Si te has planteado comprar tu primera focal fija, estoy segura de que una de las primeras preguntas que te ha surgido es: ¿35 mm o 50 mm? Es una pregunta que nos hemos planteado todos, e internet está lleno de debates alabando una y otra lente. Así que después de leer millones de comentarios acabas teniendo todavía más dudas que cuando empezaste a mirar.
En este artículo voy a tratar de esclarecer las diferencias entre ambas lentes y ofrecerte una comparativa objetiva, para que tú mismo seas capaz de decidir cuál de las dos te conviene más. ¡No te lo pierdas!
Antes de empezar, es importante aclarar que esta comparativa va destinada a los usuarios de cámaras APS-C, y que las fotos comparativas van a estar realizadas con una cámara APS-C, concretamente con una Nikon D500.
Aunque también podrías optar por sus versiones f/1,4, en este artículo vamos a comparar las versiones f/1,8 de estos dos objetivos, ya que son las más asequibles y, por tanto, las primeras lentes que uno se plantea comprar para ampliar su equipo. Concretamente vamos a comparar el Nikkor 35mm f/1,8 G con el Nikkor 50mm f/1,8 G.
Lo Primero: ¿En Qué Se Parecen un 50mm y un 35mm?
Lo primero que cabe decir en esta "competición de objetivos" es que ninguno es mejor ni peor que el otro. Son simplemente lentes diferentes y, como tal, dependiendo de qué quieras conseguir con ellas te va a convenir más una u otra.
Pero antes de empezar a hablar de diferencias, creo que es importante primero analizar las similitudes entre estas dos lentes. Son objetivos muy similares, por eso nos hacen dudar.
1. Una Gran Calidad de Imagen
Una de las ventajas de los objetivos con focal fija es que al no tener tantos cristales para poder hacer zoom, la calidad de imagen que vamos a obtener va a ser muy buena. Ambos objetivos nos ofrecen una calidad de imagen muy similar, por eso te decía que ninguno es superior al otro. A continuación puedes ver una comparativa de la misma fotografía realizada con ambos objetivos (acercándonos un poco más en el caso del 35 mm para obtener el mismo encuadre). Para poder compararlas adecuadamente, he realizado 3 fotografías diferentes: una a su punto de apertura máxima (f/1,8), otra en su punto dulce (f/5,6) y otra a la apertura mínima recomendada para evitar la difracción (f/16).
Como puedes ver, las fotografías son muy similares, aunque empezamos a apreciar algunas de las diferencias que comentaremos más adelante: la distancia focal y el bokeh. Recuerda que en las fotografías del 35 mm nos hemos acercado para obtener un encuadre similar, y por eso también se aprecia un cambio tanto en la perspectiva como en el fondo. Ésta es una de las principales razones por las que el 35 mm nos servirá para unos tipos de fotografía, y el 50 mm para otros.
Para comprobar la definición de cada objetivo hemos realizado un recorte del punto de enfoque, que en este caso estaba en la "Ca" de Canon. Es cierto que se aprecia una ligera mejora en la definición del 35 mm, sobre todo a diafragmas extremos, pero es una diferencia muy sutil si tenemos en cuenta que éste es un recorte muy pequeñito en comparación con la foto original.
2. Una Gran Luminosidad
Algo en lo que también son iguales estos dos objetivos es en su gran luminosidad. Ambos son capaces de abrir el diafragma hasta f/1,8 (o f/1,4 si optas por la versión más cara), lo que nos ofrecerá dos ventajas muy importantes, para conseguir fotografías impresionantes, que por ejemplo con nuestro objetivo de kit serían mucho más complicadas (o quizás imposibles) de obtener.
- Profundidades de campo muy reducidas: Gracias a esta gran apertura del diafragma, con estos objetivos vamos a poder reducir la profundidad de campo de una manera muy acusada, por lo que será ideal para aislar a nuestro sujeto u objeto del fondo, y centrar totalmente la atención en él. Por eso las focales fijas son de los objetivos favoritos para fotografía de retrato.
- Grandes resultados en condiciones de poca luz: Gracias a esta gran apertura de diafragma podremos conseguir una buena exposición de nuestra fotografía sin aumentar demasiado la ISO aunque nos encontremos en condiciones de baja luz. Esto será perfecto, por ejemplo, para fotografías en interiores o retratos nocturnos urbanos.
Comparando la Distancia Focal: 50mm vs 35mm
Una de las mayores diferencias entre el 35 mm y el 50 mm es, obviamente, su distancia focal. El 35 mm abarca un poco más de rango focal que el 50mm, y eso marca una de sus mayores diferencias. Aunque numéricamente parezca poco, lo cierto es que se nota bastante trabajar con uno y con otro objetivo.
Si nos colocamos a la misma distancia de nuestro sujeto, podemos ver la diferencia de rango focal entre el 35 mm y el 50 mm. El 35 mm abarca más de lo que se pueda pensar al principio. Esto nos ofrece una mayor versatilidad frente al 50 mm.
También es interesante apreciar cuánto nos tenemos que alejar del sujeto con un objetivo y con el otro. Para que te hagas una idea, a continuación te muestro cuánto me he tenido que alejar con ambos objetivos para tomar un plano entero, un plano americano y un primer plano.
Como se puede apreciar, para retratos más alejados el 50 mm nos obliga a separarnos demasiado de nuestro sujeto, cosa que no siempre nos va a venir bien. En cambio, para retratos más cercanos, quizás el 50 mm nos permita mantener una distancia más cómoda con el sujeto, que el 35 mm.
Comparando el Bokeh
Algo que también suele destacar mucha gente es la diferencia entre los tipos de bokeh de estas dos lentes. De hecho en la comparativa anterior ya se puede apreciar un cambio significativo. Mientras que el bokeh del 50 mm es mayor y más acentuado, el 35 mm nos ofrece un bokeh menor y más suave. Si tu intención es aislar a tu sujeto del fondo, con el 50 mm lo tendrás un poco más fácil, sobre todo en los retratos más alejados.
Como se puede observar, en un encuadre similar y ambos objetivos trabajando a f/1,8, el 50 mm produce un bokeh mucho más acentuado y grande que el 35 mm.
Entonces, ¿Para Qué Me Sirve Cada Uno?
Después de haber visto las similitudes y diferencias que hay entre estos dos objetivos, podemos sacar una conclusión final de todas ellas. Cada objetivo te va a servir para un propósito diferente, así que dependiendo de lo que quieras fotografiar quizás puedas decantarte por uno u otro. Aunque, como siempre, esto no quiere decir que no puedas usar cualquiera de los dos para realizar otros tipos de fotografía.
- 35 mm: Al abarcar un mayor rango focal, este objetivo es más versátil que el 50 mm para situaciones más inesperadas, como la fotografía callejera o la fotografía de eventos. También puede ser útil para realizar retratos de cuerpo entero, o en los que se quiera incluir parte del paisaje, ya que con el 50 mm nos tendríamos que alejar excesivamente para realizar este tipo de tomas.
- 50 mm: Nos ofrece un rango focal perfecto para retratos, sobre todo para retratos de medio cuerpo o más cercanos, porque nos permite acercarnos a nuestro sujeto sin la intimidación que supondría acercarnos tanto físicamente a él. Además, su potente desenfoque será ideal para que el interés del retrato recaiga únicamente sobre nuestro sujeto.
¿Por Cuál te Has Decidido?
Ahora que ya sabes qué ventajas te puede ofrecer cada objetivo, ¿con cuál te quedas? Yo me decanté por el 50 mm, porque me encanta la fotografía de retrato. Pero os confesaré que dos años después también he sucumbido a la compra del 35 mm, para retratos más amplios y fotos en eventos.
¿Tienes alguno de estos magníficos objetivos? ¿Nos cuentas tu experiencia? ¡Nos encantaría conocerla!