Uno de los principales atractivos de la fotografía digital es la capacidad que ofrece de tomar infinidad de instantáneas sin el miedo de tener que dejarte el sueldo en el revelado. Con la creciente capacidad de almacenamiento de las tarjetas y de los discos duros en el PC ya no hay miedo de tomar tantas fotografías como quieras, pero... ¡cuidado! Si metes en el PC todo lo que toma tu cámara fotográfica tal cual, corres el riesgo de convertir tu archivo fotográfico en un cajón de sastre donde es prácticamente imposible encontrar nada. En este artículo te damos unos consejos para que tu archivo fotográfico se mantenga útil.
Quédate sólo con las mejores fotos
Crea una carpeta en tu PC que se llame, por ejemplo, Descartes, y lleva allí todas las fotos que sean oscuras, estén borrosas o carezcan de interés por cualquier tipo de defecto. Si tienes múltiples copias prácticamente idénticas de la misma instantánea, quédate con las 2 o 3 mejores. Procura hacerlo siempre que descargues las fotos de tu cámara al PC: ahorrarás mucho tiempo posterior de gestión y revisión de tu archivo fotográfico.
Decide tus criterios de archivado
Piensa en el criterio de archivado que funciona mejor para ti: cronológico, por evento, por temática... Y crea carpetas en consecuencia: bien carpetas convencionales, bien carpetas dentro de tu programa de almacenamiento de imagenes favorito, bien tags si es que el sistema de almacenamiento que usas está basado en tags.
Datos adicionales en tus criterios
A menudo resulta útil añadir información temporal (por ejemplo, mes y año) porque ayuda a localizar las fotos. Muchas veces te acuerdas del momento en que tomaste esa fotografía, y si has tenido en cuenta la fecha a la hora de archivar, te resultará más fácil recuperar aquella instantánea.
Haz copias de seguridad
No olvides que, desafortunadamente, los PC's se estropean. O se infectan con virus. También pasa que a veces borramos ficheros por error. Es imprescindible realizar frecuentes copias de seguridad: puedes utilizar tu grabadora de DVD para ello.
Sé constante
El tener un mejor o peor archivo fotográfico, más que del software que utilices (se puede tener un buen archivo sin usar ningún programa), depende de lo constante y organizado que seas. Especialmente si tomas muchas, muchas fotos. Sé constante: es más sencillo mantener el orden cada vez que realizar grandes trabajos de organización cada 12 meses y que el desorden impere la mayor parte del tiempo.