Cuando pusimos sobre la palestra diferentes temas sobre los que seguir escribiendo para vosotros, lectores de dzoom, el análisis fotográfico en cine despertó un total interés, ¡qué original! Pensé. ¿Seguirán la archiconocida regla de los tercios? ¿Cómo gestionan el color? ¿Qué métodos utilizan para “mantener” buenas composiciones en planos dinámicos? Si el orden de los diferentes elementos que intervienen en escena ya nos trae de cabeza en fotografía, ¿os imagináis cuan laborioso trabajo puede suponer hacerlo durante todo un largometraje?
Con éste artículo comenzamos una serie en la que intentaremos inmiscuirnos, en principio de puntillas, en el arte de dirigir la luz durante 24 fotogramas por segundo. Las reglas del juego son las mismas, al fin y al cabo hablamos de lenguaje visual, pero en ésta ocasión encadenaremos imágenes a hombros de gigantes del cine, ¿vamos?
Pero… ¿Qué Es La Dirección De Fotografía?
Seguro que estaréis deseando que entremos en materia con la selección de imágenes extraídas del film, pero creo que antes deberíamos de sentar ciertas bases. ¿Qué es la dirección de fotografía en cine? Simple: es el arte de entender y dirigir la luz en un plano dinámico. El director de fotografía u operador jefe se encarga del aspecto visual de una película y debe encontrarse en total sintonía con el director, es decir, será el encargado de convertir sus ideas en imágenes. Ya comentábamos en la introducción que las reglas del juego son prácticamente las mismas, por tanto, ¿cuáles son sus competencias?
- Dirigir un equipo de cámaras e iluminación
- Controlar el efecto de luces y sombras: su intensidad, distancia y diferentes propiedades.
- Elegir el formato de película y su velocidad.
- Qué lentes y cámaras son las adecuadas para cumplir los objetivos.
- ¿Cómo deben moverse los actores en el plano?
- También deberá controlar los puntos donde se posicionarán las diferentes cámaras, sus ángulos y alturas.
Dirigir la fotografía de un film es tarea complicada, los elementos se encuentran en movimiento, entran y salen del plano, se sobreponen y mezclan, ¿quién no se volvería loco?
¡Comenzamos!
Comenzamos, sí, pero de puntillas. Las reglas compositivas que “rigen” la fotografía son ya de sobra conocidas por todos (en dzoom tenéis varios artículos al respecto) pero repasarlas en trabajos cinematográficos resulta un soplo de aire fresco, ¡adelante!
Origen, de Christopher Nolan
Como no hemos venido a hablar de cine, sino de fotografía, seguro que a los más curiosos os será también útil este enlace a información y trailers sobre la película . Y como no hemos venido a hablar de cine, sino de fotografía, dejaremos a un lado a Christopher Nolan para dar paso al trabajo de Wally Pfister, oscarizado en 2010 por el trabajo realizado en el film que nos ocupa.
La Regla De Los Tercios
Durante varias horas he tenido la oportunidad de diseccionar los diferentes planos, escenas y composiciones que nos presenta Pfister y, aunque se dan numerosas situaciones en las que no se ajusta al esquema compositivo de tercios (los grandes saben y pueden hacerlo y salir airosos) pero sí que está presente en gran parte de su trabajo, ¿vemos algunos ejemplos?
En la siguiente escena, correspondiente a los últimos minutos de película, el coche cae a través de un puente con una clara trayectoria ligada al tercio derecho.
Horizonte
Muy relacionada con la anterior regla compositiva, el horizonte supone a menudo una clara línea dentro del lenguaje visual y resulta conveniente saber ubicarla. También nos dijeron en más de una ocasión que los horizontes han de estar rectos, ¡y no les faltaba razón! Pero a continuación veremos cómo se pueden romper ciertas directrices en pro de una mejor comunicación con el espectador.
No se trata del “típico horizonte” pero actúa como tal en el tercio inferior.
¿Qué sentido tiene caer la escena hacia la izquierda? Bajo mi punto de vista, el efecto de girar el fotograma con un elemento como el agua en escena crea de forma innata sensación de movimiento que, además, acompañará al protagonista en su dirección: el agua tiende a vaciarse hacia la izquierda.
Descentrando
Centrar al protagonista de nuestra escena no es buena idea si no tenemos una razón de peso. Por regla general solemos dar “aire” o espacio a la fotografía en la dirección en la que se mueva o mire el sujeto, pero id habituándoos a disponer de contraejemplos que justifiquen literalmente lo contrario. Igualmente relacionada con la regla de los tercios y sus correspondientes puntos fuertes en la imagen, es ésta misma la que a menudo nos obliga a descentrar.
En ésta ocasión, la dirección de sus miradas y movimiento deberían de habernos dejado espacio o fotograma libre a la derecha. El director decidió que era más importante lo que dejaban atrás y optó por este encuadre.
Los ojos
Siempre existe alguna cualidad en determinados objetos que destaca sobre las demás. Bien, en lo seres humanos son los ojos y deberemos de considerarlos por encima de otras características a la hora de componer imágenes.
Composiciones con los ojos al tercio superior, la más habitual.
Geometría
Ayudan a potenciar la composición gracias a la simplicidad gráfica que ofrecen. Diagonales, triángulos o círculos crean atractivos espacios y conducen la lectura de la imagen. Quizá se trate de la mejor de nuestras armas a la hora de hablar mediante imágenes: clara, sencilla, extremadamente potente y directa.
Claro ejemplo de cómo las líneas pueden ayudarnos a dirigir la mirada.
Rombos y triángulos. No es casualidad que la familia pueda verse a través de uno de ellos y ubicados en un punto fuerte de la imagen.
Líneas arquitectónicas enmarcan a la perfección la furgoneta de la siguiente imagen.
Semicírculo como elemento geométrico para re-enmarcar la escena.
De nuevo líneas. Ninguna de ellas deja de dirigir la mirada hacia el centro de atención.
Simetría
A priori, buscar composiciones simétricas puede ir en contra de las nociones básicas de composición que aprendemos al iniciarnos. Una imagen simétrica es estable, poco dinámica y si no tenemos claras nuestras intenciones puede resultar incluso aburrida pero, ¿quién dijo que romper las reglas no era una opción?
El protagonista de la siguiente escena se encuentra justo en el centro de la imagen custodiado por dos “guardias” en una simetría horizontal muy marcada. Por otro lado, el cuadrado que se forma en el centro enfatiza la simetría de forma magistral.
En la siguiente imagen no tratamos una composición simétrica en sentido estricto, pero creo que a efectos prácticos sí lo es. Ella sirve de “eje” y el tumulto de gente como “masa” a ambos lados resulta bastante equitativa.
Planos
Este apartado merece por sí solo un artículo específico: el arte de cómo encuadrar y por dónde cortar el fotograma en la figura humana y su rostro. Como ya dijimos tendremos tiempo de profundizar, mientras tanto, casi resulta más interesante mostraros algunos planos “arriesgados” ¡plenamente justificados!
Los dos fotogramas siguientes corresponden a momentos de cierto agobio: el primero una caída libre y el segundo un momento de desolación, tirada en la playa y semi-sumergida. En ésta ocasión se optó por cortar la imagen a la altura del cuello para enfatizar dichos sentimientos.
Estos dos planos de Cobb tienen la peculiaridad de un corte excesivamente ajustado a los ojos (el primero) y demasiado metido en el rostro, obviando la boca (el segundo).
El siguiente fotograma posee un volteo de 90º creando un punto de vista poco habitual en el que nosotros formamos parte de la escena: la sensación es la de estar ahí, con ella, apoyando la cabeza igualmente sobre la vía.
¿Veis el corte de la chica? Justo en la zona inferior de sus ojos, ¡Cuanto menos arriesgado!
En ésta ocasión se optó por un plano abierto donde el sujeto se encuentra perfectamente enmarcado de forma natural a través de una ventana.
Luz
La fotografía es luz, vale, pero si conseguimos aislarla como un elemento más puede ayudar a narrar nuestra historia de una forma aun más coherente: es capaz de expresar melancolía, un despertar (como en los ejemplos que veremos a continuación), alegría, misterio o cierta tensión.
Condiciones Meteorológicas Y Efectos Especiales
¿Os acordáis del artículo sobre “10 consejos para sacar el máximo partido a la lluvia en tus fotos”? En él hablábamos también sobre cómo algunos de los momentos más intensos en el cine estaban acompañados de este fenómeno, ¡”Origen” no iba a ser menos!
Lluvia de escombros, pero lluvia.
¿Os Atrevéis A Un Pequeño Ejercicio?
Durante la visualización de la película tuve que parar cientos de veces seleccionando fotogramas que tuvieran “algo” que contar, ya sea por composiciones maestras, luces de interés o geometrías claramente definidas. Lógicamente he dejado muchos de ellos fuera del artículo pero, ¿qué os parece si os muestro tres de ellos y los analizáis vosotros? Como guía podéis apoyaros en los apartados aquí descritos aunque lo más interesante sería que le dedicarais un rato a cada una pensando en algo muy concreto, ¿por qué compuso el director de esta forma? ¿Qué quería expresar? Y ¿qué elementos del lenguaje visual ha utilizado para ello?
¡Espero opiniones! Cualquier aspecto que se os ocurra sobre cualquiera de las imágenes vale, seguro que será interesante leeros.