La incorporación del color a la fotografía allá por 1860 permitió que se abriese un mundo entero de posibilidades y, aunque la fotografía en blanco y negro tiene un encanto y atractivo cautivador, hay que reconocer que el color permite lograr una dimensión superior a tus fotografías.
Sin embargo, para conseguir sacarle todo el partido a la captura del color por parte de nuestras cámaras, es muy importante conocer cómo lo obtienen y también cómo lo manejan en el proceso de generar nuestras fotografías. En el artículo de hoy hablaremos de la gestión del color por parte de nuestras cámaras y del concepto denominado normalmente como perfiles de color, o perfiles de cámara -aunque cada fabricante llama a este mismo concepto de diferentes formas-.
Cómo Se Convierte La Luz En Una Fotografía Dentro De La Cámara
Cuando presionamos el disparador de nuestra cámara, se abre el obturador y se posibilita la entrada de la luz a través de la lente para que finalmente incida sobre el sensor.
El sensor, que reacciona a la luz a través de sus componentes (fotodiodos), convierte la señal lumínica y ésta se traduce en 0s y 1s que son almacenados en millones de bits, que a su vez se agrupan en bytes, kilobytes, megabytes, etc.
A continuación, dependiendo de si hemos elegido almacenar nuestras fotografías en RAW o JPEG, se producen distintas acciones.
Si hemos optado por RAW, la información es comprimida (sin pérdida de información) y almacenada en la memoria de nuestra cámara. Así mismo, se genera un pequeño fichero en formato JPEG que es embebido en el RAW y utilizado para las previsualizaciones de la imagen en el visor de la cámara. El fichero RAW es bastante voluminoso y precisa de un post-procesado final.
Si por el contrario hemos optado por JPEG, la cámara convierte la información capturada por el sensor en un fichero JPEG. Para ello, toma decisiones en cuanto al balance de blancos de la toma, el contraste, la saturación, el nivel de nitidez, etc., con lo que descarta parte de información y, por último, comprime la información con la consiguiente pérdida de información. No olvidemos que el objetivo del formato JPEG es la reducción del tamaño y que las imágenes no necesiten un post-procesado posterior a la toma.
El perfil de color, o perfil de cámara, únicamente se tiene en cuenta en los JPEGs, tanto si se trata del embebido en el RAW, como si es el fichero JPEG principal (si se ha optado por este formato); mientras que si se ha elegido el formato RAW, la selección de uno, u otro perfil de color no se tiene en cuenta. Pero tranquilo, a continuación explicaremos qué es eso del perfil de color de tu cámara y cómo afecta a tus fotografías.
Opciones De Color En La Cámara: 3 Ajustes A Tener Muy En Cuenta
Existen tres ajustes de color que hay que conocer y elegir en nuestras cámaras. El primero es el balance -o mejor dicho, equilibrio- de blancos, del que hemos hablado en múltiples ocasiones. El segundo es el espacio de color, al que también hemos dedicado algún que otro artículo. Y el tercero, sobre el que profundizamos en este artículo, que es el perfil de color.
Este último concepto, que yo he denominado de forma global como perfil de color -Adobe también llama de forma similar (perfil de cámara, o perfil de color) al concepto equivalente en la fase de postprocesado-, en realidad recibe diferentes nombres en función del fabricante. De hecho, cada uno lo llama de una manera distinta:
- Nikon lo llama Picture Control
- Canon lo llama Picture Style
- Sony lo llama Creative Style
- Pentax lo llama Custom Image
- Olympus lo llama Picture Mode
- Fuji lo llama Film Simulation Mode
De todos estos nombres, probablemente el más apropiado sea el de Fuji, porque lo que trata de conseguir este ajuste es lo que antes se lograba con el uso de distintos tipos de películas en fotografía analógica. Te lo explico más en detalle a continuación.
Para Qué Sirve El Perfil de Color De Nuestra Cámara
Como esbozaba antes, lo que se busca con un perfil de color, u otro, es imitar el efecto que se lograba en tiempos de la fotografía analógica al utilizar uno u otro tipo de película fotográfica.
Por ejemplo, cuando un fotógrafo quería realizar tomas de paisajes, había un tipo de carrete que era especialmente adecuado para este tipo de fotografía, se trataba del Fuji Velvia. ¿Por qué?, pues porque ofrecía un resultado con colores fuertes y saturados, especialmente los verdes y los azules.
Sin embargo, esta película no era la más oportuna para fotografía de retrato, sino que para ese campo podía resultar más adecuado el uso de películas como Kodak Portra o Fuji Superia, que se caracterizaban por un resultado mucho más suave y menos saturado, ideal para obtener atractivos tonos de piel.
Por supuesto, también había quien utilizaba un mismo carrete para todo tipo de fotografías, puesto que existen parámetros estándar que pueden ser aptos de forma general. Pero los resultados eran más limitados que los que se podían lograr con carretes específicos para cada disciplina fotográfica.
Con la llegada de la fotografía digital, donde no necesitamos cambiar el sensor cada vez que "se agota el carrete", estas opciones de cambio de película las podemos simular con la elección de los distintos perfiles de color que nos ofrece nuestra cámara.
Veamos a continuación cuáles son los distintos tipos de perfiles que ofrecen las cámaras digitales actuales.
Tipos Y Características De Los Distintos Tipos de Perfiles
Como os comentaba, cada cámara denomina a este concepto de forma distinta. Sin embargo, los tipos de perfiles que ofrecen los diversos fabricantes son comunes y también aúnan características muy similares.
Nikon, tal y como recoge en su web, contempla las siguientes opciones:
- Standard: Adecuada para retratos, paisajes y prácticamente cualquier tipo de fotografía. Los ajustes de esta opción están bastante balanceados.
- Neutral: Se trata de un perfil similar al Standard, aunque algo más suave que éste, ya que reduce levemente el nivel de saturación de los colores.
- Vivid: Resulta un perfil muy adecuado para aquellas imágenes en las que pretendas enfatizar los colores: moda, fotografía urbana, fotografía floral, etc.
- Monochrome: Es el perfil adecuado para realizar fotografías que vayan destinadas a su procesado en blanco y negro, o sepia. Permite enfatizar las diferencias tonales y no tanto las diferencias de color.
- Portrait: Su nombre no deja lugar a dudas, se trata de un perfil muy adecuado para ofrecer pieles suaves y atractivas, así como lograr un nivel de enfoque, brillo y contraste adecuado para la fotografía de retrato.
- Landscape: Es el perfil ideal para la fotografía de paisajes, no ofrece un nivel de saturación tan elevado como la opción Vivid, aunque incrementa el nivel de saturación e intensidad para hacer que los colores del paisaje destaquen y brillen dentro de la fotografía.
- Flat: Se trata de un perfil similar a Neutral, pero con un nivel aún menor de saturación. Ofrece el resultado más lavado de todos los posibles, haciendo que resulte prácticamente imprescindible un post-procesado o edición posterior.
Además de las configuraciones por defecto de estos perfiles, Nikon también ofrece la posibilidad de modificar los mismos a través de la variación de los ajustes que conforman cada perfil.
Para ello, las cámaras dan la posibilidad de variar los siguientes ajustes en cada perfil: la nitidez, la claridad, el contraste, el brillo, la saturación y el color.
Además, en el caso del perfil monocromo, también permite aplicar filtros de color, o incluso aplicar virado hacia sepias, cianotipos, etc.
Si Disparas En RAW, Puedes Lograr El Mismo Efecto Con Los Perfiles De Tu Aplicación De Procesado
Como ves, en función del tipo de fotografía que quieras obtener, el perfil de color puede ser muy útil. Sin embargo, sólo valdrá la pena si disparas en JPEG.
Si disparas en RAW, como te comentaba, salvo que utilices la aplicación del fabricante de tu cámara, el perfil de color que hayas seleccionado en tu cámara podría incluso ser obviado. De hecho, éste es uno de los motivos por los que muchas veces el aspecto de tus fotografías RAW en el visor de tu cámara no coincide con el que obtienes al abrirlas en tu ordenador.
En Lightroom, a partir de la versión 4, puedes realizar la edición de tus fotografías aplicando un perfil concreto a través de la aplicación y lograr el mismo resultado que obtendrías habiéndolo seleccionado en tu cámara, pero con una ventaja fundamental frente al formato JPEG: podrás variar el perfil todas las veces que quieras en el post-procesado y el resultado no se verá penalizado.
Elegir un perfil concreto puede ahorrarte mucho tiempo para tomarlo como punto de partida, o incluso como resultado definitivo. De hecho, aplicaciones como Lightroom no se limitan sólo a ofrecer los perfiles propios de cada fabricante, también incorporan perfiles Adobe, distintas variantes de perfil monocromo, perfiles, artísticos, vintage, etc. En definitiva, un grupo de más de 50 perfiles entre los que elegir.
Aunque también es cierto que muchos fotógrafos optan por utilizar perfiles neutros o planos y, a partir de ellos, ajustar al milímetro todas y cada una de las opciones de edición para conseguir obtener el mayor nivel de detalle y mejor resultado posible en sus fotografías.
¿Y Tú Cómo Trabajas Con El Color De Tus Fotografías?
Y esto es todo por hoy. Quizás te he descubierto un ajuste que no conocías, o a lo mejor sí que lo conocías pero no tenías claro su comportamiento. En ese caso, no dejes de plantear cualquier duda adicional que puedas tener en la sección de comentarios.
Si, por el contrario, estás más que habituado al empleo de estos ajustes y tienes algún consejo adicional que ofrecer, o quieres compartir con nosotros cómo utilizas tú estas opciones de configuración o procesado, tampoco lo dudes. Seguro que puede ser de gran utilidad para valorar si debemos incluir alguna variante en nuestro flujo de trabajo.
Lo que está claro es que el color tiene una importancia vital en nuestras fotografías, por lo que resulta fundamental hacer una gestión adecuada y precisa del mismo, ¿no crees? Pues, ¡manos a la obra!