¿Quién no ha soñado alguna vez con poder fotografiar la Vía Láctea? Hay mucho desconocimiento con respecto a este tema y en el artículo de hoy voy a ir aportando luz a cada una de las dudas que os van surgiendo.
Lo primero es detenernos un momento y pensar en lo que estamos fotografiando realmente. Cuando fotografiamos la Vía Láctea lo que estamos haciendo es fotografiar nuestra propia galaxia, en la cual se encuentra el Sistema Solar. A mí no deja de sorprenderme el hecho de poder ver a simple vista este fenómeno, así que imaginaros lo que puede hacer nuestra cámara.
Hoy en día, no es algo muy raro ver fotografías donde la Vía Láctea es la protagonista. Y eso es porque en el fondo, no es tan difícil fotografiarla, simplemente tenemos que tener en cuenta una serie de aspectos.
¿Cuándo la Podemos Ver?
Como decía antes, la Vía Láctea se puede observar a simple vista con nuestros propios ojos, siempre que las condiciones sean apropiadas, es decir, que no haya contaminación lumínica y por lo tanto el cielo esté oscuro. Creo que no hace falta decir que no debe estar nublado, jeje.
La Vía Láctea crea un camino que se puede ver perfectamente. Sin embargo, la Vía Láctea tiene una zona muy característica, y es el Centro Galáctico. Esta es la parte más impactante y la más fotogénica.
Dependiendo del hemisferio en el que nos encontremos, debemos mirar en una dirección u otra en función de la estación del año para encontrar el Centro Galáctico, pero nunca lo encontraremos en el norte.
Algo que puede parecer una obviedad es que la Vía Láctea no está en una posición fija en el cielo. Al igual que todas las estrellas y los planetas, el Sol y la Luna, la Vía Láctea aparece y desaparece por el horizonte. Sale por el Este y se pone por el Oeste.
Seguramente habrás oído que hay una temporada concreta para salir a fotografiar la Vía Láctea. Esto es porque el Centro Galáctico, es decir, la parte más fotogénica, no es visible durante todo el año. Durante unos meses, dicha zona de la Vía Láctea está por encima del horizonte durante el día.
Por esto mismo, si estás en el Hemisferio Norte debes intentar fotografiar la Vía Láctea de marzo a octubre. El tiempo que el Centro Galáctico está visible va variando, siendo mayor entre abril y julio. Cuanto más horas esté visible, más posibilidades de fotografiarla a nuestro gusto.
Si por el contrario vives en el Hemisferio Sur, tendrás que salir a buscarla de febrero a octubre. No es visible de noviembre a enero.
¿Cómo Planifico la Foto que Quiero?
Como en la mayoría de veces en fotografía de naturaleza, es necesario tener una planificación, más si cabe en estos casos.
Puedes probar a salir a la aventura a ver si encuentras la Vía Láctea, o puedes intentar pensar en una foto y tratar de conseguirla. Pero hagas una cosa u otra, lo que debes tener en cuenta son las condiciones climatológicas y el lugar.
Obviamente, el cielo debe estar despejado, pero no sólo eso. Cuanta menos luz haya mejor, y no sólo me refiero a la contaminación lumínica, sino también a la fase lunar. Hay que intentar que la Luna no esté presente cuando vamos a fotografiar las estrellas o la Vía Láctea, puesto que la Luna ilumina el cielo restando visibilidad a las estrellas.
Sin embargo, podemos aprovechar la luz de la Luna para que nuestro sujeto esté iluminado.
En la foto de portada se puede observar que la Vía Láctea está bien expuesta. Además, los picos de las montañas también se ven. De hecho, están iluminados por la Luna que estaba empezando a salir por el lado contrario. Esta combinación fue perfecta, ya que fue como haber encendido una linterna gigante para iluminar mi sujeto.
Pero esto no sucede siempre, de hecho, en la fotografía que hay más arriba vemos que el castillo está totalmente a oscuras y la Vía Láctea perfectamente expuesta. Tenemos mucha menos luz en el castillo por lo que solamente tenemos dos opciones para que el sujeto se vea bien en la fotografía: iluminarlo con linternas o realizar dos exposiciones diferentes.
Cuando realizamos dos exposiciones debemos hacer una foto exponiendo para la Vía Láctea y otra exponiendo para el sujeto, las cuales tendremos que fusionar después en Photoshop o herramienta similar. Lo ideal sería hacer la foto en la que exponemos nuestro sujeto durante la hora azul, para que la atmósfera y los colores concuerden con la foto que sacaremos más tarde de la Vía Láctea.
Lo siguiente es imaginar la foto que queremos hacer. Recomiendo conocer el sitio de ante mano y haberlo visto por el día. Siempre que sea posible, trato de llegar por la tarde para inspeccionar la zona y ver cuál podría ser un buen sujeto.
Hay que tener en cuenta que la Vía Láctea es una especie de línea que aparece por el horizonte y que va cogiendo altura. Cruza de un extremo al otro. Es imposible fotografiarla entera a menos de que hagamos una panorámica con varias fotos, ya que la Vía Láctea va prácticamente de un punto cardinal a otro, lo que serían unos 180º.
Seguramente habréis visto alguna foto de este tipo donde la Vía Láctea aparece formando un arco. Realmente la deformación curva viene al juntar las distintas fotos que forman la panorámica y la curva la genera el objetivo angular necesario para abarcar tanto cielo. Nosotros, a simple vista veremos una línea de un extremo al otro.
Por lo tanto, a la hora de componer tenemos que pensar que vamos a fotografiar una línea de estrellas. La línea que forma la Vía Láctea va variando y puede estar en posición vertical, horizontal o diagonal. Esto es lo verdaderamente importante a la hora de planificar la foto, saber en qué posición estará la línea para poder componer con el entorno.
La típica foto de la Vía Láctea suele ser la propia línea diagonal que forma ésta, apuntando a un elemento de la foto, como la que ilustra esta sección.
¿Qué Aplicaciones Puedo Utilizar?
Hoy en día, planificar la posición de la Vía Láctea no es complicado gracias a los programas y aplicaciones para móvil o tablet.
Un programa que utilizo en ocasiones es el Stellarium. Este programa es gratuito y está disponible para Windows, Mac y Linux. Con él, podemos representar el cielo de cualquier parte del planeta en el momento que nosotros deseemos. De esta manera, no sólo sabremos por dónde sale la Vía Láctea, sino qué estrellas estarán en el cielo, si habrá Luna, etc.
Otra aplicación muy útil es Photopills. Esta aplicación es tan completa que hasta te dice la hora de salida y puesta del Centro Galáctico, que es lo que suele interesar cuando queremos fotografiar la Vía Láctea. Avanzando en el tiempo veremos el recorrido que va a realizar el Centro Galáctico sobre el mapa, ayudándonos a planificar la foto.
La funcionalidad que marca la diferencia es la Realidad Aumentada, la cual te permite calcular in situ la posición que tendrá el Centro Galáctico. En este modo, la cámara del móvil se acciona, superponiendo una especie de gráficos que representan los astros.
Tan sólo tenemos que seleccionar la hora en la que queremos hacer la foto y mover el móvil en la posición en la que haremos la foto. De esta manera, la Vía Láctea aparecerá como un dibujo y veremos la posición que tendrá.
Esta aplicación es muy útil para saber si realmente nuestra fotografía soñada es posible o no.
Equipo Necesario
Hasta ahora, todo lo que he comentado está relacionado con la planificación y lo que hay que tener en cuenta para poder divisar la Vía Láctea. Pero vamos a hablar del equipo que es necesario o recomendable.
Es obvio que lo más importante de todo es tener un trípode. También se recomienda tener un cable disparador o intervalómetro.
Siempre digo en mis clases que la cámara o el equipo no es tan importante como la manera de ver del fotógrafo. Sin embargo, para poder fotografiar la Vía Láctea es necesario cumplir dos condiciones.
- La primera es tener un objetivo que sea bastante luminoso. No hace falta decir que por la noche se hay luz, por lo tanto, un objetivo con una apertura máxima de f/2.8 será casi imprescindible. Esto nos permitirá obtener un cielo con luz sin tener que exponer durante mucho tiempo.
Cuando hago fotografía nocturna suelo utilizar mi objetivo Samyang 14mm f/2.8. Este objetivo es suficientemente luminoso y me permite sacar las estrellas como puntos o la Vía Láctea.
- La segunda condición es que nuestra cámara soporte un ISO alto sin generar mucho ruido. A pesar de utilizar objetivos luminosos, la cantidad de luz que necesitamos en grande, por lo tanto, debemos configurar un ISO como mínimo de 1600, siendo lo habitual 3200 o incluso 6400. Por suerte, el ISO soportado por las cámaras es cada vez mayor, por lo que hacer fotos nocturnas es cada vez más sencillo y obtenemos más calidad.
Para intentar contener el ruido, las cámaras tienen una función de reducción de ruido incorporada. Dependiendo de lo agresiva que sea dicha reducción, perderemos más o menos nitidez. En cámaras que no soporten un ISO alto puede ser una buena opción. Yo particularmente no la suelo utilizar, porque pierdo nitidez y tiempo, ya que tarda lo mismo en reducir el ruido que en exponer (doble de tiempo esperando).
¿Cómo Configuramos el Equipo?
Acuérdate de quitar el estabilizador de imagen del objetivo o de la cámara (si lo tiene).
Ahora, imaginemos que ya estamos en nuestra localización con la cámara preparada pero nos falta configurarla correctamente. Por si no ha quedado claro todavía, debemos poner el modo de medición de la cámara en M (manual) para poder establecer el diafragma, la velocidad y la ISO.
Además, no me canso de recordar que siempre que utilicemos un trípode hay que desactivar el estabilizador de imagen del objetivo para evitar que éste mueva la foto.
Es importante tener en cuenta que debemos configurar la cámara para disparar en formato RAW. El archivo RAW contiene mucha más información y por lo tanto podremos procesarla mucho mejor después, más si cabe en fotografía nocturna.
Si disparamos en RAW no tendremos que preocuparnos por el Balance de Blancos (WB). El balance de blancos sirve para conseguir esa atmósfera fría en el cielo. A mí me gusta que esté azul, por lo que suelo ponerlo entre 2500k y 3500k. Pero como disparo en RAW, lo puedo modificar sin problemas durante el procesado.
Mis Parámetros Ideales
Los parámetros que suelo utilizar para fotografiar la Vía Láctea es un diafragma f/2.8 e ISO 3200. Si por lo que sea no tengo el Samyang a mano utilizo el Canon 16-35mm f/4, pero entonces me toca subir el ISO a 6400.
Seguro que más de uno dirá, ¿y qué pasa con el tiempo de exposición? ¿Qué tiempo de exposición configuras? ¿y por qué no lo aumentas para poder bajar el ISO? El tiempo de exposición está limitado y no podemos excedernos, ya que de lo contrario las estrellas empezarán a moverse y ya no se verán como puntos. Si quieres saber cuánto tiempo de exposición puedes configurar como máximo te recomiendo que te leas este artículo.
Por lo tanto, en mi caso que utilizo una cámara con sensor Full Frame (o formato completo), el máximo tiempo de exposición que puedo utilizar a 14mm o 16mm, es de unos 30 segundos.
Es decir, mi configuración para fotografiar la Vía Láctea es un tiempo de exposición de 30 segundos, f/2.8, ISO 3200. A partir de ahí, suelo aplicar la ley de la reciprocidad para obtener la misma luz.
Un Aspecto Fundamental: el Enfoque
Otro aspecto súper importante que a veces se olvida es el tema del enfoque. Hay que enfocar, y no vale con poner el anillo de enfoque al infinito, puesto que si estamos sacando algún elemento en el primer plano saldrá desenfocado. Para ello, lo más habitual y práctico es utilizar la hiperfocal. Entender este concepto cuesta al principio, pero para paisaje es muy útil.
Otra cosa a tener en cuenta, es que la hiperfocal se utiliza con distancias focales pequeñas, hasta 35mm como mucho diría yo. A partir de ahí, la distancia a la que hay que enfocar es tan grande que es inviable.
La otra opción es iluminar con una linterna al sujeto y enfocarlo. Un truco para cuando se está fotografiando con trípode es el de configurar el objetivo en enfoque manual una vez hemos enfocado. La mayoría de personas enfocan y disparan con el mismo botón. Si presionas un poquito dicho botón, enfoca. Si lo terminas de presionar, dispara. Si lo sueltas, al volver a presionarlo, la cámara volverá a enfocar y puede que ya no enfoque al árbol (hemos reencuadrado).
Imaginemos que tenemos un árbol sobre el cual vamos a dirigir la Vía Láctea. Para ello, iluminamos el árbol, lo enfocamos y reencuadramos, pero si soltamos el botón antes de disparar, lo perderemos al volver a pulsarlo. Por lo tanto, el truco está en conseguir enfocar el sujeto, y cambiar la pestaña del objetivo a enfoca manual (M o MF). A partir de este momento, el objetivo tiene el anillo de enfoque situado en la posición necesaria para tener el árbol enfocado. De esta manera, podremos hacer varias fotos sin tener que preocuparnos del enfoque.
Paso Final, Procesar la Fotografía
El procesado es el paso final para tener lista nuestra fotografía. Pero si hablamos de la Vía Láctea este paso tiene mucha mayor importancia. A continuación voy a explicar los pasos que he seguido para procesar la foto de portada de este artículo.
Ya hemos comentado antes que tenemos la opción de tener un único archivo RAW o hacer dos exposiciones distintas y fusionarlas después. El motivo de hacer dos tomas sería porque en condiciones normales, el primer plano suele salir oscuro y sin detalle debido a la falta de luz.
Si tenemos dos archivos los podemos procesar por separado, por ejemplo en Lightroom y abrirlos después en Photoshop. Si solamente tenemos una sola foto la procesaremos sin más.
Lo primero que debemos hacer es corregir el balance de blancos. Al disparar en RAW no tenemos ningún problema. En la foto de ejemplo partimos de una temperatura y un matiz de 3500k y +8 respectivamente. Los modifico y los sitúo en 3966k y +12 para que el cielo no esté tan azul.
Un paso importante es aplicar la corrección de perfil de lente. Recordar que los objetivos viñetean, sobre todo los angulares a plena apertura, es decir, que las esquinas aparecen oscuras. Nos vamos al apartado de Corrección de perfil y buscamos el que corresponda a nuestro objetivo.
Después vamos a tratar de equilibrar luces, aumentando la luz que hay en las sombras y dando énfasis al cielo, y por supuesto a la Vía Láctea. Por ello, subimos las sombras, aumentamos un poco el contraste para que la foto no quede muy plana y consigamos volumen en las montañas. La Claridad también viene bien para esto último.
Ahora podemos aplicar algunos ajustes locales. Con el filtro radial, delimitamos las montañas y le damos más luminosidad a la zona de los picos.
Después aplicamos otro filtro radial a la Vía Láctea para tratar de resaltar el Centro Galáctico. Aplicamos contraste, subimos altas luces para que la zona central de la Vía Láctea tenga más fuerza, bajamos sombras porque no queremos que el cielo se aclare, y aplicamos Claridad para resaltar los distintos tonos que hay.
Un filtro graduado para oscurecer el cielo dará más protagonismo a la Vía Láctea.
Podemos aplicar una pequeña curva para conseguir ese punto extra de luminosidad en las estrellas.
Ya sólo nos queda tratar de reducir el ruido. Para ello tenemos que hacer zoom al 100% sobre la imagen y aplicar la reducción de ruido de Luminancia hasta que veamos que el grano va desapareciendo. No hay que excederse porque perderemos mucha nitidez y la foto parecerá un dibujo.
Cada fotografía es diferente y todo dependerá de lo que queramos conseguir, pero esta sería una buena manera de tratar de que la Vía Láctea destaque sobre todo lo demás.