Por desgracia, los fotógrafos somos una presa codiciada por los ladrones. Llevamos con nosotros equipos caros, a veces incluso de última tecnología, que son fácilmente vendibles en el mercado de segunda mano.
Seguramente eres de los que piensa que éso le pasa a los demás, no a ti. Sin embargo, estos incidentes suceden en el momento y lugar menos insospechado, incluso en tu propia ciudad. Y te amargarán el día, o peor aún, las vacaciones si te encuentras de viaje.
Para evitar este mal trago, no tienes más que seguir estos consejos. ¿Quieres saber cuáles son?
1. Sé suficientemente precavido
Toda medida es poca, aunque no te lo parezca. Hay ladrones extremadamente hábiles capaces de desplumarte en unos segundos sin que te des cuenta de nada.
Antes de que éso ocurra, es mejor ser precavido y poner todas las trabas a tu alcance para entorpecer su misión.
Registra siempre tu material
La gran mayoría de fabricantes permiten que registres a través de su página web cualquier producto suyo que hayas comprado. A pesar de que la mayor parte de las ventajas que proponen no te resulten motivo suficiente (por ejemplo, notificarte actualizaciones o enviarte consejos), mi consejo es que le dediques unos minutos y registres todo tu material antes incluso de estrenarlo.
Y esto es por varios motivos:
- Al fabricante le será más fácil localizar tu objetivo o cuerpo si alguna vez tienes que contactarlo para solicitar asistencia técnica.
- Si te roban tu equipo, ponte en contacto con el fabricante para notificárselo. Si has registrado tu equipo, el fabricante te reconocerá como el dueño original. En caso de que el ladrón contactara al fabricante o vendiera tu material a un tercero y éste lo quisiera registrar, el número de serie aparecerá marcado como robado.
- Este registro actúa como base de datos a la que podrás acceder en caso de verte en la necesidad de poner una denuncia a la policía en caso de robo.
Además, te sugiero que uses Lenstag, un servicio de registro completamente gratuito.
Te permite tener los datos de todo tu equipo en un mismo lugar y con un acceso inmediato a través de tu móvil. Otra de sus características es que rastrea la red para comprobar los sitios web en los que se han publicado fotos hechas con tu cámara.
Lo único que tienes que hacer es darte de alta como usuario y bajarte la aplicación (disponible para iOS y Android).
Haz un inventario detallado
Esta tarea puede resultar un poco pesada pero, como más vale prevenir que curar, no te arrepentirás de haberlo hecho en caso de necesitarla en un futuro.
La forma más sencilla de tener todo tu equipo inventariado es la siguiente: abre un documento de texto e incluye los datos de cada uno de los elementos de tu equipo:
- Marca
- Modelo: especifica claramente la nomenclatura que usa el fabricante para evitar posibles confusiones.
- Número de serie
- Fotos: trata de fotografiar tu equipo desde varios ángulos y no te olvides de hacerle una foto al número de serie también.
- Factura de compra: hazle una foto a la factura o incluso varias para que se vean todos los detalles.
- Garantía: muchos fabricantes ofrecen un periodo de garantía que puede incluir desde reparaciones hasta robo.
- Seguro: si has tomado la precaución de asegurar tu equipo, añade aquí también la documentación del seguro.
Guarda el documento en un servicio de almacenamiento en la nube (Dropbox, GoogleDrive, Box o cualquier otro) de tal forma que puedas acceder a él desde cualquier ordenador y lugar del mundo. ¡Si te roban estando de viaje necesitarás disponer de estos datos cuanto antes!
Por último, no dejes de actualizar tu inventario siempre que sea necesario.
La idea es que tengas toda esta información al día, en un mismo lugar, y que sea rápidamente consultable.
Estudia contratar un seguro
Lo primero que tienes que evaluar es si te merece la pena contratar un seguro de este tipo, no vaya a ser que te cueste más el collar que el perro. Determina aproximadamente el valor de tu equipo. Te servirá de referencia a la hora de determinar si contratas un seguro o no.
Ahora es cuando viene la parte más tediosa: buscar y comparar. La oferta es tremendamente extensa y tendrás que analizar con detenimiento elementos como el precio, la cobertura (robo, pérdida, accidente, daños) y otras condiciones.
Finalmente, si decides contratar un seguro, no te olvides de leer todo el contrato. Todo significa en su totalidad ya que puedes encontrarte con clausulas abusivas, absurdas o con las que no estés de acuerdo.
Antes de terminar el proceso, intenta leer opiniones de otros clientes para hacerte una idea del servicio que presta la compañía y si realmente es de fiar.
Mantén todo tu equipo etiquetado
Aunque te parezca una obviedad, etiquetar tu equipo es una buena medida de seguridad para prevenir posibles robos. Es más, puede llegar a disuadir al ladrón ya que vender material etiquetado es mucho más difícil. El comprador se dará cuenta rápidamente de que es robado y seguramente no lo quiera.
Por otro lado, también le facilitarás a la policía su trabajo. En caso de que encuentren todo o parte de tu equipo robado, disponer de una etiqueta con todos tus datos les permitirá localizarte inmediatamente. No des por sentado que se pondrán en contacto con el fabricante para comprobar quién es el dueño porque no lo harán.
¿Eres reacio a etiquetar tu equipo? No sería la primera vez que alguno de mis amigos fotógrafos me dice que no quiere etiquetar su equipo porque puede tener un impacto negativo en el precio de venta. Si bien esta afirmación es cierta, siempre respondo lo mismo: “¿Y por qué no usas ese elemento a tu favor en la venta? Lo único que tienes que hacer es transferir el registro al comprador una vez se lleve a cabo el pago. De esta forma le vendes el material junto con el registro.”
Por supuesto, además de etiquetar todo tu equipo con algunas de las opciones que veremos más adelante, también te sugiero que siempre pongas una etiqueta con tus datos en la mochila, bolsa o maleta en la que lleves el equipo. Aunque esta medida no es específicamente disuasoria, sí puede servir si pierdes tu bolsa. La persona que la encuentre podrá contactarte con facilidad.
No detalles más que tu nombre y una dirección de email en la etiqueta. ¿Por qué? Porque si pones tu dirección de casa nadie te va a mandar la bolsa allí ¡y mucho menos si te encuentras de viaje sabiendo que puede que no haya nadie!
Todas las compañías de etiquetado ofrecen productos y servicios similares: una serie de etiquetas con códigos de barras inalterables que se pueden registrar. Aparecerán como robados si así lo notificas y esta información puede ser consulta por la policía.
Estas son algunas de las compañías que te recomiendo para etiquetar tu equipo.
- 1. Mi opción preferida: STOP.
Es la más cara pero también la que ofrece más garantías. Una vez que pegas la etiquetas, es prácticamente imposible despegarla. Si un ladrón consiguiera hacerlo, la etiqueta deja una marca invisible que indica que es un objeto robado. - 2. Otra alternativa igualmente válida: Immobilise.
La ventaja de esta empresa es que todos los objetos que registres tienen un mismo número de seguimiento por lo que puede ser útil se te roban un cuerpo y un objetivo.
2. Sobre el terreno
Por desgracia, los equipos fotográficos son objetos muy codiciados por los ladrones: son fácilmente vendibles y valen mucho dinero. La probabilidad de que alguien intente robar todo o parte de tu equipo fotográfico es relativamente alta.
Y no olvides que nunca estás a salvo del riesgo. No importa que estés viajando por un país donde la población tenga un bajo poder adquisitivo o que estés paseando por tu ciudad. No hace falta más que un ligero despiste para que alguien se quede con lo que no es suyo.
Pon en práctica unos consejos básicos
- El más importante es que nunca pierdas de vista tu equipo, igual que no harías con tu móvil o con tu cartera. No lo dejes nunca desatendido. Si estás con otras personas y tienes que dejarlo momentáneamente, pídeles que lo vigilen por ti. Y si estás sólo, llévalo contigo a todas partes (incluso al baño).
- Haz todo lo posible por pasar desapercibido. Cuanto más llames la atención más riesgo corres de ser una presa apetecible. En este sentido, procura llevar una mochila discreta que no tenga la marca de ningún fabricante, cambia la correa de tu cámara por una genérica y si estás paseando por un lugar potencialmente peligroso, no lleves la cámara colgando.
- Mantente alerta y emplea el sentido común.
- No dejes que te distraigan: si presencias alguna escena extraña como por ejemplo una disputa airada, no sueltes tu equipo y aléjate lo antes posible.
- Tampoco hagas caso de gente que trate de llamar tu atención gratuitamente o que intente distraerte.
- Y si te encuentras en un lugar abarrotado, ponte la mochila o la bolsa contra el pecho y sujétala con ambos brazos para evitar que algún desconocido la abra.
- No lleves más equipo del necesario: elige con cuidado el material que vas a utilizar durante el día y deja el resto en un lugar seguro. No sólo evitarás que te lo quiten, tu espalda también lo agradecerá.
- En la medida de lo posible, no dejes tu equipo en el coche: sé especialmente precavido si se trata de un coche de alquiler ya que son un verdadero imán para los ladrones. Si no te queda otro remedio que dejar ahí tu equipo, escóndelo lo mejor posible en el maletero y procura ser discreto mientras lo haces.
- Evita dejar tu equipo en el hotel en el que te alojas: aunque es poco probable que ocurra, no dejes que la persona que va a limpiar tu habitación caiga en la tentación. Recuerda que los hoteles sólo se responsabilizan por robos en la caja de seguridad, por lo que deja ahí tu equipo. Si el hotel no dispone de ese servicio tienes dos opciones: la primera es llevar todo contigo y la segunda es esconder a conciencia el equipo que vayas a dejar.
- Una regla de oro para tus viajes en avión: no factures jamás tu equipo. Tu maleta se puede perder, llegar con varios días de retraso o incluso romperse. Eso significa que no podrás hacer fotos durante una parte o todo tu viaje.
- Si viajas con tu equipo y te quedas dormido, asegúrate de que nadie te lo puede quitar. En ese caso yo suelo usar dos trucos. El primero es pasar los brazos por las correas y dormir abrazado a ella. A veces también lo hago con las piernas. El segundo es usar la mochila o bolsa como almohada y apoyar todo mi cuerpo sobre ella.
Si consideras que estos consejos no son suficientes y tu equipo corre el riesgo de ser robado, existen otros métodos preventivos. A veces, dependiendo del destino al que vayas o el marco en que se desarrolle tu actividad fotográfica, toda precaución es poca.
Introduce una alarma en tu mochila
Uno de los elementos que puedes utilizar para proteger tu equipo es una alarma. Existen dos tipos.
A. Alarma de movimiento
Se activan emitiendo un fuerte pitido en cuanto alguien coge tu bolsa y sale corriendo. Su mecanismo es muy sencillo: pones la alarma dentro de la mochila, bolsa o maleta mientras que te quedas con el mando a distancia en tu bolsillo. Este mando te permite activar/desactivar la alarma siempre que lo necesites.
¿Quieres poner una alarma de movimiento en tu trípode? Nada más fácil. Compra una alarma para bicicletas. El agarre tubular te permitirá fijarla a una de las patas de tu trípode.
En general, estas alarmas suelen ser bastante baratas aunque su fiabilidad es muy relativa. Si estás pensando en comprar una alarma, te sugiero que optes por las que describo a continuación.
B. Alarma de proximidad
La ventaja de esta alarma es que te permiten programar varias funciones. Se pueden activar si tu bolsa se mueve o si se aleja de ti más de una distancia determinada. Esta ultima función puede ser especialmente útil si eres una persona despistada que tiende a olvidarse la mochila en una cafetería o en la puerta de embarque.
Si tienes un iPhone, mi opción favorita es hipKey. Y si buscas algo más barato, prueba Kensington Proximo Tag.
Si tienes un móvil Android, puedes elegir entre iFi Smart Tag, Zoom Wireless Leash, y el más económico, Button TrackR.
¿Sigues con dudas? Entonces te recomiendo que le eches un vistazo a este completo análisis que publicó Mashable.
Usa un localizador con GPS
Los localizadores con GPS son bastante más caros que cualquiera de las alarmas que te he recomendado anteriormente. Además de que el precio del aparato es más alto, (unos 100 euros al menos) tendrás que pagar una cuota mensual para poder realizar el seguimiento a través de una aplicación generalmente disponible también para tu móvil.
Obviamente, eres tú quien debe evaluar si te merece la pena un gasto de esta magnitud, sobre todo dependiendo del valor de tu equipo. Si lo que tienes es una réflex básica con el objetivo que te venía en el kit, seguramente obviarás esta opción. Pero si te paseas por el mundo con una Leica M-9 o un equipo en el que te has gastado varios miles de euros, igual merece la pena que lo pienses.
El mejor dispositivo es, sin duda alguna, Amber Alert GPS (disponible para iOS y Android). Es el que ofrece más y mejores prestaciones. Por ejemplo, el poder configurar zonas de seguridad, alertas a varios teléfonos móviles simultáneamente o el permitir comunicación por voz.
Otra muy buena alternativa es Pocket Finder (disponible para iOS y Android) aunque, a pesar de costar más o menos lo mismo, no tiene la herramienta de voz.
Si buscas más alternativas, no te pierdas esta comparativa de 10TopTenReviews.
Invierte en tarjetas de memoria con Wi-Fi
La ventaja principal de este tipo de tarjetas de memoria es su capacidad de transferir tus fotos directamente a un ordenador, tableta o móvil de forma inmediata. Así te aseguras de no perder tus fotos si se estropea la cámara o, peor aún, te la quitan.
Supongamos que ocurre esto último.
¿Qué pasaría si alguien usa tu cámara con esa misma tarjeta y ves fotos en tu ordenador que no son tuyas? Esas fotos podrían darte pistas (como por ejemplo datos de geolocalización) de dónde está tu cámara o quién te la ha quitado.
Actualmente las principales marcas son Eye-Fi, Trascend y Toshiba.
3. Y si te roban…
Lamentablemente, a veces ocurre. Puede ser por un despiste o por la habilidad del ladrón. En cuanto te des cuenta de que algo falta, mantén la calma y actúa con rapidez.
No sirve de nada dar vueltas sobre ti mismo lamentándote de tu mala suerte.
Denúncialo inmediatamente a la policía
Lo primero que debes hacer, sin perder más tiempo, es ir a la comisaría más próxima y poner una denuncia.
Aquí es dónde tu inventario o el registro en Lenstag, que te he recomendado tener actualizados, te serán de gran utilidad. Accede a él a través de cualquier conexión a internet y facilita al agente una declaración detallada de todo lo que echas en falta.
Una vez que tengas la denuncia en tu poder, escanéala o hazle una foto y añádela a tu inventario. Es tu justificante para cualquier reclamación incluida, por supuesto, la que debes notificar a tu seguro (si es que lo tienes).
Recuerda también que si logras recuperar todo o parte de tu equipo, deberás volver a la policía a quitar o modificar la denuncia para que ese material deje de figurar como robado.
Localiza tu equipo
Si lo que te han robado es un cuerpo, aún tienes alguna posibilidad de recuperarlo. Por desgracia, recuperar un objetivo es mucho más complicado ya que es mucho más difícil de rastrear.
¿Sabes lo que son los datos EXIF? Es la abreviatura de exchangeable image file format y se trata sencillamente de un estándar que almacena los metadatos de las fotos hechas con tu cámara. Estos datos se incrustan en la imagen e incluyen, entre otros, la cámara con que se hizo la foto, los parámetros de disparo o la fecha y hora de esa foto.
Esto significa que los datos EXIF son la huella digital del cuerpo de tu cámara.
Gracias a esta información y a las fotos que hayas tomado con ella antes de su robo, podrás rastrear si alguien más ha hecho fotos con ella. Para ello puedes utilizar alguna de estas herramientas.
- 1. Stolen Camera Finder:
Esta web gratuita tiene un mecanismo es muy simple. No tienes más que arrastrar una de tus fotos en la ventana principal y el sistema barrerá la red en busca de todas las fotos que contengan los mismos datos EXIF.
Además, puedes registrar el número de serie de tu cuerpo para agilizar el proceso.
Si encuentras fotos posteriores a la fecha del robo ¡bingo! Alguien está usando tu cámara.
Fíjate también si alguna de esas fotos está hecha con tu(s) objetivo(s). Si es así, son buenas noticias, ya que el ladrón o el posterior comprador, no han separado el cuerpo del objetivo. - 2. Cameratrace:
Este servicio también barre la red en busca de imágenes pero la gran diferencia es que también escanea las principales plataformas sociales de fotografía (como Flickr y 550px).
No obstante, tendrás que registrarte para poder acceder a su servicio (10 USD/cámara). Como compensación te mandarán una etiqueta con un número de serie único para que la puedas pegar en tu cámara por si alguien la encuentra y lo reporta. - 3. Camerafound:
Esta página es relativamente reciente pero cuenta ya con 21.000+ usuarios registrados y la mayor parte de sus servicios son gratuitos.
Sirve no sólo para denunciar la pérdida o robo de una cámara, sino también para notificar cámaras encontradas. Por ahora, no tiene tanto alcance como las dos anteriores pero merece la pena darle una oportunidad.
Nunca se sabe si alguien ha podido encontrar tu cámara por casualidad.
Resumiendo: Preocúpate lo justo
Tu cámara es un botín muy apetecible para cualquier ladrón. Por eso, no te confíes. Toma todas las precauciones necesarias y evita que un bonito paseo o un viaje de vacaciones se convierta en una pesadilla por culpa de un oportunista.
Pero tampoco hace falta que te obsesiones. Lo importante es que emplees siempre el sentido común, evites situaciones de riesgo y, en la medida de lo posible, le pongas muchas trabas a cualquiera que se quiera llevar lo que no es suyo.
Como es habitual, si conoces alguna otra precaución que no haya detallado en el artículo, no dejes de contárnoslo en los comentarios.
Sé cuidadoso y ¡disfruta de tu cámara!