¿Acabas de comprar una cámara réflex y no sabes cuál es la mejor manera de transportarla o, tal vez, un nuevo accesorio u objetivo y tu bolsa de siempre se te ha quedado pequeña? Si has llegado hasta aquí es muy posible que te sientas identificado con alguna de estas situaciones, por eso, te voy a explicar qué debes tener en cuenta a la hora de elegir la mochila fotográfica que necesitas y las diversas opciones que puedes encontrar en el mercado actual.
¿Es Esencial Comprar una Mochila Específica para Fotografía?
Si quieres que la inversión que has hecho en tu cámara y/o equipo fotográfico se conserve en su estado más óptimo es esencial tenerla. Necesitarás una buena mochila o bolsa si quieres que tu equipo esté bien protegido a la hora de transportarlo y que se mantenga en unas buenas condiciones a la hora de almacenarlo cuando no lo utilizas.
Sin embargo, elegir una bolsa para tu cámara que se adapte perfectamente a tus necesidades no es una tarea fácil. Una mochila demasiado grande puede ser muy aparatosa e incómoda para algunas situaciones, mientras que una funda se te puede quedar pequeña si deseas transportar contigo varios objetivos o accesorios.
Factores que Influyen en la Elección de tu Mochila Fotográfica
No existe la bolsa multiusos perfecta, y quizá es por este motivo que la mayoría de fotógrafos terminan con varios modelos de bolsas y mochilas que utilizan según la situación o la ampliación progresiva de su equipo. Lo importante es que tengas en cuenta todos los factores que influirán para decidirte por comprar una u otra.
Materiales y Calidad
Una mochila fotográfica puede estar construida con diversos materiales. Las fibras naturales como la lona, el algodón o el cuero siempre han sido las más tradicionales y utilizadas. Sin embargo, en los últimos años también se utilizan materiales de alta tecnología como el nylon balístico y suelen ser los preferidos de marcas como Kata, LowePro, Tamrac o Crumpler. Este último material, ofrece un mayor rendimiento ya que, entre otras cosas, es más ligero y resistente al agua.
Da igual la marca de mochila que compres. Lo que debes tener claro es que para proteger un buen equipo necesitas una buena bolsa. Fíjate que esté hecha con un buen material y bien acolchada tanto en el centro como en las esquinas. Los compartimentos y bolsillos son aspectos a tener muy en cuenta a la hora de elegir la mochila más adecuada para tu equipo. Esto es lo que hará que tu material esté bien protegido y asegurado ante suciedad, golpes o caídas.
Para mayor seguridad y aprovechamiento del espacio, algunas mochilas tienen compartimentos movibles que podrás cambiar de lugar y distribuir como tú quieras en su interior. Quitando y poniendo velcros de forma personalizada, conseguirás que cada división se adapte perfectamente al equipo que necesitas llevar en cada ocasión.
Muchas veces no se les da la importancia que merecen, pero unas cremalleras de buena calidad son esenciales para que tu bolsa o mochila fotográfica sea cómoda y segura. Si fallan de forma inesperada, no cierran del todo o se rompen, tu equipo quedará totalmente desprotegido, corriendo el riesgo de caer y romperse. Evita que sean de plástico u otro material poco resistente.
Los bolsillos con malla o las correas ajustables también son una opción muy buena para llevar el material más accesible a tu alcance. Poder enganchar bien un trípode a tu mochila, por ejemplo, te evitará tener que cargar con él en una funda adicional.
Tamaño y Capacidad
Seguramente tengas un amplio equipo fotográfico en tu casa, o lo vayas a ir teniendo poco a poco. Lo que debes asumir, es que no puedes cargar con todo cada vez que salgas a hacer fotos. Tendrás que ser muy selectivo y elegir lo que realmente necesitas llevar contigo según el tipo de fotografía que vayas a realizar.
Por eso, a la hora de elegir una mochila fotográfica, debes pensar qué tipo de fotógrafo eres y el material que deberás llevar normalmente encima para tus salidas. Una vez tengas claro cuál es el equipo básico que vas a necesitar, ya sabrás más o menos el tamaño de mochila que necesitas.
También deberás pensar en el futuro. Aunque ahora solo tengas un par de objetivos, ¿crees que comprarás alguno más pronto? ¿Necesitarás un foco o un flash? Si es así, mejor que adquieras una mochila un poco más grande. Más vale prevenir. Eso sí, cuanto más grande sea la mochila y más equipo lleves contigo, mayor será su peso y menor su comodidad.
En general, muchos fabricantes te darán una lista de todo lo que puede caber en su mochila. Ten en cuenta que cada cámara réflex tiene un tamaño diferente y unas pueden encajar mejor que otras en cada mochila, así que mejor asegúrate de que la mochila se adapta a tus necesidades antes de comprarla.
Seguridad y Comodidad
Cuanto más relleno tiene una mochila, más protección ofrece, aunque también se puede volver más pesada y rígida. Otro aspecto importante, sobre todo si sales mucho a fotografiar al aire libre, es que sea impermeable. Eso sí fíjate bien en las cremalleras y en las costuras para que estén bien selladas y tampoco se cuele el agua.
Si una mochila de tejido impermeable te parece muy cara, también hay bolsas que tienen una funda impermeable incorporada que puedes extraer solo cuando la necesites.
Que te sientas cómodo con tu mochila fotográfica es uno de los aspectos esenciales. Una bolsa de difícil acceso, demasiado pesada, con cremalleras que se enganchan o con correas que te aprieten solo conseguirá que te sientas incómodo y que quieras acabar cuanto antes con tu salida fotográfica y volver a casa.
Por eso es tan importante encontrar una mochila que se adapte a la forma de tu cuerpo y que esté bien diseñada. No dudes en probarla antes de comprarla, incluso introduciendo algo de peso en ella para saber si te sientes cómodo transportándola.
El modelo de mochila fotográfica que elijas, ya sea mochila, bandolera o maletín también te hará sentir más o menos cómodo. Si pretendes llevar bastante material, por ejemplo, una mochila con dos asas siempre repartirá mejor el peso que si es de una sola asa.
Si la velocidad y el acceso rápido a tu cámara o tus objetivos es esencial para ti, te resultará mucho más cómoda una bolsa al hombro o estilo bandolera. Un maletín o una mochila ralentizarán más ese acceso.
Tipo de Fotografía que Vayas a Realizar
Tenemos claro que necesitamos una bolsa para transportar nuestra cámara réflex, sea del modelo que sea. Pero debemos ser conscientes de para qué la vamos a utilizar. El uso que le vayas a dar, como ya hemos comentado, será la clave para la elección de tu mochila.
Necesitarás un mochila o bolsa fácil de transportar si vas a realizar fotografía urbana o fotografía cotidiana. Si vas a cargar con ella durante horas en espacios turísticos, concurridos o propensos a aglomeraciones, será mejor pasar desapercibido y evitar que personas con malas intenciones tengan un fácil acceso a tu equipo fotográfico.
Sin embargo, si tu intención es realizar fotografía de naturaleza o vida salvaje, seguramente necesites grandes teleobjetivos de hasta 400mm o 500mm, que te permitan fotografiar desde la distancia. En estos casos, necesitarás mochilas de mayor tamaño, resistentes al peso y cómodas para transportarlas con facilidad en tus travesías por la montaña.
Si realizas fotografía de paisaje y sabes que necesitarás filtros, trípode u otros accesorios, no olvides hacerte con una mochila con muchos bolsillos, correas y compartimentos de fácil acceso para ti.
Si debido a tu trabajo vas a viajar en a menudo en avión o te trasladas constantemente de lugar con tu equipo fotográfico, lo mejor es que te hagas con un maletín fotográfico con ruedas. Según el tamaño, podrás incluso llevarlo como equipaje de mano en un avión para no tener que facturarlo y así tenerlo más controlado.
Si practicas todo tipo de fotografía aquí es cuando llega el dilema sobre cuál elegir. Pero no desesperes, la mayoría de fotógrafos tienen más de una bolsa o mochila fotográfica para cada ocasión. Hazte con la que más necesites ahora mismo y si en un futuro ves que se te queda pequeña o grande o tus intereses por otro tipo de fotografía evolucionan, siempre estarás a tiempo de ahorrar y conseguir un nuevo modelo.
Marca y Precio
Lo primero que vas a comprobar es que, al igual que las cámaras réflex no son baratas, las bolsas para transportarlas tampoco lo son. Pero ahora que estás conociendo las funcionalidades que tienen, estarás entendiendo que su alto precio está por lo general más que justificado.
No pienses en la compra de tu mochila fotográfica como un gasto más, sino como una inversión en seguridad y mantenimiento de tu equipo fotográfico. Ajústate a tus necesidades y no elijas una mochila cara solo porque tenga un tejido innovador. Si sabes que no te vas a dedicar a realizar fotografía de aventura, no es necesario que hagas una gran inversión en una mochila demasiado profesional o de un material especial.
Los fabricantes más conocidos son LowePro, Tamrac y Kata. Aunque destacan otras marcas como Vanguard, CaseLogic, Cullman, Nest, Evecase o Peak Design. Cada una de ellas trabaja con todo tipo de modelos y diseños. Por este motivo, decidir qué bolsa comprar es un tanto complicado, sobre todo si no conocemos a nadie que tenga ya un determinado modelo y nos lo deje probar.
Existe un web, www.cambags.com que, consciente de este problema, decidió crear un servicio en el que los usuarios suben fotografías de sus bolsas con el equipo dentro, de modo que podamos hacernos una idea de qué accesorios podemos llevar con nosotros con una bolsa concreta.
Cambags permite realizar consultas por tipo de bolsa y también por modelo de cámara réflex, con lo que si ya sabemos cuál es nuestra máquina, ver que opción eligieron otros usuarios antes y cómo han distribuido su equipo en la bolsa nos ayudará a tomar una decisión de compra.
Diseño y Estilo Personal
Que una mochila fotográfica sea funcional y cómoda, no está reñido con que se adapte más a tu estilo o a tus gustos. Aquí es donde quizás sea más difícil decidirse por uno u otro modelo debido a la gran variedad que hay disponible.
Puede que para ti sea importante ir a la última, pero recuerda que es un producto al que le vas a dar mucho uso y que con el tiempo se va a ir desgastando, por lo que elige calidad y durabilidad, ante todo.
También debes decidir si vas a adquirir una mochila activa o pasiva. La activa es aquella de la que requerirás movilidad y a la que le darás uso frecuente. La pasiva es la que utilizarás como mero sistema de almacenamiento o como medio de transporte para largos viajes o traslados de un lugar a otro.
Dentro de las necesidades que tengas, el hecho de elegir una bolsa al hombro, una bandolera o un maletín con ruedas, por ejemplo, será una elección puramente personal.
Tipos de Mochila Fotográfica Más Utilizados
Después de ver los factores a tener en cuenta a la hora de definir las necesidades de la mochila fotográfica que necesitamos, es mejor analizar uno a uno algunos de los modelos más utilizados que puedes encontrarte en el mercado. Es hora de sopesar los pros y los contras de cada estilo, a ver con cuál te quedas.
Funda
Es la opción más sencilla y barata. En las fundas, o holsters en inglés, solo cabe únicamente la cámara. Algunas van incluidas incluso en la compra de la cámara, pero son pequeñas y no están pensadas para almacenar o transportar más accesorios.
Como mucho puede que tengan algún compartimento para guardar una batería adicional o algún bolsillo extra para guardar alguna tarjeta de memoria o una gamuza para limpiar el objetivo de la cámara.
Si bien son un elemento esencial para almacenar tu cámara y no exponerla a la suciedad o a pequeños golpes, son una opción demasiado simple si vas a darle un mayor uso a tu cámara réflex o a ir incluyendo en tu equipo más lente o accesorios.
Bolsa al Hombro y Bandolera
Las bolsas para transportar la cámara al hombro y las bandoleras son todo un clásico. Como desventaja, podemos señalar que no suelen tener una gran capacidad ni un gran tamaño por lo que no se suelen transportar en ellas grandes lentes (mayores a 200mm) o demasiados accesorios. Pero si quieres llevar poco material y sabes que no la vas a sobrecargar de peso son una opción excelente.
Quizá el mayor inconveniente de este tipo de modelos es que el peso de la bolsa solo recae en un hombro y si estás muchas horas cargando con ellas puede causarte más cansancio o incluso alguna molestia muscular.
Por otro lado, las ventajas que ofrece son muy jugosas. La más importante es la facilidad y rapidez con la que puedes acceder a tu equipo. Son las opciones que te permitirán sacar la cámara, cambiar la lente o encontrar un accesorio lo más rápido posible.
Otra ventaja, si eres de los que prefiere no llamar la atención, son las bolsas informales que pasan más desapercibidas entre la multitud. No parecen mochilas específicamente fotográficas, aunque por dentro lo sean, y esto les permite confundirse con un bolso o bandolera cualquiera.
Maletín Rígido o con Ruedas
Suele ser la opción que te ofrece mayor tamaño y capacidad. Probablemente, en ella podrás trasportar o almacenar todo tu equipo fotográfico.
Si tiene ruedas, la comodidad que ofrece este tipo de bolsa a la hora de trasladar material es la más destacable, ya que ni el peso ni el volumen son un problema para el fotógrafo. Obviamente, estas opciones no resultan cómodas para una salida fotográfica donde necesites movilidad, pero sí para viajar o atesorar de forma segura todo tu equipo.
Si portas uno de estos modelos contigo, ten en cuenta que también tendrás que estar pendiente de él, ya que al no estar pegado a tu cuerpo puedes despistarte y perderlo o que alguien se lo lleve.
Mochila Fotográfica
Una mochila fotográfica es una de las opciones más recomendables. El peso de tu equipo fotográfico se reparte equitativamente entre tus dos hombros y la espalda, lo que te resultará mucho más cómodo que otras opciones.
Al tener las manos libres, podrás tener mayor movilidad y, aunque la mochila sea grande, podrás cargarla con diferentes pesos según la ocasión y lo que necesites llevar.
Piensa que, además, una mochila puede ser un perfecto lugar de almacenamiento donde guardar tu equipo fotográfico cuando no esté en uso. Protegerlo de los golpes y el polvo, también en casa o en el trabajo, es importante.
La mayor desventaja es que al estar en tu espalda es más lento acceder al equipo para cambiar una lente o para coger un accesorio ya que deberás quitártela cada vez. También corres el riesgo de llenar demasiado la mochila al ver tanto espacio disponible con la excusa del ‘por si acaso’, aunque no lo vayas a utilizar todo. Llevar mucho peso encima te resultará muy incómodo y caminando bajo altas temperaturas todavía más.
¡Investiga, Prueba y Elige tu Mochila Fotográfica!
Si a pesar de leer este artículo sigues con dudas respecto a qué mochila fotográfica elegir, no te lo pienses más. Bucea en la web los modelos y marcas que más te gustan y testea tú mismo. Mi recomendación es que cojas tu equipo fotográfico y vayas a una tienda especializada o grandes almacenes y hagas la prueba.
El hecho de comprobar que tu equipo cabe perfectamente en la mochila que te gusta, que el peso es aceptable, que los materiales son de calidad, que las cremalleras abren y cierran perfectamente o que al transportarlo te sientes 100% cómodo, es todo lo que necesitas saber.
Al fin y al cabo, tu mochila va a ser tu fiel compañera de viaje durante mucho tiempo. ¡Elegirla no es una decisión que deba tomarse a la ligera!