Si tienes hijos pequeños y te encanta la fotografía, más tarde o más temprano, te surgirá esta inquietud. ¿Cuál es la mejor manera de introducir a tus hijos en el apasionante mundo de la fotografía? Pues en este artículo te traigo una serie de consejos para afrontar esta situación y conseguir buenos aliados para tus salidas fotográficas en tu entorno más cercano. ¿Los revisamos?
Objetivo: Enseñar Fotografía a los Más Pequeños de la Casa
Cada uno tiene su propia visión del mundo, y cuando hablamos de niños, las diferencias aún son más evidentes. La inocencia que les caracteriza marca la manera en la que ven aquello que les rodea, y si les das la oportunidad de retratar su entorno con una cámara y que te enseñen su propia visión, seguro que descubrirás perspectivas de lo más originales.
Y no solamente eso, sino que también puedes aprender lecciones de fotografía de los más pequeños de la casa. Así que ya sabes, si tienes un hijo, un hermano pequeño, un sobrino o un niño próximo a ti al que puedas enseñar fotografía, prueba a intentarlo siguiendo los consejos que te doy a continuación.
1. Apóyales Si Demuestran Interés por la Fotografía
Es muy normal que, si tienes hijos pequeños y te ven con la cámara, quieran cogerla. Les llama la atención cualquier objeto nuevo, y más si es uno de sus padres o familiares cercanos quien lo maneja.
Seguramente te haya ocurrido esta situación y hayas pasado por la encrucijada de dejarles o no tu cámara. Por un lado, te entusiasma que puedan estar interesados por la fotografía, pero por otro, temes por la integridad de tu equipo. Tienes ante ti la oportunidad de introducirles en el maravilloso mundo de la fotografía, pero, ¿cómo hacerlo?
2. Permite que Tengan su Propia Cámara
La primera decisión que debes tomar es si dejar en sus manos tu equipo fotográfico o darles el suyo propio. Antes te hablaba del respeto que uno siente de dejar a sus hijos su cámara, y más cuando es el primer contacto que tienen con ella. Independientemente del valor de nuestro equipo, le tenemos aprecio y no pretendemos que sufra ningún daño.
Por eso, sin duda, la mejor opción es que dispongan de su propia cámara. De este modo limitarás el riesgo al que se verá sometido tu equipo, y probablemente una cámara más sencilla les resulte más útil al principio.
3. Enséñales a Cuidar su Equipo
Una de las ventajas de que dispongan de su propia cámara es que aprendan a cuidar su equipo. Piénsalo, tienes una oportunidad de enseñarles a manejar la cámara y los cuidados que ésta requiere sin que tu propia cámara sufra las consecuencias.
Así, podrás formarles en el uso y cuidado del equipo, la preparación antes de las salidas fotográficas, a cómo sostener la cámara de forma segura, y qué hacer con ella una vez hayan terminado de hacer fotos.
4. Adapta la Configuración a su Edad y Habilidades
Lo bueno de que dispongan de su propio equipo es que puedes buscar una cámara más sencilla de utilizar para ellos. Y es que en la mayoría de las ocasiones una cámara réflex no es la mejor opción para que un niño empiece a adentrarse en el mundo de la fotografía.
Además, los niños al principio no van a centrarse en cómo configurar los parámetros de la cámara, sino que lo que quieren es captar una imagen de su entorno de la manera más sencilla posible, y centrándose más en la idea que en la técnica.
Es por ello que con una cámara más simple podrán empezar a hacer fotos sin demasiadas complicaciones de tipo técnico y dejar estas cuestiones para más adelante.
5. Déjales que Jueguen con la Cámara
Ten paciencia con los resultados y no esperes nada especial de sus primeras fotos. Probablemente les cueste hasta trabajar el encuadre... pero es normal ¡acaban de empezar!
Además, si son pequeños, para ellos será simplemente un juguete, un juguete con el que imitarte. Pero poco a poco podrás ir mejorando con ellos, a medida que vayan haciendo más fotos y cogiendo práctica.
Por eso, al principio, simplemente déjales que hagan fotos. Que disparen, que vean en la pantalla el resultado, que vuelvan a disparar... Y que se diviertan con la fotografía.
6. Revisa con Ellos las Fotos
El proceso de aprendizaje y generación de interés pasa por ir revisando con ellos los resultados obtenidos. Por eso, es importante que repases las fotos con ellos después de una sesión, mirándolas una a una y preguntándoles cosas como qué les parecen las fotografías o qué habían visto en ese momento para tomar la captura.
Con ello conseguirás atraer su atención hacia la fotografía más allá de simplemente imitarte en el momento de hacer la foto, y descubrirán que hay un proceso cuando uno ya ha disparado.
7. Enseña las Mejores Fotos
Cuando revises las fotos con ellos, pídeles que elijan aquellas fotos que más les hayan gustado o que más les hayan llamado la atención. Déjales que hagan una selección bajo sus propios criterios e imprime alguna foto para dejarla en algún lugar visible. Puede ser en un marco en su habitación o pegada con un imán en la nevera... Básicamente en un sitio donde puedan ver día a día las fotos y recordar el motivo por el que están allí, y así se animen a sacar otro día la cámara para hacer más fotos.
Repite este proceso con frecuencia y no dejes la misma foto puesta durante demasiado tiempo, o se acabarán acostumbrando a ver la misma foto y empezará a pasar desapercibida al cabo del tiempo.
8. Facilítale Mecanismos para Aprender Fotografía
A medida que se vayan interesando por la materia puedes irles facilitando libros de fotografía, llevándoles a exposiciones, enseñándoles galerías... En definitiva, poniendo en sus manos los medios necesarios para profundizar en el conocimiento más allá de lo que tú mismo les puedas enseñar.
¿Tienes Niños? ¿Has Empezado a Introducirles en el Mundo de la Fotografía?
Como has comprobado, los niños pueden ser los protagonistas perfectos para nuestras fotos, pero también pueden convertirse en los artífices de éstas.
Si te encuentras en esta situación, seguro que has utilizado algún truco propio que te ha servido. Cuéntanos qué has hecho y ayúdanos a completar esta lista de consejos.