Ya sabes que muchos amantes de la fotografía sienten también un afecto especial por el vídeo, y es que gracias a que las cámaras actuales que nos permiten tener una misma herramienta para trabajar los dos tipos de discursos, podemos disfrutar de ambas ramas de la imagen.
Como apasionada del vídeo puedo decirte que si hay un accesorio que todo videógrafo debería probar alguna vez es un gimbal, el cual te permitirá conseguir movimientos de lo mas profesionales y cinematográficos.
De ellos te hablamos recientemente en dos de nuestros artículos, uno en el que te recomendábamos unos cuantos modelos y te explicábamos los diferentes tipos que hay: +20 Estabilizadores para Grabar Vídeo Recomendados. En el segundo, te enseñábamos el funcionamiento de estos estabilizadores motorizados, y te mostrábamos cómo ajustarlos para empezar a trabajar: Gimbals: Todo lo Que Debes Saber Sobre Ellos y Puesta A Punto.
Hoy llegamos a la entrega final de esta serie, en la que vamos ver qué consejos debemos seguir a la hora de realizar grabaciones con un gimbal, y cuáles son los movimientos más atractivos que podrás conseguir con ellos. ¡No te lo pierdas!
Los Mejores Consejos para Utilizar un Gimbal
Aprender a manejar un gimbal no es una tarea complicada, pero tampoco te vayas a creer que la primera vez que lo uses lograrás tomas espectaculares. El gimbal es una herramienta muy potente para cualquier videógrafo, pero requiere de práctica para aprender a dominarla y sacarle todo el partido. ¿Qué debemos saber por tanto sobre los gimbals para aprovecharlos al máximo?
1. No Lo Uses en Vano
¿Cuántas veces has oído que cuando grabamos en vídeo no hay que abusar de las tomas haciendo zoom? Pues con el gimbal ocurre lo mismo. Es un recurso increíble que nos permite hacer mil florituras con nuestros planos, pero que nos permita hacerlas no significa que tengamos que hacerlas a cada momento, ¿o acaso no has escuchado alguna vez lo de "lo poco gusta y lo mucha cansa"?
El gimbal, como ocurre con la mayoría de recursos que tenemos tanto en fotografía como en vídeo, no hay que usarlo por usar. Lo ideal es que lo integremos de tal modo que el movimiento forme parte del discurso, y tenga sentido hacerlo. Si hacemos un travelling hacia adelante, que sea porque queremos que el espectador recorra un lugar para descubrirlo y llevarlo hasta el destino que queremos. Si realizamos una toma a ras del suelo, que sea porque quizá estamos ofreciendo el punto de vista de un perro andando por las calles. Y si hacemos un movimiento de 360º sobre el eje horizontal del gimbal, que sea porque queremos incomodarlo y generar esa sensación de inestabilidad que siente el personaje de nuestra película.
¿Verdad que no tendría sentido realizar una entrevista con este último movimiento? Pues simplemente no lo hagas. En esos casos el trípode, aunque te parezca simple, seguramente sea tu mejor opción. Por lo tanto, el primer consejo es que no compliques las cosas sin razón. Aprende cuándo tiene sentido utilizar el gimbal, y de qué forma puede formar parte del discurso.
2. Acompaña Siempre el Movimiento
El gimbal es un accesorio que nos brinda una estabilización increíble, pero cuidado, que tampoco podemos ir trotando como caballos por el mundo y pretender que esas imágenes luego sean perfectamente suaves y fluidas. Porque recordemos que el gimbal posee tres ejes (inclinación, balanceo y panorámica), pero los movimientos verticales se quedan fuera de su alcance, así que tendremos que ayudarle un poco en ese sentido.
Un buen operador de gimbal tiene que convertirse en un auténtico ninja cuando graba con él. Sus movimientos tienen que acompañar al gimbal, y amortiguar tanto como se pueda todos los golpes posibles. De ese modo la estabilización será mucho mayor.
Para ello, intenta que los movimientos siempre sean suaves, que tus pasos al caminar no den golpes secos. Camina sujetando firmemente el gimbal, apoyándote en los talones primero y en las puntas después si vas hacia adelante, y al revés si vas hacia detrás, e importante que lo hagas flexionando tus rodillas para que estas amortigüen los golpes. Si sigues estos consejos, los resultados que obtendrás en tus grabaciones serán muchísimo mejores.
3. Planifica Tus Tomas y Práctica
Cuando veas vídeos grabados con gimbal que te dejen sin aliento, ten por seguro que esos planos no se consiguieron a la primera, sino que son fruto de una buena planificación y de la práctica.
Como ocurre con cualquier herramienta, no pienses que la primera vez que la vayas a emplear el resultado será perfecto. Hay que estudiar cómo funciona, conocerlo, y practicar mucho con él. Solo de esa forma conseguiremos que el gimbal sea una extensión más de nuestro brazo y que podamos hacer con él lo que realmente queremos en nuestras grabaciones.
Piensa y visualiza primero cuál es el movimiento que quieres conseguir, y a continuación, antes de grabar la toma definitiva, ensáyalo para que quede tal y como quieres. Tal y como pasa cuando cogemos una bici, con el paso del tiempo y de la práctica esto te costará mucho menos, por supuesto.
4. Mantente en Forma
Aunque este no es un consejo para manejar el gimbal, tiene más importancia de la que te puedes imaginar. A no ser que vayas a trabajar con un gimbal para móvil, los gimbals de cámara ya van pesando un poquito más, y si además le añadimos algunos accesorios para trabajar de forma más cómoda como monitores o micrófonos externos, eso hará que el conjunto del equipo pese más.
Todo ese peso tenemos que cargarlo nosotros, y no es lo mismo hacerlo para 2 planos de 10 minutos, que tener que estar toda una jornada de trabajo con él. Es por ello que mantenerte en forma es de vital importancia, ya que podrás aguantar las sesiones largas con este accesorio sin acabar hecho polvo.
Disciplinas como el yoga o el pilates te enseñarán a trabajar el equilibrio (algo muy importante cuando hablamos de gimbals), y además te servirán para fortalecer tu espalda y tu musculatura para poder hacerle frente a largas sesiones de grabación con este accesorio.
5. No Te Olvides de Llevar Siempre la Baterías Cargadas
Un consejo importantísimo, recuerda llevar siempre las baterías de tu gimbal cargadas, sino de poco te servirá. Recuerda que estamos trabajando con estabilizadores electrónicos, y estos requieren de baterías para poder encender sus diferentes motores y que estos hagan su trabajo.
Además, no está de más tampoco que lleves siempre un pack o más de baterías extra si sueles trabajar con el gimbal de manera habitual y durante sesiones largas.
6. Prueba Diferentes Lentes para Lograr Distintos Efectos
Otro consejo es que pruebes el gimbal con diferentes distancias focales para lograr distintos efectos. Por ejemplo, un gran angular te ayudará a obtener tomas inmersivas, en las que se vea el contexto en el que se encuentra el protagonista de la toma. Además también tendrás un extra de estabilidad, ya que los desequilibrios cuando trabajamos con distancias focales cortas se notan menos.
Con distancias focales largas esto no ocurre, por lo que tendrás que ser más cuidadoso aún con tus movimientos para que la grabación sea estable. Por otro lado, este tipo de focales te permitirán jugar con primeros planos desenfocados que sin duda le aportarán un atractivo especial a tus imágenes en movimiento.
7. Apóyate en una Mayor Tasa de Fotogramas por Segundo
Otro truco que puedes emplear para garantizar una mayor estabilización en tus imágenes en movimiento es optar por grabar con una tasa de fotogramas por segundo mayor, lo cual te proporcionará imágenes más fluidas y suaves. Así pues, si tu cámara tiene la opción, es mejor que grabes a 60fps, que a 30fps. No todas las cámaras cuentan con una tasa tan amplia claro, así que averigua cuál es la que te permite la tuya y trabaja siempre con ella.
Además, si tu equipo tiene la posibilidad de grabar a cámara lenta te recomiendo que lo pruebes. Al fin y al cabo, el slow motion no es otra cosa que grabar a muchos fotogramas por segundo, y el efecto que lograremos para algunas tomas puede ser alucinante. Eso sí, muchos equipos eliminan el sonido al grabar en slow motion, así que tenlo presente cuando vayas a utilizar este modo. Y como siempre, utiliza este recurso cuando tenga sentido, pero tampoco abuses de él.
8. Guárdalo con Cuidado
Otro aspecto importante en lo referente al gimbal es que lo guardemos con cuidado. Normalmente estos equipos vienen con su propio estuche o maletín rígido, en el que van acolchados y sus motores no corren peligro de verse forzados. Esos maletines pueden ser algo grandes y molestos de transportar, por lo que muchos videógrafos optan por llevarlo en sus mochilas. Si lo haces, recuerda tener especial cuidado en no forzar los motores.
Y también es muy importante que le quites las baterías a la hora de guardarlo, y el motivo es simple. ¿No querrás que sin querer el gimbal se encienda estando en tu mochila, verdad? Si eso ocurriera los motores podrían llegar a quemarse y tendrías que despedirte del gimbal, así que este punto es de vital importancia.
9. Aprovecha la App del Gimbal
La mayoría de gimbals, por no decir todos, cuentan con conexión a su propia aplicación, desde la cual podremos controlar de forma remota el gimbal. No en todos los casos nos será de utilidad, pero es una posibilidad extra que tenemos y que en determinados momentos puede venirnos muy bien. Así que mi consejo es que te la descargues en tu móvil y la pruebes para saber qué opciones te brinda y que pueden serte de utilidad en determinadas grabaciones.
10. Mira Más Allá
Utilizar un gimbal puede acaparar toda nuestra atención y concentración para conseguir que el plano quede perfecto, pero ojo, tienes que mirar más allá. No te imaginas lo fácil que puede ser tropezarse con una piedra que no has visto, o chocarse con una pared o con alguien porque estabas moviéndote hacia atrás. Eso en el mejor de los casos claro, porque podrías incluso caerte en algún lugar peligroso.
A este respecto, lo mejor es que seas previsor, y que analices muy bien tu entorno antes de lanzarte a grabar a lo loco. Y siempre intenta ir echando vistazos al terreno para no tropezarte.
Respecto a las tomas que hagas hacia atrás, también puede serte de gran ayuda contar con algún compañero que te vaya guiando y te haga una señal para que pares.
Los 10 Movimientos Más Atractivos que Puedes Hacer con un Gimbal
Sí, ya hemos visto que un gimbal sirve para estabilizar nuestras imágenes. Pero lo que realmente nos seduce de este accesorio a los videógrafos es que podemos emular movimientos cinematográficos sin necesidad de un equipo carísimo y pesado como el que usan en el cine. Así que sí, a veces lo necesitarás simplemente para que tus imágenes no tiemblen como un flan, pero si quieres sacarle el máximo partido, lo suyo es que te animes a probar movimientos con él. A continuación vamos a ver algunos de los más atractivos que podrás conseguir de manera sencilla.
Para ello usaremos dos gimbals de la marca Ziyhun Crane, uno que ya está con nosotros desde hace algunos años y con el que tenemos bastante práctica. El otro, es un modelo muy reciente que nos ha dejado la propia marca para poder testear y ver las mejoras que han ido incorporando con el paso del tiempo y el avance de la tecnología.
1. Seguimiento Hacia Adelante y Hacia Detrás/ Travelling In-Out
Este movimiento es uno de los más sencillos, y tiene dos vertientes:
- Seguimiento hacia adelante o hacia atrás de algo o de alguien.
- O simplemente que el operador de cámara camine hacia adelante o hacia detrás, lo que también se conoce como travelling in o travelling out.
En ambos casos, se trata de un movimiento fácil, pero que quedará muy atractivo en tus tomas y que te mostrará el entorno por el que estás pasando.
Por ejemplo, queda muy bien cuando utilizamos un objetivo gran angular y tenemos un bonito paisaje de fondo hacia el que nos dirigimos nosotros o el personaje al que estamos siguiendo. O cuando nos encontramos en un camino y las líneas de este dibujan un bonito punto de fuga en la composición al que parece que nos dirigimos. Además, también puede ser muy útil para mostrar la salida de un sitio a otro. Por ejemplo, estamos en una habitación y salimos de esta para adentrarnos en otra.
Por supuesto ese avance no tiene por qué ser en todos los casos recto, sino que podemos hacer más o menos giros. Dependiendo de ello elegiremos uno u otro de los modos de trabajo de los que disponga nuestro gimbal.
Y otro punto es que no siempre tendremos que hacerlo desde un ángulo recto, sino que podemos avanzar y que la cámara esté en un ángulo totalmente vertical para realizar un plano nadir (para seguir nuestros pies por ejemplo) o cenital (para ver el paso de las copas de los árboles mientras avanzamos). Así como tampoco tiene por qué hacerse siempre a la altura de los ojos. Si hacemos este movimiento a ras del suelo podemos simular el punto de vista de un perro como decíamos antes.
2. La Órbita (O Giros de 360º, 180 o 90º)
Este movimiento consiste en rodear a un objeto o persona, ya sea dándole la vuelta completa, media vuelta o un cuarto de vuelta. Un movimiento sencillo pero que le da mucha profundidad y atractivo a nuestros planos. Eso sí, deja cierta distancia al grabar entre tú y el sujeto u objeto para no cortar el plano en algún momento del giro por alguna zona que no toca.
También podemos utilizarlo para crear un efecto envolvente cuando estamos grabando un bonito paisaje.
3. El Falso Slider
¿Sabes lo que es un slider? Se trata de un accesorio que se utiliza en el campo del vídeo para realizar movimientos de seguimiento paralelo. El accesorio consta de unas vías a través de las que vamos deslizando la cámara para conseguir un plano totalmente estable y paralelo a nuestro objeto de grabación.
Pues bien, con el gimbal también podemos imitar ese movimiento, aunque eso sí, hay que tener cierta práctica, y debemos ser conscientes de que el recorrido del movimiento será corto. Esto funciona muy bien en escenas en las que tenemos un primer plano desenfocado con el elemento protagonista de fondo. O también cuando empezamos el plano desde detrás de un elemento y vamos deslizándonos hasta saber que hay tras este. Realmente pueden quedar planos muy cinematográficos con este movimiento.
Para este caso el mejor modo de trabajar será el de bloqueo, ya que así el gimbal no intentará corregir la dirección de la cámara.
4. La Falsa Grúa
La grúa es otro accesorio del que seguro que has oído hablar dentro del mundo del cine y del vídeo y que proporciona planos espectaculares. Pues bien, podemos imitar con el gimbal este movimiento, realizando un seguimiento de arriba a abajo, o viceversa. Para que lo visualices mejor, piensa en un sujeto. Podrías hacer un plano que vaya desde sus pies hacia su rostro, o al revés.
El recorrido del plano tampoco será muy largo, pero aun así el resultado será de lo más interesante. Un buen consejo que puedes seguir es agacharte de cuclillas, y levantarte poco a poco y de manera suave para deslizar el gimbal hacia arriba. O por supuesto también lo puedes hacer a la inversa. En este caso, dependiendo de dónde quieras situar tu centro de interés, te valdrá la pena trabajar con el modo de bloqueo o con el de seguimiento.
Por otro lado, si lo que quieres es ampliar el recorrido del movimiento, siempre puedes optar por colocar el gimbal sobre un monopié bastante robusto.
5. Efecto Vortex
Para lograr el efecto vortex el gimbal necesita disponer de ese modo de trabajo en concreto, por lo que no todos los gimbals podrán realizar este tipo de movimiento.
Con este efecto lo que lograremos son planos con un movimiento rotatorio de 360º, que pueden ser muy dinámicos, pero a la vez pueden llegar a producir sensación de incomodidad, mareo e inestabilidad. Sentimientos perfectos por ejemplo para grabar la escena de una persecución.
6. Modo Selfie
El modo selfie más que un movimiento es un estilo que consiste básicamente en coger el gimbal de tal forma que podamos grabarnos nosotros mismos. Para ello necesitaremos trabajar con una lente bastante angular, ya que piensa que el brazo no podremos extenderlo demasiado, y si queremos que nuestro rostro salga entero la focal deberá ser lo suficientemente corta.
¿Y qué movimientos podemos hacer en este modo selfie? Pues desde ir andando simplemente pero con la cámara encuadrando hacia nosotros, hasta ir dando giros como si estuviéramos en una atracción de feria.
7. TimeLapse e Hyperlapse
Sí, un gimbal también nos permite grabar timelapses... ¡pero incorporando movimiento! Eso sin duda nos permite lograr resultados muy interesantes. Para ello tendremos que trabajar con la app de nuestro gimbal para poder indicarle los diferentes parámetros. Así pues colocaremos el gimbal apoyado sobre sus patas o un trípode, y le marcaremos a la aplicación el movimiento que tiene que trazar el gimbal al grabar.
Y algo parecido al timelapse es el hyperlapse, aunque en este caso el movimiento no lo hace el gimbal sino nosotros mismos desplazándonos por diferentes lugares. Este tipo de movimiento genera la sensación de que avanzamos rápidamente por diversas localizaciones, lo cual nos ofrece tomas muy inmersivas que pueden por ejemplo darnos a conocer los rincones más bonitos de una ciudad. Y para este tipo de planos sin duda el uso de grandes angulares son muy recomendables.
8. El Falso Dron
Otro movimiento que podemos emular es el de un drone. Increíble, ¿verdad? Para ello, eso sí, necesitaremos contar con un monopie sobre el que acoplaremos el gimbal con la cámara. Como te imaginarás el monopie deberá ser lo suficientemente robusto para aguantar todo ese peso, de lo contrario tu equipo podría correr peligro.
Si lo tenemos, lo ideal es que utilices la lente más gran angular que puedas, y una vez puesta eleves el monopie con el gimbal acoplado. Podrás subir mucho la altura a la que grabas, con un campo de visión muy amplio gracias al angular y con la estabilización que te proporciona el gimbal. Eso sí, prepárate para hacer musculitos porque fuerza tendrás que hacer.
Lo mejor es que gracias al joystick, los diferentes modos del gimbal y el control remoto por la app, podremos tanto desplazarnos hacia adelante o atrás a dicha altura, como realizar planos cenitales en los que veremos lo que hay en el suelo.
9. Preparando la Transición
Este movimiento lo que hace realmente es servirnos de transición entra toma y toma aprovechando el desenfoque de movimiento producido por la velocidad con la que giramos el gimbal desde una posición a otra. Eso sí, hay que tenerlo planificado y grabarlo para que luego podamos utilizarlo en el momento de la edición.
10. ¡No Te Olvides de las Combinaciones de Movimientos!
Por supuesto todos estos movimientos los puedes combinar entre sí para conseguir resultados diferentes, aunque mi consejo es que primero practiques con los que ya te hemos explicado y cuando tengas cierto dominio empieces a combinarlos.
No te olvides tampoco de que cuentas con diferentes modos de uso del gimbal, y que en muchos de ellos podrás trabajar con el joystick para fusionar dos movimientos a la vez, o para corregir tu encuadre.
Por último, recuerda que también puedes añadir accesorios a la ecuación, y que por ejemplo el monopie del que te hemos hablado para el movimiento de "falso dron", también lo puedes emplear en otros movimientos para alargar su recorrido como por ejemplo en el de la "falsa grúa" o el "falso slider". La creatividad está a la orden del día utilizando este accesorio, así que experimenta y prueba diferentes combinaciones.
¡Sácale Partido al Gimbal!
Como ves muchos de los movimientos que puedes hacer con el gimbal lo que hacen es emular al de otras herramientas que ya existen desde hace tiempo en el mundo del cine y que ofrecen un resultado excelente, pero que no están al alcance de todos por su complejidad de uso y también por su peso y precio.
Gracias a la aparición de los gimbals podemos simular esos movimientos y conseguir imágenes de lo más estables para darles una apariencia profesional y cinematográfica a nuestros vídeos. Tan solo hace falta un poquito de paciencia y práctica, y podrás convertirte en un auténtico maestro Jedi de los gimbals.
¿Tienes o has probado alguno? ¿Qué movimientos te gustaría probar a hacer? ¡Cuéntanoslo en los cometarios!