Si te dan una cámara y te piden que dispares una foto, lo más habitual es que la hagas desde tu altura. Es normal, pero también te diré que es lo más cómodo. Un auténtico fotógrafo no debe quedarse inmóvil nunca, y si pretende seguir creciendo debe probar y experimentar nuevos modos de realizar sus fotos. Hoy te quiero hablar de uno de los recursos que te dará mucho juego para cambiar la perspectiva desde la que estás acostumbrado a ver el mundo ¡el ángulo de la toma!
Aléjate de lo Común
No sé si os ha ocurrido alguna vez que habéis viajado a un lugar de vacaciones y alguien os ha pedido que le hicierais una foto, ya sea con su cámara o incluso con el móvil. Cuando se ha dado tal situación, siempre acabo haciéndoles 3 o 4 fotos desde diferentes ángulos para que tengan variedad visual, para que se les vea a ellos, y también para que se reconozca el lugar en el que están, porque... ¿de eso va la foto, no?
Quizás otra persona dispare la foto encuadrando al turista o grupo de turistas sin más, olvidándose del fondo. Imagina al turista delante de algo tan emblemático como la Torre Eiffel, por ejemplo. Si nos agachamos un poco, podremos lograr una captura en la que se vea la parte superior de la torre. Si le hacemos la captura a la altura de los ojos, saldrán bien ellos, pero estaremos cortando el edificio que aparece en el fondo, que en este caso, cobra un gran protagonismo en la toma.
Con este sencillo ejemplo quiero haceros reflexionar en como un simple cambio de perspectiva puede mejorar mucho los resultados de nuestra toma final.
Los Ángulos en Fotografía
Cuando disparamos una toma, podemos hacerlo desde varias posiciones. La posición relativa de la cámara con respecto al objeto fotografiado es lo que conocemos como ángulo de la toma, y a continuación vamos a repasar los 6 ángulos esenciales en fotografía.
- Ángulo Normal. El ángulo desde el que solemos hacer casi todas nuestras fotos, a la altura de los ojos del modelo aproximadamente. Se caracteriza por establecer una línea entre la cámara y el sujeto u objeto fotografiado paralela al suelo, lo que le otorga a nuestras tomas sensación de estabilidad y tranquilidad.
- Ángulo Picado. Este ángulo se produce cuando la cámara está situada en un plano superior respecto al sujeto u objeto fotografiado. Esto implica cierta sensación de inferioridad, vulnerabilidad o debilidad.
- Ángulo Contrapicado. Al contrario que el ángulo picado, el ángulo contrapicado se produce cuando la cámara está situada en una posición inferior a la del objeto o sujeto fotografiado. De este modo, parece que le otorgamos a dicho objeto o sujeto una sensación de superioridad, majestuosidad e incluso una posición dominante frente quien a observa la toma.
- Ángulo Cenital (o picado extremo). Cuando la cámara está totalmente perpendicular a un objeto o sujeto que está en el suelo. Con este ángulo aumentamos todavía más la sensación de inferioridad.
- Ángulo Nadir (o contrapicdo extremo). Con este ángulo la cámara está situado justo debajo del objeto o sujeto fotografiado, mirando completamente hacia arriba.
- Ángulo Holandés o Aberrante. Este ángulo se diferencia un poco de los demás, y es que no es exclusivo sino que puede combinarse con el reto. Aquí el ángulo de la cámara respecto al suelo es indiferente, lo que importa es su angulación respecto al horizonte. El plano holandés nos puede servir para dirigir la mirada del espectador, jugar con las líneas de la imagen, crear sensación de movimiento o, incluso, para crear una sensación de inestabilidad.
Los planos cenital y nadir son los menos usados ya que no funcionan para todos los casos, aunque le otorgarán a nuestras tomas un toque extra de creatividad. Ya has comprobado que un simple cambio de altura puede cambiar muchísimo una imagen, y no solo eso, sino que también cambiará la carga emocional de la misma.
Si quieres profundizar más en los ángulos en fotografía no puedes perderte nuestro artículo Los 5 Ángulos de Disparo Clave en Fotografía.
10 Formas de Cambiar el Ángulo de Tus Fotografías
Como ya te hemos dicho, variar la altura desde la que disparamos nuestras tomas puede darle un significado totalmente a nuestras tomas. Pero... ¿cómo podemos cambiar el ángulo desde el que disparamos? Hay algunas formas que son muy obvias, y otras que no tanto. A continuación repararemos 10 formas distintas para poder cambiar el ángulo de nuestra fotografía.
1. Agáchate o Siéntate
Una de las formas más sencillas de cambiar el ángulo de tus fotos es agacharse. Simplemente con una ligera flexión de tus rodillas podrás contrapicar un poco la cámara y conseguir un punto de vista diferente. El cambio respecto al ángulo normal no será abismal claro, pero según para qué situaciones te darás cuenta de que marcará la diferencia entre una foto estupenda y una más común.
Por ejemplo, para fotografiar niños es aconsejable que lo hagas, ya que te situarás a su altura y te alejarás un poco del ángulo habitual que se utiliza en las fotos a niños que suele ser el picado.
Por otra parte, agacharte o sentar en el suelo también te dará buen resultado si por ejemplo quieres hacer un retrato y el fondo que hay tras el modelo distrae la atención de lo que verdaderamente importa. Si te agachas y optas por contrapicar la foto conseguirás que el fondo sea el cielo, un fondo mucho más limpio para tu foto.
2. Acuéstate
El siguiente paso a agacharse o sentarse es acostarse en el suelo. ¿Qué conseguiremos con ello? Pues tomas bastante alejadas de la perspectiva que empleamos habitualmente con objetos o sujetos como flores o insectos. Por ejemplo, no es lo mismo hacerle la foto a una flor desde arriba, que tumbarse y hacérsela desde el suelo. De este modo cobrará más protagonismo y evitaremos empequeñecerla. Además, si empleamos profundidades de campo pequeñas aún enfatizaremos más la importancia del elemento protagonista.
Y acostarte en el suelo también te puede dar buenos resultados para fotografía de retrato. Podrás conseguir o bien un plano totalmente nadir, o indicarle a tu sujeto que también se tumbe y lograr así un retrato con perspectiva diferente.
3. Acércate a la Costa
Cuando nos vamos a la costa podemos explotar nuestra creatividad y lograr múltiples ángulos diferentes. ¿Por qué? Porque más allá del plano frontal que podemos hacer hacia el mar, tenemos la posibilidad de subirnos a un acantilado para contemplar la costa desde arriba, o de situarnos cerca de la orilla y agacharnos para captarla de forma ladeada por ejemplo.
Incluso con un poco de suerte, si tenemos la oportunidad de subirnos a un barco, podremos hacer tomas desde dentro del mar.
4. Sube a lo Más Alto
Subir al punto más alto de un lugar puede brindarnos vistas alucinantes. Por ejemplo, si subes a una cima alta podrás contemplar el resto de montañas a tu alrededor desde un punto de vista privilegiado.
Si estás en una ciudad y acudes hasta el lugar más alto de ella, podrás contemplar casi toda la ciudad. Esta vista es muy interesante sobre todo cuando cae la noche, ya que podemos contemplar todas las luces que la encienden.
5. Utiliza el Mobiliario Urbano
Imagina que estás en un lugar en el que hay mucha gente y no te dejan ver algo. Subirse a alguno de los elementos del mobiliario urbano que tengas a tu alrededor puede ayudarte a ganar un poco de altura y poder observar aquello que deseas, así como también de obtener una visión más general de la escena.
Busca un banco o un muro en el que puedas subirte sin correr peligro y siempre que no haya carteles que indiquen lo contrario.
6. Sumérgete en el Agua
También es un punto de vista original el de disparar tomas debajo del agua. Eso sí, para ello necesitarás o bien una cámara acuática, o una carcasa fiable para que puedas poner en ella tu cámara.
Debajo del agua podrás lograr desde retratos muy divertidos, hasta tomas en las que se vea el fondo del mar. No te olvides tampoco de componer tomas en las que se vea media foto por encima del agua, y la otra medio por debajo de esta.
7. Levanta tus Brazos
Si queremos conseguir un fotografía picada, lo más fácil que puedes hacer para conseguirle es extender tus brazos y dispar la toma. Esto resulta mucho más sencillo si tu cámara dispone de pantalla abatible, ya que así podrás comprobar la composición antes del disparo. Si no es tu caso, tendrás que realizar varias tomas hasta conseguir la adecuada.
8. Túmbate en el Suelo y Mira Hacia Arriba
El ángulo nadir, como hemos comentado anteriormente, es uno de los más complicados de conseguir. Si por ejemplo queremos hacer un retrato con este tipo de ángulo... ¿se te ocurre cómo hacerlo? Lo más fácil es que te tumbes en el suelo, tu modelo se sitúe encima de ti y mires hacia arriba.
También probar esto si hacemos fotografías a flores, árboles o edificios, por ejemplo. Es un ángulo que estamos muy poco acostumbrados a ver, y con el conseguiremos un punto de vista bastante original. Además, si consigues composiciones en las que aparezcan líneas marcadas, estas dirigirán la mirada al espectador, e incluso puede que obtengas un atractivo punto de fuga.
9. Crea Panorámicas
A veces el encuadre que cubrimos con nuestra cámara no es suficiente para captar la grandiosidad de la escena que tenemos ante nosotros. Para solucionar esto podemos optar por crear panorámicas que cubran un ángulo mayor de lo que cubre nuestra lente, y así captar por un ejemplo un paisaje al completo.
10. Aprovecha los Reflejos
Por último, una de las formas que tenemos para cambiar de perspectiva es jugar con los reflejos en nuestras tomas. Piensa en un bonito paisaje y su atractivo reflejo en el agua de un lago. O en cómo en una ciudad se refleja parte de un edificio en un charco tras haber llovido.
¿Desde Qué Ángulo lo Ves Tú?
Ya lo sabes, nunca te quedes quieto. Muévete, busca nuevas formas de componer tu toma, mira lo que tienes a tu alrededor y en cuál es el ángulo que mejor va con la escena que quieres retratar. Un simple cambio de ángulo puede marcar la diferencia entre una toma normal y una toma excelente, así que no te quedes con lo primero que ves. Cuéntanos, ¿cuál es tu ángulo de disparo favorito?