¿Es el trípode un accesorio fundamental para cualquier fotógrafo? La respuesta es un rotundo sí. Sin él hay muchas fotografías que no podríamos hacer, así que me atrevería a decir que debería ser el primer accesorio que adquirir tras haber comprado tu cámara.
Si no dispones de un trípode estás perdiendo una gran oportunidad de hacer fotos increíbles en una serie de situaciones determinadas. ¿Quieres saber a qué tipo de fotos me refiero? ¡A continuación te lo cuento!
El Trípode: Un Accesorio Fundamental
¿Verdad que no podrías hacer muchas de las tareas cotidianas sin tu brazo o tu mano? Bueno, pues aunque este sea un ejemplo extremo (y no por lo de que el brazo sea una extremidad), tampoco puedes hacer muchos tipos de fotografía si no dispones de un trípode.
El trípode es como nuestras extremidades, una extensión de nuestro cuerpo (en este caso el de la cámara) que nos hace posible la realización de determinadas tareas (fotografías).
A la hora de comprar un trípode nos resultará de gran ayuda conocer cuáles son las partes de las que se compone, y qué uso vamos a darle, porque hay infinidad de trípodes entre los que podemos elegir. En esta guía te recomendábamos algunos de los más destacados para que tu compra sea mucho más sencilla y adaptada a tus usos.
Y ahora vamos a lo que de verdad nos interesa y que te estarás preguntando. ¿Qué tipo de fotografías nos estamos perdiendo si no disponemos de un trípode?
1. Salidas y Puestas de Sol
Independientemente de las ventajas que te ofrece un trípode en cuanto a la fotografía de paisajes, como conseguir una mayor nitidez y profundidad de campo, las fotos de las salidas o puestas de sol se complican en exceso sin la ayuda de un trípode.
Sobre todo aquellas que hacemos durante la hora azul, uno de los momentos más deseado por los fotógrafos. Este tipo de imágenes suelen tener exposiciones de varios segundos, ya que la luz de la escena empieza a ser escasa y es por ello que necesitamos trabajar con velocidades más lentas para que le entre más luz al sensor.
Pero para poder hacerlo es necesario contar con un trípode, ya que si hacemos la toma a pulso seguramente saldrá movida.
2. Agua en Movimiento
Cualquier foto que recoja el movimiento requiere de un trípode para que las zonas estáticas no salgan movidas o trepidadas. Sobre todo en fotos de agua en movimiento ésto es especialmente necesario.
Tanto en ríos, cascadas, el mar o incluso el agua de una presa o una fuente, el efecto seda del agua se consigue con exposiciones por lo general cuanto más largas mejor. De hecho, un buen complemento para estas situaciones es un filtro de densidad neutra, sobre todo si hacemos estas tomas durante el día, ya que éste nos servirá precisamente para poder alargar el tiempo de exposición sin que la imagen salga sobreexpuesta.
¿Se te ocurre alguna manera de hacer esto sin un trípode?
3. HDR: Alto Rango Dinámico
¿Te acuerdas de cuándo hablábamos de cómo hacer bracketing de exposición y conseguir espectaculares fotografías en HDR? Por si no lo haces voy a refrescarte la memoria.
Esta técnica básicamente consiste en realizar varias tomas con diferentes exposiciones manteniendo el mismo encuadre en todas ellas, y para ello el trípode es esencial. El propósito del HDR es poder conseguir una imagen con mayor rango dinámico, y lograr una exposición equilibrada en imágenes en las que hay un fuerte contraste lumínico.
¿Podemos hacerlo sin trípode? Sí, podemos, aunque por supuesto el resultado será mucho mejor si contamos con uno, porque será más sencillo apilar las fotos en edición sin que aparezcan posibles fallos, por no hablar de que sí trabajamos con un trípode seguro que obtenemos un mayor grado de nitidez.
4. Fotografía Nocturna
La fotografía es luz, y si ésta es escasa entonces nos tocará configurar la cámara con aperturas amplias, ISOS altos y también velocidades lentas para que le pase la máxima luz posible al sensor. Estos son los valores que conforman el famoso triángulo de la exposición y con los que logramos que ésta sea adecuada.
Ya sabes que velocidad lenta es igual a "necesitamos un trípode" (o al menos un punto de apoyo), ya que de lo contrario la fotografía saldrá trepidada.
Cuando realizamos fotografía nocturna, como fotos a las estrellas, la vía láctea, las ciudades de noche o incluso practicamos técnicas como el lightpaintg, si no tenemos trípode es imposible hacer este tipo de tomas.
El trípode es el soporte que necesita nuestra cámara para mantenerse inmóvil durante la captura y lograr exposiciones adecuadas sin trepidación. Es por eso que este accesorio resulta un imprescindible para la fotografía nocturna.
5. Time Lapse
Si has visto alguna vez un timelapse seguro que te has quedado hipnotizado, y seguro que te has dado cuenta de que la cámara apenas se movía. Es uno de los requisitos precisamente para hacer un timelapse, que la cámara se mantenga inmóvil, o al menos que el cambio de encuadre sea muy sutil entre toma y toma.
Piensa que un timelapse no es otra cosa que una secuencia de fotos seguidas con segundos de diferencia entre toma y toma, con el propósito de crear un clip de vídeo en el que se recoja el movimiento de los elementos que aparecen en el encuadre. Así pues, si en cada imagen consecutiva aparece un encuadre distinto, no conseguiremos que sea un timelapse. El trípode en este caso también es el mejor aliado del fotógrafo.
6. Fotos de Grupo o Autorretratos (en las que Salgas Tú)
¿Cuantas veces has estado por ahí con tus amigos, llega el momento de la clásica foto de grupo, y alguien se tiene que quedar fuera para poder hacer la foto? Seguro que más de una. Y seguro que en la mayoría te ha tocado a ti quedarte fuera por ser el fotógrafo del grupo.
Con un trípode solventas la situación sin mayor problema. En combinación con el temporizador de la cámara resuelves la papeleta.
Encuadras, disparas, vas corriendo a ponerte en el hueco que te han dejado, sonríes, y ¡zas! Ya tienes la foto de grupo que siempre has deseado... ¡en la que sales también tú!
Y todavía es más fácil si cuentas con un disparador remoto inalámbrico, ya que podrás colocarte tranquilamente con el grupo y darle al botón de disparo justo en el momento exacto que quieres.
Esto mismo ocurre en el caso de los autorretratos. Puedes hacerte muchos selfies con tu móvil y tu palo selfie, pero si quieres que la foto esté hecha con la cámara tu mejor opción será contar con el trípode.
7. Fotografías Panorámicas
Bueno, seguro que en más de una ocasión has hecho una panorámica haciendo las fotografías a pulso y no sobre un trípode, y aunque luego en edición cueste un poco más de montar, al final el resultado es correcto.
Solo si has probado a realizar una panorámica montando la cámara en el trípode sabrás cómo cambian los resultados en cuanto a nitidez y también a la hora de montar la pano en edición. Es más costoso pero sin duda merece la pena.
8. Estelas de Luces
Las fotografías de estelas de luces pueden ser espectaculares. Busca un entorno urbano en el que haya objetos que emitan luz y estén en movimiento (como un coche por ejemplo), y deja que tu cámara capte la escena durante unos cuantos segundos. La luz que emite dicho objeto dibujará trazas de luz que sin duda te ofrecerá resultados increíbles y muy vistosos.
Pero al igual que la fotografía nocturna, en este caso también es imprescindible trabajar con un trípode, ya que sino esas trazas aparecerán sin sentido y estarán marcadas por el movimiento de tus manos y no por el del objeto en cuestión. Para experimentar puede ser curioso, pero el resultado no tiene nada que ver, ya que ningún elemento de la escena, por estático que sea, saldrá definido. Una vez más, sin el trípode no podremos lograr este tipo de tomas.
9. Multiexposiciones o Clonaciones de Personas
¿Has probado alguna vez a multiplicarte y clonarte en una misma fotografía? Los resultados pueden ser muy originales, y además el proceso es muy divertido. Pero eso sí, el trípode es un requisito imprescindible.
Como ya te contábamos en este artículo, para poder clonarnos en una fotografía lo que deberemos hacer es realizar una serie de capturas con un encuadre idéntico, en las que nos vayamos cambiando de posición en cada una de ellas, para después en edición apilar todas esas tomas y conseguir que salgamos multiplicados.
Si el encuadre no es el mismo, no podremos hacer este tipo de tomas, así que tenemos un nuevo caso en el que el trípode se convierte en un accesorio fundamental.
10. Macrofotografía
Si te apasionan todas esas fotos que nos dejan ver las maravillas del mundo macro, déjame decirte que el trípode será un accesorio que necesitarás. Piensa que estarás trabajando con una profundidad de campo muy escasa, y que necesitarás toda la estabilidad posible para lograr un enfoque preciso. Cualquier pequeña vibración puede arruinar tu fotografía, por lo que un trípode resulta fundamental en estos casos.
11. Fotografía de Producto
Cuando realizamos fotografía de producto un trípode no solo nos servirá para evitar trepidaciones a la hora de tomar la captura en el caso de que contemos con poca luz, sino que nos ayudará a trabajar de un modo mucho más cómodo.
Con él podremos cuidar el encuadre y establecer una composición determinada, para así poder trabajar la iluminación y la presentación del producto sin tener que volver a recomponer después.
También será indispensable si trabajamos con la opción de tethering, es decir, conectando nuestra cámara al ordenador para poder ver la imagen más grande.
12. Teleobjetivos
Los teleobjetivos son más difíciles de estabilizar que una lente angular. Al tener una distancia focal más larga, se magnifica cualquier vibración causada por el obturador y el espejo de la cámara, así como el movimiento del propio fotógrafo o el movimiento del viento. Como sus máximas aperturas no suelen alcanzar los valores de las lentes fijas, muchas veces nos toca reducir la velocidad para conseguir exposiciones adecuadas, y este es otro factor más que nos empuja a obtener fotos trepidadas.
Para que te hagas una idea, la regla de la focal inversa viene a decirnos que que la velocidad mínima con la que podemos disparar nuestra toma a pulso sin que ésta aparezca trepidada, es empleando como velocidad la inversa de esa focal. Por ejemplo, si estamos utilizando un 200 mm, lo máximo a lo que podemos disparar a pulso sin trepidaciones es a 1/200s. Esto puede ser insuficiente, pero si bajamos y disparamos a pulso la imagen seguramente saldrá movida. Ante ello tenemos una fácil solución, y es emplear el trípode. De este modo garantizaremos la estabilidad y obtendremos imágenes más nítidas.
13. Vídeo
Vale, no es que el vídeo sea un tipo de fotografía, pero seguro que a muchos de vosotros también os apasiona esta otra rama artística, y sin un trípode resulta complicado grabarse a uno mismo o conseguir planos muy estabilizados.
Es cierto que hoy en día las cámaras ya cuentan con potentes estabilizadores que ayudan a disimular los típicos temblores de grabar con cámara en mano, pero aún así o conseguirás que tu imagen sea igual de estable que si la colocas encima de un trípode.
¡No Te Quedes sin Tu Trípode!
¿De verdad vas a perderte todas estas fotografías por no llevar el trípode contigo? Ya has comprobado lo fundamental que resulta este accesorio.
Seguro que hay algún tipo de fotografía más que nos hemos dejado fuera de la lista, así que pedimos tu colaboración para que nos ayudes a terminar de completarla con tus sugerencias a través de los comentarios.