La fotografía tiene el reto de conseguir transmitir sensaciones, mostrar lugares, contar historias, enseñar la realidad o no, y para ello hay que tratar de que nuestras fotografías tengan profundidad, es decir, suplir el eje z que nos da la profundidad (sólo tenemos el eje x - horizontal - y el eje y - vertical -), o incluso, a través de un objeto estático como es una fotografía, conseguir transmitir sensación de movimiento, que va a ser de lo que voy a hablar en este artículo.
Al principio, cuando aprendes fotografía parece que lo único importante es controlar el diafragma y con ello la profundidad de campo, y la velocidad de obturación sólo vale para conseguir más luz. Pero poco a poco te vas dando cuenta de que cada parámetro sirve para conseguir un objetivo diferente.
Dependiendo de cómo configuremos la velocidad de obturación (en el artículo hablaré en algunas ocasiones de la velocidad de obturación y en otras del tiempo de exposición, pero hay que tener claro que es lo mismo ya que sólo son dos formas diferentes de hacer referencia al tiempo que el obturador está dejando entrar luz al sensor), obtendremos unos resultados totalmente diferentes. En ocasiones, nuestra idea es conseguir plasmar en nuestras fotografías sensación de movimiento, y para ello existen varias formas de hacerlo.
Siguiendo a nuestro sujeto con la técnica del barrido
No se sabe si los trenes están parados o no, lo que si se aprecia es que la chica tiene prisa. Gracias a la técnica del barrido se pueden conseguir efectos muy espectaculares. Esta fotografía se tomó a f1.8, 1/20s.
Para conseguir sensación de movimiento podemos utilizar la técnica del barrido, que consiste en configurar un tiempo de exposición relativamente pequeño para fotografiar algo o alguien que esté en movimiento. El tiempo de exposición variará en función de lo rápido que se mueva lo que se está moviendo. Cuanto más lento se mueva más corto será el tiempo de exposición necesario, y viceversa. No hay un parámetro estándar que te asegure el resultado, porque dependerá tanto de la velocidad como la dirección que lleve con respecto a nosotros, es decir, no es lo mismo si el sujeto viene hacia nosotros o pasa perpendicularmente.
Si configuramos un tiempo excesivamente lento nos saldrá un manchurrón. Y si es demasiado corto no conseguiremos ese efecto de movimiento.
Para hacer un barrido tenemos que configurar una velocidad lenta y acompañar con la cámara el movimiento del sujeto que queremos fotografiar, de manera que el fondo salga borroso y nuestro sujeto nítido. Lo ideal es disparar varias fotografías, por lo que tendremos que configurar el modo ráfaga. Además, como el sujeto se va a ir moviendo, necesitaremos poder enfocar conforme se mueve, por lo que configuraremos el modo de enfoque Servo o Continuo.
Velocidad lenta pero segura
Todos podemos apreciar que son aves, pero el movimiento está implícito gracias a disparar a una velocidad de 1/25s con un 200mm.
Una velocidad lenta acompañada de un pequeño movimiento realizado por mí en la dirección adecuada aumenta la sensación de movimiento. Disparada a f/16, 1/8s.
Utilizar una velocidad lenta, como hemos visto con la técnica del barrido, es una manera de conseguir sensación de movimiento, pero no siempre hay que utilizar esta técnica para conseguir este efecto.
Cuando el tiempo de exposición es lento conseguimos que las cosas que se mueven aparezcan borrosas y en ocasiones, esto transmite sensación de movimiento. Hay fotografías que no están nítidas, ni siquiera el sujeto, pero a pesar de todo se sabe perfectamente lo que se está fotografiando.
Por ejemplo, si vemos una bandada de pájaros que llena nuestro encuadre, podemos hacer la típica foto a una velocidad rápida para congelarlos en el aire, o podemos configurar una velocidad algo más lenta para captar el movimiento de las alas. Al ver la fotografía, todo el mundo sabrá que son aves lo que aparece, sin embargo, hemos conseguido transmitir ese movimiento y esa velocidad que llevaban. Está claro que, si congelamos las aves en vuelo no vamos a pensar que están ahí quietas esperando a que tú dispares, pero la sensación no es la misma.
Otro ejemplo puede ser el de un deportista que se está moviendo. Además de conseguir un efecto distinto y que normalmente no se ve, hemos aprovechado la trayectoria que sigue el tenista para transmitir la sensación de que está realizando un movimiento para golpear la pelota.
Hay que tener en cuenta que por el hecho de configurar una velocidad de obturación lenta no siempre vamos a conseguir sensación de movimiento. Como cada vez que fotografiamos, hay que saber esperar al momento adecuado.
A continuación, muestro una secuencia en la que un músico está tocando la pandereta. Todas están disparadas con los mismos parámetros, sin embargo lo que marca la diferencia es el movimiento del músico en cada instante. La primera no tiene movimiento porque se ha captado en el instante posterior al golpeo. La segunda está en movimiento hacia la pandereta, y por último, la última se toma justo en el instante del golpeo. Sin duda, la velocidad de obturación era adecuada, puesto que la mano parece que se desintegra al golpear y el efecto es máximo.
Secuencia tomada a una velocidad de 1/50, lo cual no es muy lenta, y podríamos conseguir imágenes nítidas y estáticas, como la primera, pero es el movimiento del sujeto el que marca el movimiento.
Ayudándonos del flash
Velocidad lenta combinada con un flash para conseguir congelar al músico. De lo contrario veríamos una mancha de color.
El flash nos puede ayudar a conseguir más nitidez en nuestra fotografía cuando utilizamos velocidades lentas. Para ello debemos configurar primero una velocidad lenta de obturación. Podemos hacer unas primeras pruebas sin flash para ver cómo de borroso aparece el entorno. Una vez tenemos los parámetros conectaremos el flash para que, con un pequeño toque de flash, nuestro sujeto aparezca nítido.
Hay que recordar que el destello del flash dura unas pocas milésimas de segundo (cuanta menos potencia más rápido será el destello), con lo que es capaz de congelar el movimiento durante ese tiempo.
Velocidad rápida
Pero para conseguir sensación de movimiento no es estrictamente necesario configurar siempre una velocidad lenta de obturación. A veces, fotografiamos cosas que tienen de por sí movimiento, y congelar la acción en un momento determinado también puede crear el mismo efecto.
En el ejemplo que vemos más arriba aparecen unas personas que están bailando, y en realidad tampoco llevaban un ritmo excesivamente rápido. Sin embargo, el momento en el que se capta la fotografía podemos ver dos parejas. La de la izquierda está aparentemente estática, puesto que los he captado en un momento en el que los pies están tocando el suelo.
Por el contrario, la pareja de la derecha está en una posición más dinámica, ya que los dos tienen un pie apoyado y el otro en al aire. Esto crea tensión, puesto que parece que no van a poder mantener el equilibrio y acabarán cayéndose. Todo esto transmite la sensación de que se están moviendo y que por lo tanto la escena continúa en la que los dos siguen con el baile.
Realizar este tipo de fotografías no es sencillo, sobre todo al principio. O mejor dicho, es fácil hacerlo, pero no lo es obtener resultados óptimos. Ante cada situación la configuración será distinta, y dependerá de nosotros ir cambiándola, adaptándola para que se aproxime a lo que queremos. Poco a poco, la experiencia te irá diciendo cuales serán los parámetros de partida.