Un fotógrafo siempre está aprendiendo, por muchos años que uno/a lleve haciendo fotos, siempre se conoce algo nuevo. Pero sí que hay ciertas cosas que me habría venido bien saber cuando empecé en fotografía, incluso aquellas más duras de asimilar.
Por eso, en este artículo me he propuesto hablar con mi 'yo' del pasado sin tabúes, con aquella adolescente a la que acababan de regalar una cámara réflex y que sentía una rara mezcla entre ilusión e incertidumbre.
Creo que en su día, saber todo lo que os voy a contar me habría ayudado a saber dónde me metía y considero que también podría resulta útil para todos aquellos/as aficionados/as que sienten lo mismo que yo sentía al sostener mi primera cámara. ¡No apto para pieles sensibles!
#1. La Verdad sobre las Normas de Composición
Seguro que ya habrás oído hablar de las normas de composición y de lo importante que es tener como referencia la famosa simetría dinámica, la rejilla de la regla de los tercios o la espiral logarítmica de la proporción áurea.
Esas reglas compositivas tienen como antecedente los escritos sobre la proporción de Aldof Zeising (1810-1876) pero fueron definidas por Jay Hambidge, un artista estadounidense que escribió una serie de libros entre los que destaca el de la 'Simetría Dinámica: El Vaso Griego', publicado en 1920.
Por lo tanto, no son normas que siguieron los primeros grandes fotógrafos que hoy admirados ni tampoco se usaron como referencia en las ilustres obras pictóricas del Románico, del Renacimiento o del Barroco. Para muchos solo se trata de estudios e interpretaciones que hizo Hambidge sobre las construcciones clásicas de los artesanos griegos y que poco tienen que ver realmente con la fotografía.
Así que no dejes que nadie te diga que lo haces mal porque incumples las normas de composición. Te puedes ayudar de esas guías para aprender fotografía, pero no convertirlas en un mantra. Si te interesa este tema, es mejor que investigues cómo funciona el peso visual, la importancia del punto y la línea o la psicología del color, porque tienen que ver directamente con la percepción.
#2. Deja de Pensar en Comprar Otra Cámara Mejor
¿Estás empezando con una cámara compacta, una bridge o una réflex de segunda mano? Si crees que no serás capaz de conseguir buenas fotos con una cámara sencilla estás tremendamente equivocado/a. No quieras ir tan deprisa porque el modelo más caro del mercado no te ayudará a aprender más rápido.
Olvídate, no necesitas comprar la mejor cámara para mejorar. Sería como querer subirse a un Lamborghini de competición para aprender a conducir. ¿A que no sería la mejor idea? Pues, ¿para qué vas a comprar una cámara de miles de euros ahora?
Te interesa una cámara de iniciación que puedas permitirte y que tenga facilidades. Un buen fotógrafo sacará buenas fotos siempre, ya sea con un móvil o con una cámara instantánea. No vale la pena comprar el cuerpo de una cámara avanzada porque no le vas a sacar el mismo partido que un fotógrafo profesional y lo único que harás será desmotivarte.
Si en un futuro quieres seguir mejorando y dar un paso más en el mundo fotográfico, o incluso dedicarte a ello, entonces será el momento de adquirir una cámara profesional. Porque además habrán salido mejores modelos a los que sí sabrás sacarles partido con el conocimiento que tendrás en ese instante.
#3. Empieza a Usar el Modo Manual desde el Minuto Uno
El modo automático está muy bien usarlo los primeros días, incluso está bien que empieces trasteando con los modos semiautomáticos. Pero lo que realmente te ayudará a aprender fotografía es empezar con el modo manual. No es esperes a 'estar preparado/a' porque entonces te saldrán canas.
Al principio las fotos saldrán movidas o quemadas ¿verdad? No te preocupes. Si salen movidas puedes, por ejemplo, aumentar la velocidad de obturación, si salen sobreexpuestas, puede ser que estés usando una apertura de diafragma muy amplia o si salen subexpuestas, quizás tengas que aumentar la sensibilidad ISO.
Velocidad, diafragma e ISO forman la santísima trinidad de la fotografía y cuando modificas un parámetro afectas al resto. Conocer cómo funcionan, es decir, qué pasa cuando aumento o reduzco cada una y cómo interactúan entre sí, es la base de la técnica fotográfica.
Empápate bien de qué es cada concepto y grábalo a fuego en tu mente. Mira esquemas, vídeos, fotos de ejemplo y lo que haga falta para comprenderlo. No pienses que puedes pasarlo por alto y aprenderlo más adelante, porque dominar el triángulo de exposición será la clave para ser fotógrafo/a.
#4. Conoce el Significado de los Términos Más Básicos
En cuanto tengas tu primera cámara está bien que empieces a tocar botones como si no hubiera un mañana y te pierdas dentro de los menús internos tratando de adivinar para qué puede servir cada cosa. Pero aunque tengas algunas nociones de lo que estás trasteando, con un reconocimiento táctil y visual no será suficiente.
Todas las cámaras tienen un manual de usuario. Da igual si lo has perdido o si te han vendido la cámara de segunda mano, en Internet también lo podrás encontrar. Incluso puede que te interese tener tanto la versión física y como la versión digital, para poder hacer búsquedas rápidas de alguna palabra clave dentro del archivo pdf.
La cuestión es que te obligues a leer bien el manual para saber de qué es capaz tu cámara y para qué sirve cada botón, porque puede haber funciones desconocidas que se conviertan en todo un descubrimiento para ti. Si no te gusta leer, busca vídeos en la página oficial o de usuarios que hayan hecho reviews, el caso es que esa primera toma de contacto sea completa.
Mi consejo es que apuntes o subrayes con un lápiz todos aquellos términos básicos que no sepas qué son, como por ejemplo: distancia focal, puntos de enfoque, factor de recorte, etc. Busca información sobre esos conceptos que necesitas saber para seguir avanzando. Si los escribes en el buscador de dzoom encontrarás artículos que los expliquen con ejemplos.
#5. Aprende a Utilizar un Programa de Revelado Cuanto Antes
Ya sé lo que puedes estar pensado. ¿Encima que tengo que aprender a usar la cámara también tengo que ponerme delante de un ordenador y estudiarme un programa para saber revelar fotos? Puedes hacer fotos en JPEG y darlas por terminadas con el revelado automático que hace la propia cámara, pero con los años te darás cuenta de que disparar una buena toma solo es el 50%.
Llegará un día en que conocerás las bondades del formato RAW y te convencerá la idea de tener más información de una foto en un solo archivo. Disparando con ese formato serás tú el que decida el resultado final y no tu cámara. Prácticamente todas esas fotos espectaculares que ves y que quieres llegar a hacer, se han disparado en RAW y han sido reveladas después.
Al disparar en RAW la imagen que se guarda es una foto en crudo, como un diamante en bruto que hay que pulir. Solo a través del revelado en un programa de edición como Lightroom, Capture One, Rawtherapee, etc. se le puede sacar todo el potencial oculto que tiene.
Por tanto, aprender a editar bien tus fotos también será una aventura ardua y costosa que debes asumir desde ya mismo. Cuanto más domines la técnica menos procesado deberás aplicar, incluso puedes ser un detractor del retoque y tratar de evitarlo, pero de revelar no te vas a poder librar.
#6. No le Cojas Cariño a la Lente del Kit
Es inevitable que la lente del kit sea tu primera lente favorita, porque es la primera que vas a tener y es casi como tu primer amor. Pero pronto descubrirás que te mereces algo mejor y que las fotos que tú quieres llegar a hacer en el futuro, difícilmente las conseguirás con esa lente.
Tampoco voy a ponerme demasiado purista y llamarle 'pisapapeles' como si fuera un desecho. Pero si mucha gente le llama así, es porque un objetivo kitero, a la larga te lo irás dejando en casa y cuanto más avances más lo irás abandonando.
Al comienzo de tu andadura fotográfica será muy útil y cumplirá muy bien su función, pero tras un tiempo de uso (que pueden ser meses o incluso años) necesitarás dar el paso y adquirir tu segunda lente, que probablemente dará paso a una tercera y así sucesivamente (hasta que pierdas la cuenta).
Una lente de kit estará limitada en prácticamente todos los aspectos. Para conseguir un bokeh delicioso te interesará una focal fija con una apertura amplia y para paisajes de ensueño tu mejor aliado será un gran angular. No te resistas, el kitero te dará buenas fotos, pero probablemente no serán tus mejores fotos.
#7. Aprende sobre Narrativa Fotográfica a la Vez que Practicas la Técnica
Seguro que piensas que no hay nada más difícil que dominar la técnica para lograr buenas fotos ¿verdad? Que cuando sepas donde está cada botón y tengas soltura cambiando los parámetros las fotos saldrán siempre de portada de revista. Pues no, vuelves a estar equivocado/a.
La técnica es importante pero fotografiar correctamente un retrato, por ejemplo, no será suficiente como para que tu foto llame la atención. Aunque la mirada esté bien enfocada, el fondo sea bonito y la pose del modelo sea atractiva, tu foto puede ser muy sosa y pasar desapercibida.
Por eso es importante que a la vez que aprendes la técnica, dediques tiempo a practicar la narrativa fotográfica. Obviamente esto tampoco será sencillo de dominar, pero buscar una temática concreta para tus fotos o provocar una emoción en el modelo que fotografíes puede ayudarte.
Las fotos que impactan a la persona que las ve y que le evocan un sentimiento de alegría, pena, ternura, atracción o incluso rechazo, serán aquellas por las que se te recordará. Si además logras encontrar un estilo personal que te defina, conseguirás que la gente vea una foto tuya y te reconozca como el autor/a.
#8. Prueba todo Tipo de Géneros hasta Definir Tus Favoritos
Es habitual que empieces en esto de la fotografía practicando solo el género fotográfico que más te gusta porque además de estar cómodo puedes pensar que antes de pasar a otro género, es mejor dominar uno primero. Piensa, ¿Acaso un futbolista solo entrena el tren inferior por qué tiene que darle a la pelota con los pies?
¿Por qué crees que cuando compras una cámara de iniciación suele llevar una lente todoterreno que cubre varias distancias focales? Es precisamente para que no te encasilles en un género concreto y que tengas la posibilidad de probar otras experiencias.
Con focales cortas (18-20mm) puedes hacer fotos de paisaje o fotografía nocturna y con focales más estándar (35-50mm) tendrás la oportunidad de practicar retrato, producto, gastronomía, flores o moda. Si la lente de tu kit es un todoterreno amplio e incluye focales largas (70-100mm) también podrás trastear con fotografía deportiva, fauna salvaje o street photo.
¿Qué es lo bueno de practicar todos los géneros que puedas antes de dedicarte más a algunos en concreto? Que aprenderás más sobre iluminación, composición o narrativa y otros aspectos que te ayudarán a crecer como fotógrafo. Podrás aplicar ese aprendizaje global a cualquier disciplina que decidas explorar más.
#9. No Vayas Nunca con Prisas a la Hora de Hacer Fotos
Eso de ir andando y tomando fotos en movimiento se tiene que acabar. Ir con prisas es lo peor que le puede pasar a un fotógrafo, porque entonces es difícil que consigas una buena toma. Lo ideal es hacer una foto y comprobar encuadre e histograma antes de seguir avanzando o continuar con una sesión.
Muchas veces vas a acompañado/a de una o varias personas cuyo objetivo no es el de realizar una salida fotográfica. El problema es que, por no molestar o romper el ritmo de los demás, puedes hacer fotos mientras andas y en modo automático para ir 'a lo seguro'.
¿Sabes qué suele pasar si haces eso? Que luego ves las fotos que has hecho y dices... pfff... ¡Qué desastre! Los encuadres suelen ser mediocres porque has disparado a la altura de los ojos, las composiciones están desequilibradas porque no has seleccionado los elementos y, además, algunas fotos estarán borrosas y otras mal expuestas ¿Te suena?
Si quieres hacer una foto y necesitas tiempo, pídelo. ¡Un poco de comprensión! Quizás esas personas no sepan que necesitas un minuto para encuadrar, componer y elegir bien los parámetros, así que explícaselo. La paciencia es una virtud y si estás aprendiendo necesitas que te concedan ese tiempo.
#10. No es Fácil Aprender Fotografía y será un Largo Camino lleno de Altibajos
Como nos puede pasar con cualquier meta que nos marquemos en la vida (aprender a correr, hablar inglés o incluso llevar una vida sana) pasarás por diferentes épocas de altibajos. Lo importante es que seas constante y nunca te digas a ti mismo/a que no sirves para esto.
Incluso aunque veas que haya personas que avanzan más rápido que tú en su aprendizaje, no debes venirte abajo. No es que hayan nacido con un don divino del que tú careces, quizá esas personas están practicando más, formándose en sus ratos libres o tienen un contacto cercano que les enseña.
Si te gusta la fotografía y quieres dedicarte a ella vas a tener que echarle horas, vas a tener que fallar, fracasar y hacer muchísimas fotos malas. Recuerda siempre la célebre frase que dijo el famosísimo fotógrafo Henri Cartier-Bresson: 'Tus primeras 10.000 fotos serán tus peores fotos'.
Así que, aunque haya temporadas en las que estés desmotivado/a y hagas menos fotos, no dejes la cámara en un cajón para siempre. Continúa haciendo fotos, sigue equivocándote y tratando de entender esos conceptos que se te resisten. Caerte y levantarte siempre forma parte del aprendizaje.
#11. Empieza a Ahorrar porque lo Vas a Necesitar
'Bueno pues ya tengo mi cámara y ya soy fotógrafo/a. Ha sido una inversión costosa, porque una cámara (aunque sea de iniciación) no es barata. Pero bueno ya está, no necesito nada más, con esto me apaño.' ¿Es eso lo que piensas? Porque si es así, te vuelves a equivocar joven padawan.
Comprar una cámara o que te la regalen... ¡Es una trampa! A partir de aquí es cuando empezarás a invertir en fotografía y cuanto más quieras avanzar, más dinero vas a invertir. Echa un vistazo al precio de las lentes compatibles con el modelo de tu cámara.
¡Sorpresa! ¿Cómo puede valer lo mismo o más una lente que el propio cuerpo de tu cámara? ¿Cómo es que existen tantísimos accesorios de iluminación? ¡Hay montones de tipos de filtros! ¿Para qué sirve cada uno? ¿Por qué varía tanto el precio de unos a otros?
Sea cual sea el género de fotografía en el que decidas expandir tu conocimiento, vas a necesitar comprar más material fotográfico e ir ampliando ese equipo supondrá una inversión. Es cierto que existen marcas económicas y que es importante saber qué nos conviene, pero aun así ahorrar vas a tener que ahorrar.
#12. No Alcanzarás la Perfección porque Sencillamente No Existe
¿Cuál es tu sueño? ¿Lograr la perfección? ¿Que llegue un día en que hagas una sesión de fotos y de 50 fotos, 50 fotos sean insuperables? El día que publiques una foto y que todo el mundo se postre ante ti, jamás llegará. Olvídate de eso.
Recuerda que la fotografía es arte y el arte es un subjetivo. Lo que para ti puede ser perfecto tal y como es, para otro fotógrafo podría haberse hecho de otra forma que quedaría mucho mejor. Puede que no te lo diga como una crítica, sino porque su visión del mundo y del propio arte es distinto.
Ser exigente contigo mismo/a solo conseguirá que te frustres más y puede que incluso te lleve a abandonar la fotografía definitivamente. Debes saber una cosa, hasta los mejores fotógrafos hacen fotos terribles de vez en cuando y no siguen ni sus propios consejos...
Debes ser consciente de que la fotografía es un aprendizaje constante y que evoluciona tan rápido como la tecnología. Estar al día de todo continuamente también es complicado y forma parte de un ciclo sin fin.
#13. Hazte Pronto con el Equipo Básico de un Fotógrafo
A ver, que te haya dicho antes que la fotografía es un hobby caro y que vas a tener que gastar dinero no significa que ahora tengas que ponerte a comprar material fotográfico a lo loco y sin ningún criterio. Ve siempre poco a poco y valora bien qué vas a comprar antes de hacerlo.
Hay una serie de elementos que resultan básicos para el fotógrafo aficionado y que sí que te interesa adquirir: un trípode, una mochila fotográfica, un kit de limpieza, tarjetas y baterías de repuesto ¿Qué es lo que NO te aconsejo que hagas? Comprar lo último, lo mejor y lo de la marca más profesional.
Existen marcas como Neewer, K&F Concept, ESSDI o Andoer, por ejemplo, que te ofrecerán material fotográfico de calidad a unos precios muy asequibles. Son ideales para iniciación y no necesitas más ahora mismo, así que evita las firmas más profesionales y sus desorbitados precios. Ya llegará tu momento (o no), recuerda que no siempre es oro todo lo que reluce.
¡Ojo! Tampoco te vayas a lo más barato y cutre que encuentres. Antes de adquirir algo lee opiniones, reviews y experiencias de otros usuarios y fíjate bien en las especificaciones (por muy escondidas que estén) porque si es de mala calidad, no es compatible con tu equipo o se rompe en dos días de uso, tampoco te interesa.
#14. Estudia la Luz porque de ella Depende Prácticamente Todo
¿Sabías que la palabra 'fotografía' proviene del griego photos (que significa 'luz') y graphis (que significa 'dibujo')? Si tenemos eso en cuenta, podríamos decir que a la fotografía se la consideró en su momento como pintar con luz.
¿Te acuerdas cuando te decía antes que el triángulo de exposición era la base para dominar la técnica? Pues eso es porque trabajando con esos tres parámetros (ISO, Velocidad y Apertura) es como lograremos pintar con luz y que nuestro dibujo sea bonito.
Aunque eso no acaba ahí, también tendremos que estudiarnos bien las cinco propiedades de la luz. Si queremos hacer fotos en exteriores, debemos analizar y entender la luz natural para saber qué horas del día son las que más nos convienen para hacer fotos.
Empeñarte en hacer una sesión de retrato a medio día con la luz del sol directa, es sinónimo de sombras marcadas y feas. Así que aunque domines el triángulo de exposición, si no sabes cómo trabajar con la luz que tienes (ya sea en un exterior o en un interior) de nada te servirá.
#15. Usa el Flash Integrado con Moderación
Muchas cámaras réflex para principiantes cuentan con un flash integrado. No vamos a entrar en el debate de si sirve o no sirve, para eso ya tienes este artículo. Pero lo que sí que debes saber es que no necesitas activarlo siempre pensando que tus fotos van a salir mejor.
Cuando usabas el modo automático muchas veces saltaba solo, porque simplemente detectaba que no había suficiente luz en la escena. Pero no imites ese comportamiento, porque una luz frontal muy intensa, muchas veces no nos servirá para conseguir el resultado que queremos.
Deja el flash integrado para situaciones muy concretas como congelar el movimiento, rellenar sombras o iluminar elementos a contraluz, y trata de difuminar su destello con difusores. En esos casos te resultará útil de verdad, en el resto solo será un incordio y un gasto de batería innecesario.
A medida que avances en fotografía y empieces a interesarte por la luz artificial o la foto de estudio, te convendrá más adquirir un flash externo, un trigger o un panel LED, para poder iluminar tus fotos desde otros ángulos y lograr tomas con más volumen.
#16. No hace Falta Viajar para Usar tu Cámara
Parece que solo vale la pena sacar la cámara de casa cuando hay una maleta de por medio... Pero ¿acaso viajar es la única motivación que debe animarte a hacer fotos? ¿Cuántos viajes haces al año? ¿Crees que los grandes fotógrafos solo hacen fotos cuando se van de viaje?
A no ser que seas Willy Fog y tu vida consista en dar la vuelta al mundo, no necesitas la excusa de recorrer cientos de kilómetros para buscar la inspiración. De hecho a eso podríamos llamarlo 'jugar siempre en modo fácil' porque una escena de por sí alucinante o un rostro exótico siempre llamará la atención.
El verdadero reto consiste en salir a la calle y lograr una buena foto en cualquier parte, hasta incluso sin salir de casa. Así que trata de llevar siempre encima tu cámara y si no puedes, hazte con un móvil con una buena cámara y ten siempre un plan B para seguir practicando.
En el Instagram de Dzoom te proponemos retos semanales que puedes utilizar como excusa para experimentar e inspirarte. Recuerda siempre estoy que te voy a decir, el que hace fotos cinco veces al año es un aficionado, el que hace fotos todos los días es un fotógrafo.
#17. La Búsqueda de más 'Likes' No es tu Prioridad
¿Acaso quieres convertirte en ese fotógrafo/a que solo busca likes? ¿Crees que los likes te van a convertir en mejor fotógrafo? Pronto te darás cuenta de que intentar que tus fotos le gusten a todo el mundo es un error que no debes cometer, porque entonces te frustrarás muy rápido.
Está muy bien usar las redes sociales para mostrar parte de tu trabajo y que te sirvan de portfolio o incluso de pasatiempo. Bueno, si es que tienes tiempo que dedicarle, porque hará falta mucho tiempo y esfuerzo para conseguir visibilidad en estas plataformas sociales.
Muchas veces te dará rabia ver que tus fotos no destacan, mientras que las fotos de otros fotógrafos que aplican mal las técnicas tienen más comentarios o likes que tú. La mayoría de esas interacciones ¿crees que se las han dado personas expertas en fotografía? ¡Pues claro que no!
No caigas en el juego del like por like. Utiliza las redes únicamente para 'estar ahí', seguir el trabajo de fotógrafos interesantes y esperar el feedback de personas que te interesen y que te ayuden a crecer. Por otro lado, ignora a aquellos que solo buscan desmoralizarte con sus críticas poco constructivas.
#18. ¿Estás Regalando tu Trabajo? ¡Valórate Más!
No te engañes, muchas veces no te llaman a ti porque seas bueno, sino porque lo haces gratis o porque prácticamente regalas tu trabajo. La verdad duele, pero más duele que no te valores a ti mismo o a todo ese esfuerzo y dinero que has invertido en ser fotógrafo/a.
En más de una ocasión vas a ofrecer tus servicios de fotografía gratis o por un precio irrisorio, solo porque piensas que todavía no eres lo bastante bueno. Pero ¿cuándo se es lo suficientemente profesional? Los primeros años entiendo que lo hagas, pero pasado un tiempo... deberás plantarte.
Llegará ese momento en el que tu colección de lentes, de accesorios y de materiales será una inversión importante. Tendrás a tus espaldas decenas de sesiones, formaciones, horas de edición y de trabajo que te habrán servido para afianzarte en el mundo fotográfico.
Cuando eso ocurra estarás preparado/a para definir tus tarifas y emprender un negocio. No es cuestión de que vayas por encima de tus posibilidades, pero valórate. Si tú mismo/a no valoras tu trabajo nadie lo hará y si priorizas clientes que busquen lo barato, en cuanto subas tus precios desaparecerán buscando a alguien más económico que tú.
#19. Más te Vale Hacer Copias de Seguridad Regularmente
Vas a cometer un error que nunca te vas a perdonar y estoy aquí para avisarte antes de que lo hagas. Si no me haces caso puedes llegar a perder tus mejores fotos (o al menos los archivos originales) y no habrá nada que puedas hacer por recuperarlas.
De igual modo que se estropea un electrodoméstico, un coche o el cajero automático, tu ordenador o tu disco duro externo puede decir 'adiós' en cualquier momento y dejar de funcionar para siempre. Hay programas de recuperación de datos, pero muchas veces es difícil resucitarlos o rescatar toda la información dañada.
Por eso es recomendable que cuando acumules una buena colección de imágenes, te decidas por comprar un disco duro adicional o que hagas una copia de seguridad en la nube. Ahora mismo puede que pienses, ¿tiene sentido duplicar el contenido que ya tengo? Si llega ese fatídico día dirás: ¡Menos mal que le hice caso!
También quiero darte otro consejo. Empieza ya a organizar tus fotos por carpetas. Dejar caer todas tus fotos en la carperta de Imágenes será un auténtico caos. Crear subcarpetas para cada año (2021, 2022, 2023) y dentro de cada una crea más subcarpetas con las fotos de cada sesión o salida fotográfica que hagas. Agradecerás el orden, te lo aseguro.
#20. Disfruta, la Fotografía no Debe Hacerte Sufrir
¿No te habrás desmoralizado después de leer todo lo que tenía que decirte verdad? Esa no era la intención, sino todo lo contrario. Creo que si vas a saltar al vacío, siempre es mejor saber cuantos metros hay de profundidad para no llevarte una sorpresa desagradable.
La fotografía es maravillosa, pero no te vas a convertir en fotógrafo en una semana, ni en un mes ni tampoco en un año. Es un largo camino lleno de baches que vas a recorrer a lo largo del tiempo y que requerirá que seas una persona constante.
No te obsesiones con ser el mejor ni con ganar notoriedad. Si te comparas con aquellos que han triunfado demasiado rápido solo te autoexigirás demasiado. Aprende, practica, fracasa y vuelve a empezar una y otra vez.
Si ser fotógrafo es un sufrimiento para ti y te causa ansiedad encontrar la perfección, es que lo estás enfocando mal. Cambia el chip, lo más importante es que disfrutes, porque la fotografía es capaz de aportar muchas cosas a tu vida y todas buenas. ¡Aprovéchalas!
¿Y a ti? ¿Qué te Gustaría Haber Sabido Cuando eras Principiante?
Me imagino que si tú ya llevas unos años haciendo fotos también habrás pensado en algún consejo que te habrías dado a ti mismo/a cuando empezaste.
Al analizar ahora algunas de tus fotos antiguas te das cuenta de algunos errores que cometiste y te gustaría haber sabido... ¡Eso! ¿Qué es? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!