Llevamos ya tres entregas del curso y todavía no hemos descrito de forma detallada los pasos que sigue la luz desde que es captada de la escena a retratar hasta que se obtiene la fotografía. Y ya va siendo hora, ¿verdad?
A pesar de que obtener una foto es cuestión de milésimas de segundo, este tiempo es suficiente para que tengan lugar muchas etapas desde que "se aprieta el gatillo", hasta que se obtiene el "milagro" de la fotografía.
Así que, ¡presta mucha atención!, porque necesitas conocer todos estos pasos para conseguir tu objetivo de hacer mejores fotos.
Bien, marcaremos como instante inicial de nuestro análisis el momento en el que el fotógrafo presiona el disparador. Atrás quedan pasos previos como: elegir la escena a fotografiar, "desenfundar", seleccionar el modo de disparo, modificar los ajustes, sujetar bien la cámara, etc.
Tampoco hablaremos de fases posteriores como el volcado de fotografías al ordenador, la edición de las mismas o el proceso de impresión o presentación. Ya hablaremos de esos otros pasos en el futuro.
El Recorrido de la Luz. La Formación de la Fotografía
Los pasos y elementos que recorre la luz desde que presionas el disparador de tu cámara hasta que se genera la fotografía (digital) y ésta es almacenada en la tarjeta de memoria de tu cámara pueden resumirse en los siguientes:
1. "Disparamos"
Este paso creo que lo conocías, ¿verdad? Quizás lo único a destacar es la existencia de dos posiciones de nuestro disparador. Hasta la mitad, enfocamos. Y una vez enfocado, si presionas hasta el final, se tomará la foto. ¡No olvides esto! Muchas veces nuestras fotos salen desenfocadas por no cumplir cuidadosamente los dos pasos.
2. Atravesando el Diafragma
La luz atraviesa el juego de lentes del objetivo y pasa por el diafragma (que limita el caudal de luz con que se "atacará" el sensor). Pronto hablaremos de la apertura del diafragma. ¡Ten calma!
3. El Obturador Abre Paso
No basta que el diafragma deje pasar la luz, pues hay una "segunda puerta" que se abre al presionar el disparador y que permite que el sensor capture la escena, se trata del obturador. Si el diafragma regula el caudal de luz, el obturador determina el tiempo que se deja que ese caudal actúe sobre el sensor. Puedes imaginártelo como "una doble cortina" que deja pasar la luz sobre el sensor el tiempo seleccionado por la cámara de forma automática, o bien por el fotógrafo.
4. El Sensor "Responde" ante la Luz
Los sensores digitales son fotosensibles (responden ante la luz). Esta respuesta hace que cada uno de los semiconductores que forman el sensor generen una corriente eléctrica. La intensidad de ésta varía en función de la intensidad de la luz. Esta variación permite distinguir básicamente la intensidad de los colores.
5. El Microprocesador Interpreta las Señales Eléctricas del Sensor
El microprocesador de la cámara actúa como un intérprete, conoce el lenguaje "eléctrico" con el que se comunica el sensor tras ser iluminado y el lenguaje "digital" mediante el que se almacena la información en las tarjetas de memoria. De manera que lleva a cabo esta traducción y ordena que se escriban los datos de cada pixel de la fotografía en la tarjeta de memoria.
6. Almacenamiento de los Datos de la Fotografía (en la Tarjeta de Memoria)
La fotografía es un conjunto de pixels, como ya vimos, y asociado a cada pixel hay un dato que representa el valor del color de ese pixel. Por tanto, en este punto, se vuelca toda esta información a la tarjeta de memoria de la cámara.
7. Edición de Fotografías en la Cámara
Las cámaras actuales, en su mayoría, permiten al fotógrafo retocar las fotos, recortarlas, pasarlas a blanco y negro o sepia, e incluso modificar alguna de sus propiedades: exposición, balance de blancos... Y todo ello, desde la propia cámara, sin necesidad de volcarlas al ordenador.
Mi recomendación personal: ¡No lo hagas! Las aplicaciones del ordenador están mejor preparadas para ello y cualquier retoque podrás valorarlo y aplicarlo mejor en la pantalla de tu ordenador, por muy bueno que sea el visor LCD de tu cámara o el software que tenga incorporado.
Ya Sé Cómo se Genera una Foto, Pero ¿Cuánto Ocupa Cada Foto?
Está bien, no te he contado toda la información, o al menos no con el suficiente grado de detalle. Pero para responderte a esa pregunta necesito hacerlo.
Como sabes, toda imagen en color puede descomponerse en sus colores básicos: rojo, verde y azul (RGB: Red, Green, Blue). Pues bien, cada uno de los semiconductores del sensor se especializa en uno de los tres colores (también llamados canales), de manera que para cada pixel o punto de la imagen, se obtienen tres valores, el valor del rojo, el del verde y el del azul.
La cifra más habitual de información que suele almacenarse de cada de cada canal en cada uno de los puntos es 256, es decir, en cada punto la incidencia de cada uno de los colores básicos puede ir de 0 a 255, siendo el 0 una ausencia de color de ese canal en el pixel y el 255 la presencia total (el color en su más pura intensidad).
Como también sabes, la información digital se almacena en código binario (1's y 0's) en lo que se denominan como bits. A su vez, 8 bits nos dan la posibilidad de almacenar 256 valores (2 elevado a 8). Por tanto, con 8 bits tendríamos para cada uno de los canales en cada punto. O lo que es lo mismo, 24 bits, considerando la información de los tres canales.
Profundidad de Color Vs Gama Tonal
Si haces cuentas, 256 (2 elevado a 8) valores de rojo, por otros tantos valores de verde, y por los mismos de azul, hacen que para cada pixel de la imagen se pueda almacenar un valor comprendido entre 16,7 millones de colores (256 x 256 x 256 ó 2 eleveado a 24).
A este concepto es a lo que se conoce como profundidad de color, y representa el número de colores distintos que puede captar una cámara. 16,7 millones de colores no está nada mal, ¿no crees?
Eso sí, no debes confundir la profundidad de color, que es la capacidad de captar distintos colores que tiene una cámara, con la gama tonal, que es la variedad de colores que presenta una determinada fotografía, independientemente de que la cámara con la que fuese tomada la fotografía pudiese distinguir entre una mayor variedad de tonos.
Pero Mis Fotografías No Ocupan Tanto, ¿No?
Tienes razón, si de cada pixel almacenamos 24 bits y hay millones de pixels en una foto, ¿eso significa que mis fotos ocupan decenas de millones de bits, es decir varios Megas? Pues no del todo, porque las cámaras llevan a cabo procesos de compresión al almacenar esta información.
Lo que sucede realmente es que tras interpretar las señales eléctricas del sensor, el microprocesador no almacena directamente esos datos.
Estos datos "en bruto" son comprimidos y mediante formatos de imágenes como JPEG, fundamentalmente, se llevan a cabo compresiones que logran reducciones de tamaño de hasta 100:1, es decir, las fotos ocupan hasta 100 veces menos de lo que ocuparían sin ningún tipo de compresión.
Eso sí, a cambio de una pérdida de calidad en la fotografía. Aunque para ser sinceros, valores de compresión de hasta 15:1 producen pérdidas despreciables y perfectamente asumibles por el fotógrafo.
Este grado de compresión puede definirlo el fotógrafo a través del menú de configuración de su cámara. Atributos como "Superfina", "Fina" o "Normal" suelen ser valores muy habituales a la hora de definir el grado de detalle de las fotografías y, por tanto, el grado de compresión de las mismas.
¿Y Qué es eso del RAW?
En los últimos años, las cámaras réflex (DSLRs) primero, y posteriormente compactas y ultracompactas han ofrecido la posibilidad de emplear otros formatos como RAW, además del tradicional JPEG.
La diferencia fundamental es que cuando la cámara comprime en JPEG está asumiendo una serie de preconfiguraciones que aplica a la información recogida por la cámara, provocando pérdidas de información que podríamos necesitar posteriormente. Frente a ésto, los formatos RAW, aunque requieren una mayor capacidad, ofrecen una mayor calidad y posibilidades de edición "de calidad" posteriormente al fotógrafo.
Puedes ver una comparación más detallada de ambos formatos en RAW vs JPEG, Cuándo, Cómo y Por Qué.
Nuestra recomendación es clara: Siempre que puedas, ¡dispara en RAW!, si tu cámara lo permite, claro.
En Resumen...
Tras esta entrega hemos podido establecer claramente el camino que sigue la luz desde que es "enviada" por la escena a fotografiar, hasta que se genera una fotografía y ésta se almacena en nuestra cámara. Y no sólo eso, sino que además hemos podido identificar las fases concretas que sigue este proceso y los elementos involucrados en cada uno de estos pasos.
Pronto verás, que los conocimientos adquiridos en esta entrega resultan básicos para poder dar explicación a conceptos como apertura del diafragma, velocidad de obturación, sensibilidad ISO, etc. Desde luego, por el momento todo va según lo previsto y los cimientos parece que van asentando de forma adecuada, ¿no te parece?