Uno de los problemas al que nos enfrentamos todos al empezar en el mundo de la fotografía, es no saber si nuestras fotografías son buenas o no. Es cierto que siempre podemos pedir opiniones a nuestros conocidos o a través de internet, pero muchas veces nos encontramos ante el mismo problema: no todo el mundo sabe juzgar una fotografía correctamente.
Por eso en el artículo de hoy queremos darte algunas pautas para que puedas juzgar tú mismo tus propias fotografías y así aprender de tus errores, para ir creciendo como fotógrafo poco a poco. Además, estas mismas pautas también te servirán para juzgar el trabajo de los demás y seguir aprendiendo con ello. ¿Te quedas a descubrirlas?
1. ¿Es Técnicamente Buena?
El primer paso para determinar si tu fotografía es buena es analizarla desde un punto de vista técnico.
Enfoque y nitidez
- ¿Está bien enfocada?: Un buen enfoque es clave para conseguir una buena fotografía, y será una de las primeras cosas que deberás mirar a la hora de analizar tanto tus propias fotos como las fotos de los demás. ¿Has acertado el enfoque en donde querías? Si la respuesta es no, quizás puedan servirte para mejorar algunos de nuestros artículos sobre el enfoque automático, los modos de enfoque o los puntos de enfoque.
- ¿Tiene una buena nitidez?: Aunque la fotografía esté bien enfocada, muchas veces tiene una mala nitidez. Si esto te ha ocurrido, quizás se deba al uso de malos objetivos o malos filtros, a un mal mantenimiento de tu equipo, al uso de una profundidad de campo demasiado escasa, a causa de no disparar en el punto dulce de tu objetivo, o a la aparición de la difracción si has cerrado excesivamente el diafragma. Analiza cuál pudo ser el problema para tratar de corregirlo a la próxima. Recuerda que también puedes incrementar la nitidez de tus tomas ligeramente en el procesado.
Exposición
La exposición de la fotografía también será clave. ¿Se han quemado las altas luces o has perdido detalles en las sombras al quedar demasiado oscuras?
Y no solo eso; aunque no hayas perdido información ni en las altas luces ni en las sombras, ¿tiene la foto la cantidad de luz que querías incluir en ella o te ha quedado demasiado sobreexpuesta o subexpuesta? Exponer correctamente una fotografía no es simplemente no quemar las altas luces o no dejarla demasiado oscura, sino conseguir exactamente la iluminación que querías cuando disparaste.
Si querías mostrar un espacio muy luminoso pero te ha quedado oscuro, la fotografía estará subexpuesta; de la misma manera que si querías transmitir un ambiente lúgubre y te ha quedado demasiado iluminado, la fotografía estará sobreexpuesta. Así pues, piensa en qué aspecto querías que tuviera esa fotografía cuando la disparaste y analiza si has acertado o no con la exposición.
Recuerda que siempre puedes corregir ligeramente la exposición de tus tomas en el procesado.
Parámetros usados
Analiza todos estos aspectos en tu fotografía para tratar de determinar si acertaste con los parámetros utilizados, o si hubiera sido mejor utilizar una configuración diferente.
- ¿Has usado una apertura de diafragma adecuada?: Siempre que sea posible deberás usar la apertura de diafragma que corresponda al punto dulce de tu objetivo, que generalmente se encuentra dos pasos por debajo de su apertura máxima. Sin embrago, habrá ocasiones en las que esa no sea la apertura adecuada, porque la apertura de diafragma influye sobe la profundidad de campo. Y esa es otra de las preguntas que debes hacerte:
- ¿Has hecho un buen uso de la profundidad de campo?: ¿Te hubiera venido mejor desenfocar más el fondo? ¿O, por el contrario, hubiera sido mejor tener más profundidad de campo para que no salgan desenfocadas ciertas zonas? Si quieres desenfocar el fondo entonces te convendrá abrir el diafragma. En cambio, si quieres conseguir una mayor nitidez en todos los planos de la toma, necesitarás cerrarlo.
- ¿Has usado una velocidad de obturación adecuada?: Usar una velocidad de obturación lo suficientemente rápida evitará que nuestras fotografías salgan trepidadas. Sin embargo, disparar demasiado rápido sin un motivo nos obligará a subir la ISO o abrir el diafragma demasiado, y esto podría darnos problemas de ruido y de falta de nitidez. Por eso siempre es aconsejable fijarse en la velocidad de obturación para usar la velocidad adecuada en cada situación.
- ¿Has usado una ISO correcta?: Usar una ISO adecuada también será importante. Muchas veces nos queda la fotografía demasiado oscura por miedo a subirla, y eso es un error. También puede ser un problema subirla en exceso y ganar demasiado ruido. En estos casos, la pregunta que deberás hacerte es: ¿Podría haber disparado a una ISO más baja tocando los otros parámetros? Siguiendo la Ley de Reciprocidad puedes compensar la ISO abriendo más el diafragma o usando una velocidad de obturación más lenta.
2. Encuadre y Composición
Algo tan importante como el tema técnico es el tema compositivo. El encuadre y la composición de una fotografía van a determinar, y mucho, su calidad final.
- ¿Te has fijado en los bordes del encuadre o has cortado algo importante?: Siempre es importante tomarte tu tiempo para encuadrar correctamente. Y antes de disparar será esencial que revises los bordes del encuadre para advertir si estás cortando algo que no deberías. Por eso, analizar el encuadre después de haber disparado te mostrará si te fijaste lo suficiente en el momento del disparo.
- ¿Te has fijado en el fondo o hay algo en él que distrae o estropea la toma?: De la misma manera que es importante fijarse en los bordes del encuadre, también será esencial fijarse en el fondo de la toma. Por eso, a la hora de autocriticar tus fotografías fíjate si el fondo está demasiado sobrecargado o si llama en exceso la atención, quitándole protagonismo a tu centro de interés.
- ¿Hay un centro de interés claro?: Échale un vistazo rápido a tu fotografía y piensa hacia dónde se dirigen tus ojos en primer lugar. ¿Es ese el centro de interés que buscaste a la hora de dispararla? Si es así, perfecto. En cambio, si tus ojos no se dirigen hacia el centro de interés o si no localizas un centro de interés claro, es que quizás esa fotografía sea mejorable.
- ¿Este tipo de plano era el más adecuado para mostrar lo que querías transmitir?: Muchas veces a posteriori nos damos cuenta de que el plano que hemos compuesto no era el mejor para la fotografía. Así que tranquilamente en casa analiza tus fotos y piensa cómo hubiera quedado esa fotografía con un tipo de plano diferente, con otro ángulo, o con otro encuadre distinto. Realizando este ejercicio después te será mucho más fácil visualizar encuadres diferentes en el momento del disparo.
- ¿Tiene el horizonte recto?: A no ser que deliberadamente hayas querido hacer un plano holandés, una fotografía torcida es errónea, especialmente si en ella aparece un horizonte bastante definido, como puede ser una foto del mar. Esto tiene fácil solución en el procesado pero a costa de perder los bordes de tu fotografía, así que será mejor darte cuenta de ello a la hora de disparar.
- ¿Has seguido o roto alguna regla de composición?: Vamos a ver este punto con mayor detenimiento en una sección aparte.
¿Has Seguido o Roto Alguna Regla de Composición?
Sí, estamos cansados de decir que las reglas están para romperse, pero hay que tener claro que no todo vale. Por supuesto que las reglas están para romperse, pero esta frase no puede ser una justificación para una mala foto. Se rompen las reglas con un motivo, no simplemente "porque la foto salió así".
Así pues, analiza tu fotografía y piensa qué regla de composición o técnica decidiste seguir:
- La regla de los tercios
- La simetría
- La simetría dinámica
- La proporción áurea
- El peso visual
- Los contrastes
- Las líneas
- El punto de fuga
- Los marcos naturales
- etc.
Y si decidiste romper alguna de ellas, pregúntate por qué y pregúntate si está bien rota. Si tienes una respuesta clara y real que responda a esta pregunta, entonces sí habrás tenido un motivo para romper esa regla. En ese caso estaría totalmente justificado y no se consideraría "un error".
En cambio, si la rompiste sin darte cuenta, por mucho que el resultado no sea malo estarás ante un error que deberás intentar corregir en el futuro. Pensar en la composición y decidir qué regla vas a seguir o a romper antes de disparar es esencial para conseguir buenas fotografías.
¿Tiene un Valor Sentimental?
Muchas veces una fotografía nos parece mejor de lo que realmente es porque tiene una carga sentimental. Pero es una carga sentimental que solo percibimos nosotros, porque ese momento o ese lugar significó algo especial para nosotros. Desgraciadamente esto no es algo que vaya a percibir el resto del mundo, es algo muy subjetivo.
Por eso muchas veces fotografías que para nosotros son buenas y especiales, no llaman tanto la atención a los demás como nos gustaría. En estas situaciones lo mejor es analizar la fotografía intentando ser objetivos y preguntarnos: "¿Qué le falta?".
¿Qué le Falta?
En el momento del disparo puede que se nos escapen muchas cosas. Es normal, sobre todo si ha sido un disparo más bien improvisado. Pero después con tranquilidad en casa sí podemos pararnos a mirar la fotografía y pensar qué es lo que le falta para ser mejor.
Muchas veces notamos que algo falla pero no sabemos identificar qué es. Técnicamente y compositivamente la foto es buena pero no atrae la mirada. Esto puede ocurrir por muchos motivos, pero normalmente ocurre cuando no hay un centro de interés o el centro de interés aparece demasiado alejado o pequeño.
Esto lo vimos hace un tiempo en nuestro artículo "¿Por Qué mis Fotografías de Paisaje no son Atractivas?", aunque se podría extrapolar perfectamente a cualquier otro tipo de fotografía. En la fotografía existen 3 planos de información:
- Primer plano o Primer término: Es la parte más cercana a la cámara. Todo lo que se coloque en este plano normalmente captará mucho la atención, ya que se verá mucho más grande.
- Plano medio o Segundo término: Esta parte se sitúa entre el primer término y el fondo. Si el centro de interés es lo suficientemente llamativo también captará bastante la atención situado aquí, pero si es algo pequeño puede que no llame demasiado la atención.
- Plano lejano o Fondo: Finalmente encontramos el plano más alejado, es decir, el fondo. Si queremos que algo destaque en este plano deberá ser muy grande y llamativo.
Lo ideal es que nuestro centro de interés se sitúe en el primer plano de la fotografía para que capte la atención a simple vista, o en el plano medio si es lo suficientemente grande. Si solamente tenemos elementos que llamen la atención en el plano lejano deberán ser elementos muy grandes y llamativos. De lo contrario no conseguiremos que nuestra fotografía resulte atractiva a simple vista, porque el centro de interés quedará muy pequeño y alejado. Es ahí cuando notamos que "algo falla" y no sabemos bien qué es.
Si debido a la situación no puedes acercar o agrandar el centro de interés, un recurso interesante es situar un elemento llamativo en el primer término que capte la atención y nos dirija hacia el centro de interés. De la misma manera, también podemos jugar con las líneas y los puntos de fuga para dirigir la mirada del espectador hacia el centro de interés.
¿Transmite Algo?
Una buena fotografía siempre transmite algo. No tiene por que ser nada demasiado profundo, tampoco hay que pecar de pretenciosos.
Pero sí debe transmitirnos sensaciones o sentimientos para convertirse en una fotografía que de verdad atrape nuestra atención. A veces será simplemente transmitir la belleza de un lugar o una persona, y en otras ocasiones será un sentimiento más profundo como tristeza, dolor, rabia o alegría. Pero si una fotografía no transmite nada al verla, es que algo le falla.
De hecho, esto es tan importante que muchas veces fotografías que no son técnicamente buenas se convierten en buenas obras gracias a lo que transmiten.
Analiza Otras Fotos del Lugar
Sobre todo cuando fotografiamos algún sitio conocido es interesante mirar otras fotografías del mismo lugar. ¿Es tu fotografía mejor o peor que ellas? Analiza qué tienen otras fotos que crees que le falte a la tuya, o al contrario, qué tiene tu foto que la hace mejor que las otras.
También es interesante darte cuenta de si has sido o no original con el encuadre. Estamos cansados de ver la misma foto del mismo sitio turístico cientos de veces, y encontrar una foto desde un punto de vista distinto puede marcar la diferencia. Así que compárate con otros y piensa: "¿He sido original o he repetido la misma foto que he visto cientos de veces?".
Haciendo estos ejercicios de introspección en casa te será mucho más fácil ser original cuando vuelvas a encontrarte en la misma situación.
¿Le has Dado un Buen Procesado?
Algo en lo que también debemos fijarnos es en el procesado. Muchas veces la diferencia entre una buena foto y una foto mediocre está en el procesado, a veces por falta de él y otras veces por lo contrario, porque están sobreprocesadas. Puedes hacerte varias preguntas que te ayudarán a ver si has acertado o no con el procesado:
- ¿Has disparado en RAW?: Disparar en RAW es muy importante si piensas procesar tus fotografías después, porque es un formato de compresión sin pérdidas que conserva muchísima más información que el formato JPG. El JPG, en cambio, es un formato finalizado, no está pensado para ser procesado porque es un formato con pérdidas. Esto significa que en el momento en que se crea la fotografía en formato JPG se pierde mucha información que después, si lo volvemos a procesar, no vamos a recuperar. Por eso recuperar matices en las altas luces, las sombras o los colores de un JPG es una tarea prácticamente imposible. Así pues, si no disparaste en RAW habrás perdido esa información.
- ¿Has perdido información?: Observa tu fotografía, sobre todo las zonas más claras y más oscuras. ¿Han perdido detalle? Si la respuesta es sí y esa no era tu intención, quizás merezca la pena volver a intentar procesarla de nuevo, poniendo especial cuidado en esas zonas más delicadas.
- ¿Te has pasado con el procesado?: Muchas veces nos pasamos con el procesado y eso termina estropeando la fotografía. Aspectos como el contraste, la saturación o el enfoque suelen atraernos mucho, sobre todo cuando empezamos, y solemos subirlos en exceso. Fíjate si estás perdiendo información en las sombras a causa de un excesivo contraste, si los colores más llamativos de la foto aparecen empastados a causa de una saturación exagerada, o si han aparecido bordes dobles en las texturas a causa de subir demasiado el enfoque.
- ¿Podrías haberle sacado más partido en el procesado?: Otras veces nos ocurre el caso contrario, no le sacamos el máximo partido a la fotografía. Quizás por no dedicarle más tiempo, por no prestar la atención suficiente o incluso por desconocimiento del propio programa de revelado, muchas veces no conseguimos sacarle el máximo partido a la fotografía. Por eso es recomendable guardar los archivos RAW de tus fotos favoritas, para volver a revelarlos meses o incluso años después y ver cuánto puedes mejorar ese primer revelado que hiciste.
- ¿Has conseguido el aspecto que deseabas?: Aunque hayas analizado el procesado de tu fotografía y todo esté correcto, falta una pregunta más que deberías hacerte: ¿era ese el resultado que querías conseguir? El proceso de revelado de una fotografía es algo muy personal y es donde nosotros, como artistas, le damos nuestro toque personal a la imagen. Así pues, antes de ponerte a procesar la foto plantéate qué aspecto y tonalidad quieres conseguir, para tratar de transmitirlo correctamente a la hora de revelarla.
¡Ayúdate a Crecer como Fotógrafo!
Ya has visto la gran cantidad de puntos que puedes analizar en tus propias fotografías para darte cuenta de tus errores.
Aunque encuentres varios, ¡no te agobies! ¡Nadie nace enseñado! Encontrar errores es positivo porque significa que te das cuenta de qué ha fallado y eso te permite corregirlo la próxima vez. ¡Así que no desistas, sigue disparando y sigue creciendo como fotógrafo!
¿Se te ocurre algún aspecto más que podamos tener en cuenta para analizar nuestras propias fotografías? ¡Déjanos un comentario!