La semana pasada, como de costumbre por estas fechas, unos familiares me pidieron que le tomase unas fotos a su hijo para su reportaje de comunión. No se trataba de la celebración, sino de unas fotos con el traje y en un ambiente más distendido.
Aprovechando el buen tiempo que estamos teniendo en España estas últimas semanas, opté por que las fotografías fuesen en un entorno natural y, aunque pueda parecer extraño por la gran cantidad de luz, llevé conmigo un flash y algún otro accesorio más para la sesión.
En el artículo de hoy te voy a dar algunos consejos sobre cómo abordé la sesión y el modo en que empleé el flash fuera de la cámara para conseguir resultados como el de la imagen de portada.
El Equipo: ¿Qué Accesorios Pueden Resultarte Útiles?
Aunque como iremos viendo en los próximos apartados, no todo el equipo que te indico ahora es necesario y dependerá del resultado que busques, sí que me gustaría empezar por identificar los accesorios que pueden venirte bien para una sesión de este tipo:
- Flash externo.
- Emisor y receptor para poder disparar el flash fuera de la zapata de la cámara.
- Objetivo luminoso y de buena calidad para retrato.
- Difusor para el flash. Preferible un softbox, aunque un paraguas también valdría.
- Reflector.
- Pie para el difusor y el reflector.
- Geles de colores.
- Filtro ND.
Si tienes todo esto, no tendrás ningún problema. Aunque puedes prescindir de alguno de ellos dependiendo del resultado que busques y de cómo te las apañes.
Yo, personalmente, conté para la sesión con los siguientes:
- Yongnuo YN568EX (Flash externo).
- Nikon 85mm f/1.8 (Objetivo luminoso).
- Octabox 110 cm.
- Reflector (con caras blanca y dorada disponibles).
- Pie para el softbox, ya que el reflector lo sujetaba el padre del niño.
Puedes utilizar, por supuesto, otras combinaciones. Eso sí, lo fundamental es el flash, un difusor y un objetivo de buena calidad y suficientemente luminoso para lograr un fondo poco nítido y que no reste protagonismo al primer plano.
Preparando La Toma Y Ajustándonos Al Entorno
Una vez que tienes todo el equipo listo y estás en el lugar de la toma, es momento para prestar atención al entorno y decidir la posición del sujeto, el fondo, la ubicación de la fuente o fuentes de luz, etc.
Yo opté por situar al sujeto con el sol a su espalda, si bien existía vegetación que evitaba que la luz del sol diese de lleno sobre el sujeto y obtuviésemos una sombra en lugar del niño.
No obstante, por poca fuerza con que llegase el sol, sí que es cierto que nos encontrábamos con un fondo más iluminado que el plano principal, por lo que era necesario compensar la iluminación del primer plano con un softbox y un reflector en posiciones opuestas.
Como distribución alternativa, también se puede plantear una iluminación lateral por parte del sol y compensar la iluminación del lado opuesto que ilumina el sol con un reflector, al tiempo que se ilumina frontalmente con el softbox.
Aunque, a lo largo de este artículo trabajaremos con el modelo de iluminación descrito en el esquema de la parte superior derecha.
Midiendo y Exponiendo el Fondo
Una vez que hemos definido la toma, con el fondo y distribución de iluminación que queremos, es momento de utilizar el modo manual de nuestra cámara y determinar los parámetros para exponer adecuadamente el fondo.
Para esto, no es necesario disparar la iluminación artificial, ni pedir al sujeto que se canse posando, lo único que buscamos es exponer adecuadamente el fondo. Así que puedes pedirle que descanse y esté tranquilo.
Ayudándonos del exposímetro y del modo de medición puntual de nuestra cámara y haciendo varios disparos, logramos obtener los parámetros correctos para tener un fondo con el nivel de exposición deseado.
En mi caso, opté por un fondo ligeramente subexpuesto, para lo que utilicé los siguientes parámetros: 85mm, 1/160 seg, f/3,5, ISO 100.
Obviamente, el primer plano quedó subexpuesto, pero en un primer momento lo que más me interesaba era asegurar el correcto nivel de exposición del fondo, así que no me importó este problema con la exposición del niño.
La exposición deseada del fondo no tiene porque ser lo que se entiende por una exposición correcta. Pues en ocasiones podemos buscar fondos correctamente expuestos, pero también subexpuestos, o sobreexpuestos.
A continuación se muestran un par de ejemplos en los que se buscaron fondos que no estaban correctamente expuestos:
- en el primer caso se presenta un fondo subexpuesto, para fijar la atención sobre el niño.
- en el segundo caso se muestra un fondo sobrexpuesto, al igual que el primer plano, para ofrecer una sensación de suavidad sobre la imagen.
La consecución de fondos sobreexpuestos puede resultar muy sencilla, es cuestión de abrir el diafragma y prolongar lo suficiente el tiempo de exposición (elevando la sensibilidad si es preciso).
Sin embargo, la subexposición del fondo, especialmente cuando estamos a plena luz del día, puede ser difícil si no contamos con filtros de densidad neutra. En función de la toma, es posible que los necesites, ¿de acuerdo?
Trabajando Sobre El Primer Plano
Fijados los ajustes para lograr un fondo debidamente expuesto, el siguiente punto y quizás el más importante es definir el nivel de intensidad necesario para nuestra fuente de luz principal (la que se situará detrás del softbox).
En función del nivel de conocimientos que tengas sobre el uso del flash externo, podría recomendarte utilizar el modo TTL, con la compensación que estimes necesaria.
Pero considero más oportuno, dado que se trata de tomas en las que cuentas con el suficiente tiempo, que hagas uso del modo manual de tu flash, y mediante prueba y error determines el nivel de intensidad adecuado y la posición en la que situar el softbox con respecto al sujeto.
Para el disparo del flash necesitarás, como decíamos al inicio del artículo, un juego de emisor/receptor para tu flash, o bien disponer de una cámara y un flash que soporten sistemas de iluminación remota y sean compatibles. En mi caso, esta fue la elección: configurar el flash integrado de mi Nikon D7000 como maestro y el flash montado sobre el softbox, un Yongnuo YN568EX, en modo esclavo.
A través de la cámara, pude ir variando la intensidad del flash 1/32, 1/16 y 1/8. Intensidad por la que me decanté finalmente y con la que conseguí la imagen que puedes ver a la derecha. Los parámetros, por tanto, fueron: 85mm, 1/160 seg, f/3,5, ISO 100, Flash 1/8.
Si observas el catch light de los ojos del niño, únicamente se observa la presencia de una fuente de luz, la del softbox, situada a su izquierda. Puesto que no se deseaba compensar la iluminación en el otro lado de la cara y generar esa sombra tan interesante.
Compensando La Fuente De Luz Principal
Como comentaba al final del apartado anterior, en la imagen superior únicamente se utilizaba el softbox para compensar la iluminación del fondo, aunque podría habernos interesado incluir una segunda fuente de luz complementando el efecto aportado por el softbox.
Esta función de complemento es la que en el esquema inicial indicábamos que realizaría el reflector, situándolo, por supuesto, a la distancia adecuada y procurando que pudiese reflejar hacia el sujeto, bien la luz del softbox, bien la luz del fondo, en función del resultado deseado.
En la imagen superior se puede apreciar en los ojos una segunda fuente de iluminación, más tenue, de la que es responsable la disposición de un reflector a la derecha del niño, que permitió reducir la intensidad de las sombras sobre el lado opuesto a la iluminación del softbox.
Los parámetros de la toma fueron los siguientes: 85mm, 1/125 seg, f/2,8, ISO 100, Flash 1/8, Reflector blanco.
"Tiñendo" La Fuente De Luz Secundaria
Otro recurso que suele quedar muy bien en estas tomas y para el que viene bien un juego de geles, o bien el uso de la cara dorada del reflector, es teñir una de las luces de una dominante cálida.
En la imagen superior, a diferencia de la del apartado anterior, se utilizó la cara dorada del reflector (en lugar de la blanca), lo que dio un tono mucho más cálido a la imagen. Quizás, excesivamente cálido.
Por tanto, si vas a utilizar geles o reflectores que vayan a aportar cierta dominante a tus imágenes, haz pruebas para garantizar que la intensidad de la dominante resulta atractiva y no estropea tu imagen. El resultado puede llegar a resultar muy adecuado, pero hay que tener cuidado de no pasarse.
Los parámetros de la toma fueron los siguientes: 85mm, 1/125 seg, f/3,5, ISO 100, Flash 1/8, Reflector dorado.
Probando Distintas Poses
Una vez que tenemos todo ajustado, es el momento de dar rienda suelta a la imaginación. Dirigir al modelo para que realice ciertas poses, pedirle que sea natural, que esté relajado, que mire a la cámara, que deje de mirarla, que piense en algo que le guste, que mire o juegue con una flor, que se apoye en un banco o silla, que relaje sus brazos y manos...
Podrás realizar primeros planos, planos medios, planos americanos y para ello bastará con reajustar mínimamente algunos parámetros o simplemente modificar la dirección del softbox y el reflector.
Si quieres tener ideas de posibles poses, te recuerdo este artículo en el que hablábamos al respecto. En él tienes muchísimas sugerencias para coger ideas de cara a tus sesiones.
Ahora Te Toca Ponerlo En Práctica
Con todo lo dicho hasta ahora, creo que tienes información de sobra para lograr un éxito rotundo en tu próxima sesión de fotos en exterior, ¿a que sí?, ¿a qué esperas entonces?
A lo mejor quieres aportar algún consejo que yo he pasado por alto, plantear tus dudas, o mostrar algunas de tus imágenes de sesiones al aire libre, pues no dejes pasar la ocasión y hazlo en nuestra sesión de comentarios.
Por cierto, se me olvidaba, ¡que disfrutes del día de tu comunión, David!