La mayoría de aficionados a la fotografía no es consciente de que para conseguir hacer las fotografías con las que siempre han soñado es imprescindible primero aprender ciertos conceptos teóricos.
Cuando imparto un curso, la primera clase está relacionada con la teoría. Al terminar, la mayoría salen sorprendidos con la cantidad de conceptos nuevos que han aprendido y el número de palabras que habían escuchado por primera vez.
Es importante conocer y sobre todo entender cada uno de estos conceptos, y para ello, nada mejor que realizar algunos ejercicios prácticos. Viendo los resultados es mucho más fácil de asimilar para después poder aplicarlos. ¿Quieres saber cuáles son?
Aprende lo que es la profundidad de campo
Lo primero que podemos practicar es la profundidad de campo. Este es un concepto que al principio cuesta algo de entender, sin embargo, en la realidad la idea es muy sencilla. Para ello, lo más fácil es disponer de varios objetos separados entre sí y posicionar la cámara apuntando hacia ellos.
Para realizar este ejercicio de manera más sencilla recomiendo configurar la cámara en modo A o Av (Prioridad a la apertura).
La idea es ver cómo, una vez hemos enfocado a uno de los objetos, varía la profundidad de campo conforme vamos abriendo o cerrando el diafragma. El ejercicio propuesto es el de dejar la cámara quieta, enfocar a un objeto, configurar el diafragma a la mayor apertura y tomar la foto. Después, simplemente iremos cerrando el diafragma, por ejemplo a f/8, y después lo más cerrado posible (el número f más grande que te permita tu objetivo) que suele ser f/22.
Como se puede ver, conforme más cerramos el diafragma, más profundidad de campo tenemos, o lo que es lo mismo, la zona con elementos nítidos es mayor.
La velocidad de obturación varía el resultado final
Otro ejercicio que podemos hacer es ver qué pasa cuando variamos la velocidad de obturación. Hay situaciones en las que no vamos a ver ninguna variación, puesto que no hay ningún elemento de la fotografía que esté en movimiento.
Si sucede lo contrario, entonces las diferencias serán sustanciales. Para este ejercicio es recomendable configurar la cámara en modo T o Tv (Prioridad a la velocidad).
Para realizar este ejercicio dejaremos la cámara quieta, a ser posible sobre un trípode y buscaremos un elemento en movimiento. Un buen ejemplo puede ser el agua. Podemos utilizar un grifo, o si estamos en la calle una fuente (con agua).
La primera foto la haremos a una velocidad muy rápida, por ejemplo, 1/1000s. A esta velocidad congelaremos el agua que está en movimiento, pudiendo ver perfectamente las gotas de agua. A continuación, reduciremos la velocidad hasta 1/100s. Aquí la velocidad es más lenta, por lo que empezaremos a ver cómo el agua aparece algo movida. Para finalizar, cambiaremos la velocidad a 1/10s o incluso 1s. Es cuando empezaremos a ver cómo no identificamos ninguna gota de agua y aparece el conocido efecto seda. Podéis poner hacer más pruebas modificando la velocidad a vuestro gusto. En este caso, la velocidad de obturación depende de la velocidad con la que se mueve nuestro sujeto. Cuanto más rápido se mueva, mayor velocidad necesitaremos para congelarlo.
Conoce los límites del ISO de tu cámara
El ISO es un desconocido para mucha gente, y el parámetro más temido por otros. Es necesario saber que el ISO es un estándar y que cuanto mayor ISO configuremos, mayor ruido (puntitos) aparecerá en nuestra fotografía, pero también es necesario saber que no hay que tener miedo de subir el ISO, que para eso está.
Lo que tenemos que averiguar es cuál es el límite de nuestra cámara antes de que el ruido sea tan grande que la foto quede inservible. De manera que podemos hacer un ejercicio tan sencillo como disparar varias fotografías e ir subiendo el ISO en cada una de ellas. Para poder realizar las comparaciones posteriores recomiendo usar trípode.
La mayoría de cámaras tienen un ISO nativo de 100, lo que significa que es el ISO más bajo en el que obtenemos la mayor calidad (algunas permiten bajar a ISO 50 pero no es completamente real). Algunas cámaras CSC tienen un ISO nativo 200. Cada uno probará con su ISO nativo correspondiente e irá subiendo a 400, 800, 1600, etc...Hoy en día las cámaras soportan muy bien los ISOs altos, por lo que no es de extrañar que podamos disparar a ISO 6400 sin problemas.
Para ver las diferencias tendremos que hacer zoom al 100% y comparar unas con otras. Cuando veas que la fotografía tiene tanto ruido que es difícil de eliminar por software entonces habrás encontrado el ISO máximo al que deberías disparar cuando quieres obtener una fotografía con suficiente calidad.
Cómo afecta al color el Balance de Blancos.
Otro concepto que cuesta entender al principio pero con ejemplos se entiende rápidamente. Lo primero que hay que saber es que la luz tiene color (por simplificar). Dependiendo del color que tenga la luz veremos los objetos iluminados por esta, de un color u otro.
Por ejemplo, una pelota blanca a medio día iluminada por el Sol hará que veamos una pelota de color blanco, porque la luz a esas horas tiene una temperatura de color de unos 5500 kelvin (que es la medida que se utiliza para medir esta temperatura). Esta temperatura de color digamos que es neutra, es decir, que vemos los colores tal cual son, sin interferir en ellos. Si esta misma pelota la metemos en un cuarto en el que hay una luz de color naranja, la pelota la veremos naranja, cuando en realidad es blanca.
Aquí es donde aparece el balance de blancos. Precisamente el balance de blancos sirve para tratar de conseguir el control sobre el color de la luz, de manera que podamos obtener el color real o todo lo contrario. En el ejemplo, si ponemos el WB (white balance) de manera automática, la cámara tratará de contrarrestar el tono naranja para que la pelota salga blanca.
La mayoría de cámaras disponen de diversos modos según la ocasión. Por ejemplo, nublado lo que hace es contrarrestar el tono azulado de un día nublado, por lo que la foto saldrá grisácea. Si utilizamos un modo determinado en una situación diferente obtendremos resultados dispares.
En el ejercicio podéis coger y hacer la misma foto conforme vais cambiando el balance de blanco. La manera más fácil de ver los resultados es fotografiando algún objeto blanco. Podéis probar diferentes balances de blancos, como luz día, tungsteno, o nublado.
Hay que tener en cuenta que el resultado no podrá modificarse después en el ordenador si estamos disparando en JPEG. Si configuramos la cámara en RAW podremos modificar la temperatura de color durante el procesado sin perder calidad.
Con estos ejercicios conseguirás entender algunos conceptos que pueden estar borrosos y no muy claros. Puedes hacer diferentes pruebas en distintos lugares para luego comparar.
Enlaces Relacionados
- La Profundidad de Campo Explicada con Ejemplos
- La Profundidad de Campo “en Profundidad” [AHMF31 día8]
- Razones y Consejos Para Dominar La (Escasa) Profundidad de Campo
- Velocidad de Obturación: ¿Quieres Saber Cómo Funciona?
- ¿Para qué Sirve la Velocidad de Obturación?
- Sensibilidad ISO: Cuando Apertura y Velocidad no son Suficientes
- Sensibilidad ISO. La Pieza Que Completa El Puzle de la Exposición [AHMF31 día10]
- 7 Consejos Imprescindibles Para Dominar La Sensibilidad ISO
- Balance de Blancos: Qué Es y Cómo se Usa