Eso es lo que te costará hacer una sesión de fotos espectacular con mucha fuerza y movimiento. Claro que estoy dando por hecho que ya dispones de flashes y algún tipo de fondo negro, pero aunque no sea así, no te preocupes porque tampoco será prohibitivo y las posibilidades creativas son enormes.
La sesión que os propongo no es una idea nueva, es probable que ya hayáis visto antes alguna foto así y hayáis pensado que es algo muy complicado sólo al alcance de profesionales. Un sujeto aparece envuelto en un rastro de polvo blanco que deja constancia de su movimiento pero la foto está perfectamente congelada, narrando la trayectoria que ha recorrido y que recorrerá. Permite una lectura muy intensa de la fotografía que inmediatamente nos entra por los ojos.
¿Te gustaría hacer una foto así? Pues atento porque es mucho más fácil de lo que piensas.
¿Qué necesitarás?
- Lo más importante y único difícil de esta sesión es una buena modelo. No ha de tener ningún reparo en mancharse, ha de tener expresividad corporal y agilidad y, a ser posible, tener una buena melena. Eso multiplicará las posibilidades. Yo en este caso conté con una maravillosa modelo con historial de gimnasta.
- Un par de flashes externos. Lo ideal es que sean de estudio, pero por supuesto también puedes hacerlo con unos strobist conectados a un disparador y puestos sobre un trípode. Si aún no tienes ninguno, echo un vistazo a algunas de nuestras recomendaciones.
- Un fondo negro para que haga contraste. Puede ser una pared oscura que tengas, un rollo grande de cartulina o, como yo lo hice, de tela negra. Lo compré en la tienda de telas de mi barrio, donde me costó unos 6€/m. Con 3m de ancho y unos 5m de largo debería ser bastante para abarcar toda la escena.
- Y el elemento estrella de esta sesión, harina fina. Sí, la misma que usamos para cocinar y que apenas cuesta 1€. Un paquete de 1kg debería ser suficiente para hacer una larga sesión en la que consigamos fotos espectaculares.
Otra opción es usar polvos de talco, que es más delicado y tampoco es muy caro. Pero al ser polvos más finos dejan una nube menos densa y, a mi parecer, menos consistente para el efecto que queremos conseguir. Si la modelo no tiene ningún problema, recomiendo mejor la harina. - Como plus, un ventilador también puede darnos más opciones creativas.
Flashes por Detrás para Que se Ilumine el Rastro
Ésta es la configuración clave para conseguir que se vea realmente bien el rastro blanco que dejará nuestra modelo. Al venir por detrás, la luz se cuela entre las finas partículas y sale rebotado hacia nuestra cámara, iluminando con eficacia. Por supuesto puede ser sólo uno en vez de dos, o puedes poner otro flash lateral o por delante, con los modificadores que creamos oportunos. Mientras haya algún flash iluminando el rastro desde detrás, el resto de posibilidades las pone la creatividad.
La configuración de la cámara será la típica de estudio: ISO 100 para máxima calidad, diafragma a f7-11 para tener buena profundidad de campo y obtener la máxima nitidez del objetivo, y obturador a la velocidad de sincronización de nuestro flash, que suele ser alrededor de 1/160s. No es una velocidad muy alta para un sujeto saltando, pero el fogonazo del flash será el que congele la imagen. Si bien es cierto que la duración del flash puede no llegar a ser lo suficientemente rápida como para congelar un objeto muy muy rápido, en mis pruebas ésta ha sido suficiente y no creo necesario tener que utilizar flashes y disparadores de alta velocidad de sincronización (aquellos que permiten disparar con flash más rápido de 1/200s).
También es importante, especialmente en esta sesión donde haremos movimientos difíciles, hacer varias pruebas de encuadre, luces y de postura con la modelo. Va a hacer saltos en los que puede salirse de nuestro encuadre, se va a mover muy rápido y tenemos que ponernos de acuerdo en cuándo disparar… Y, sobre todo, hay que cogerle el truco al movimiento del pelo. Éste jugará un papel fundamental y hay que indicarle a la modelo cómo moverlo. Por eso, antes de que metamos la harina en juego, haremos varias pruebas sin ella.
Además, hay que tener en cuenta que únicamente la primera foto quedará libre de restos de harina en el suelo. A partir de ahí, en nuestras fotos aparecerá un suelo blanco por las fotos previas. Podemos limpiarlo después de cada foto… Pero aseguro que no es fácil.
Hora de Pringarse: Harina por Todas Partes
Una vez tengamos ensayados los movimientos y preparada la foto, toca poner harina en las partes del cuerpo que queramos que dejen su rastro. Ella puede coger unos pequeños puñados con las manos, podemos ponerle por los brazos, piernas y en el pelo. Literalmente la rebozaremos para que tenga una importante cantidad de harina suelta que salga volando al moverse.
Debemos ser precisos en el momento de pulsar el disparador porque será rápido y no es probable que podamos disparar dos veces los flashes. El movimiento que la modelo tiene que hacer con los brazos y el pelo debe ser lo más amplio posible para que el rastro se vea bien, pero teniendo cuidado con que no salga harina disparada hacia nuestra cámara. Ésta es muy fina y puede colarse por algunos rincones, y eso sería muy indeseable.
Como nota a posibles problemas que puedes encontrar, si ves que el fondo no te queda lo suficientemente oscuro procura poner unos focalizadores a los flashes, como snoots o paneles de abeja, y separa a la modelo del fondo. Evita también paredes reflectantes.
Finalmente, si hemos sido rápidos y hemos pillado el momento que queríamos, tendremos una foto espectacular con mucha fuerza y dinamismo. Sólo nos quedará revelar al gusto en el ordenador. Una buena idea podría ser aumentar el contraste entre el polvo y el fondo, eliminar los restos del suelo que no nos gusten o pasar a blanco y negro para centrar la atención en el contraste y movimiento.
¿Qué te ha parecido? ¿Te animas a intentarlo? Si es así, cuéntanos cómo ha sido tu experiencia y enséñanos cómo lo has hecho.