¿Eres usuario de Sony? ¿Te has dejado seducir por la calidad de sus cámaras y su buena respuesta ante ISO's altos y un enfoque potente? Si tu respuesta es sí, ya sabrás que cambiar de sistema, y puede que en tu caso también de marca, requiere empezar desde cero a realizar una inversión importante también en cuanto a lentes.
Muchas de las ópticas de gama alta de Sony son geniales pero tienen un coste realmente elevado, por lo que hoy te presentamos dos alternativas de otras marcas si lo que buscas es una buena lente gran angular. ¿Ganará Sigma? ¿O Tamron? ¡Vamos allá con la comparativa!
El Auge de las Marcas de Terceros
Si no dependiéramos de presupuestos limitados, probablemente la mayoría de nosotros acabaría comprando siempre las lentes nativas de la marca de nuestra cámara. Pero eso sería en un mundo muy diferente al que estamos, donde por suerte o por desgracia, el precio del equipo es un factor bastante determinante cuando nos lanzamos a comprarlo.
Ojo, que no siempre más caro es mejor. Lo ideal es saber primero qué es exactamente lo que queremos y lo que necesitamos. Una vez definido esto, es el momento de iniciar la búsqueda, sea una cámara, un objetivo o cualquier otro tipo de accesorio fotográfico. Y esa búsqueda debe ser extensa y en profundidad para luego no tener que arrepentirnos de algo que hemos adquirido y que no cumple nuestras expectativas.
Afortunadamente para todos nosotros, cada día hay más alternativas a la hora de adquirir equipo fotográfico, y hay muchas marcas de terceros que sacan productos de gran calidad a precios más comedidos que las marcas originales.
Esto lo vemos mucho en el campo de los objetivos, y aquí llegamos a la cuestión que nos ocupa en este artículo. Marcas como Sigma o Tamron apuestan cada vez más por el desarrollo de ópticas de gran calidad con precios interesantes.
¿Quizá no están a la altura de las marcas de ópticas nativas de la cámara? ¿Quizá sí? En este artículo vamos a analizar dos lentes gran angular que se convierten en buenas alternativas a la lente Sony GM 16-35 f/2.8 de Sony, cuyo coste ronda los 2.500€ aproximadamente.
Comparativa Sigma 14-24mm vs. Tamron 17-28mm
Aunque no son exactamente la misma focal, podemos decir que las usaremos para el mismo fin en la mayoría de ocasiones, sobre todo para fotografía de paisajes, astrofotografía o fotografía de arquitectura.
A continuación vamos a hablar de las principales características de los siguientes objetivos:
1. Construcción, Tamaño y Peso
Hablemos primero de la construcción de estos dos objetivos. Lo primero que notamos cuando sostenemos uno y otro es que el Sigma es mucho más pesado que el Tamron.
En concreto, estamos hablando de que el Sigma llega a pesar 795 gramos frente a los 420 gramos del Tamron. ¿Esto es relevante? Bueno, puede que no sea el punto más importante, pero si pretendes hacer largas caminatas cargando con tu equipo, puede que el peso sí que tenga importancia a la hora de escoger uno u otro.
¿Pero a qué se debe ese peso extra? Pues si echamos un vistazo al Sigma vemos que su tamaño es mayor, y además su construcción es bastante más sólida y robusta que la que presenta el Tamron. Eso es porque su construcción es prácticamente toda metálica, mientras que en el caso del Tamron es casi toda de plástico.
Ambas lentes están selladas y son resistentes al polvo y las salpicaduras, algo que da cierta tranquilidad sobre todo si somos fotógrafos de paisaje. No obstante, en este sentido, el Sigma parece más resistente por la construcción de sus materiales.
Por otro lado, la lente de Sigma también ocupa más en parte debido a que esta lleva incorporado el parasol de manera fija. Un parasol de plástico pero resistente, que protegerá la lente curva de posibles golpes. En el caso del Tamron el parasol sí que podemos ponerlo y quitarlo, lo cual ayuda a que esta sea más compacta.
Respecto a qué botones podemos encontrar en estas lentes, el Sigma tiene una pestaña para cambiar de manera directa el foco de manual a automático, y además cuenta con un botón para bloquear el enfoque o para asignarle otro tipo de función. El Tamron sin embargo no posee ningún botón. Si queremos cambiar el enfoque deberemos hacerlo a través del menú de la cámara, algo que resulta menos práctico sin duda.
Otro punto que hay que comentar sobre estos objetivos es el de los anillos de enfoque y zoom. Del Sigma podemos decir que van realmente fluidos, y funcionan muy suaves. En el Tamron también funcionan de manera muy suave, aunque hay algo que seguro que choca a más de uno, y es que están invertidos en orden para lo que solemos estar acostumbrados. El anillo de delante es el que cambia la focal, y el posterior que está más cerca del cuerpo es el de enfoque. No es que sea gravísimo en absoluto, pero deberemos acostumbrarnos a este pequeño cambio.
2. Nitidez
Si hay algo que nos interesa especialmente cuando buscamos una lente para nuestro equipo es la nitidez y el rendimiento óptico de esta. En este sentido, tanto el Sigma como el Tamron responden muy bien, y para comprobarlo hemos estado haciendo fotografías tanto con una focal como con la otra.
Por normal general adquirimos estas lentes porque necesitamos un campo de visión amplio, así que la mayoría de veces las utilizaremos con su focal más corta, en el caso del Sigma a 14mm y en el del Tamron a 17mm.
Ambos nos muestran un gran nivel de detalle, y aunque en algún momento concreto (utilizando distancias determinadas a aperturas determinadas) puede que uno sobresalga más que el otro, lo cierto es que ambos se comportan estupendamente.
Como una sencilla prueba de nitidez, hemos sacado la cámara al balcón para realizar la siguiente fotografía con ambas focales en 20mm a f/5,6, el punto dulce de estos objetivos. Como podréis observar, los resultados en cuento a nitidez son muy similares.
Por supuesto, lo ideal sería comparar estas pruebas con la lente de GM de Sony, una lente muy alabada por su alto nivel de detalle, para poder sacar conclusiones más claras, es obvio.
Pero viendo estos dos casos aislados que son con los que estamos trabajando, podemos decir que ambas lentes nos ofrecen una nitidez muy buena. En algunos puntos destaca un poco más una que otra, pero nada que incline la balanza radicalmente hacia un lado u otro.
3. Viñeteo y Aberraciones Cromáticas
¿Qué otra cosa nos interesa estudiar de una lente gran angular como lo son estas dos? Pues algunos defectos como el viñeteo o las aberraciones cromáticas que pueden producir.
Para ello, lejos de ser una prueba exacta y científica, hemos realizado una serie de fotografías iguales en un interior, con la distancia focal más corta y más larga de cada objetivo, y con diferentes aperturas. Para realizar la prueba del viñeteo hemos escogido un fondo blanco, ya que en él se verá más acusado.
Viendo esta prueba, podemos concluir que el Sigma presenta un poco más de viñeteo en las esquinas sobre todo en aperturas más amplias y a 14mm, aunque este inconveniente lo podemos subsanar fácilmente en el momento de la edición, por lo que no supone un gran inconveniente.
Para comprobar el tema de las aberraciones cromáticas, hemos realizado primero una prueba haciendo una foto a un set en contraluz. Como podéis contemplar en las fotos, si hacemos zoom sobre las imágenes no percibimos ningún halo de color.
Y para ir un paso más allá, hemos querido realizar también el siguiente test para detectar aberraciones cromáticas, que consiste en disparar a una imagen con fuerte contraste como la siguiente. Y lo hemos hecho con una apertura de f/2,8 en diferentes distancias focales. Tanto en el caso del Sigma con en el del Tamron apenas podemos distinguir la aparición de aberraciones es mínima.
4. Distancia Focal
Ambas lentes son gran angular, en el caso del Sigma un poco más ya que su distancia focal varía de los 14mm hasta los 24mm, mientras que en el caso del Tamron varía desde los 17mm a los 28mm.
¿Cuál es mejor? Bueno, pues esto dependerá un poco de para qué vayamos a usar la lente, aunque las diferencias en ambos extremos (14mm vs. 17mm - 24mm vs. 28mm) tampoco van a ser enormes.
Lo bueno es que en los dos casos el zoom es interno, lo cual resulta bastante cómodo para trabajar ya que la lente no va a expandirse y ocupar más espacio.
En cuanto a la distorsión de estas lentes, ya sabemos que muchos objetivos (sobre todo aquellos que son zoom) suelen sufrir lo que se conoce como distorsión esférica de la óptica. En el caso de las lentes grandes angulares esa distorsión es de barril, y eso significa que cuando fotografiamos una escena con líneas rectas veremos que estas se curvan hacia fuera. Veamos en el caso del Sigma y del Tamron como se comportan.
En este caso, y viendo el resultado de las 3 pruebas de cada objetivo, disparando a una imagen con líneas rectas a la mínima focal, a 20mm y la máxima focal de cada objetivo, sí que notamos que en conjunto la distorsión que presenta el Sigma es inferior a la del Tamron.
5. Hojas del Diafragma
Respecto a las hojas del diafragma de estas lentes, el Sigma tiene una apertura de 11 hojas, mientras que el Tamron tiene 9. ¿En qué afecta en número de palas del diafragma? En este artículo te lo explicábamos con ejemplos. Por ejemplo, podemos notarlo cuando queremos conseguir el efecto estrella en nuestras tomas.
Dependiendo del número de palas que tenga nuestra lente verás que la fuente de luz de tu foto tendrá más o menos picos. Y por supuesto también afectará a la forma del bokeh.
Aunque esta lente se utiliza sobre todo para fotografía de paisaje, y por lo tanto el bokeh no es un recurso del que abusemos con ellos, tanto en un caso como en otro (y trabajando a una apertura de f/2,8) podremos conseguir un bonito bokeh en ambos casos, aunque el del Sigma parece ligeramente más suave.
6. Estabilización
Respecto a la estabilización de imagen, ninguno de los dos objetivos cuenta con ella, a diferencia de la lente GM de Sony de la que hablábamos antes.
Es una lástima, pero bueno, también es cierto que las cámaras modernas de Sony ya incorporan prácticamente todas el sistema de estabilización de 5 ejes en el cuerpo, por lo que tampoco es un drama. Además, en este tipo de lentes tan angulares tampoco es algo esencial, y también hay que tener en cuenta que muchas veces trabajaremos sobre trípode al tener que usar filtros de densidad neutra para capturar un determinado paisaje.
Otro tema es si lo vamos a utilizar para vídeo, en el que sí que podemos echar un poco más en falta ese extra de estabilidad. Aunque bueno, los videógrafos al final siempre terminan por adquirir un estabilizador manual, o los ahora populares gimbals motorizados, que permiten mucho más juego de movimientos y una estabilidad superior. Además, en este punto al tener los dos un zoom interno resulta perfecto para calibrarlos una vez y olvidarnos aunque vayamos cambiando de focal.
7. Enfoque Automático
En cuanto al enfoque automático lo cierto es que ambas lentes rinden muy bien, siendo el enfoque fluido y silencioso en las dos. Además, también son compatibles con la detección de rostros y ojos que incorporan las cámaras Sony.
Por otro lado, otro dato importante es la distancia mínima de enfoque de estas lentes, que para ser grandes angulares es sorprendente. Por un lado tenemos el Sigma, que permite enfocar a una distancia de 28 cm, y por otro el Tamron que nos permite enfocar a tan solo 19 cm.
Para que te hagas un idea, hemos realizado las fotografías del mando a distancia acercándonos todo lo que nos permitían los objetivos, disparando a 20mm con ambas lentes. Con el Tamron podemos enfocar un poco más de cerca como podemos observar.
Esto sin duda es un dato muy curioso, ya que podremos hacer fotografías con primeros planos muy atractivas, e incluso lograr desenfoques y bokeh si además trabajamos con la apertura máxima de estas lentes, que es de f/2,8.
8. Sistema de Filtros
Estos dos objetivos se utilizan mucho en fotografía de paisaje, por lo que es normal preguntarse cuál es el mejor sistema de filtros para cada uno.
En el caso de Sigma hay que señalar que los filtros circulares no son una opción, ya que no podemos quitar el parasol de la lente. Sin embargo, eso no significa que no podamos utilizar filtros. Podemos optar por el tradicional sistema de portafiltros cuadrado, solo que necesitaremos tamaños muy grandes (asumiendo que cuánto mayores son los filtros también lo es su coste), o podemos optar por el novedoso sistema de filtros para el que esta lente está totalmente preparada.
Se trata del sistema de filtros insertables en la lente, del que ya te hablábamos en este otro artículo. Disponemos de un filtro de dimensiones muy pequeñas que ponemos en la parte posterior de la lente con un sistema de pestaña que este lleva incorporada. Eso sí, aunque el coste de estos filtros es más económico, solo podremos utilizar un filtro ND.
Sin embargo, la lente Tamron ha optado por trabajar con el mismo diámetro en toda sus lentes para el sistema de Sony con montura full frame (67mm), y esto si tenemos varias de ellas resulta muy cómodo porque podemos trabajar con los mismos filtros en todas, incluidos los redondos.
9. Precio
Y ahora hablemos del precio, porque como e decía al principio, lo queramos o no, el presupuesto siempre es un factor determinante a la hora de adquirir equipo.
Partimos de que el 16-35mm f/2.8 G Master de Sony ronda los 2.500 euros. Hablamos de una óptica de grandísima calidad y con una nitidez extraordinaria, pero que no se encuentra al alcance de todos los bolsillos.
El Sigma, baja su precio a los 1.4oo euros aproximadamente, una diferencia bastante notable, y más teniendo en cuenta que seguimos estando ante un objetivo de gran calidad.
Y por último, tenemos el Tamron, que tiene un coste de 850 euros aproximadamente.
Como veis hay una diferencia sustancial entre el precio de las tres lentes, que debemos entender que se debe a los diferentes puntos que hemos ido viendo a lo largo del artículo.
El Veredicto Final
Ambas lentes son extraordinarias, así que te decidas por la que te decidas obtendrás buenos resultados. Obviamente cada una tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles como hemos visto, por lo que deberás valorar de qué puedes prescindir antes de optar por una u otra.
En mi caso terminé optando por el Tamron, porque aunque hay algunos detalles que me perdía, el coste es mucho menor, la calidad óptica sigue siendo buena, el peso también es inferior, y puedo seguir utilizando mi sistema de portafiltros de 100mm sin tener que invertir en otros nuevos sistemas.
Eso por supuesto no significa que el Sigma sea peor, en absoluto. Hay muchos puntos en los que supera al Tamron, pero como os digo siempre, no se trata de comprar lo mejor del mercado o lo más caro, sino lo que mejor se adapta a vuestras necesidades.
¿Aún tenéis dudas? Espero que con este artículo hayáis despejado muchas de ellas.