Hoy llega a dzoom un curioso estudio llevado a cabo por un puñado de científicos australianos. Y es que la física y las matemáticas pueden ser buenas compañeras a la hora de realizar la fotografía perfecta. ¿En qué consiste el estudio? han calculado el número de instantáneas que hay que tomar en fotos de grupo para garantizar que, al menos una, pilla a la gente con los ojos abiertos. El número mágico resultado se calcula en función del número medio de parpadeos por minuto, la duración media del parpadeo, del número de personas en la foto y de las condiciones de luz de la instantánea. ¿Quieres conocer los principales resultados?
Los datos curiosos de partida
Estos son los datos de los que partir:
- El ser humano parpadea -en media- 10 veces por minuto.
- El parpadeo típico dura 250 milisegundos.
- La velocidad de obturación, aunque es variable, en promedio, toma un valor típico es de 8 milisegundos.
¿Los conocías? (No me he vuelto loco, lo prometo. Ahora viene lo bueno)
Las conclusiones
Y ahora las recetas que nos dan los científicos para no encontrarnos con la desagradable sorpresa de encontrarnos a alguien con los ojos cerrados...
"... para grupos de menos de 20 pesonas, el número de instantáneas a tomar resulta de dividir el número de personas entre 3 en situaciones de buena luz y 2 en condiciones de luz deficiente..."
"... los niños son más nerviosos e impredecibles. Aumenta el número de disparos si en tu grupo hay niños..."
"... si no eres bueno con las matemáticas, o no te apetece calcular, en la mayoría de los casos, con 5 disparos tendrás suficiente..."
Algunos consejos
- Mejor con mucha luz. Con luz pobre, el número de disparos aumenta. Además, aparece el flash, con lo que la probabilidad de parpadeo se dispara.
- Grupos no muy grandes. Conforme crece el número de personas en el grupo, el número de disparos crece vertiginosamente, de tal modo que, para grupos de 100 o más es prácticamente imposible garantizar una foto sin parpadeos.
- Pide que intenten no parpadear. Por supuesto, contar con la ayuda del grupo nunca está de más.