En fotografía digital, los rollos de película química han sido sustituidos por tarjetas de memoria que, en los últimos tiempos, han crecido explosivamente en cuanto a su capacidad de almacenamiento. SD, CF, xD, MS... para cualquiera de las tecnologías de memoria que existen en la actualidad existen tarjetas en el mercado con la capacidad de almacenar centenares de fotos. Además las puedes utilizar para el transporte de datos entre ordenadores. En el siguiente artículo, te damos una serie de consejos para alargar la vida de tus tarjetas y evitar la pérdida de fotos.
Cuidado al introducir la tarjeta en la ranura
Los conectores de la ranura de tu cámara digital son piezas delicadas. Por otro lado, sea cual sea la tecnología de tu memoria, sólo existe un sentido válido para la inserción: sé muy cuidadoso y no fuerces en ningún caso para introducir la tarjeta. Si aprietas más de la cuenta, en el mejor de los casos dañarás la tarjeta, y en el peor estropearás irreversiblemente la ranura de la cámara.
Reemplaza las baterías antes de que acaben de agotarse
La descarga de las baterías es una de las causas más frecuentes de pérdida de fotos o corrupción total de los datos de la tarjeta. Si las baterías se agotan en medio de un proceso de escritura en la memoria flash, la foto no se almacenará correctamente, e incluso, el sistema de ficheros de la propia tarjeta puede corromperse. Si tu cámara te avisa de que queda poca batería, reemplazala. Y si no tienes otra, deja de usar la cámara.
Retira convenientemente la tarjeta cuando la enchufes al PC
Por la misma razón, si extraes del PC la tarjeta en medio de un proceso de escritura, pueden corromperse imágenes o el sistema de fichero. Es preciso que no haya accesos a ficheros o imágenes de la tarjeta abiertos antes de retirarla. Para estar seguros, espera un par de minutos tras acabar de operar con los datos de la tarjeta antes de retirarla del PC.
Para su transporte, guarda la tarjeta en su funda
Si tienes varias tarjetas, siempre que no estén conectadas a la cámara, guárdalas en la caja que las acompañaban cuando las compraste. Las protegeras ante caídas accidentales y, sobre todo, de la electricidad estática.
Si vuelas, llévalas con el equipaje de mano
A finales de 2004, la Imaging Industry Association realizó un estudio en el que se concluía que las memorias de almacenamiento flash no se veían afectadas por los escáneres ni detectores de metales utilizados en los aeorpuertos. No obstante, los niveles de radiación a los que se somete el equipaje facturable son superiores a los que se utilizan con los pasajeros, por lo que, como medida de seguridad, os recomendamos llevar las tarjetas con el equipaje de mano.
Y, como siempre... haz backups
Ante cualquier eventualidad y, siempre que te sea posible, haz copias de respaldo. Por muy bien que trates tus tarjetas, pueden fallar; por muy bien que las cuides, no estarán libres de los amigos de lo ajeno. Guarda copias backups para el caso en que todo lo demás falle.