarjetas, ¡tenlo en cuenta!
Aportando tu Propia Visión de la Boda
Si finalmente realizas el reportaje principal de una boda, lo que verdaderamente aportará valor a tu trabajo será tu propia visión. Es cierto que deberás realizar algunas de las fotografías "típicas" para que todo el mundo quede contento, pero no tengas miedo en buscar los detalles, en crear composiciones interesantes.
Deberás luchar contra adversidades (la poca luz, la cantidad de invitados, la poca predisposición de los novios a posar... lo que sea), pero si sales de ellas de manera creativa, seguro que los novios quedan contentos con el trabajo realizado (y tú también, por supuesto). Para ayudarte en esta ardua tarea, aquí van algunas ideas generales que, aunque no puedan aplicarse en todas las bodas, seguro te inspiran un poco:
La Sesión de Fotos
Para realizar una sesión de fotos de este tipo lo más importante, en mi opinión, es conocer a los novios. Saber qué tipo de fotos esperan, cómo son, qué carácter tienen. Para ello, realizar un par de reuniones previas al gran día puede ser suficiente. Además, así podréis hablar de la localización de las fotografías, entre otras cosas. Si me permites un consejo totalmente subjetivo: huye de las poses.
Intenta hacer una buena planificación localizando posibles puntos de interés fotográfico. Visita las localizaciones previamente para conocer la luz que tendrás en ellas, o la web y fotografías del lugar para buscar posibles encuadres, etc.
Los Detalles
¿No dicen que en los pequeños detalles está la diferencia? En un día tan ajetreado, poco tiempo tienen los novios y los invitados de fijarse en los detalles. Por eso, si tu los captas con tu cámara será un punto a tu favor para luego sorprender con tus capturas.
Si te centras en detalles del vestido de novia, del traje del novio, del pastel, de la decoración, etc. puedes conseguir grandes fotografías que, además, pueden servirte para darle un toque especial al álbum (si es que lo montas tú).
Cambia el Punto de Vista
No es la primera vez que te decimos que varíes tu punto de vista, ¿verdad? ¡Pues aquí tampoco podía faltar! Así que si te tienes que subir a una silla o tumbarte en el suelo para conseguir una foto diferente, no te cortes. Seguro que consigues fotos de lo más originales y divertidas ¡Pruébalo!
La Sensibilidad: la Clave para Fotografiar Bodas
Ahora que ya sabes cómo iniciarte, las partes de una boda, el equipo que necesitas y algún truquillo más... ¡Ya lo tienes todo! Eso sí, recuerda que la clave para fotografiar una boda es captar momentos fugaces, bonitos y naturales. Así conseguirás que tus fotos enamoren a todo el mundo.
Evita las poses forzadas, roba un beso, un abrazo o una lágrima de emoción... Hay que hacer mucho más que fotos, ¡Tendrás que captar el sentimiento, el amor y la felicidad!... ¿Te atreves a probar?