Tienes muchísimas razones para presentar tus fotografías en blanco y negro (ya sea haciéndolas directamente en la cámara o procesándolas luego). El duotono tiene un montón de características que lo hacen especial: es expresivo, es atemporal, es complicado. Es la esencia de la fotografía. Sin embargo, a veces podemos encontrarnos en la tesitura de no saber si presentar una fotografía en blanco y negro o dejarla en color. Es una decisión personal de cada fotógrafo y lo cierto es que hay fotos que piden a gritos el color y otras que reclaman con todas sus fuerzas el blanco y negro. Si todavía no sabes cuándo recurrir a la gama de los grises... ¡Este es tu artículo!
Fotografías Abstractas
Una de las principales características de la fotografía abstracta es que el motivo de nuestra imagen queda total o parcialmente aislado de su entorno, de manera que reconocerlo es mucho más complicado o, incluso, imposible. Dejando de lado otras maneras de conseguir imágenes abstractas, utilizar el blanco y negro en ellas es una de las opciones de las que disponemos. Si eliminamos el color de estas imágenes, seguramente eliminaremos muchas referencias que nos permitirían reconocer el sujeto de nuestra imagen y, por lo tanto, nos será más fácil construir una fotografía abstracta.
Además, como ya sabemos, la fotografía en blanco y negro potencia la composición de las fotografías: las líneas, los pesos visuales. Por todo esto, prescindir del color nos ayudará a crear este tipo de imágenes. Por supuesto, utilizar el blanco y negro no es la única manera de conseguir imágenes abstractas, pero puede ser una buena manera de empezar a probarlo: el duotono nos facilitará este trabajo.
Fotografía de Texturas
También hemos hablado alguna vez de cómo potenciar las texturas de nuestras fotografías mediante la iluminación utilizada en elas. El caso es que utilizar el blanco y negro nos ayudará todavía más a resaltar las texturas de aquello que queramos fotografiar.Y la razón es muy sencilla, la hemos visto ya infinidad de veces: la carencia de color nos ayudará a centrarnos más en la composición, en los contrastes, en los patrones... Así que las texturas, que básicamente son eso: patrones, contrastes lumínicos; serán más evidentes en un blanco y negro que, posiblemente, en una fotografía en color.
Fotografías Dramáticas
En este caso, se utiliza la palabra "dramáticas" con el sentido de "capaces de conmover". Si lo que buscamos es crear una imagen totalmente dramática, que emocione, que transmita cosas; el blanco y negro, seguramente, será nuestro mejor aliado. La carencia de color, además de hacer que la vista se centre más en la composición de la fotografía, también hará más evidente el mensaje que ésta contenga. Además, una fotografía en blanco y negro tiene infinidad de maneras de transmitir un mensaje sólo con las tonalidades de grises que tenga:
- Clave alta. Perfecta para aquellas fotografías que quieran transmitir calma, pureza, luz.
- Clave baja. Para aquellas imágenes más misteriosas o tristes.
- Alto contraste. Para las fotografías más agresivas.
- Diferentes procesamientos. En función de lo que queramos destacar de nuestra fotografía, tenemos multitud de maneras de procesar los colores. Siempre, evidentemente, partiendo de una imagen en color, podremos decidir qué tono de gris corresponde a cada color. Así, se pueden conseguir imágenes muy diferentes entre ellas.
Fotografías de un Momento
Hay fotografías cuyo centro de atención no es otra cosa que un momento en el tiempo: una acción, un gesto, una mirada. Estas fotografías suelen relacionarse muy bien con el blanco y negro porque los elementos como el color pueden llegar a ser superfluos y a llamar demasiado la atención, quitándole protagonismo a lo que realmente nos interesa mostrar en nuestra fotografía. Podemos encontrar estas fotos en multitud de disciplinas fotográficas pero sobre todo las encontraremos en las imágenes callejeras y/o en retratos y, en general, en todas aquellas imágenes en las que dispongas de un sujeto vivo que pueda regalarte alguno de estos momentos.
Fotografías con Dominantes de Color Muy Marcadas o en Situaciones Lumínicas Complicadas
Hay veces que ni con la mayor destreza con el balance de blancos podemos conseguir la imagen tal como la queremos. Esto pasa, sobre todo, cuando tenemos diferentes fuentes de luz que proporcionan luces de colores distintos. Las distintas temperaturas de color con las que podemos llegar a encontrarnos pueden provocar que una fotografía no quede como nos gustaría.
Cuando no podamos controlar este tipo de problemas cambiando, por ejemplo, estas fuentes de luz; nuestro mejor aliado será el blanco y negro que suprimirá todas estas tonalidades indeseadas y le dará, por lo tanto, una iluminación más homogénea a nuestras fotos. Desde luego convertir las imágenes al blanco y negro no solucionará los problemas de iluminación a los que nos enfrentemos antes de hacer una foto, pero aquellos relacionados estrictamente con la temperatura de color pueden ser fácilmente arreglados creando imágenes monocromáticas.
Fotografías Atemporales
Si queremos conseguir una fotografía que sea atemporal, una buena idea será que optemos por el blanco y negro. Ten en cuenta que los colores (de la ropa, del diseño de los carteles... los colores en general) suelen cambiar porque suelen ir unidos a las modas de cada momento. Así que difícilmente podremos separar una fotografía en color de la época en la que esté tomada. Esto no significa, en absoluto, que una fotografía en color no pueda ser atemporal o que una fotografía en blanco y negro sea, automáticamente, atemporal. Si sabemos cómo hacerlo, podremos conseguir ambas cosas.
Además, no olvidemos, tampoco, que los procesados que se da a las fotografías también va por modas. Unas épocas está mejor visto saturar muchísimo las fotos y otras se acercan más a las tonalidades pastel o a los procesados vintage. Sin embargo, el blanco y negro siempre será blanco y negro, sea cuál sea la moda del momento.
Y Aún Así...
Seguro que hay fotografías que no entran en ninguna de las explicaciones anteriormente dadas que casan perfectamente con un blanco y negro. Incluso puede darse que una fotografía descrita en algún punto del artículo, sea más expresiva en color que en blanco y negro. El caso es que sepamos ver cuándo una imagen nos pide un procesado o el otro. Y esto dependerá de un montón de cosas: de la fotografía que estemos haciendo, de la composición de la que dispongamos, de si los colores de la imagen cuentan cosas o no...
Una buena manera de saber si una fotografía pide o no un blanco y negro es probando: quítale todo el color y analiza si es mejor o peor. A veces es algo totalmente subjetivo y será tu opinión personal la que mandará en la decisión final. Otras veces serán los detalles más insignificantes los que determinarán qué manera de tratar el color es la mejor. Observa bien la foto que tienes delante de los ojos y, sobre todo, no tengas miedo a probar.