En alguna ocasión hemos hablado, en dzoom, del importantísimo papel que tiene el color dentro de la fotografía. Se trata de uno de los elementos del lenguaje visual que tienen un impacto emocional más fuerte, así que es verdaderamente importante saber cómo sacarle el máximo provecho para poder potenciar la "emocionalidad" de nuestras imágenes.
Hay muchísimas maneras de conseguir que el color de nuestra imagen tenga un papel importante dentro de la historia que contará nuestra fotografía, vamos a ver algunas de ellas.
Usar Tonalidades Parecidas
Si conseguimos crear una imagen con una paleta de colores reducida, conseguiremos algo parecido al blanco y negro: aquel que vea la foto asimilará los colores que en ella ve muy rápidamente, pasando a prestar más atención a otros elementos como la luz o la composición en sí misma.
La teoría es muy bonita pero, ¿esto cómo se consigue? Básicamente consiste en quedarnos sólo con los colores que nos interesen, dejando fuera de la imagen aquellos tonos que puedan ser diferentes y por lo tanto, llamar demasiado la atención.
En realidad esto es muy fácil cuando estamos trabajando en un estudio fotográfico y tenemos pleno control del entorno en el que vamos a trabajar: podemos escoger sin problemas qué colores son los que tenemos que potenciar y cuáles son los que vamos a eliminar sólo con añadir o quitar elementos de la composición que estemos construyendo delante de la cámara. Pero si estamos trabajando en el aire libre, sin el control total de la situación fotográfica que estamos viviendo, sólo tenemos una opción: limitar los tonos que van a aparecer en nuestra fotografía con la composición.
.Esto significa buscar un ángulo concreto, a una altura concreta, un fondo concreto. Todo especialmente para conseguir que los tonos que nos interesen no compitan con otras tonalidades.
Por ejemplo, en la siguiente foto:
Como habréis notado, la paleta de colores con la que está formada la fotografía es muy reducida: el ocre y el blanco. En esa misma calle había aparcado un coche de color rojo. Si en vez de tomar la fotografía en ese punto exacto, me hubiera desplazado un par de metros, hubieran aparecido los bajos del coche y se hubiera roto la tonalidad general de la imagen. Además, si no la hubiera tomado con una rodilla en el suelo, seguramente hubiera aparecido, por el margen superior, el plafón de anuncios del ayuntamiento del pueblo. Otro elemento más que hubiera hecho que en la fotografía se vieran otros tonos que no me interesaban.
Crear Impacto con los Colores
Este es el caso contrario al que acabamos de ver. Si antes queríamos utilizar una paleta de colores limitada para poder conseguir el "ambiente" propio del blanco y negro, ahora intentaremos que el color sea el máximo protagonista de nuestra foto. O, al menos, que sea una parte muy importante de la composición de la fotografía.
¿Cómo podemos llamar la atención del que mire la fotografía gracias al color? Muy fácil: creando contrastes. Hay, básicamente, tres maneras de hacerlo:
- Colores pastel vs colores saturados. Estos últimos serán los que llamarán más la atención así que, si queremos que un color en concreto se convierta en uno de los elementos más importantes de la escena, deberemos intentarlo con un color bien saturado. De lo contrario, si trabajamos con colores saturados y colocamos un color pastel intentando que éste sea el protagonista, es posible que termine por perderse entre los colores llamativos que tenga a su alrededor.
- Colores cálidos vs colores fríos. Intentar colocar el cielo dentro de una composición en la que dominen los tonos cálidos, puede ser un acierto, pues puede introducir cierto contraste en la imagen que la llene de un nuevo significado.
- Tonalides grises vs colores intensos. Más allá de la técnica del desaturado selectivo, podemos intentar conseguir este mismo efecto jugando, simplemente, con la composición. Intentando colocar elementos de color que llamen la atención sobre un fondo de un tono más gris.
Seguro que existen más maneras de crear impacto visual con un color o un conjunto de colores concreto. Por ejemplo jugando con las tonalidades más oscuras y las más claras o, simplemente, colocando dentro del encuadre el máximo número de colores posibles.
La siguiente foto es un ejemplo de esto, buscando los tonos típicos de los mercados de frutas y verduras. La sensación no habría sido la misma si me hubiera centrado, sólo, en uno de los colores. Aunque, es importante decirlo, decantarse por esa opción sería perfectamente válido.
Relacionar Color y Emoción
Ya sabemos que existe una psicología del color que relaciona cada tonalidad con ciertos sentimientos o sensaciones (lo vimos en este artículo). Así pues, si queremos que nuestras imágenes tengan un plus de significado, utiliza a tu favor estas relaciones sentimiento-color.
Un retrato triste puede ser mucho más triste si en él utilizamos tonos fríos y una imagen de un escenario frío, se llena de alegría en cuanto colocamos un poquito de color cálido. Por poner un ejemplo: buscando, precisamente, la sensación de frío decidí aprovechar todas las tonalidades azules que tenía a mano en ese momento para dar lugar a esta foto.
Si el jersey o las uñas de la modelo hubieran sido de un color cálido, por ejemplo el rojo, este contraste hubiera llamado más la atención que la propia sensación de frío que buscaba transmitir con la imagen. Así que el más mínimo detalle cromático puede ayudarte a completar el significado de una fotografía.
Relacionar Color y Tiempo
Parece que no pero color y tiempo están íntimamente relacionados. Esto es tremendamente evidente en la naturaleza y en sus cambios tonales en función de la época del año en la que nos encontremos: del verde propio de la primavera, al naranja/rojo/marrón del otoño, pasando por el blanco de la nieve del invierno. A lo largo del día pasa algo parecido, con la única diferencia de que, en esta ocasión, el color va ligado a la luz: por la mañana suele ser más fría, mientras que por la tarde acostumbra a ser más cálida.
¿Y si intentamos aprovechar esto para intentar trasladar al espectador de la fotografía a cierto momento del día o del año? En esta foto, los tonos cálidos pretendían llevar a aquel que viera la imagen hasta los atardeceres de verano:
Pero Esto Sólo Son Ejemplos
Como siempre hemos dicho, lo más importante de todo es conocer los elementos de los que disponemos para poder crear nuestras fotografías (en este caso, el color) y ser conscientes de sus propiedades para poder sacarles el máximo provecho. Es importantísimo, también, tener claro antes de disparar qué es lo que se quiere conseguir con cada imagen. Nuestro verdadero trabajo como fotógrafos es conseguir relacionar ambos mundos (el de las ideas y el del lenguaje visual) para poder potenciar el significado global de la fotografía que vayamos a realizar.
De todas formas, recuerda que el color es sólo uno de los muchos elementos que pueden ayudarte a transmitir cosas con tus imágenes. ¡No te cierres!