Hace unas semanas te hablaba sobre las características de la iluminación natural y sus principales diferencias frente a la iluminación artificial o de estudio, ¿lo recuerdas?
En este artículo vuelvo a la carga con este tema. No para seguir enumerando características, sino para proponerte un ejercicio que te ayude a entender mejor la luz natural. ¿Quieres? Sólo necesitarás tu cámara, una ventana y un modelo que se preste al "experimento". ¿Preparado?
¿Qué Podemos Hacer Para Ver Cómo Se Comporta La Luz?
Como sabes, una de las principales diferencias entre la iluminación natural y la de estudio es que la primera es mucho más difícil de modificar a tu antojo. Por lo que tienes que adaptarte tú y tu modelo, e incluso, utilizar elementos que puedan hacer más difusa la luz para conseguir la dirección, intensidad y tonalidad que desees en tus fotografías.
Por tanto, como con luz natural el que debe moverse es el fotógrafo y el sujeto retratado, el ejercicio que te propongo va a consistir en probar distintas posiciones frente a una ventana para ver cómo se comporta la luz.
A continuación te muestro algunas de estas distribuciones para que imites en casa y puedas ver cómo actúa la luz.
Como deducirás de los parámetros de configuración, yo no lo hice con una ventana especialmente grande, ni en un día muy luminoso. No obstante, no es problema. Si tu situación es similar, sólo será cuestión de elevar la sensibilidad ISO de tu cámara para lograr una correcta exposición, ya sabes.
El objeto no es lograr imágenes perfectas y libres de ruido, sino observar los resultados que ofrecen las distintas opciones de iluminación.
Posición #1: Iluminación Lateral Y Fotografía de Frente
El primer esquema de iluminación es un clásico. Se sitúa al sujeto cerca de la ventana con sus hombros formando un ángulo de 90º con respecto a ésta.
El fotógrafo se sitúa en posición opuesta al sujeto y toma una imagen frontal de éste, que presenta una parte de la cara correctamente iluminada y la otra repleta de sombras.
En función de lo pronunciadas que se desee que sean las sombras en el lado no iluminado, se puede variar la posición del sujeto, pasando de un ángulo 90º a un ángulo más reducido. Por ejemplo, con ángulos de 60º ó 45º conseguiríamos un rostro con una iluminación mucho más homogénea y sombras más suaves en la región no iluminada.
Posición #2: Iluminación Lateral Y Fotografía de Frente Con Reflector
Si no te gustan las sombras de la parte de la cara no iluminada por la ventana, existe una opción muy sencilla. Se trata de compensar esas sombras utilizando un reflector en el lado opuesto de la ventana.
Como puedes ver en la imagen superior, a pesar de estar compensadas las sombras con el reflector, aún se aprecia un poco más de sombras en la parte izquierda de la cara de la niña. En función de la intensidad de iluminación que se desee, bastará con acercar o separar el reflector.
Por supuesto, este comentario sobre la cercanía o lejanía del reflector como modo de incrementar la intensidad de la luz que refleja, es completamente válido también para la iluminación principal de la ventana. Es decir, si sitúas al sujeto más cerca de la ventana la intensidad de la luz que actúe sobre el sujeto será superior.
Posición #3: Iluminación Lateral Y Fotografía de Perfil
En este caso buscamos una fotografía de perfil, por lo que habrá que situarnos a un lado del sujeto y no de frente. Además, para evitar unas sombras demasiado pronunciadas en el lado no iluminado, como comentábamos anteriormente, situaremos al modelo en un ángulo inferior a los 90º.
Es posible que no me haya explicado demasiado bien, así que mejor utilizamos un esquema, ¿te parece?
Ya sabes, si quieres sombras más pronunciadas busca que el sujeto se encuentre lo más perpendicular posible a la ventana, mientras que si lo que deseas es suavizar éstas, procura que los hombros del sujeto se sitúen en una posición más paralela a la ventana.
Posición #4: Iluminación Lateral Y Fotografía de Perfil Con Reflector
Como puedes imaginar, la siguiente posición que te voy a recomendar es idéntica a esta última, pero con el reflector corrigiendo las sombras creadas en el perfil no iluminado.
Veamos el esquema al que me refiero y también, por supuesto, el resultado logrado.
Como decíamos en la posición #2, en función de la intensidad de la luz reflejada que desees deberás ubicar el reflector más cerca o lejos del modelo.
Posición #5: Iluminación Frontal Y Fotografía de Frente
He querido dejar para este último caso la iluminación que a priori podría ocurrírsenos a todos en primer lugar. Se trata de una toma en la que el sujeto se sitúa de frente a la ventana y el fotógrafo toma su rostro también de frente a éste, o bien ligeramente ladeado para no tapar la luz de la fuente.
En este caso, la modelo fue "poco disciplinada" y giró ligeramente la cabeza, por lo que se aprecia una ligera sombra en su lado izquierdo de la cara, aunque el plano que se pretendía era completamente frontal.
No obstante, permite ilustrar las variantes que se pueden lograr con un pequeño giro de cabeza del sujeto (de ser más pronunciado este giro, nos situaríamos en alguna de las posiciones anteriores).
¡Es Hora de Practicar!
Como has podido ver, no he contado nada extraño, nuevo, o difícil de asimilar en este artículo. Tampoco he utilizado costosos accesorios (una ventana, una cámara y un reflector).
Simplemente he pretendido invitarte a seguir jugando con la luz para poder, poco a poco, ir descubriendo cómo se comporta y saber utilizarla en tu provecho. Eso sí, es cuestión de paciencia y mucho ensayo y error.
Seguro que a ti se te ocurren otra multitud de tomas distintas a las aquí indicadas para lograr este fin, o se te ocurren otras formas de ayudarnos a ir poco a poco controlando la luz natural, ¿nos lo cuentas en los comentarios?
Como acostumbro a decir al final de los artículos, ¡ahora te toca a ti!, ¡a disfrutar de la luz!