Realizar una sesión newborn no es una tarea sencilla. El bienestar del bebé está por encima de todo, y eso es algo que no debemos olvidar. Eso sí, este tipo de sesiones pueden ser de lo más tiernas y emotivas, además de convertirse en un recuerdo increíble para la familia.
Tras hablarte hace poco de mi experiencia realizando una sesión de embarazo algo atípica en Cómo Se Hizo Esta Foto: Sesión de Embarazo a Distancia, hoy quiero contarte cómo realicé la sesión de newborn de mi sobrino Dante en persona, con un estilo muy natural y sin salir de casa. ¿Te quedas conmigo para conocer todos los detalles de esta tierna y dulce sesión?
Un Momento Muy Especial, Llega el Nuevo Miembro de la Familia
Cuando llega un nuevo bebé a la familia la mayoría de papás tienen la ilusión de realizar una sesión fotográfica para recordar cómo era el recién llegado en sus primeros días, ya que estos pequeñines crecen a la carrera. Estas sesiones se conocen como sesión de newborn o recién nacido, y se recomienda hacerlas en las dos primeras semanas del bebé, una vez se les ha caído la pinza del cordón umbilical.
Por supuesto, los papás pueden optar por llevar a un fotógrafo profesional y especializado en la materia a su bebé, quien normalmente suele disponer de un estudio con variedad de atrezzo para realizar la sesión, y sabe perfectamente cómo manejar al pequeñín para lograr unas fotografías preciosas. Aunque si tienes la oportunidad de realizar tú mismo una sesión de este tipo ya sea porque eres uno de los progenitores, o porque eres un familiar o amigo cercano de la familia que acaba de tener el bebé, es aconsejable que tengas toda la información clave y estés bien preparado para hacerla.
Este ha sido mi caso, ya que me he estrenado en este tipo de fotografía con mi primer sobrino, Dante. En este artículo te mostraré cómo llevé a cabo la sesión, repasando algunos consejos y explicándote por qué en esta ocasión ser natural era un requisito imprescindible para mi.
Antes de Empezar
Como te comentaba, era la primera vez que hacía este tipo de sesión, por eso tenía muy claro que todo tenía que ser muy natural y que el bebé no debía correr ningún riesgo. Sin tener experiencia previa en este tipo de fotografía, era más importante que nunca que el bienestar del bebé fuera mi prioridad, y es por ello que lo de las poses imposibles fue algo que descarté desde el principio, ya que no me sentía segura. Por otro lado, a mi hermana siempre le ha gustado que las fotos que le hago sean naturales para que muestren cómo es ella y los que la rodean en realidad, sin florituras ni demasiados retoques, algo que debía respetar y que reforzaba mi decisión.
Evidentemente no me lancé a hacer las fotos sin más claro está, antes de nada, tuve que realizar una intensa labor de investigación para informarme muy bien sobre lo esencial de este tipo de tomas, y también para buscar inspiración con algunas capturas de otros compañeros.
Los Preparativos y el Material Utilizado
Una vez llegados a este punto había que ver dónde y cómo íbamos a realizar la sesión. En este caso, se optó por realizarla en casa de los recién estrenados como papás. Primero porque resultaba más cómodo y teníamos más control sobre la situación, y segundo porque teníamos pensado realizar algunas tomas familiares, y debido al Covid, si las hubiéramos hecho en exterior las mascarillas hubieran estropeado las tomas.
Al realizarse en su casa evidentemente no contábamos con todas las herramientas que nos habría gustado tener, pero no importaba. De hecho, en más de una ocasión te hemos animado a que trabajes con lo que tienes. Porque a veces nos obsesionamos con tener el mejor equipo del mundo y todo aquel que queremos, pero si utilizamos un poco el ingenio y aprovechamos lo que ya tenemos, también podemos obtener grandes resultados. Y eso fue lo que hicimos.
Por ejemplo, para empezar, dado que estábamos en una casa lo suficientemente luminosa, lo que hicimos fue aprovechar la luz natural que entraba por la tarde, momento en el que la luz del sol no incidía de forma directa, pero sí en el que teníamos la suficiente luz suave para realizar nuestra sesión.
Respecto al equipo que utilizamos, llevaba preparadas varias lentes. Por supuesto la lente fija de 50mm, uno de mis objetivos preferidos por su gran luminosidad y nitidez, y el cual me permitía trabajar con profundidades de campo escasas. También tenía a mano un objetivo macro de 90mm, una lente también luminosa y con la que podría conseguir tomas de detalles preciosas. Y por último, al tratarse de una sesión en casa y teniendo en cuenta las posibles limitaciones de espacio que podemos encontrar cuando trabajamos en un interior, me lleve el objetivo gran angular 17-28mm por si en algún momento me hacía falta. En cuanto a la cámara, en esta ocasión trabajé con la Sony a7 III, con la que además de foto realicé algunas grabaciones durante la sesión.
Teníamos la iluminación clara y el equipo listo. ¿Qué otros detalles nos faltaban? Pues en primer lugar una superficie sobre la que colocar al bebé. En nuestro caso, aprovechamos el sofá que había en el comedor, justo ubicado al lado del balcón por donde entraba la luz, y con una mantita de tonos neutros y claros hicimos un ovillo para poder colocar al bebé en ella y que este estuviera cómodo y seguro.
También disponíamos de un fondo negro de tela que queríamos utilizar para algunas tomas con los 3 miembros de la familia, el problema es que no teníamos ningún soporte. ¿Qué hicimos para solucionarlo? Con unas cuantas chinchetas y un poco de cinta de doble cara la sujetamos en el techo y listo. ¿Ves a lo que me refiero con lo de utilizar el ingenio?
Otra cosa que había que tener en cuenta era el atrezzo y el vestuario de la sesión. Respecto al vestuario, es muy importante llevar diferentes trajes a una sesión de este tipo, ya que si para colocarle algunos de ellos le quitamos el pañal al pequeñín, puede ocurrir algún que otro accidente, así que es mejor contar con varios para solventar la situación, y por otro lado también para tener variedad visual en las tomas. Respecto al atrezzo, hay infinidad de adornos para sesiones newborn que son una monada, pero si no dispones de ellos, siempre puedes utilizar algún peluche que no sea demasiado grande para que no le robe el protagonismo al recién nacido.
Y sobre la comodidad y seguridad del bebé hay otras tres cosas muy importantes a tener en cuenta:
- La primera de ellas es que justo antes de empezar la sesión te asegures de que el bebé tenga todas sus necesidades cubiertas. Que haya comido, que se le haya cambiado el pañal, que esté tranquilo y descansado… De este modo se sentirá más cómodo.
- Otro punto esencial será que la temperatura del ambiente sea óptima, ni demasiado frío, ni demasiado calor. En nuestro caso pusimos el aire acondicionado un poco antes para caldear la habitación.
- Y por último, estas sesiones no tienen por qué realizarse en silencio. De hecho, poner música suave y relajante, o incluso ruido blanco hará que el bebé esté más tranquilo normalmente.
El Momento de la Sesión
Una vez teníamos todo preparado, llegó el momento de empezar la sesión. Las primeras tomas que hicimos fueron las del bebé sobre la mantita que habíamos preparado. Como fue la primera toma de contacto y Dante, el recién nacido, estaba dormidito, simplemente lo pusimos boca arriba sobre la mantita y aprovechamos el momento.
La luz le incidía de manera lateral, y aunque llevábamos un reflector por si nos hacía falta, optamos por no utilizarlo, ya que la iluminación era bastante suave, ideal para este tipo de sesiones. En cuanto al equipo, empezamos a trabajar con la lente de 50mm, y establecimos el modo de prioridad a la apertura de diafragma, para trabajar de forma cómoda controlando la variable que más nos interesaba (la apertura), ya que queríamos lograr una profundidad de campo escasa para obtener desenfoques suaves. Después cambiamos a la lente macro, utilizando también números f bajos, y centrándonos en los pequeños detalles como las manitas o la naricita del bebé. Y por supuesto, como íbamos a editar las fotografías en edición, decidimos disparar en formato RAW para tener mayor margen de corrección.
Algo a destacar es que si haces este tipo de fotografías no dispares siempre desde el mismo ángulo. Si vas cambiando de perspectiva obtendrás mayor variedad visual, y podrás observar diferentes detalles del bebé. Eso sí, deberás estar muy atento, porque en cualquier momento el chiquitín podría mostrar su mejor expresión y deberás estar preparado para capturarla. En ese sentido activar el modo de ráfaga puede servirte de gran ayuda.
¿Y qué pasa con el enfoque? ¿Dónde lo situamos? Pues en la mayoría de ocasiones lo haremos colocándolo en los ojos del bebé, aunque por supuesto siempre puedes hacer tomas en las que sitúes el enfoque en otra zona que te interese.
Después de unas cuantas tomas y de romper el hielo, decidimos cambiar al bebé con un trajecito que habíamos comprado expresamente para la sesión. Decidimos esta vez ponérselo sin pañal porque el trajecito era más ceñido, y nos encontramos con dos obstáculos. El primero es que alteramos al bebé, y el cambio no pareció gustarle mucho. Además, el gorrito que venía a juego lo descartamos porque le oprimía al pobre, y tras intentar hacerle unas cuantas tomas, este se hizo en pipi encima, algo que éramos conscientes de que podía pasar. Son cosas muy normales en este tipo de sesiones, de ahí la importancia de llevar más de un trajecito para la sesión.
Así que inmediatamente se lo quitamos, y le dijimos a la mamá que intentara calmarlo un poquito. Y esto de hecho es muy importante, que los papás estén junto al bebé en la sesión no solo para cambiarlos y salir en las fotos, sino también para calmarlos en los momentos más complicados, ya que no hay nada como los brazos del papá o la mamá para que vuelvan a sentirse cómodos.
Una vez calmado, decidimos aprovechar el fondo negro y hacer unas cuantas tomas familiares. Para no alterarlo demasiado esta vez el bebé saldría desnudito. La tela estaba colocada frente a la ventana, así que disponíamos de una luz frontal y natural estupenda. Al ser el fondo oscuro, les pedimos a los papás que se vistieran con ropa clara para que destacaran más en la toma. Primero hicimos algunas tomas en las que el bebé lo cogía la mamá, y luego otras en las que lo cogía el papá. Siempre intentando que la sujeción del bebé quedará natural y que no se vieran sus partes íntimas.
Y para que veáis que siempre hay algo que se nos puede escapar, os voy a contar un pequeño fallo que cometimos. Detrás de la tela estaba la otra parte de la estancia, y cómo cuando la pusimos tapamos toda la luz, lo que hicimos fue encender la bombilla mientras lo preparábamos todo. No la apagamos, y eso hizo que al no ser totalmente opaca la tela, se viera un poco la luz a través de esta, algo que nos causaría un poco más de trabajo en edición.
A continuación pusimos de nuevo al bebé sobre la mantita, colocando bajo esta un empapador por si volvía a hacerse pipí que no lo hiciera sobre el sofá. La manta se podía lavar fácilmente, pero el sofá era más complicado. Hicimos unas cuantas tomas, cambiándolo de posición y aprovechando el contraluz que teníamos. Intentamos añadir algún peluche, pero descartamos la idea ya que al niño no le hacía mucha gracia que un muñeco invadiera su espacio.
Y entonces llegó el momento de la toma del bebé, así que paramos durante un ratito la sesión ya que como decíamos antes, lo primero siempre es su bienestar. Los papás aprovecharon para darle el biberón, ponerle el trajecito que querían y ponerle el pañal. Tras hacerlo, el pequeñajo se quedó muchísimo más tranquilo y dormidito, lo cual nos permitió colocarlo boca abajo con mucho cuidado, para cambiar de pose. Pero de manera natural y haciendo que este se sintiera cómodo en todo momento. De nuevo probamos con diferentes ángulos, y en esta ocasión hasta cambiamos a la lente angular para que pudieran salir sus papás junto a él en alguna toma.
Procesando las Fotografías
Una vez concluida la sesión, llegó el momento de procesar las fotografías. Y en esta ocasión utilizamos Lightroom y Photoshop para hacerlo. La mayoría del trabajo lo hicimos en Lightroom, y Photoshop lo utilizamos para algunas tomas en las que queríamos disimular un poco las pielecitas que tenía en el rostro el bebé.
En la primera parte básicamente escogimos una de las tomas e hicimos los ajustes pertinentes. Primero escogimos el perfil de color neutro, y a continuación subimos un poquito la exposición, bajamos el contraste, ajustamos las sombras y las luces para que la imagen tuviera un tono más suave y tierno, redujimos un poquito el ruido, matizamos un poco el enfoque, y sobre todo, prestamos atención al color.
Estas tomas transmiten de por sí mucha dulzura, así que ajustamos el balance de blancos a tonos más cálidos que reforzaban esa idea y subimos ligeramente la intensidad. Además, en el panel de HSL de Lightroom, ajustamos tanto el tono, como la saturación y la luminancia de los rojos para que los labios del bebé adquirieran el aspecto que buscábamos. Y gracias a la reciente herramienta de gradación de color, pudimos virar de color tanto los medios tonos, como las sombras e iluminaciones de la fotografía para darle el estilo que deseábamos a la toma.
Por último, también aplicamos un sutil viñeteo para enfatizar la atención sobre el bebé, y a continuación aplicamos este efecto al resto de fotografías seleccionadas, aplicando en algunas de ellas ligeras correcciones para que todas tuvieran el mismo estilo. Para las fotos en las que se notaban mucho las pielecitas como te decía, utilizamos Photoshop y la herramienta de Pincel corrector () para disimularlas. ¡Y listo!
Al haber hecho tomas distintas en el mismo lugar, con tipos de plano y ángulos diferentes, una vez editadas todas las imágenes podremos crear un collage o serie fotográfica preciosa combinando varias capturas para crear un bonito lienzo.
¡Sesión de Newborn al Natural!
Como has podido comprobar no hace falta contar ni con un estudio de lujo ni un equipo de alta gama para obtener un bonito recuerdo familiar con el recién llegado bebé. Sabiendo aprovechar lo que ya tenemos, hasta nuestro propio salón puede convertirse en el estudio que necesitamos.
Y si eres uno de los progenitores del pequeño, o un familiar o amigo cercano, ya sea con la cámara o incluso con tu móvil, recuerda sacar fotos del bebé cada día e inmortalizar su rutina, porque este crecerá a la carrera, y seguro que cuando pase un tiempo esas fotos se convertirán en un auténtico tesoro para ti.