Seguro que has oído hablar a bombo y platillo de las múltiples ventajas de la fotografía digital. Y no sólo eso, sino que estoy convencido de que tú eres uno de los fieles defensor de esta tecnología frente a la fotografía química. Y es lógico, yo también lo soy, por supuesto. Ya que el hecho de disponer de carretes casi ilimitados, o poder revisar inmediatamente el resultado de la toma son dos de las características que hicieron que la fotografía digital irrumpiese con muchísima fuerza.
Sin embargo, el poder revisar la pantalla de tu cámara cada vez que haces una fotografía no siempre es una buena opción, o al menos no lo es si no tienes en cuenta algunas consideraciones. ¿Quieres saber cuáles son las recomendaciones para sacarle el mayor partido posible a lo que los anglosajones llaman hacer "chimping"? Pues no te pierdas este artículo.
Qué Es El "Chimping"
Tanto si eres un fotógrafo profesional, como si eres un principiante que empieza en esto de la fotografía con su cámara réflex, o incluso con su móvil, estás haciendo "chimping" continuamente, ¿lo sabías?
Pero, ¿qué demonios es eso del "chimping"? Pues muy sencillo, es el proceso de revisión de las fotografías en la pantalla trasera de nuestras cámaras, instantes después de haber realizado la fotografía.
Tras la revisión de la pantalla, el fotógrafo puede optar por eliminar alguna fotografía, modificar algún parámetro de la cámara de cara a siguientes disparos, o incluso guardar la cámara por considerar que se ha logrado el resultado deseado. En todos estos casos, al proceso de revisión de la fotografía en la cámara, justo después de haberla realizado, se le conoce como "chimping".
El término muchos se lo atribuyen Bryan Peterson. Y, aunque la etimología de la palabra no está clara, sí que parece aludir a los chimpancés y, por tanto, podría tener un cierto carácter negativo asociado a fotógrafos que no hacen un buen uso de esta funcionalidad de la fotografía digital.
No Tiene Por Qué Ser Malo, Pero Hay Que Saberlo Utilizar
Revisar el resultado en la pantalla de nuestra cámara no es algo malo de por sí, pero para sacarle todo el partido, por un lado, es muy importante conocer las características del display de nuestra cámara. En qué puede ayudarte y en qué puede incluso confundirte.
Por otro lado, en muchas ocasiones, dejar de revisar y poner más atención en la escena que estamos fotografiando y en los parámetros utilizados, también puede ayudarnos a progresar de verdad como fotógrafos y abandonar el juego de ensayo-error en que muchos caen por el simple hecho de poder comprobar el resultado inmediatamente. De hecho, por este motivo, hay muchos fotógrafos que deshabilitan y recomiendan deshabilitar la función que hace que se muestre una previsualización de forma automática en la pantalla de nuestra cámara y únicamente revisan el resultado de forma esporádica para verificar la exposición, o encuadre exacto de alguna fotografía.
Sin embargo, como no todo es bueno o malo, sino que muchas veces la diferencia está en saber utilizar las herramientas de que disponemos, para que puedas hacer un uso de adecuado de la pantalla de tu cámara y conozcas sus limitaciones, aquí van 4 consejos que deberás poner en práctica.
#1 No Te Fíes Del Enfoque Que Muestra La Pantalla de Tu Cámara
Aunque es cierto que las pantallas LCD de las cámaras ofrecen cada vez mayores tamaños y resoluciones, el aspecto de las imágenes se ve de forma muy distinta si comparamos la imagen en la pantalla de nuestro ordenador, o en la de nuestra cámara.
Por ese motivo, no te fíes del nivel de enfoque que se muestre en tu cámara, o al menos no lo hagas sin hacer un cierto zoom sobre el resultado en la pantalla. Sólo así podrás tratar de asegurarte de si has situado adecuadamente el plano de enfoque.
#2 Revisa El Resultado Cuando No Haya Posibilidad De Perderte Nada Que Ocurra En La Escena Fotografiada
Sin ninguna duda, otro de los problemas de revisar excesivamente la pantalla trasera de nuestra cámara, es que mientras la revisamos, y no tenemos nuestro dedo en el gatillo, podemos estarnos perdiendo una foto aún mejor que las que ya hemos realizado.
Esto me ha pasado cientos de veces fotografiando niños pequeños, animales, fuegos artificiales, eventos deportivos, o cualquier otro sujeto con comportamientos impredecibles.
En otras ocasiones, es más que necesario revisar el resultado, por ejemplo si estamos aplicando alguna técnica como el panning, o zooming en que son precisas varias pruebas las necesarias hasta afinar el resultado.
En cualquier caso, la recomendación es clara, no revises el resultado hasta que la acción haya acabado de forma clara y si debes hacer una revisión intermedia, procura dedicarle el menor tiempo posible, para volver a estar preparado cuanto antes.
#3 No Te Fíes Del Nivel De Exposición De La Imagen Que Se Muestra
Como te decía en el primer consejo, aunque las pantallas han mejorado mucho, también en términos de niveles de exposición hay que tener mucho cuidado con la apariencia de la imagen que muestra la pantalla de nuestra cámara.
De hecho, es que incluso pudiendo ser muy buena la fidelidad del nivel de exposición y colores de la imagen mostrada, en muchos casos la iluminación que recibe la pantalla puede hacer que confundamos los resultados logrados. ¿Qué hacer para evitar malinterpretar esta información?
Por un lado, debemos, al igual que se comentaba con la comprobación del enfoque, tratar de hacer zoom en la pantalla de la cámara sobre aquellas regiones en las que queramos ver la información de contraste, luces altas y/o bajas, texturas, etc.
Y, para el caso de querer revisar la exposición global de la imagen, no basarnos nunca en la apariencia, sino que debemos activar la previsualización del histograma y revisar sobre este el reparto de luces y sombras en la imagen.
La sobreimpresión del histograma es una opción que la inmensa mayoría de fabricantes ya ofrecen como una funcionalidad que poder activar cuando revisamos nuestras fotografías en la pantalla trasera de la cámara. Así que, no lo dudes, y actívala también en tu cámara.
#4 Evita Recorrer Las Imágenes Para Eliminar Las Incorrectas
Al precio al que están las tarjetas de memoria, salvo que te encuentres en un aprieto, evita revisar y eliminar las fotografías que no te gusten a través de tu cámara.
¿Que por qué? Me sobran los motivos:
- porque revisar y eliminar fotografías, consume batería
- porque, como decía al principio, cada vez es menos frecuente agotar el almacenamiento de nuestras tarjetas de memoria, así que, salvo que te encuentres en una situación de este tipo, no estará justificado que te dediques a revisar y eliminar fotos
- porque la pantalla de tu cámara, como venimos diciendo, es mucho más limitada que la de tu ordenador y podría inducirte a error, ¿por qué no esperar a realizar ese descarte ya en casa en unas condiciones más favorables?
Y, por supuesto, y como también comentábamos antes, porque podrías estarte perdiendo la oportunidad de fotografiar, que es lo que realmente nos gusta, ¿no?
No Seas Un Chimpancé. Cuidado Con Abusar Del "Chimping"
Así que, ya sabes, no utilices la pantalla trasera más de lo estrictamente necesario. Sitúa tu ojo tras el visor de tu cámara y ten tu dedo en el gatillo para no perder ninguna oportunidad de lograr una fotografía que merezca la pena.