Durante el verano uno de los lugares en el que vamos a pasar más tiempo probablemente sea la piscina. El agua y la cámara juntas no hacen muy buenas migas, pero en este artículo te voy a dar unos cuantos consejos para que, siempre manteniendo tu cámara segura, puedas aprovechar y sacar fotografías espectaculares en ella. ¡Atrévete a mojarte!
Ante Todo, Protege Tu Cámara
Como te he comentado antes, mojar tu cámara no es una buena idea al no ser que ésta sea acuática, claro, así que si vamos a realizar fotografías en una piscina ante todo deberemos mantener su seguridad. ¿Pero cómo?
- Lo primero que haremos será tratar de evitar poner en riesgo nuestra cámara situándonos al borde de la piscina, ya que podríamos resbalarnos e irnos al agua con ella. Así que ya sabes, mantén la distancia con el agua, lo que también incluye que nos alejemos de los posibles chapoteos que puedan salpicarla.
- Otro punto importante es colocarnos siempre la correa de la cámara al cuello. Te diría hasta que es obligado. Si hace calor puede que te agobie un poco, pero imagina que se te resbala la cámara de las manos por el motivo que sea... si llevas la correa puesta evitarás que ésta pueda irse al suelo si tienes algún descuido, la otra opción... mejor ni la mencionamos.
- Utiliza un teleobjetivo. Te he dicho antes que mantengas la distancia entre la cámara y el agua, pero ¿qué ocurre si queremos sacar un plano más cerrado? Pues para conseguirlo sin correr riesgos de mojarse lo mejor es utilizar un teleobjetivo. Nos solo la mantendremos a salvo, sino que también conseguiremos que la profundidad de campo sea más escasa y por la tanto se focalice más la atención sobre nuestro sujeto.
5 Consejos para tus Tomas en la Piscina
Cuando realizamos fotografías en la piscina, puedes optar por hacer la típica foto en la que sale toda la familia retratada en ella, pero si quieres experimentar un poco más y jugar a ser algo más creativo, aquí van unos cuantos consejos que pueden venirte bien.
- Usa la luz natural. Cuando vayas a la piscina es mejor ir lo más ligero posible, por lo que puedes dejarte el flash en casa y aprovechar la luz natural de la que dispones. Si buscas una luz más suave para tus retratos, lo mejor es que aproveches los días nublados, las horas en las que el sol ya se haya escondido, o que busques directamente la sombra. Notarás el cambio de iluminación te lo aseguro, el rostro de tu modelo dejará de tener sombras marcadas y su expresión lucirá mucho más relajada. Y si no tienes otra opción y tienes que hacer las fotos durante las horas centrales del día, lo mejor que puedes hacer es apoyarte con el accesorio más versátil y económico en el mundo de la fotografía: el reflector 5 en 1. En esta ocasión, mi consejo es que más que el reflector, optes por utilizar el difusor. Seguro que así tu retrato sale genial.
- Juega con los reflejos. El agua puede ser un espejo muy divertido, así que desde la perspectiva adecuada, puedes aprovechar y sacar un bonito reflejo tuyo o del entorno de la piscina. Si realizas un retrato en primer plano, luego puedes incluso voltear la imagen para darle un toque más curioso. Depende de las condiciones lumínicas verás que el reflejo es más o menos evidente, por lo que es aconsejable que tengas esto presente si quieres conseguir un bonito reflejo.
- Practica con la profundidad de campo. Ya sabes que una forma de focalizar la atención sobre nuestro modelo es utilizando profundidades de campo escasas, y eso lo lograremos fácilmente abriendo el diafragma de nuestra cámara, y utilizando distancias focales largas. De ese modo conseguiremos que el protagonista de la foto destaque más y enfatizaremos toda la atención sobre él logrando un fondo desenfocado. Además, si el fondo de nuestra toma no es demasiado atractivo, lograremos camuflarlo un poco.
- Juega con la perspectiva. Puedes sacar fotografías a la altura de los ojos de tu protagonista, pero también puedes jugar con la perspectiva y voltear el horizonte, o hacer primeros planos de la persona haciendo un picado por ejemplo. Cambiar el ángulo desde el que disparamos la toma nos permitirá tener variedad visual.
- Congela el movimiento. Capturar el momento exacto en el que tu modelo se tira a la piscina, o ver su melena mojada echarse hacia atrás puede ofrecerte imágenes bastante atractivas. Para ello será esencial congelar el movimiento utilizando velocidades de obturación altas. Eso hará que te toque compensar el resto de parámetros, y tengas que abrir un poco más el diafragma, e incluso subir algo la sensibilidad ISO si hiciera falta, ya que sino al disparar con velocidades altas puede que nos falte algo de luz y nuestra toma quede subexpuesta.
Veamos un ejemplo. Para realizar esta toma le pedimos a nuestra modelo que tirara su pelo hacia atrás, para tratar de congelarlo justo cuando estuviera en el aire. Para este tipo de tomas puedes configurar tu cámara de dos modos, o bien utilizando el modo semiautomático de prioridad a la velocidad de obturación (Tv/S), indicándole así a la cámara con qué velocidad queremos trabajar y que ella calcule el resto de parámetros para lograr una exposición adecuada; o bien optar por trabajar con el modo manual de tu cámara (M) y configurar así tu mismo todos los parámetros como quieras. Para congelar el movimiento del pelo y de las gotas que caen de él le indicaremos a la cámara una velocidad de 1/500 como mínimo. Puedes hacer varias pruebas con diferentes velocidades y comprobar cómo cambian los resultados. También es interesante que actives el modo ráfaga de tu cámara, ya que así podrás tener varias tomas de la secuencia y escoger la que más te guste. Prueba con este tipo de tomas y sorprende a los que te rodean.
Fotografiando con Cámaras Subacuáticas
Otra opción que puede darte fotografías muy creativas es utilizar una cámara subacuática. Ahora están en auge, y te permitirán capturar tomas a las que no estamos acostumbrados. Eso o también puedes hacerte con una carcasa a medida para tu réflex y sumergirla, aunque toma precauciones y asegúrate de que la que escojas realmente sea de confianza y esté probada.
Fotografiar debajo del agua no es una tarea sencilla, ya que tanto tú como tu retratado deberéis aguantar la respiración durante unos segundos debajo del agua para conseguir la toma que deseáis, e intentar que tu modelo relaje su expresión para la foto. Una buena dosis de paciencia hasta lograr la foto definitiva será esencial, pero el esfuerzo merecerá la pena.
Algunas ideas para inspirarte que te pueden venir bien a la hora de hacer este tipo de tomas son:
- Aprovecha la línea horizontal del agua, ya que da mucho juego a nivel compositivo. Si el agua está calmada te será mucho más fácil conseguirlo.
- Haz fotografías bajo el agua como si el mundo que queda fuera de ella sea un misterio. Coloca la cámara en el fondo de la piscina y haz que tu modelo aparezca por encima de ella, nadando o realizando alguna pose. Recuerda que a este tipo de plano se le conoce como plano nadir.
- Acércate a tu sujeto y consigue un curioso retrato rodeado de burbujas. Puede ser de lo más divertido.
- También puedes utilizar atrezzo y vestuario para alegrar un poco las tomas y hacer que sean más divertidas. Un vestido, un pañuelo, un sombrero, algún flotador... lo que se te ocurra.
¡Sumérgete Fotográficamente!
Ya has visto que la piscina, además de ser uno de los sitios favoritos donde estar en verano para refrescarse, es un lugar que te puede dar mucho juego en tus imágenes, así que no lo dudes más, y ya sea fuera o dentro del agua, empieza a disparar tus propias fotografías en ella.