Si la apariencia que tus fotos muestran en pantalla no refleja lo que crees recordar de la escena, es probable que hayas captado una imagen plana, con escasa perspectiva.
No me refiero a lo colorido de la estampa o a la belleza de los elementos que componen la imagen. Me refiero a la apariencia plana que esta adquiere al reproducirse en nuestros lienzos, digitales o impresos.
¿Quieres saber cómo puedes mejorar este aspecto?
Constantemente leemos artículos relacionados con las reglas de composición, pero en la mayoría de esos artículos tan sólo se enumeran una serie de recomendaciones que ciertamente mejoran algunas cuestiones compositivas, pero que también encasillan la visión del fotógrafo.
En mi opinión, lo que pocas veces he leído son artículos que apelen a la tradición pictórica y, en consecuencia, muestren su evolución a lo largo de los siglos como base del conocimiento para expresar cómo reflejar los elementos de una escena tridimensional en un plano bidimensional: el lienzo, la pantalla o el papel fotográfico.
Cierto es que la fotografía representa la inmediatez y que mucha gente se conforma con la captura sin mayores pretensiones estéticas u organizativas de la imagen capturada. Sin negar esa evidencia, opino que el conocimiento siempre es un plus y de forma inconsciente puede mejorar la escena capturada.
Hablemos de la perspectiva
La perspectiva es el conjunto de técnicas que nos permiten trasladar una escena tridimensional a un plano bidimensional, recreando la profundidad y la posición relativa de los objetos que aparecen en la escena.
El estudio de la perspectiva no es trivial, pero podemos utilizar una simplificación para entender la importancia que tiene.
Como mínimo nos interesa conocer la perspectiva lineal y la perspectiva aérea.
La perspectiva lineal
Es la que se refiere a la geometría de la escena. Con la distancia los elementos de la escena pierden tamaño, definición de su contorno y, por su puesto, detalle.
- Los elementos que tenemos cerca se ven más grandes.
- Los contornos se suavizan con la distancia haciendo que sus ángulos y aristas, se suavicen.
- Las figuras se aplanan perdiendo profundidad y en consecuencia nitidez.
El elemento principal de la perspectiva son las líneas paralelas y las oblicuas.
Las líneas paralelas atraviesan la escena en cualquier dirección y nunca llegan a juntarse en un punto llamado punto de fuga.
Las líneas oblicuas son las que crean la sensación de profundidad al converger en la distancia. El punto de convergencia, que tradicionalmente, se encuentra dentro del marco (del lienzo, de la foto…) se denomina punto de fuga.
Es importante señalar que, cuando hablamos de fotografía, el paralelismo de las líneas está referido al plano del sensor, es decir, si mantenemos el sensor de la cámara perfectamente vertical respecto al suelo, veremos cómo fugan las líneas de una carretera y sus bordes, pero las verticales de los edificios –paralelas al sensor- también se mantendrán paralelas entre ellas.
Perspectiva de un punto. Todas la lineas confluyen en el punto de fuga, más allá de la niebla. Las verticales no fugan.
Así, podemos establecer tres tipos de perspectiva:
- De un punto. Esta perspectiva se produce cuando la cámara está situada de forma paralela a una pared. Las líneas verticales de esa pared o edificio se mantendrán paralelas y no fugarán; aunque si lo harán las líneas horizontales, las del suelo, las que delimitan los bordes superiores de los edificios… Es la fuga de un punto. Un ejemplo sería si nos situamos en el medio de una calle y enfocamos hacia el final de la misma, eso sí, manteniendo el sensor paralelo a las paredes de los edificios.
- De dos puntos. En la fuga de dos puntos nos encontramos con dos puntos de fuga diferentes, dos tipos de líneas paralelas que se dibujan oblicuas hacia dos fugas diferentes dentro de la misma imagen. Se consigue manteniendo el sensor paralelo a las paredes de los edificios, pero enfocando a una esquina o rincón. Ejemplo: si nos situamos frente a la esquina de un edificio, de forma que veamos dos de sus fachadas que den a calles diferentes –obviamente- veremos que las líneas perpendiculares al sensor fugarán en la dirección de cada calle; generándose, en consecuencia dos puntos de fuga.
- De tres puntos. La fuga de tres puntos se produce en la misma situación anterior, mirando hacia una esquina o rincón, pero añadiendo inclinación vertical a la cámara, de forma que ésta pique hacia arriba o hacia abajo. Con esta inclinación evitamos que las líneas verticales que formen las paredes permanezcan como tales y, en consecuencia, también fuguen. Si se trata de edificios lo normal será que el punto de fuga se encuentre fuera del marco, por lo que será necesario observar esta cuestión con detenimiento.
Dos puntos de fuga. Las verticales se mantienen como tales, mientras que las dos fachadas de la casa fugan desde la esquina hacia izquierda y derecha, generando dos puntos de fuga; ambos fuera del marco de la foto.
La perspectiva lineal nos ayuda a situar los objetos en la escena y a establecer relaciones entre ellos. No es necesario que exista una línea visible que los una, la distancia entre ellos crea un punto de unión y, por tanto, de fuga que podemos utilizar en nuestra composición.
La pérdida de definición tanto de la forma como de los detalles en los objetos alejados hace necesario acercarlos si queremos mantener un buen nivel de definición y detalle.
La perspectiva aérea
Podríamos decir que es un complemento de la perspectiva lineal ya que está representada por la atmósfera que envuelve a los objetos.
A medida que nos alejamos se pierde la saturación de los colores, haciendo más vibrantes aquellos que se encuentran cerca de la cámara. En las fotos de paisaje también se puede observar una progresiva dominante azulada. Elimina las formas y las líneas que dibujan la perspectiva lineal.
En esta foto se puede apreciar la desaturación de los colores con la distancia, la perdida de nitidez y el virado al azul.
Otras consideraciones
Hemos dicho que los objetos disminuyen con la distancia. Esto provoca el efecto de la compresión de los planos, erróneamente atribuido a la longitud focal de los objetivos utilizados.
Cuando dos objetos están separados entre sí una distancia cualquiera y nosotros nos situamos más cerca de uno de ellos, el lejano parecerá pequeño en comparación con este. Si nos alejamos lo suficiente, parecerá que ambos están pegados el uno al otro, generando sensación de compresión de los planos. Luego la compresión de planos está provocada por la distancia al objeto y no por la distancia focal del objetivo.
Conclusión
Los pocos aspectos enumerados en este artículo tienen su base en la tradición pictórica, en su evolución a lo largo de los siglos.
Existen otros tipos de perspectiva, que no he desarrollado en este artículo por estar en desuso o por no ser tan interesantes para el fin perseguido: favorecer la mejora de la composición fotográfica con el conocimiento más elemental de lo que es la perspectiva.
Como nota final indicar que el Renacimiento supuso el punto de inflexión en la representación de la perspectiva en los cuadros.
Y como siempre, espero vuestros comentarios y experiencias al respecto.