Aunque no soy un gran maestro de la fotografía de moda sí que llevo suficiente tiempo como para dar algunos consejos a aquellos que quieran iniciarse en este mundillo. La fotografía de moda es distinta del retrato: la primera quiere destacar la ropa y la actitud de la modelo o a ésta misma (dependiendo de su finalidad), para crear imagen de la marca y vender su producto. El retrato, por el contrario, destaca a la persona. Sin embargo, son disciplinas que pueden mezclarse.
Con el tiempo, aprenderemos qué se nos pide y qué necesitamos, dentro de lo que es un mundo más profesional. Pero eso es ya otro tema, mientras tanto, no tengas miedo de experimentar.
1. Observa a otros y fíjate en los grandes
Gracias a Internet tenemos acceso a cantidades ingentes de imágenes. Redes como 500px, Deviantart, Flickr, etc, ponen a nuestro alcance todo ese contenido creativo, lleno de ideas y del cual podemos aprender mucho. Además, también encontrarás las web personales y portfolios de los grandes maestros (como por ejemplo, el español Eugenio Recuenco). Observa los recursos, la composición, los encuadres... Este es el mejor modo de aprender.
La fotografía de moda tiene su propio discurso y la mejor forma de conocerlo es observando, pero no te limites a eso, lee, infórmate. Desarrolla tu criterio estético, es importante.
2. Crea un buen concepto
La fotografía de moda, a pesar de lo que se pueda pensar, no es fría y aleatoria. Como ya he comentado, tiene su propio discurso, más especial, pero debemos conocerlo.
Para que los trabajos tengan calidad es importante la creación de un buen concepto. Puede ser una actitud que quieras que la modelo transmita, una estética o una historia, a veces se mezclan. No hace falta que sea muy elaborado ni que integre muchos elementos, recuerda que en fotografía menos es más. Con que sea de calidad es suficiente.
3. Planifica
En fotografía de moda la planificación es muy importante. Hay que ser detallista e intentar no dejar nada al azar ya que es el modo de acercarse más a la idea original, de hecho, es muy difícil conseguir con exactitud lo que uno se propone en un principio. Elige los elementos de la sesión (maquillaje, vestuario, localización, iluminación, etc) en función del concepto. Hazlo con cuidado y criterio, háblalo con tu equipo, porque he llegado a ver verdaderos despropósitos. recuer
Hay que tener en cuenta todos los factores, tanto los que dependen de ti, como los que no (luz, tiempo atmosférico, etc). A este nivel, el fotógrafo suele ser el que organiza la sesión y coordina al equipo, y esto es lo más difícil, puedo asegurarlo.
4. Escoge tú mismo tus modelos
Los modelos pueden ser amigos o familiares, mejor aún si alguno es aficionado al modelaje, o bien, puedes recurrir a los intercambios (tema que merece artículo aparte) a través de redes como Fotoplatino, Fotopunto, Nosolotop, etc, por poner varios ejemplos. Entre ambas opciones, yo personalmente me decanté por (y sigo utilizando más) la primera; amigos y gente que me presentan o voy conociendo. Los escasos intercambios que he realizado, los he seleccionado con mucho cuidado y han salido bien.
Comienza a trabajar con gente con experiencia similar a la tuya y escoge tus modelos con cuidado, que se ajusten a tu idea, y pídeles fotos actuales. Es positivo si os reunís los miembros que vais a trabajar juntos días antes para que os conozcáis y no os llevéis sorpresas. De todos modos, esto no siempre es posible y debe aplicarse a los intercambios, no a los trabajos remunerados.
5. La ropa es importante
Recordemos que el propósito de la fotografía de moda, a parte de marcar tendencias y asociar una actitud o concepto a una marca, es vender la ropa. Tiene que verse y estar bien elegida. Podéis pedir consejo a algún conocido que le guste la moda y se le de bien, colaborar en intercambios con un estilista o ir a una tienda y pedir lo que lleve puesto el maniquí que, a fin de cuentas, está vestido por estilistas de la firma. Si hacéis esto último, tratad la ropa con sumo cuidado y no le quitéis la etiqueta, si luego la queréis devolver. ¡Aseguraos de que la tienda en cuestión realice devoluciones monetarias y no en forma de cupón!
6. Coordina y supervisa, pero también delega.
Siempre con respeto. El fotógrafo suele ser el organizador, el que coordina y organiza la sesión y el que acaba por plasmar la idea a través de su cámara. Esto no quiere decir que debamos ser controladores, todo lo contrario, hay que dejar trabajar al equipo, el resultado es fruto de la aportación de cada uno. Sin embargo, es bueno que supervisemos en cierta medida para asegurarnos que el trabajo de cada parte coincide con lo que se había hablado previamente. Pero no nos equivoquemos, no agobiemos, nuestra presencia no debe notarse y sólo hay que intervenir cuando sea necesario.
7. No tengas miedo de experimentar
Si estamos empezando, no tengáis miedo de experimentar, sobre todo en los intercambios. No se espera un trabajo concreto de vosotros (más allá del acordado previamente), sólo que deis lo mejor que tenéis, igual que lo hará el resto de participantes de la sesión. Investigad la luz, las formas, la composición, etc. Esta es una de las formas de forjar vuestro estilo personal. Eso sí, como siempre, todo con cabeza. No tengáis miedo a equivocaros, pero intentad no hacer un despropósito.
8. Aceptad las críticas
Como todos sabemos, siempre que sea una crítica constructiva, es positivo reflexionar sobre la misma y comparar lo que nosotros creemos correcto y lo que el otro ha opinado. Probablemente, si lo hace con buena intención, tenga su parte de razón en aquello que diga. Sed humildes, aceptad las críticas, tomadlas todas en cuenta y quedaos con lo útil de cada una.
9. No olvides que a fin de cuentas, es fotografía
Como podéis comprobar, la fotografía de moda se aleja bastante de otros estilos, pero eso no significa que aparte de estos consejos, podáis aplicar lo mismo que se lleva a cabo en las demás disciplinas: sed creativos, dentro de la planificación buscad la espontaneidad y sed fieles a vosotros mismos. Además, dentro de las sesiones podéis combinar el retrato y captar las poses naturales de los modelos, aquellas alejadas de la tónica general de la moda.