Tu cámara tiene múltiples opciones que te ofrecen facilidades para lograr el resultado que deseas en tu fotografía, así como también te ayudarán a trabajar de una manera mucho más cómoda.
Probablemente conozcas la mayoría de ellas, pero hay otras que resultan menos conocidas y de las que solemos olvidarnos, que nos pueden resultar de gran ayuda. En este artículo profundizaremos en ellas.
Funciones Menospreciadas de la Cámara
Admitámoslo, en muchas ocasiones nos resulta costoso aprender cosas nuevas, en este caso en concreto, funciones de nuestra cámara.
Estamos acostumbrados a utilizar de forma continua unas cuantas, como los modos de disparo, o el enfoque manual o automático... pero existen más posibilidades que nos ofrece la cámara para ayudarnos a lograr la toma que deseamos y de las que la mayoría de veces nos olvidamos.
Conocerlas implica dedicar tiempo a investigarlas, a leer el manual y ubicarlas en nuestro modelo de cámara y a practicar con ellas para aprender a manejarlas bien, pero créeme que conocerlas todas te ayudará a disponer de más herramientas a la hora de trabajar para poder enfrentarte a la escena que quieres capturar y que esta salga tal y como te gustaría.
¿Pero cuáles son esas funciones? Veámoslas una a una a continuación. Comprobarás que casi todas están incluidas incluso en los modelos de cámara de iniciación.
1. Temporizador o Autodisparador de la Cámara
En muchos de nuestro artículos habrás leído que para cierta técnica necesitábamos emplear un disparador remoto, pero que si en nuestro caso no disponíamos de uno podíamos emplear el temporizador o autodisparador de la cámara. Pues bien, esta función básicamente consiste en retrasar el momento del disparo, y aunque a simple vista pueda parecernos poco útil, realmente puede salvarnos muchas fotos.
Imagina que quieres hacerte una foto con toda la familia pero no tienes el disparador remoto. Con esta opción solo tienes que activar los segundos de retardo con los que se disparará la toma, que puede variar entre 2 o 10 segundos en la mayoría de modelos, y a continuación colocarte con el resto de la familia para tener un retrato completo de todo el grupo.
Pero no solo sirve para esto claro, ya sabes que hay muchísimas técnicas que requieren que la cámara no se mueva para poder captar la foto, sobre todo aquellas en las que el tiempo de exposición es largo. Aunque nuestra cámara esté sobre un trípode, la presión del botón de disparo puede provocar trepidaciones en la toma, pero activando esta opción podremos evitarlas, de forma que nuestra captura salga sin trepidación y mucha más nítida.
Depende del modelo de cámara podrás activarla desde el menú interno de la cámara, o desde uno de sus botones.
2. Aviso de Altas Luces
¿Cuántas veces hemos disparado una fotografía con gran contraste lumínico pensando que estaba bien expuesta, y al llegar a casa hemos comprobado que las zonas claras estaban quemadas?
Esto puede evitarse gracias a la función de aviso de altas luces. Si la activamos lo que hará la cámara será indicarnos qué partes de la imagen salen sobreexpuestas, para que podamos corregir la exposición y así obtener una imagen correctamente expuesta.
3. Histograma
En muchas ocasiones te hemos hablado de lo útil que resulta el histograma, pero este no solo puedes verlo una vez has hecho la captura, sino que muchos modelos de cámara te permiten verlo en directo. Eso implica que podemos ir ajustando y corrigiendo la exposición de la captura hasta conseguir que esta quede equilibrada.
Como ya sabrás, el histograma es una representación gráfica que refleja la cantidad de pixeles en una imagen que tienen una determinada luminosidad, por lo que se convierte en una herramienta sencilla y muy útil para conseguir un nivel de exposición adecuado en tus fotografías.
Del histograma, aunque te hablábamos en profundidad en este otro artículo, debes saber a modo de resumen que en su parte izquierda están representadas las sombras, mientras que en su parte derecha están representadas las altas luces.
Para conseguir fotografías con un blanco puro y un mayor rango dinámico intentaremos que los tonos brillantes (aquellos que están en el lado derecho), rocen el borde del histograma, y eso lo conseguiremos aumentando la exposición de nuestra toma.
Pero cuidado, si sobrepasamos el borde del histograma por su parte derecha entonces estaremos sobreexponiendo la fotografía, las altas luces se quemarán y no podremos recuperar la información de esa zona incluso aunque hayamos disparado en formato Raw. Para evitar que esto ocurra, combina el histograma con el aviso de altas luces, y evitarás que tus fotos salgan sobreexpuestas, pero al mismo tiempo tengan un gran rango dinámico.
4. Live View
La pantalla de la cámara no solo sirve para revisar las fotos una vez las hemos hecho. Entre otras cosas ver la imagen en tiempo real antes de tomar la captura con la función Live View nos ayudará a conseguir un enfoque más preciso, siempre que trabajemos con la cámara sobre el trípode, y mejor aún si enfocamos de forma manual.
Tan solo tendrás que colocar tu cámara sobre el trípode, activar el modo Live View, hacer zoom digital sobre el punto que desees enfocar, enfocarlo manualmente, y a continuación disparar la toma (si lo haces con el temporizador o un disparador remoto mejor para evitar trepidaciones). Para temáticas como la fotografía macro o la fotografía nocturna esta función resulta sumamente útil, permitiéndonos lograr fotografías nítidas y con detalle. Eso sí, ten en cuenta que el zoom digital lo utilizamos como herramienta para lograr un enfoque más preciso, pero por supuesto ni se trata de una representación efectiva de la distancia focal con la que estamos trabajando, ni será el resultado final. Tan solo se trata de una ampliación sobre la foto para poder enfocar de forma más precisa.
Por otro lado, el modo Live View también nos resulta útil para componer, sobre todo en aquellas capturas en las que tenemos que disparar desde ángulos complejos, como picados o contrapicados más extremos, en los que no podemos hacer la toma mirando a través del visor óptico. Si además la pantalla de tu cámara es abatible tendrás una herramienta muy cómoda.
5. Autofoco (AF) Puntual
Cada vez las cámaras cuentan con enfoques automáticos mejores y más precisos, aunque si trabajamos con grupos de puntos de enfoque y dejamos que la cámara elija qué es lo importante, serán numerosas las ocasiones en las que nuestra toma no salga enfocada tal y como queríamos, dejando al sujeto borroso y el fondo enfocado.
La solución más sencilla pasa por seguir trabajando con un enfoque automático, pero que sea puntual. Con este modo reduciremos la porción de imagen que le estamos indicando a la cámara que queremos que salga nítida, y las posibilidades de que acierte son mucho mayores.
6. Compensación de la Exposición Flash
La mayoría de cámaras (a excepción de las de gama alta) cuentan con un flash integrado, el cual solemos evitar utilizar porque emite una luz dura y demasiado potente que deja los rostros de nuestros sujetos muy planos.
La función del flash es rellenar las sombras, no eliminarlas completamente. La herramienta de compensación de la exposición con el flash nos permitirá controlar la potencia con la que se dispara el flash, consiguiendo de este modo suavizar las sombras sin llegar a eliminarlas del todo, y así evitando que nuestro sujeto tenga una luz muy dura. Reducir esa compensación de a -1 o -2 te ayudará a conseguir una iluminación mucho más suave.
7. Botón de Enfoque Trasero/Bloqueo del Enfoque (AFL o AF-ON)
Normalmente estamos acostumbrados a pulsar el botón de disparo tanto para enfocar como para disparar, pero corremos el riesgo de que si soltamos una vez enfocada la imagen volvamos a perder el foco. Para evitar que esto ocurra tenemos la opción de disociar el bloqueo del enfoque del botón de disparo. Muchos modelos de cámara ya lo tienen dispuesto de esta manera, y en otros disponemos de botones personalizables para poder hacerlo.
De esta forma enfocaríamos la imagen con el dedo pulgar, ese foco no cambiará hasta que lo hagamos nosotros manualmente, y dispararíamos con el botón de disparo habitual.
8. Compensación de la Exposición
La compensación de la exposición puede resultarnos útil en muchas ocasiones, pero no es una función que usemos demasiado. Con ella podremos sobreexponer o subexponer 1, 2 o 3 pasos (puede variar según el modelo de cámara), para compensar precisamente la falta o el exceso de luz de una toma.
Por ejemplo, cuando fotografiamos en la nieve la cámara tiende a subexponer un poco, provocando que la nieve en vez de blanca parezca gris. Si compensamos la exposición que la cámara ha hecho con 1, 2 o 3 puntos según nos interese, lograremos que la nieve salga blanca, tal y como es. Y al revés, cuando estamos en escenarios en los que hay muy poca luz la cámara tiende a sobreexponer, pero si compensamos y y le bajamos los puntos necesarios lograremos la imagen tal y como queremos.
Es importante que sepas que la compensación de la exposición es una función que solo podemos activar en caso de trabajar con los modos semiatomáticos, y no con el manual.
El botón de compensación podrás encontrarlo en forma de rueda o en el display principal en la mayoría de las cámaras, ya sean réflex, sin espejo o incluso las compactas avanzadas.
9. Bloqueo de la Exposición (AE-L/*)
En algunas cámaras aparece con las siglas AEL, AE-L o AE Lock, en otras simplemente se identifica con un asterisco. El bloqueo de exposición suele estar en la parte trasera de la cámara, en la zona superior, ya sea una cámara réflex o una sin espejo.
Aunque esta función normalmente la tenemos incluida al presionar el botón de disparo hasta la mitad, la mayoría de modelos también pone a nuestra disposición un botón independiente con el que poder bloquearla.
Con esta función podemos bloquear la exposición y a continuación recomponer la imagen sin que ésta varíe, lo cual puede resultarnos de gran utilidad en situaciones de luz cambiante.
10. Desactivar el Pitido de Confirmación del Enfoque
Cuando realizamos por ejemplo fotografía de fauna, el silencio es algo esencial, ya que cualquier sonido puede espantar al animal que vayamos a fotografiar. En el caso de las cámaras réflex, no podemos silenciarlas totalmente porque su obturador es mecánico, pero lo que sí que podemos hacer es silenciar el sonido de confirmación del enfoque, el famoso "pi-pi" que escuchamos cuando enfocamos la toma antes de dispararla.
Por otro lado, en cámaras compactas o incluso en las cámaras evil, al no ser su obturador mecánico sí que podremos silenciarlas totalmente.
Esta opción puede resultarte bastante útil como te decía en fotografía de fauna, o también cuando estamos en entornos en los que se pide silencio, como una iglesia o una rueda de prensa.
11. Ajuste Dioptrías
Si a ti te también te cuesta encontrar el punto exacto en el que tu imagen está bien enfocada, puede que sea porque no tienes regulado correctamente el ajuste dióptrico del visor y padezcas ligeros problemas de vista.
La mayoría de cámaras llevan incorporado al lado del visor óptico una pequeña ruedecilla que sirve para ajustar las dioptrías, y cuyos valores podemos alterar desde -2 hasta +2, siendo 0 el valor habitual para la mayoría de ojos, con mayor o menor precisión según el modelo de cámara.
Busca una composición en la que aparezca un objeto que destaque, enfócalo con el autofoco de la cámara y a continuación ve moviendo la rueda hasta que compruebes que ves el objeto perfectamente nítido.
No obstante, ten en cuenta que esto te servirá para ver bien a través del visor pero no afecta a la imagen, ya que aunque no llegues a apreciarla del todo nítida con la vista, si se ha enfocado correctamente el objeto, la imagen saldrá perfecta.
12. Previsualización de la Profundidad de Campo (en Cámaras Réflex)
Si tienes una cámara réflex, te habrás dado cuenta de que cuando disparas a través del visor óptico no siempre verás en él la imagen tal y cómo después de saldrá a ti en lo que respecta a la profundidad de campo.
Esto ocurre porque en las cámaras réflex, con el fin de que entre la máxima luz posible para componer mejor nuestras tomas, cuando observamos a través del visor óptico el diafragma del objetivo se abre al máximo. Esto implica que veremos la imagen con una escasa profundidad de campo, aunque después nosotros no trabajemos con la apertura máxima del objetivo.
Para que puedas ver la profundidad de campo de tu imagen final si la vas a disparar a un valor distinto, existe un botón en las cámaras réflex de nivel medio y avanzado, situado cerca de la montura del objetivo, que nos permite previsualizar el resultado aunque este se vea más oscuro, lo cual puede resultar útil en algunas ocasiones.
En las cámaras sin espejo por ejemplo este botón no es necesario, ya que al tratarse de un visor electrónico y no óptico, podremos ver el resultado final directamente a través de él sin tener que activar ninguna función extra.
¡Sácale Provecho a las Opciones de Tu Cámara!
Ya has visto que existen muchas funciones de nuestra cámara que nos ayudan a trabajar de manera más cómoda y eficaz, aunque muchas de ellas no las conocemos o si lo hacemos, nos olvidamos de utilizarlas. Con este lista de las principales esperamos que puedas encontrarles su utilidad y las aproveches en tus sesiones fotográficas.
¿Echas de menos alguna? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!