Si compraste recientemente tu primera cámara réflex es probable que viniera con un objetivo de serie. Es lo que llamamos un kitero u objetivo del kit.
A poco que hayas profundizado en el conocimiento de tu equipo es posible que hayas leído críticas en las que tu objetivo no salga demasiado bien parado.
Pues no te preocupes porque tienes un buen equipo, pero hay una serie de consejos que puedes aplicar para sacarle más partido aún. ¿Te interesa conocerlos?
¿Es el Kitero una Lente Ideal para Principiantes?
Navegando un poco en la red es muy posible que hayas leído críticas e incluso burlas sobre este objetivo. De hecho, en foros, redes sociales u otros medios, puedes haber visto que se refieren a ellos como los objetivos kiteros (porque vienen con el kit) o como los pisapapales (tratando de enfatizar la supuesta inutilidad de la lente).
Pero no te dejes influenciar por estos comentarios tan negativos, porque si sabes cómo utilizar bien este objetivo podrás sacar fotos muy buenas. Así que deja de subestimar la lente que has adquirido con tu nueva cámara porque la mayoría de fotógrafos/as coincidimos en que para empezar en el mundo de la fotografía es el objetivo ideal.
Si vienes del mundo de las cámaras compactas o hasta ahora solo habías usado la cámara de tu smartphone, ya habrás notado que las fotos que haces con este objetivo superan bastante la calidad fotográfica que conocías hasta ahora.
Pero no te vamos a mentir, la lente del kit no es la mejor del mercado ni será seguramente la que más utilizarás en el futuro, sin embargo ahora mismo es la lente que necesitas para aprender. Antes de hacer una gran inversión de dinero con otros objetivos de mayor calidad, lo mejor es que aprendas primero a dominar este.
¿Por qué la Lente del Kit está tan Limitada?
La mayoría de lentes de kit son, por naturaleza, de bajo coste. Si lo piensas es comprensible, si incluyesen un objetivo de calidad suprema, nuestro kit inicial de cámara más lente sería muchísimo más caro y nunca veríamos la necesidad de superarnos comprando mejores objetivos.
Aunque la calidad de tu lente inicial también dependerá de la gama de cámara que compres. Si adquieres una cámara de iniciación seguramente la calidad será más limitada que si compras una réflex o una evil profesional o semi-profesional, la lente del kit será de una mayor calidad.
Por ejemplo, el objetivo que venía con la compra de mi primera Nikon fue un 18-55 mm de una calidad muy limitada. Además tuve la posibilidad de adquirir un segundo kitero más en el pack, para ampliar el rango focal, un 55-200 mm de una calidad similar al primero.
La verdad que fueron dos lentes que utilicé durante mucho tiempo para aprender a usar mi cámara antes de seguir comprando más lentes. Sin embargo, 10 años después al comprar una cámara profesional como es la Panasonic Lumix G9, la lente del kit que incluía era un objetivo de gama alta.
Estaba completamente sellado, construido con buenos materiales y con lentes ópticas de calidad superior. Pero claro, el precio fue también mucho más elevado y eso cuando somos principiantes solemos tener un presupuesto más limitado. De hecho, comprar una cámara en sí ya suele ser bastante inversión.
Las Principales Carencias de los Objetivos del Kit
Como te acabamos de decir, dependiendo de la marca y modelo de cámara que compres y el precio que tenga, se determinará también la calidad del objetivo que la acompaña en ese kit.
Por lo tanto, los objetivos que vengan con una cámara pueden no cumplir con todas estas características y carencias que vamos a enumerar.
No obstante, la mayoría de lentes de kit que vengan con cámaras de iniciación o modelos semiprofesionales contarán con ellas.
#1. Rango Focal
La primera carencia es que el rango focal que cubre que es bastante más limitado que el de una lente todoterreno. Si usamos como ejemplo un 18-55 mm, un kitero bastante habitual, podemos ver, por un lado, que su focal más corta es un 18 mm, por lo que no alcanza a ser un gran angular.
Por otro lado, en su focal más larga, 55 mm, tampoco llega a ser un teleobjetivo. Sin embargo, ese rango de distancias focales tenemos mucha versatilidad porque nos permite abarcar un rango básico para empezar a practicar muchos tipos de fotografía diferentes.
Con las focales más cortas puedes practicar fotografía de paisaje y con el resto de focales puedes experimentar con disciplinas como el retrato de personas, la fotografía de flores o plantas e incluso fotografía gastronómica y de producto.
#2. Apertura Máxima
La segunda carencia más destacable es que no suelen contar con aperturas máximas muy amplias, como mucho suelen ser de f/3.5. Esto es porque cuanto mayor es la apertura máxima de una lente, mayores son los costes de fabricación por lo que el precio se eleva notablemente.
¿Y esto en qué nos afecta? Pues que con aperturas máximas limitadas el bokeh que conseguiremos no será tan atractivo como el de otras lentes que cuentan con aperturas máximas mucho más amplias, como un f/1.8 o un f/2.8 que generan desenfoques mucho más bonitos.
Otro aspecto importante respecto a la apertura máxima en los kiteros (y en la gran mayoría de lentes zoom) es que no es constante en todo el rango focal, sino que es una apertura variable.
Esto significa que a medida que aumentamos la focal se reduce la apertura máxima y captaremos menor cantidad de luz. O lo que es lo mismo, que en 18 mm tendremos una apertura máxima de f/3.5 pero en 55 mm lo máximo que nos dejará abrir el diafragma es f/5.6.
#3. Enfoque Automático
La tercera carencia que podemos destacar sobre este tipo de lentes es el enfoque automático que suelen tener integrado.
Ciertamente, se agradece contar con él, pero sí que es verdad que puede resultar algo más lento y ruidoso que el que ofrecen otras lentes de gamas más altas.
La consecuencia de un autoenfoque limitado es que en ocasiones incluso puede pecar de poca precisión a la hora de disparar nuestras tomas y esto puede afectar notablemente a la definición de la imagen obtenida.
#4. Calidad de Imagen
En cuanto a la calidad de la imagen debemos tener en cuenta que nunca será la misma que la de una focal fija o de gama alta. Debemos asumir que no obtendremos una nitidez óptima, ni un gran contraste en comparación con otros objetivos.
De hecho, debido a la calidad de los componentes con los que está diseñados, estos objetivos son más propensos a la aparición de viñeteos o de aberraciones cromáticas.
Me refiero a la aparición de bordes negros en las fotografías y a los típicos halo verdosos y/o morados que pueden verse en imágenes muy contrastadas.
#5. Materiales de Fabricación
Por último, cabe destacar también la calidad de la fabricación. Podemos notar ya, incluso al tacto, que se trata normalmente de un objetivo construido con unos materiales de menor calidad que otras gamas superiores.
Se aprecian muchos elementos plásticos que son menos resistentes a los golpes que otros materiales. Además no cuentan normalmente con un buen sellado, por lo que no te aconsejo que lo utilices bajo malas condiciones atmosféricas como puede ser un día de lluvia o un ambiente con mucha humedad.
Tampoco estará muy bien protegido frente a agentes externos como la suciedad, el polvo u otras partículas que pueden deteriorar tu lente como el salitre o la arena.
5 Consejos para Aprovechar al Máximo tu Kitero
¿Quiere esto decir que estos objetivos no sirven? En absoluto. Obviamente, hay mejores objetivos (y mucho más caros) en el mercado. Como muchas otras cosas, todo depende del dinero que estés dispuesto a gastarte.
Pero el propósito de este artículo es darte todos los consejos para sacar un mayor partido al objetivo que asumo que puedes tener ahora mismo y que más te conviene para aprender a usar tu primera cámara. Así que, allá vamos.
#1. Busca el Punto Dulce del Objetivo
Procura no utilizar las aperturas máximas y mínimas del objetivo. En estas aperturas es cuando los objetivos hacen más evidentes sus defectos, y ocurre no solo con los objetivos de kit sino con cualquier objetivo.
Por ello, es preferible buscar lo que se conoce como "punto dulce" del objetivo, que es el conjunto de aperturas en las que el objetivo se comporta mejor (normalmente dos o tres pasos por encima de su apertura máxima).
En las lentes de focal variable, como la lente del kit, también es importante que evitemos las distancias focales extremas. Si por ejemplo tu objetivo cubre una focal de 18 a 55 mm, es probable que las mejores fotos no las haga ni a 18 mm ni a 55 mm, comportándose mejor con focales intermedias.
Por tanto, si hacemos caso a ambas recomendaciones, lo mejor es que optes por una focal cercana a los 35 mm y una apertura de f/8-f/11. Disparando dentro de esta zona de confort obtendrás imágenes más nítidas, con mayor definición y reducción de aberraciones.
#2. No Apures el Encuadre
Como ya hemos señalado anteriormente, este tipo de objetivos puede presentar problemas de pérdida de nitidez y de viñeteo en los extremos de la fotografía, de modo que se podría estar viendo más nítida la parte de la fotografía que aparece en el centro que lo que pueda aparecer más cerca de los bordes.
Una posible solución ante esta carencia es la de realizar un encuadre más amplio cuando hagas una foto para tener margen para recortar posteriormente en edición esos bordes indeseados. Es una forma rápida y sencilla de desechar esas zonas donde pueden aparecer esos problemas de viñeteo o de pérdida de nitidez.
#3. Evita los Destellos y Reflejos
Para reducir la aparición de reflejos, es importante evitar en la medida de lo posible fotografiar apuntando directamente a fuentes de luz. El uso de los parasoles protectores que se suelen suministrar con el objetivo ayuda en parte a mitigar este problema.
Las fotografías con grandes contrastes de luz tampoco te ayudarán a mejorar la calidad. Es en esas condiciones lumínicas donde se suelen apreciar mucho más las aberraciones cromáticas. Por ello, evita todo lo posible escenas con mucho contraste entre luces y sombras si no quieres que se agudicen esos problemas.
#4. Mima tu Objetivo
Es probable que la construcción de tu objetivo lo convierta en una lente bastante delicada. Probablemente tenga un aspecto un tanto endeble y no esté especialmente preparada para resistir polvo o golpes. No hay nada de malo en ello; simplemente cuídala todo lo que puedas.
Utiliza Filtros UV protectores, realiza un mantenimiento correcto de tu equipo y protégelo frente al polvo, la humedad, las salpicaduras y otros agentes peligrosos. Piensa que aunque sea una lente barata merece la pena que te dure mucho tiempo y te acompañe durante todo tu aprendizaje fotográfico.
#5. Dedica Tiempo al Procesado
Una gran herramienta que no debes dejar de lado es el procesado que hagas cuando pases las fotografías al ordenador, porque además del truco del reencuadre también puedes aplicar mecanismos para mejorar la nitidez de una fotografía o reducir el viñeteo y las aberraciones.
Si disparas en JPEG estarás muy limitado, así que dispara en formato RAW y sácale todo el jugo a tus tomas. Piensa que otra de las carencias que se dan con frecuencia en este tipo de lentes es la ausencia de contraste y saturación en las fotografías, así que con un rango dinámico alto disponible, podrás corregirlo todo muy fácilmente.
Cuando Estés Preparado/a, Podrás dar el Siguiente Paso
No desesperes con el uso de tu lente del kit. Para convertirte en un buen fotógrafo/a necesitas muchas horas de práctica a tus espaldas y debes cometer muchos errores. De nada sirve comprar la mejor lente del mercado si no sabes ni quiera como funciona tu cámara, así que no tengas prisa por aprender demasiado rápido.
Cuando ya domines la lente del kit y sientas que se te ha quedado pequeña, será el momento abandonar tu kitero y de adquirir tu segunda lente. A esas alturas ya sabrás qué géneros fotográficos te atraen más y cuáles son las lentes más recomendadas para practicarlos.
¿Y tú? Cuándo compraste tu cámara réflex, ¿incorporaba un objetivo de kit? ¿Qué opinión te merece? ¿Crees que puedes hacer buenas fotos con él? ¿Le sacas el máximo partido? ¡Deja un comentario y cuéntanos tu experiencia!