Cuando a uno le apasiona la fotografía, es fácil que despierte entre los que le rodean la misma pasión, o al menos una sensación de atracción con respecto a esta "droga" que es tener una cámara entre tus manos.
En otras ocasiones, es el fotógrafo el que se lanza a tratar de evangelizar y conquistar a los que le rodean para atraerlos y descurbrirles las maravillas que esta pasión puede ofrecerles.
En el artículo de hoy, te contaré mi plan para que mi hija mayor descubra la fotografía y, ¿quién sabe?, se convierta en una verdadera "loca" de esta afición, como le pasó a su padre :)
Cómo Empezó Todo Esto
Mi hija mayor tiene ya 5 años y aunque pueda parecer precoz, son continuas sus peticiones para que le deje mi cámara réflex, mi móvil, o cualquier otro artefacto que ella intuya que puede permitir captar fotografías, o vídeos. Incluso simula estar realizando fotografías con objetos imaginarios, o con cualquier otro tipo de juguete que nada tiene que ver con la fotografía.
Es por esto que su madre -hay que reconocer que ella ha sido a la que primero se le ocurrió la idea y no a mí- pensó que sería una buena idea que a nuestra hija le trajesen su primera cámara los Reyes Magos. Dicho y hecho, ha sido el primero de los regalos que ha apuntado en su carta y parece que ni desaparecerá, ni variará la prioridad de este regalo en su lista.
Así que, tras este paso tan decidido por su parte, me toca a mí pensar cómo puedo hacer para que disfrute al máximo de la fotografía. Aquí van algunos consejos que pretendo poner en práctica para lograrlo.
#1 La Cámara, Por Supuesto. Qué Cámara Elegir
Los fabricantes de cámaras saben que es un mercado con el suficiente tirón como para que merezca la pena hacer una inversión y ofrecer a los consumidores un buen catálogo de posibilidades.
Si estás pensando en comprar una cámara, o pedir una a los Reyes Magos para tu peque, te recomiendo que eches un vistazo a este artículo en que os presentábamos las alternativas más atractivas para niños.
También existe otra posibilidad y es la de optar por reutilizar alguno de los modelos que puedas haber tenido tú en el pasado. Hagamos un repaso sobre mi historia fotográfica. En mis más de 10 años de afición, he pasado por una Canon Ixus 65, una Nikon D60, una Nikon D7000 y ahora una Nikon D750.
Desde luego, las réflex (las tres de la marca Nikon) son cámaras que ofrecen una calidad soberbia, pero tienen una complejidad excesiva para un niño. Sin embargo, la Ixus 65 es una cámara de tipo compacto, point and shoot, como dicen los anglosajones, por lo que resulta una cámara fantástica -aunque hoy en día 6 megapíxels suene a la prehistoria-, y muy sencilla, incluso para una niña de 5 años.
Así que lo tengo claro, pediremos a los Reyes Magos que le traigan una cámara "igual". Obviamente, convendrá adquirir una nueva batería, quizás una tarjeta de memoria de mayor tamaño y una nueva funda para que pueda tenerla bien protegida.
#2 Sus Primeras Nociones Y Conceptos Fotográficos: Olvídate De Temas Técnicos
Una vez que tu hijo tenga su cámara, las primeras nociones pasarán, obviamente, por que aprenda a manejarla. Si se trata de una cámara sencilla no serán necesarias muchas indicaciones: cómo variar el zoom, cómo enfocar, cómo disparar, cómo acceder a las fotos realizadas, cómo cambiar entre foto y vídeo...
Una vez que ya sepa cómo manejar la cámara, el siguiente paso será ayudarle a experimentar y mostrar su creatividad. A alguien que está aprendiendo, especialmente a un niño, no vale la pena inundarlo de conceptos teóricos, sino que resulta mejor darle pautas, o proyectos que le animen a ir perdiendo el miedo a disparar.
En lugar de decir a tu hijo: "vamos, fotografía lo que quieras, eres libre de hacer lo que te plazca con la cámara", siempre le ayudará más el poder disponer de un marco de trabajo más acotado. A continuación, te dejo algunas ideas de "proyectos" que pueden ayudar a tu hijo a soltarse con su cámara:
- Realiza 5 fotos de objetos que te hagan feliz (como en la imagen superior en que el niño fotografía uno de sus juguetes favoritos)
- Toma 10 fotografías de flores
- Obtén 5 fotografías de cada uno de los miembros de la familia: mamá, papá, un hermano...
- Busca y realiza 3 fotografías de bichos que encuentres en la calle
- Fotografía 3 objetos que estén en movimiento y otros 3 que estén parados
- Ve al parque y fotografía un objeto de cada color: uno rojo, otro verde, otro azul, otro amarillo
- Sal a la calle y realiza 5 fotografías en que se muestren formas distintas: círculos, cuadrados, triángulos...
Si crees que esto no funciona. Haz la prueba, una tarde dile que fotografíe lo que quiera y otra, por el contrario, dale pautas sobre el "proyecto" fotográfico que quieres que realice. Verás como en el segundo escenario disfruta mucho más, se le ve más motivado, e incluso logra mejores resultados.
#3 Déjale Que Experimente. No Le Aburras Con Reglas Y Consejos
A diferencia del aprendizaje fotográfico para adolescentes o personas mayores, un niño no precisa conceptos técnicos -al menos no durante sus primeras sesiones-, así que olvídate de la regla de los tercios, la de la mirada, y del resto de las 13 reglas básicas de composición con las que recomendarías a un adulto comenzar.
Nuestro gran objetivo es que pierda el miedo a coger la cámara y fotografiar y fotografiar. Así que deja primero que empiece a "gatear" y "corretear", antes de explicarle cómo debe situar sus pies, espalda, brazos y el resto de su cuerpo para convertirse en un atleta. Entiendes a qué me refiero con el símil, ¿verdad?
Eso sí, si ves que empieza a demandarte cierta información, o que puede asimilar algunos conceptos, ve introduciéndole muy poco a poco nociones sobre los puntos fuertes de la fotografía, la regla del horizonte, o algunos aspectos que resulten básicos. Por supuesto, si después de contárselo ves que no lo cumple, no se lo tengas en cuenta, hay tres posibilidades: que no lo haya asimilado bien, que quiera experimentar rompiendo esa regla, o que te esté tomando el pelo :)
#4 Haced Excursiones/Paseos/Salidas Fotográficas Juntos
¿Recuerdas por qué le había empezado a atraer la fotografía a mi hija, y quizás a la tuya? Pues porque quiere pasar tiempo con su padre y disfrutar con lo que él también disfruta.
¿Qué mejor forma entonces de que tu hijo aprenda fotografía que saliendo a hacer fotografías con su padre o madre? Pues claro, organiza una salida juntos, cada uno con su cámara lista.
Del mismo modo que quedan grupos de fotógrafos aficionados y profesionales, puedes aplicar este modelo con tu peque. Conseguirás matar dos pájaros de un tiro: disfrutarás de tiempo con tu hijo/a, lograrás que aprenda y se divierta con la fotografía.
Durante el paseo, podéis elegir alguno de los proyectos que comentábamos inicialmente, "competir" por quién logra fotografiar un determinado objeto, mostraros vuestras fotografías el uno al otro, aprovechar para que aprenda nuevas técnicas o consejos, etc.
El objeto de la salida no es que vayáis cada uno a lo suyo, o que entretengas a tu hijo, mientras tú aprovechas para hacer algunas fotos que de otro modo no podrías, sino que compartáis el paseo y disfrutéis de la experiencia.
Además, tu cercanía y el compartir estos momentos juntos, le ayudará a sentirse más seguro y libre para aprender y experimentar, afianzar su manejo de la cámara, asentar algunos conocimientos técnicos y, en definitiva, a descubrir la magia de la fotografía en compañía de su padre/madre.
Y, por supuesto, no sólo os llevaréis la cámara cargada de fotos, sino también vuestra mente repleta de recuerdos inolvidables en compañía el uno del otro.
#5 Imprime Sus Mejores Fotografías, O Las Que Más Le Gusten
En los tiempos digitales en que nos encontramos, cada vez se imprime menos. Sin embargo, precisamente ese descenso en el número de impresiones hace que resulte aún más especial la impresión de fotografías, ¿no crees?
La selección de las mejores fotos de tu hijo/a y su impresión puede ser el espaldarazo que necesita para ayudarle a ganar confianza e ir progresando en esta nueva afición para él. Si realmente se trata de fotos espectaculares y la resolución de la toma lo permite, ¿por qué no optar por una impresión en gran formato?
Al menos a mí me pasa, cuando entro en mi casa y veo algunas de mis fotografías decorando paredes o adornando muebles y habitaciones, no sólo recuerdo a las personas que en ella aparecen y los lugares fotografiados, sino que también me hacen pensar en lo mucho que disfruto con la fotografía. ¿Por qué no buscar esto también para mi hija?
#6 y #7 Dos Cosas Que NO Debes Hacer
Tras los 5 consejos en positivo que te he dado, es el turno para indicarte un par de cosas que NO debes hacer:
- NO critiques y analices al detalle sus fotografías como si fuesen las tuyas, o como si se tratase de un adulto. Tu hijo/a está aprendiendo, así que sus fotos no tienen que ser perfectas a nivel compositivo, técnico, expositivo, etc. Está bien que le hagas algún comentario, pero siempre constructivo y sencillo de asimilar por su parte.
- NO le fuerces, ni empujes para que evolucione. Deja que tu hijo decida si quieres ir un paso más allá, aprender algo nuevo, sacar más fotos, etc. No debes obcecarte, los niños tienen sus tiempos y sus gustos. Si lo que pretendes es que tu hijo/a sea mejor fotógrafo/a de lo que a ti te habría gustado ser, no has entendido nada.
Recuerda, una vez más, que lo que queríamos es que nuestro/a hijo/a se acercase, conociese y pudiese disfrutar con la fotografía. Sin embargo, el que lo haga o no, depende de él/ella. Así que tenemos que tratar de que nuestra actitud, por lo menos, no le predisponga para odiar la fotografía.
¿Y Tú?, ¿Cómo Lo Hiciste, Lo Haces, O Piensas Hacerlo Con Tus Hijos?
Hasta aquí mi plan para con mi hija. A partir del 6 de enero de este próximo año empezaremos a ponerlo en práctica y ya os contaré. Pero, ¿qué hay de ti?, ¿has probado con tus hijos?, ¿qué consejos nos darías sobre cosas que hacer, o no hacer?
¡Hagamos crecer la familia de apasionados por la fotografía! Ya sabes que en dzoom estamos deseando charlar y que nos conozcan y visiten cuantas más generaciones de fotógrafos, mejor ;)