Uno de los consejos básicos a la hora de componer una buena foto es vigilar el fondo. Un fondo inadecuado puede arruinar la que de otra forma habría podido ser una gran foto, y en la mayoría de las ocasiones, teniendo un poco de cuidado a la hora de hacer la foto, podríamos evitar perder ese gran momento.
En el siguiente artículo te damos una serie de consejos con los que podrás mejorar tus fotografías, simplemente vigilando su fondo. ¿Te animas a descubrirlos?
Cuando hacemos una foto, estamos recogiendo una escena con unas proporciones de alto por ancho; es decir, estamos decidiendo un encuadre. En esas proporciones mostramos todo lo que cabe, ya sea deseado o no. Por eso es tan importante asegurarte de que todo lo que aparece en tu foto, aparece porque tú quieres, no porque "se ha colado".
1. Comprueba el fondo antes de disparar
Sin duda, esta es la primera acción a realizar. Cuando mires por el visor o la pantalla de tu cámara, fíjate en toda la escena y no solo en el centro de interés.
Muchas veces estamos tan centrados en el elemento central de la foto que nos olvidamos de comprobar el resto de detalles. El encuadre y el fondo son algo tan importante como el elemento protagonista de nuestra foto. Si crees que no les has prestado suficiente atención al disparar te recomiendo que revises en el momento la foto en la pantalla de tu cámara. Será mejor darse cuenta a tiempo y repetir la toma, que ver que el fondo no era el adecuado cuando pasemos las fotos al ordenador.
2. Mueve al sujeto (o muévete tú)
Si te has dado cuenta de que hay algún problema con el fondo de la foto, esta es la siguiente acción que deberías realizar. Puedes mover al elemento clave, o pedirle que se mueva si es una persona. Sin embargo, en fotografía de retrato corres el peligro de que la persona pierda su naturalidad si empiezas a cambiarla de posición
Por eso, muchas veces será mejor que seas tú quien se mueva para encontrar el fondo perfecto. Además, no siempre vas a tener la ventaja de poder mover al elemento central de tu foto, ya que muchas veces será un árbol, un edificio, un insecto... Todos estos elementos te obligarán a ser tú el que se mueva para encontrar el mejor fondo.
3. Cambia de ángulo
Se darán circunstancias en las que por mucho que te muevas alrededor de tu objetivo, no consigas un buen fondo. En ese caso, prueba a cambiar el ángulo desde el que estés haciendo la foto.
Apuntando hacia arriba o hacia abajo puede que consigas eliminar ese elemento del fondo que te está molestando. No obstante, ten en cuenta que un cambio de ángulo cambiará también el sentido de la foto.
4. Juega con la apertura
Como ya vimos en el artículo relacionado con la apertura, a mayor apertura del diafragma, menor profundidad de campo, es decir, conseguiremos que nuestr fondo esté más desenfocado.
Si consideras que el fondo no aporta a la composición de la foto que estás realizando, prueba a abrir el diafragma lo que puedas, ajustando el resto de parámetros para que la foto quede correctamente expuesta. Esto te ayudará a centrar la atención en el elemento principal de la foto, sin que el fondo le reste protagonismo o distraiga la vista.
5. Juega con la distancia focal
El otro factor que afecta a la profundidad de campo es la distancia focal empleada.
A igualdad de apertura, el fondo quedará más desenfocado cuanto mayor sea la distancia focal utilizada. Así que, si dispones de un objetivo de focal variable y quieres que el fondo salga más desenfocado, puedes probar a utilizar una focal más larga. Para eso, un teleobjetivo será el mejor objetivo que puedas utilizar.
6. Llena el encuadre
Una buena alternativa para eliminar elementos que puedan generar distracción en la foto es sacarlos de la foto.
Si consideras que algo no aporta nada a la composición, o incluso llega a distraer la atención en el punto clave de la fotografía, prueba a rellenar el encuadre. Es decir, intenta ajustar el encuadre para que tu centro de interés ocupe más espacio en la foto y esos elementos distractores queden fuera de ella.
7. Busca espacios abiertos
Este consejo puede resultar de "perogrullo", y la mayoría de las ocasiones no podremos aplicarlo porque no habremos planificado nuestra sesión fotografica, pero en caso de poder hacerlo previamente, piensa en un escenario con espacios abiertos, donde la distancia entre el frente (lo que queremos fotografiar) y el fondo sea la mayor posible.
Con estos espacios abiertos tendremos más libertad a la hora de usar determinadas aperturas y distancias focales para conseguir los fondos borrosos que deseamos.
8. Haz tu propio fondo
Si estás trabajando en casa y tienes un espacio que utilices habitualmente para fotografía, puedes crear tu propio fondo. Al fin y al cabo, así es como trabajan muchos profesionales en el estudio. Incluso puedes usarlos en exterior si son lo suficientemente portátiles.
Puedes improvisar un fondo más o menos uniforme valiéndote de unas telas, cartulinas o vinilos. Incluso puedes probar a fabricarte tu propio portafondos, usando simplemente unos tubos de PVC, unas pinzas y tela. Es cuestión de echarle imaginación y probar alternativas diferentes.