A todos nos ha pasado alguna vez que no hemos realizado una fotografía porque nos daba vergüenza sacar la cámara en determinada situación, o entrar en un estado de nervios porque nos han llamado para una sesión de fotos y no sabíamos muy bien si estábamos configurando la cámara de forma adecuada o no. ¿Y qué me dices cuando te vas a comprar una cámara y no sabes cuál es la correcta para ti?
Cuando empezamos en el mundo de la fotografía, y también conforme vamos avanzando, nos van surgiendo algunas cuestiones que pueden limitar nuestro progreso fotográfico. Podemos reconocerlas como miedos que nos surgen, y por los que la mayoría hemos pasado. Es importante saber identificarlos para de este modo aprender a combatirlos. ¿Quieres saber cómo? ¡Vamos a verlo!
Para Mejorar Hay que Arriesgar
Llegados a este punto todos sabemos que si nuestro objetivo es mejorar como fotógrafos tenemos que aprender cosas nuevas constantemente, y salir de nuestra zona de confort. Puede ser una situación incómoda, sí, pero si consigues hacerlo eso te ayudará a tener la confianza que necesitas para creer en ti y en tu trabajo, y así poder mejorar tus resultados fotográficos.
El problema está en que cuando salimos de esa zona de confort en la que nos encontramos tan cómodos, empiezan a surgir temores y miedos que nos hacen dudar tanto de nuestras capacidades cómo fotógrafos como de las posibilidades de nuestro equipo.
¿Sabes cuáles son los principales miedos a los que se enfrentan muchos fotógrafos cuando empiezan?
1. No Sé Lo Que Estoy Haciendo
Estoy segura de que muchos de los presentes en la sala han pasado por alguna situación en la que han sentido que no sabían muy bien lo que estaban haciendo ni cuál era el próximo paso que tenían que dar. No eres el único al que le ha pasado, créeme.
Esto ocurre sobre todo cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas ante las que nunca antes nos habíamos visto expuestos, y por lo tanto no sabemos cómo actuar. Es por ejemplo cuando tenemos que utilizar un equipo nuevo para realizar una sesión, o cuando nos enfrentemos a ser los fotógrafos de algún evento, como por ejemplo una boda o un bautizo.
- ¿Cómo superarlo?
Es normal que si hay algo que no hemos hecho nunca nos pongamos algo nerviosos, pero una cosa es tener miedo y otra distinta respeto. Piensa que nadie nace enseñado y todos hemos tenido que aprender desde cero para llegar al punto en el que nos encontramos ahora.
En el aprendizaje y la práctica está la clave. No te abrumes con la técnica, porque poco a poco, y a través de tus errores, la irás aprendiendo y mejorando.
Sé honesto contigo mismo y con los que te rodean. Si tienes que cubrir la boda de unos amigos y nunca lo habías hecho antes, es mejor que les comentes la situación y a partir de ahí decidan ellos.
Ante esto, por supuesto siempre puedes documentarte para conocer cómo abordan este tipo de eventos los grandes profesionales, y siempre viene bien ir cómo segundo cámara las primeras veces. Antes de que te des cuenta serás tú el que dé consejos a otros.
2. A la Gente No le Gusta Mi Trabajo
No podemos gustar a todos, eso es algo que debemos aprender desde el principio. La fotografía, como ocurre con o cualquier forma de arte, tiene su parte subjetiva, lo que nos lleva ante situaciones en las que por ejemplo una persona puede alabar nuestro trabajo, mientras que a otra puede que no le guste nada, o nos sugiera ciertos cambios para mejorar el resultado. Esto es inevitable, y nadie, ni siquiera el más brillante de los fotógrafos, gusta a todo el mundo.
- ¿Cómo superarlo?
Aprende a convivir y aceptar las críticas. No podemos controlar el hecho de gustarle a la gente, y además, de esas críticas podemos aprender y mucho. No te quedes solo con lo negativo, y apuesta por seguir aprendiendo y experimentando nuevas formas de fotografía. Posiblemente no todas tus imágenes sean brillantes, pero si te esfuerzas seguro que más de una merece la pena, y además nadie puede quitarte lo que has disfrutado aprendiendo mientras las hacías.
3. Miedo a Fotografiar a la Gente
Salir a la calle con tu cámara y fotografiar situaciones en las que aparecen personas desconocidas a veces puede causarnos cierta ansiedad por si esa gente puede tomarse a mal el hecho de que la fotografiemos. También puede darnos cierta vergüenza el ser de las pocas personas que llevan su cámara e intentan capturarlo todo. Incluso imagínate que ves a una persona a la que te encantaría hacerle un retrato, pero te ves incapaz de realizarlo porque no te atreves ni sabes cómo hacerlo.
- ¿Cómo superarlo?
Este miedo es algo más complejo, pero no te desanimes. Para empezar, siempre te ayudará comenzar por salir a fotografiar junto con otros fotógrafos. Unos a otros os animaréis, os iréis relajando y os daréis cuenta de que no hay nada que temer por sacar vuestra cámara. Además, contando con todos los turistas que se mueven por los lugares públicos, puedes sentirte aliviado ya que para muchos serás uno más de ellos.
Respecto a la gente, aquí entra ya el tema relacionado con los derechos a la propia imagen, de los que ya te hablábamos en este otro artículo. Si quieres sacar a gente en tus fotografías, hazlo, pero intenta que no se ridiculice a nadie, u opta por sacar a las personas de forma que no se las acabe de reconocer. Ten también en cuenta que si alguna te pide que borres la imagen en la que aparece, deberás hacerlo, y por supuesto, no puedes comercializar la foto sin su consentimiento explícito.
En el caso del retrato a un desconocido, si de verdad te interesa esa foto, lo mejor que puedes hacer es preguntarle a la persona. Acércate a ella, sé educado y amable, alaba cuál ha sido la causa que ha despertado tu interés en ella y explícale el motivo por el que quieres fotografiarla. Si además le indicas el sitio web en el que después podrá ver su retrato, seguro que opta por decirte que sí.
4. ¿Y Si Mi Equipo No Es lo Suficientemente Bueno?
Siempre queremos estar a la última y tenerlo todo. Queremos tener un gran angular, la mejor focal fija, el mejor teleobjetivo, un estudio de luces, un buen trípode… y no solo en cuanto a equipo me refiero, sino que hay mil accesorios que querrás tener en cuanto conozcas sus posibilidades.
Pero para la mayoría de nosotros esta es una opción inviable, y aunque lo fuera piensa que la tecnología cambia a pasos de gigantes, por lo que algo que puede ser lo último de lo último hoy, seguro que el año que viene es superado por otro equipo. Es lo bueno y lo malo del avance tecnológico.
- ¿Cómo superarlo?
Trata de no agobiarte. Cada uno tiene el equipo que tiene, que irá ampliando con mayor o menor prisa según su situación e intereses. Lo realmente importante, es que conozcas bien el equipo del que dispones ahora y lo aproveches al máximo para sacarle todo su potencial.
Además, piensa que para conseguir una buena fotografía, es más importante el ojo del que mira que el equipo con el que la hagas. ¡Hasta el propio Ansel Adams lo decía!
El componente más importante de una cámara son los 30 cm tras ella.
5. Miedo a Probar Algo Nuevo
Este miedo es muy común y puede aparecer en cualquier etapa de aprendizaje. Me refiero a miedo a probar otro estilo de fotografía, a probar una nueva técnica, o incluso a probar un nuevo accesorio.
Imagina que nunca has utilizado un flash y te regalan uno. Hay personas que se volverán locas de alegría y empezarán a practicar desde el primer momento con él, mientras que hay otras que se agobiarán porque no saben cómo funciona y les supone un esfuerzo el hecho de incorporar cambios en su forma de hacer fotografía hasta el momento.
- ¿Cómo superarlo?
Si de verdad quieres avanzar, deberás enfrentarte a ese estilo, esa nueva técnica o ese flash, y aprender a utilizarlo. Busca información sobre el tema, mira vídeos, lee libros que expliquen y aconsejen como funciona… Seguro que al final superas ese miedo, y descubres que tu campo fotográfico puede ampliarse y enriquecerse mucho más.
¡Supera Tus Miedos!
Como has visto aquí, te he enumerado cuáles son algunos de los miedos que más se repiten entre los fotógrafos que empiezan. Pero no te desanimes, porque con ganas y esfuerzo no solo lograrás superarlos, sino que además tus trabajos fotográficos mejorarán notablemente.
¿Sufres alguno de estos miedos fotográficos o tienes algún otro que quieras compartir con nosotros? ¡Te escuchamos!