Todo lo que necesitas saber para hacer buenas fotos macro está en el libro “Fotografía Macro” de Fran Nieto. No necesitas nada más. Bueno sí, un equipo adecuado, aunque no necesariamente el más caro ni el más reciente.
Solo tienes que atender a sus consejos para darte cuenta de que con un objetivo relativamente barato (no macro) y algún accesorio muy asequible - tubos de extensión, un anillo inversor o una lente de aumento, por ejemplo- se pueden obtener fotografías increíbles de sujetos diminutos; incluso con una ratio de ampliación superiores al 1:1.
En su libro, Fran no solo se limita a mostrarnos bichos y flores, también nos habla de conceptos y técnicas como la apilación para obtener profundidades de campo increíbles en fotografías macro de pequeños objetos.
Pero es que, además, el libro es un compendio técnico increíble donde se explica detalladamente cuestiones tan elementales y desconocidas, como la ratio de ampliación y su relación con la profundidad de campo o como funciona realmente el ISO.
Ya Lo He Dicho Todo
Sí, porque si voy a hablar de macro y lo primero que hago es citar la fuente de referencia, ya no me queda nada que decir.
La palabra macro, nos induce a pensar en fotografías de bichos pequeños o partes pequeñas de una flor, a los que yo también he dedicado algún tiempo, mi interés no se centra en ellos. La capacidad que tienen los objetivos denominados macro para enfocar a corta distancia favorece la realización de fotografías con una perspectiva diferente a las acostumbradas y con unas profundidades de campo extremadamente reducidas. Además, no es necesario alcanzar la ratio máxima de 1:1 para percibir estos efectos.
Por tanto, si no te gusta fotografiar bichos, más o menos desagradables, ni flores, puedes leer este artículo para descubrir que te pueden aportar estos objetivos.
A Mi Me Apasiona
Con un 50 mm 1.8 y unos tubos de extensión me inicié en el mundo macro. En mis viajes y escapadas, me llevaba los tubos y el 50 mm, lo que me garantizaba entretenimiento.
Pero me resultaba un poco incómodo. Un día probé un 90 mm macro que me prestó un amigo. A partir de ahí lo tuve claro. Por mucha calidad que me diese el 50 mm con los tubos de extensión, prefería disponer de un objetivo macro.
Me apasiona mi 105 mm 2.8 Macro. Tanto que me acompaña casi siempre. Sin duda es, de largo, la mejor inversión que he realizado en lentes, no solo por su calidad, también por su versatilidad y porque lo considero mi juguete fotográfico preferido. Quizá es el material del que más me cuesta más prescindir en todas las salidas que realizo; es el “por si acaso…” de mis objetivos.
Por Si Acaso, ¿Qué?
Por si acaso me aburro una lluviosa tarde de domingo. En cero coma monto un bodegón de reducidas dimensiones. Aunque no tenga intención de realizar una fotografía de aproximación, en el primero que pienso es en el 105. Lo cierto es que, casi siempre, termino aproximándome.
Por si acaso paseando por el bosque encuentro unas setas, o unas flores o un bicho cualquiera que tenga a bien posar de forma desinteresada. Os aseguro entretenimiento para rato, ya que es de largo la especialidad que más tiempo ocupa.
Por si acaso al llegar a mi hotel dispongo de un rato antes del desayuno, o de la cena, y puedo entretenerme fotografiando pequeños detalles. Pueden ser bichos, flores o almendras y cacahuetes, detalles en la madera, metal oxidado o de cualquier cosa que considere interesante.
Por si acaso tengo ocasión de visitar un restaurante donde la presentación de la comida se merece una foto realizada con un equipo que la dignifique, que ensalce sus cualidades, sus virtudes y el esmero y cariño con que ha sido cocinado y presentado. El macro me permite hacer las fotos sentado, concentrando la imagen en el plato, sin dar la paliza a los demás comensales, ya que puedo enfocar desde muy cerca. Los inconvenientes son dos: que hay que ser muy preciso con el enfoque, porque si se va un poco la foto no tiene arreglo, y que se necesita mucha luz.
Por si acaso tengo que realizar un retrato y no llevo el kit retratero. Sí, a pesar de que en muchos sitios indican que los macro no son adecuados para retrato, considero que el resultado será muy bueno, ya que su calidad es muy buena. La distancia focal es adecuada, tanto en FF, como en una cámara DX.
Ya puestos a realizar retratos, por qué no llevarlo a un concierto. Su apertura es ideal y su focal adecuada, algo corta para primeros planos pero seguro que con un pequeño recorte se arregla.
Mitos y Leyendas
Cierto es que los objetivos macro están diseñados para ofrecer la posibilidad de enfocar muy cerca del sujeto, lo que produce la ratio de ampliación macro, típicamente 1:1. Pero no hay que despreciar que como objetivo “normal” es un gran objetivo, con una calidad excepcional y con una buena luminosidad.
Retomando el asunto de los retratos, he leído que no ofrecen buena calidad cuando son usados como objetivos normales. Tengo multitud de retratos realizados con este objetivo y no puedo estar más en desacuerdo. Y aun si fuese acertada tal afirmación habría que preguntarse con que se está comparando. Claro, con objetivos tipo 85 mm 1.4 o un 135 mm DC, probablemente pierda; pero, me atrevo a decir que con cualquier objetivo de kit, gana por goleada, incluso a muchos que no son de kit.
Los que no somos profesionales, a veces nos volvemos locos buscando la máxima calidad. Tengo claro que un profesional debe utilizar la herramienta más adecuada en función de la actividad que vaya a realizar, pero un aficionado que decide en un momento dado usarlo para realizar un retrato a su familia o para hacer una foto de paisaje, tendrá a su disposición una herramienta espectacular.
Por tanto, en mi opinión, un objetivo macro es un gran acompañante para todo tipo de salidas. Se abren puertas diferentes para obtener fotos también diferentes.
¿Cuál Elegir?
El mejor posible, qué duda cabe. Dicho lo cual, cada uno tendrá que valorar sus posibilidades económicas y lo que ofrece cada marca. En mi caso opté por un 105 mm porque me encajaba tanto el precio como la distancia focal, además, de vez en cuando fotografía bichos y siempre viene bien algo de distancia extra para no ahuyentarlos.
A Considerar
Todo lo que hay que considerar lo dice Fran en su libro. Pero me gustaría destacar, o insistir, en algo ya mencionado: la profundidad de campo.
En las fotografías de aproximación, la profundidad de campo es de apenas unos milímetros. Si el sujeto no está paralelo al sensor, su identidad se mostrará como una cicatriz de nitidez en vuestra imagen, con un desenfoque radical, antes y después, sin apenas transición en la nitidez. En consecuencia, es fundamental entender el concepto de plano de enfoque para poder jugar con él y manejarlo a nuestro interés.
Otro aspecto importante es el que se refiere a la perdida de luz. Simplificando, a medida que nos aproximamos al límite del enfoque, es decir, nos aproximamos al sujeto, se pierde luz; lo que provoca una corrección en la apertura utilizada, es decir, que aunque pongamos 2.8 la realidad es que la luz caerá hasta 2 pasos enteros. Aspecto a considerar por si es necesario un aporte de luz extra, que casi siempre lo será.
A disfrutar con el macro.