La fotografía no es solo un hobby, ni siquiera es tan solo una profesión. Es nuestra pasión y por eso yo siempre digo que la fotografía es un estilo de vida. Mi vida gira en torno a ella y eso me hace feliz, por eso hoy quiero contaros todo lo que la fotografía ha aportado a mi vida. No solo a nivel fotográfico o artístico, sino a mi vida en general.
Espero que vosotros también os sintáis identificados con esta manera de concebir la fotografía y el mundo en general, y me gustaría también que me contéis qué os ha aportado la fotografía a vosotros. ¿Qué te ha enseñado a lo largo de los años esta preciosa pasión? En seguida os cuento lo que me ha enseñado a mí.
1. Nos Enseña a Mirar de Otra Manera
Si me preguntaran qué ha aportado la fotografía a mi vida, una de las primeras cosas que diría es que gracias a ella veo el mundo de otra manera. Estoy tan acostumbrada a ver el mundo a través del visor de mi cámara que aunque ni siquiera la lleve encima sigo viendo encuadres y composiciones por todas partes. La fotografía me ha hecho apreciar más lo que veo, a analizarlo de mil y una formas y a encontrar su belleza oculta. Me ha hecho dejar de ver para empezar a observar.
Muchas veces se dice que estamos tan centrados en fotografiar algo que no lo disfrutamos. Yo no comparto esta opinión y podéis estar de acuerdo conmigo o no, pero os explicaré por qué yo no pienso así. No solo es que disfrute igualmente ese momento si lo inmortalizo en una fotografía, es que lo disfruto más. Lo vivo más. Porque me fijo en cada detalle, busco composiciones interesantes, le doy mil vueltas para descubrir otros encuadres... y todo eso me hace vivir el momento mucho más intensamente que si simplemente me hubiera limitado a observarlo sin más. Y el fijarme tanto en él también me hace recordarlo mucho mejor en un futuro.
2. Aprendemos a Fijarnos en los Detalles
Algo muy ligado al punto anterior, es que la fotografía me ha hecho ser mucho más consciente de detalles que antes pasaban totalmente desapercibidos. Un rayito de luz que pasa a través de las cortinas, una textura interesante, un degradado de color en el cielo, una pequeña flor o un insecto... son cosas a las que antes no prestaba demasiada atención. En cambio ahora no solo las percibo, sino que me maravillan e incluso puedo quedarme absorta observándolas. ¿No os pasa?
He aprendido a descubrir belleza donde antes no veía nada. Esos detalles que antes se me escapaban ahora no solo los aprecio sino que muchas veces cobran protagonismo e incluso los busco, porque aportan a la fotografía un toque de interés para hacerla destacar y ser diferente.
3. Apreciamos más Nuestro Entorno
Gracias a la fotografía he aprendido a valorar mucho más mi entorno y a cuidarlo para mantenerlo limpio y en buen estado. Porque, como te comentaba, la fotografía nos enseña a fijarnos en los detalles. Y cuando te fijas en los detalles es cuando te das cuenta de lo mal que cuidamos nuestro entorno, de cuán deteriorados están esos lugares que te encanta fotografiar, ya sea en la naturaleza, en tu pueblo o en la gran ciudad.
El fijarnos en cada detalle nos hace ser más conscientes de cómo se destruye el entorno, y eso nos anima a cuidarlo para mantenerlo en el mejor estado posible.
4. Nos Enseña a Tener Paciencia y a Ser Perseverantes
Nunca he sido una persona muy paciente, la verdad es que soy justo todo lo contrario. Sin embargo, con la fotografía tengo infinita paciencia. La fotografía me ha enseñado a ser paciente, a esperar, a repetir la toma mil veces hasta quedar satisfecha... y eso no me frustra sino al revés, me anima a seguir.
La fotografía también me ha enseñado a ser perseverante, a aceptar que a veces las cosas no salen bien y a asumir que cuando todo puede salir mal, saldrá mal. Pero también he aprendido que para seguir creciendo como fotógrafa hay que recoger todos esos fracasos y errores y usarlos a nuestro favor para aprender de ello y volver a intentarlo las veces que haga falta hasta conseguir lo que buscamos. Y cuando lo consigues, te invade una sensación de paz y orgullo que no se puede explicar con palabras.
5. Nos Ayuda a Recordar
Algo que siempre se me ha dado muy mal es recordar. Yo soy la típica amiga que cuando le dices "¿Te acuerdas de...?" te contesta: "¿Pero yo estaba?". Pues sí, sí que estaba pero mi memoria es muy limitada. Y creo que por eso empecé a aficionarme a la fotografía desde muy joven, porque con ella me aseguraba de no olvidar todos esos momentos especiales.
Me encanta ponerme a mirar fotografías y vídeos antiguos y revivir esos viajes y esos momentos especiales con los míos. Gracias a la fotografía puedo recordar multitud de anécdotas que, de no ser por ella, habrían caído en el olvido. Y eso para mi es algo muy especial e importante.
Además, la fotografía no solo nos ayuda a recordar momentos geniales o seres queridos que desgraciadamente ya no están con nosotros, sino que también nos ayuda a apreciar los cambios. Cambios que de otra manera nos cuesta mucho percibir. Cómo han crecido los más peques de la casa o cómo ha cambiado un pueblo o un paisaje. Es increíble cómo todas esas cosas pasan desapercibidas pero de repente vemos dos fotografías, las comparamos y nos sorprende lo mucho que ha cambiado esa persona o lugar.
6. Hace que Viajar Sea Más Enriquecedor
Algo que también ha cambiado mucho la fotografía en mi vida es mi forma de viajar. Antes solía mirar alguna guía por internet para conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad o país al que viajaba. En cambio, ahora indago cual detective privado para descubrir todos los rincones escondidos de cada lugar que visito. Sin duda, para mí viajar ahora es algo muy diferente, voy al lugar sabiéndolo absolutamente todo de cada sitio, teniendo la ruta clarísima y conociendo la ciudad o el país al que voy más que mi propia ciudad.
Esto me ha ocurrido especialmente con Islandia. Como gran amante de la fotografía de paisaje, Islandia es un país que literalmente me ha robado el corazón. Y mi investigación para descubrir todos sus rincones se hace cada día más y más grande. He llegado a hacerme "experta" en localizar paisajes que salen en fotografías que veo en las redes, tan solo mirando centímetro a centímetro las imágenes por satélite que nos ofrece Google maps. Y después genero rutas para poder descubrir todos estos rinconcitos increíbles cada vez que viajo para allá.
Para mí viajar ya no solo se limita al propio viaje. Todo ese proceso previo de investigación y descubrimiento también me encanta y me llena casi tanto como el propio viaje en sí.
Por otra parte, el viaje también es muy diferente a como era antes de descubrir esta gran pasión. Ahora me reservo mucho tiempo para poder disfrutar de cada lugar que visito, para tener tiempo de descubrir cada uno de sus rincones y encuadres. Ya no me vale simplemente con llegar y disparar la foto de turística de turno. Quiero recrearme y perderme por sus rincones sin tener que estar mirando constantemente el reloj. Quiero poder disfrutar de los mejores puntos en las mejores horas, con la mejor luz, para conseguir fotografías increíbles. Sin duda, para mí alquilar una campervan y perderme en un paisaje sin prisa y sin un destino fijo, es la verdadera felicidad. Esa libertad es increíble, y la he descubierto gracias a la fotografía.
7. Aprendemos y Mejoramos en Otras Disciplinas
La fotografía está estrechamente ligada a muchas otras disciplinas, así que mejorar en fotografía también implica descubrir otras pasiones y aprender sobre ellas. Por ejemplo, si te gusta la fotografía de paisaje puede que descubras una gran pasión por el senderismo o la escalada. Gracias a la fotografía de retrato puede que hayas descubierto que te encanta la moda o el maquillaje. O si te gusta la fotografía macro seguro que más de una vez habrás indagado para descubrir qué especie de insecto, de flor o de planta estás fotografiando. Muchos fotógrafos de wildlife han descubierto que tienen una gran pasión por la ornitología que desconocían antes.
A mí esto me ha pasado especialmente con la astronomía. De pequeña siempre me fascinó el cielo nocturno, mi padre me hizo aficionarme a ello gracias a su telescopio y a su infinita sabiduría que tanto admiro. Pero la fotografía nocturna y la astrofotografía me han hecho querer dar un paso más y aprender muchísimo más sobre astronomía y astrofísica de lo que jamás me hubiera planteado. Una pasión me ha hecho descubrir otra pasión. ¡Y eso es algo genial!
8. Desarrolla Nuestra Creatividad
La fotografía desarrolla muchas de nuestras capacidades, pero sin duda una de las que más potencia es la creatividad. Siempre estamos intentando ser más creativos para buscar encuadres nuevos, para aprovechar al máximo el equipo que tenemos e incluso para crear accesorios caseros de lo más interesantes sin desembolsar una gran cantidad de dinero.
Todo esto nos ayuda a ser más creativos y más resolutivos, y eso son siempre aptitudes muy positivas. Es decir, esta creatividad que desarrollamos gracias a la fotografía no solo se limita a ella. Gracias a la fotografía puedo decir que me siento más creativa también en mi día a día. De la misma manera que le damos mil vueltas a un encuadre hasta lograr la foto perfecta, también le damos mil vueltas a cualquier situación para resolverla de la forma más eficiente posible.
9. Nos Hace Conocer a Gente Increíble
La fotografía es una pasión que nos hace conectar instantáneamente con quienes la aprecian tanto como nosotros. Es como un vínculo especial que solo los que compartimos esta gran pasión comprendemos. ¡Actualmente mis amistades más allegadas están todas relacionadas con la fotografía y el vídeo! Y es que compartir con ellos esta pasión es algo que une muchísimo. Podemos tirarnos horas hablando sobre fotografía, sobre equipo y accesorios, sobre composición... o realizando juntos alguna sesión o salida fotográfica.
Y no solo eso, la fotografía me hace conocer a gente nueva y muy interesante constantemente. En workshops, cursos, charlas e incluso a través de las redes sociales podemos conocer a gente increíble con la que compartir esta gran pasión. Y lo más bonito es aprender de otros y ver como otros aprenden de ti, para crecer juntos en este apasionante mundo fotográfico.
10. Nos Motiva a Seguir Aprendiendo
Y, finalmente, algo que me ha aportado la fotografía y que sigue aportándome día a día son ganas infinitas de aprender más y más.
No hay nada más satisfactorio que ver una fotografía y no tener ni idea de cómo conseguirla. Puede parecer contradictorio, hay quien diría que eso puede resultar frustrante. Pero realmente lo atractivo y satisfactorio es ir poco a poco descubriendo todos los secretos que entraña esa técnica o ese estilo fotográfico. Sin duda es algo que me apasiona, saber que siempre puedo aprender algo nuevo, descubrir algo que desconocía por completo. Y, como te comentaba, también seguir aprendiendo y descubriendo otras pasiones y disciplinas ligadas a la fotografía. Se puede decir, sin miedo a equivocarnos, que la fotografía nos ayuda a crecer.
Ya sabéis que en dzoom trabajamos diariamente para poder ayudaros a cumplir este último punto con nuestros artículos y vídeos de la Zona Premium. Y no solo enseñamos con ellos, también aprendemos muchísimo nosotros también, tanto de realizarlos como de vosotros cuando nos comentáis o nos escribís por privado. Es muy bonito poder compartir conocimientos con esta comunidad tan amplia y apasionada de este arte. ¡Así que mil gracias por estar ahí siempre, aportando vuestro granito de arena!
¿Y a Ti Qué te ha Aportado?
Como ves, la fotografía enriquece nuestras vidas de muchísimas maneras e incluso nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos. Y eso no solo nos hace crecer como fotógrafos sino también como personas.
¿Te has sentido identificado con alguno de estos puntos? ¿Te gustaría añadir alguno más? ¡Déjanos un comentario!