Cuando escucho, durante el transcurso de una conversación sobre fotografía, que alguien afirma con rotundidad preferir por encima de todo la luz natural, inmediatamente pienso que ha tenido una mala experiencia con el flash y ha decidido no volver a utilizarlo salvo causa de fuerza mayor.
No discuto que la luz natural es muy bonita pero, en ciertas ocasiones estás muy condicionado por ella, por eso tengo que confesarte que el flash externo es uno de los elementos imprescindibles en mi mochila, nunca salgo sin él, porque me da la posibilidad de ser muy creativo y no depender únicamente de la luz ambiente.
En este artículo quiero darte una serie de sencillos consejos para que te animes a realizar mejores fotografías con flash ¿Quieres conocerlos?
1. Hazte Amigo del TTL
Lo primero que miramos a la hora de comprar un flash externo es que disponga del sistema TTL, lo colocamos sobre la cámara y ¡a fotografiar!.
Inmediatamente comprobamos que los resultados no son tan buenos como esperábamos y comenzamos a pensar que realizar fotografías con flash no es lo nuestro. Los sistemas TTL de los flashes son una buena opción pero no son perfectos, hay que conocerlos, entablar con ellos una relación de “amistad” para sacarles todo su potencial, solo así lograras hacer mejores fotografías.
Primero, debemos saber cómo funciona este sistema. El TTL lanza un predestello que rebota en el sujeto a fotografiar, penetra en la lente hasta llegar a la célula de medición y, entonces, comienza un complejo sistema de cálculo en función de la distancia, luz ambiental y parámetros con los que tengamos configurada la cámara para determinar la duración e intensidad del destello. Hasta ahí todo bien, pero hay aspectos que el TTL no puede determinar por sí sólo, necesita la ayuda de un buen amigo, la tuya, para que el resultado sea perfecto.
La cámara va a medir ese predestello como si el sujeto fotografiado reflejase entre un 18% y un 25% de la luz que recibe con lo cual, si nos encontramos en situaciones de personas con la tez o ropas claras y además, un fondo claro, con toda seguridad el destello que emita el flash dejará nuestra fotografía subexpuesta. Por el contrario, si nos encontramos ante sujetos con la tez o ropas oscuras sobre un fondo oscuro, el destello muy probablemente sobreexpondrá la toma.
Por lo tanto anticípate y échale una mano a tu flash compensando la exposición en función de la escena en la que te encuentres. Según la marca y modelo de flash podrás llegar hasta compensar 3 pasos.
2. Elige el Sistema de Medición Adecuado
En algunas marcas el sistema de medición del flash se basa en función del sistema que tengamos seleccionado en la cámara. Otras, como por ejemplo Canon, gozan de un sistema independiente pudiendo elegir una para el flash y otra distinta para la cámara. Mi consejo, tanto si tienes Canon como cualquier otra marca, es que selecciones la opción ponderada al centro o promediada, lo que te dará un mayor control de la iluminación puesto que la medición se realiza sobre una zona más reducida y, por lo tanto, podrás adaptar con más exactitud las posibles variaciones que tengas que realizar para obtener una exposición correcta.
3. Utiliza el Sistema de Bloqueo de la Exposición TTL del Flash
En el anterior punto te he recomendado que elijas el sistema de evaluación ponderada al centro o promediada, lo que hará que tu flash calcule la exposición correcta para todo aquello que se encuentre en el área central, pero ¿y si queremos componer una toma en el que nuestro sujeto principal no está en el centro? La respuesta la tienes en el bloqueo de la exposición del flash.
Para realizar una fotografía dejando el elemento principal a un lado, primero, tienes que hacer una medición de la luz que va a necesitar para iluminar tu sujeto principal, a continuación, bloquea la exposición del flash y pasa a recomponer la toma, entonces ya puedes capturar la imagen quedando todo perfectamente expuesto.
Si no hubiese bloqueado la exposición del flash y sólo me hubiese preocupado de enfocar y recomponer la toma, la modelo habría quedado totalmente sobreexpuesta.
4. Disfruta del Sistema FP o Flash de Alta Velocidad
Uno de los inconvenientes que tienen los flashes externos es que su velocidad máxima de sincronía con la cámara suele estar en torno a 1/250. Si quieres saber cuál es la velocidad máxima de sincronización de tu flash colócalo sobre la cámara y sitúa ésta en modo manual, a continuación ve subiendo la velocidad, verás que llega un punto en el que no te deja seguir subiendo, esa es la velocidad máxima que te permite sincronizar tu cámara con el flash.
Pero esto no quiere decir que no puedas disparar a velocidades mayores, ya que para eso, los fabricantes inventaron el sistema FP o alta velocidad que lanza destellos muy rápidos y cortos durante todo el tiempo que dura la toma, lo que hace que se consiga el mismo efecto que si se utilizara luz continua. Utilizando este sistema podrás disparar a velocidades muy rápidas con lo cual podrás desenfocar un fondo a plena luz del día utilizando aperturas muy reducidas sin problema de que los fondos se quemen por un exceso de luz.
5. Juega con los Ángulos Rebotando la Luz
La mayoría de los flashes externos tienen la antorcha giratoria con lo que podrás iluminar desde diferentes ángulos haciendo rebotar la luz, por ejemplo, en paredes o techos. Ten en cuenta siempre el color de la superficie donde rebotas la luz, ya que ésta se verá afectada por dicho color. Yo prefiero siempre paredes o techos blancos. Si estás en exterior también puedes rebotar la luz sobre un reflector. Si disparas a un modelo haciendo rebotar la luz sobre el techo conseguirás, por un lado una bonita luz cenital a la que el ojo está acostumbrado, ya que la mayoría de luces que observamos a diario son cenitales, como puede ser la luz del sol, lámparas, farolas, por eso nos resulta agradable a la vista.
El único inconveniente que tendrás es que eliminas en los ojos de tu modelo el reflejo especular tan característico. Para ello, la mayoría de los flashes incorporan una lámina blanca extraíble, si tu flash no tiene no te apures, ya que una tarjeta sujeta con una goma elástica hará el mismo papel. Ahora ya puedes crear el reflejo especular en los ojos de tus modelos disparando al techo. Pero ojo, si disparas sobre techos muy altos puede que tengas que compensar la exposición como te he mencionado en el primer apartado.
Conclusiones
El flash externo se puede convertir, si le dedicas algo de tiempo, en tu mejor aliado para obtener unas fotografías espectaculares. Desde que me inicié en la fotografía sentí gran curiosidad por profundizar en su uso hasta que ha llegado a ser una herramienta indispensable en mi equipo. Una vez que dominas el TTL puedes incluso aventurarte con el sistema manual, que es menos complicado de lo que piensas, o dar el salto a separar el flash de tu cámara y adentrarte en el apasionante mundo del Strobist, utilizar varios flashes, modificar o limitar la luz, el modo estroboscópico, modo sincronización con la segunda cortinilla, sus posibilidades son casi ilimitadas.
Si quieres saber más te recomiendo el libro “Sin miedo al FLASH” de José Antonio Fernández, donde encontrarás todo tipo de información respecto al funcionamiento y utilización de este accesorio y que me ha servido de ayuda para confeccionar este artículo. Espero que con estos sencillos consejos te haya animado a utilizar más tu flash y que, como yo, lo disfrutes al máximo.
¿Y tú? ¿Nos darías algún consejo más para sacarle más partido al flash externo? ¿Nos muestras tus mejores fotografías realizadas con flash? Tus comentarios serán los que completen este artículo.