Internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales han hecho que todo el mundo pueda publicar su propio contenido. Nosotros, los fotógrafos, creamos contenido continuamente (nuestras fotos) y nos gusta enseñarlo al resto del mundo. La herramienta clave para hacer esto es, sin duda, un blog. Pero un blog acarrea responsabilidades, y es que tener una página web implica actualizarla a menudo, responder feedback...
Así que, si NO tienes un blog fotográfico...
1. No hará falta que enseñes y ordenes tus fotos.
Y, sobretodo, no tendrás explicar qué te ha inspirado, qué has querido comunicar o qué significan para tí aquellas imágenes. Tus pequeñas obras de arte podrán quedar perdidas por el disco duro de tu ordenador!
2. No recibirás críticas ni comentarios en tus fotos.
Así que no tendrás que soportar las opiniones de personas completamente desconocidas que, quizás, tengan más experiencia que tú. Además, si lo haces bien, tampoco tendrás que aguantar comentarios felicitándote por tu trabajo, realmente molestos!
3. No necesitarás salir de casa y hacer fotografías nuevas para actualizar el blog.
Especialmente útil en esos domingos lluviosos de invierno. ¿Quién va a querer hacer fotos cuando se está tan bien tumbado en el sofá, con las pantuflas y disfrutando de una buena película? Mejor sácale fotos al gato! Y de los exteriores... que se ocupe otro!
4. No tendrás que entrar en contacto con gente con tus mismos gustos.
Y no hará falta que hables sobre fotografía con nadie, ni que hagas photowalks por tu ciudad. Qué pereza estar una tarde carreteando la cámara... Mejor volver al sofá y las pantuflas... Y al gato!
5. No tendrás que expresar tus conocimientos o experiencias con la cámara.
¿Has hecho algún curso y estás orgulloso de lo que has aprendido? Bien, si no tienes un blog dónde mostrar estos conocimientos, no tendrás gente esperando tus artículos, haciéndote preguntas y aprendiendo de ti.
¿Qué? ¿No te convencen las razones? ¡Normal! ¡Si es que tener un blog sólo puede tener puntos positivos!
- Poner orden en tu archivo
- Mejorar tu estilo y tu técnica (Gracias a los comentarios y críticas de gente que quiera ayudarte dando su opinión)
- Obligarte a sacar la cámara de paseo (Ya sea para tener material fresco para el blog o para quedar con otros fotógrafos como tú)
- Tener un portfolio permanentemente actualizado (Lo cuál puede ponerte en contacto con empresas, productoras, posibles clientes...)
¿No sabes nada de programación web? ¡Ningún problema! Hay muchas plataformas que te permiten tener un blog de manera gratuita y en sólo cinco minutos. Algunas de éstas son Blogger, WordPress o Tumblr.
Por otro lado, para tener un blog activo no hace falta que escribas cada día, puedes empezar posteando un par de veces a la semana y, con el tiempo, el cuerpo te irá pidiendo más. Tampoco hace falta que cada artículo que escribas tenga cincuenta líneas de texto. Habrá ocasiones en las que, sea por tiempo o por ganas, te apetecerá escribir menos. Tener un blog de fotografía te permite prescindir del texto, puedes postear una sola fotografía y que se genere un debate entorno a ella.
Además, tener un blog potencia la creatividad porque te obliga a buscar nuevos temas que comunicar. Así que, sin darte cuenta, puedes ver nacer un proyecto interesante que lleve a más gente a seguir tu página.
En conclusión, un blog es fácil de crear y sólo tiene puntos positivos. Verás como, a los pocos días de abrirlo te vienen a la mente temas que tratar, fotografías viejas que enseñar, artículos que escribir. Y cuanto más escribas y más interacciones con los visitantes de tu página, más ideas tendrás.
Así que, ¿A qué esperas? ¡Anímate a abrir tu propio blog de fotografía! Y si ya tienes uno... ¡Muéstranoslo!