Lo confieso, SIEMPRE llevo la cámara encima. Todo empezó con el Proyecto 366 y la necesidad de hacer una foto diaria y ahora se me hace raro salir de casa sin la cámara en el hombro. Puede parecer raro, hay gente que me dice que estoy loca. Pero tengo mis razones y, si me dejas cinco minutos, seguro que te convenzo para que la cámara sea una extensión más de tu cuerpo. Aunque puede ser un poco engorroso ir siempre cargado con la cámara, especialmente si tu equipo está formado por una réflex. Sea como sea, ahí van mis razones para llevar la cámara siempre encima.
Antes de Empezar: Es Importante ir Con Cuidado
Ir con la cámara siempre encima puede regalarte fotos estupendas que, de otra manera, no hubieras conseguido. Sin embargo, ir luciendo equipo puede ser un reclamo para los "dueños de lo ajeno". Así que debes ir con cuidado, especialmente si la cámara que sacas a pasear contigo es la joya de tu equipo. Para ello puede ser interesante eliminar las marcas (utilizando una correa completamente negra, tapando la marca de la funda...), no llevar la cámara colgada del cuello permanentemente (a veces es mejor llevarla de la mano, bien asegurada con la correa, pasará más desapercibida) y, sobre todo, si no estás seguro de que sea un buen sitio para sacar la cámara, no la saques. Es mejor perder una fotografía que perder la cámara.
Ahora sí, empezamos con las razones:
1. Tendrás la cámara presente en tu mente
Y esto te servirá no sólo en la calle, sino también en casa. Te acostumbrarás a tener la cámara siempre encima así que intentarás convertir el más mínimo indicio en una fotografía. Aunque sólo sea por probar. Tu casa puede llegar a convertirse en un buen estudio fotográfico si eres consciente de que puede serlo.
2. Harás muchas fotos
Todos tenemos épocas más fotográficas que otras. Hay meses en los que, por las razones que sea, no te apetece tocar la cámara (o, simplemente, no piensas en ella). Si estás en una de estas situaciones y quieres solucionarlo, prueba de llevarte la cámara contigo un par de semanas. Verás como el hecho de tener que cargar con ella te impulsa a tomar muchas más fotografías y cuando quieras darte cuenta tu "crisis fotográfica" habrá desaparecido.
3. No se te escapará nada
Parece evidente, pero no está de más decirlo pues este fue el motivo que me acabó convenciendo a mí. ¿No has sentido nunca la sensación de "ojalá tuviera mi cámara aquí"? A veces habrás podido solucionar esa necesidad fotográfica con la cámara de tu teléfono móvil pero, desengañémonos, nunca será lo mismo. Si llevas la cámara de fotos encima, siempre estarás preparado para hacer las fotografías que te encuentres en cualquier situación.
4. Las segundas oportunidades no existen
Si ves algún escenario que te llame la atención pero no llevas la cámara de fotos encima para realizar la fotografía que quieras, no bastará con volver al día siguiente. Seguramente la luz no sea la misma o habrá algún elemento que ya no estará. Las segundas oportunidades en fotografía no existen, así que no te apoyes en ellas. Mejor llevar la cámara encima y sacar la imagen cuando la encuentres.
5. La fotografía puede ser un buen pasatiempo
Imagina la siguiente situación: has quedado con un amigo y éste se ha retrasado. Puedes quedarte sentado en un banco con tu smartphone en la mano, pero si tienes la cámara contigo, puedes sacarla de la funda y hacer fotografías. Además, cuando tu amigo llegue, puedes incluso decirle que, para compensar el retraso, pose para ti ;)
6. Perderás la vergüenza
El hecho de poder realizar tantísimas fotografías, poco a poco, hará que vayas perdiendo la vergüenza de hacerlas. Al final te sorprenderás haciendo fotos que antes no habrías hecho por no llamar la atención.
7. Un impulso a tus proyectos
Si estás llevando a cabo algún proyecto fotográfico, llevar la cámara siempre contigo puede ser la excusa perfecta para darle un impulso y realizar más fotografías. Incluso puede inspirarte para empezar un proyecto nuevo como podría ser la fotografía urbana de tu ciudad, los elementos de tu barrio...
8. Aprenderás a mirar las cosas de manera distinta
Antes, cuando no llevabas la cámara siempre encima, el camino de casa al trabajo era monótono y aburrido. Pero ahora tienes una cámara y sería una tontería llevarla sin utilizarla, ¿no? Así que empezarás a mirar las cosas desde otro ángulo, buscando fotografías potenciales para poder aprovechar la cámara. Donde antes el retrovisor servía, únicamente para mirar hacia atrás en el coche, ahora hay una fotografía esperando para ser tomada, por ejemplo.
9. Mejorarás tus reflejos fotográficos
Porque, poco a poco, irás descubriendo las situaciones que pueden llegar a convertirse en una fotografía. Te adelantarás a ellas y acabarás esperándolas con tu cámara en el ojo.
10. También mejorarás tu técnica
Personalmente opino que la fotografía se aprende haciendo fotografías. Así que si como ya hemos visto, llevando la cámara siempre encima harás más fotografías de lo normal, por esa regla de tres, con el tiempo acabarás mejorando tu técnica. Además, haciendo tantas fotografías, acabarás conociendo mejor tu equipo.
11. De vez en cuando, podrás descansar de la cámara
¿Cómo vas a descansar de algo con lo que no tienes mucha relación? Llevar la cámara siempre encima te permite que, si un día no te apetece, puedas dejarla en casa. Parece una tontería pero te aseguro que cuando llevas casi nueve meses llevando la cámara a diaro contigo, el día que puedes dejarla a casa, ¡lo agradeces!
Consejillos para no quedarte sin cervicales
¿Te he convencido pero ahora sufres por tus cervicales, pues la cámara pesa y eso hace que te plantees el llevarla o no? Aquí van unos pocos consejos para evitar daños mayores:
- Si no quieres cargar con la réflex (o simplemente no dispones de una) una compacta o una bridge puede hacer las mismas funciones. Además, será más cómodo para ti llevar una cámara más pequeña aunque corres el riesgo de acabar olvidando que la llevas contigo.
- Si no quieres o no puedes llevarla siempre contigo, llévala siempre que puedas. Es mejor llevar la cámara dos días a la semana que no llevarla nunca.
- Objetivos pequeños, mejor. Si tienes más de un objetivo, prueba a llevarte el más pequeño. Una servidora siempre va con el 50mm enganchado a la cámara. Además de ser ligero, pequeño y discreto ofrece unos resultados estupendos, así que dejo los objetivos más grandes para cuando salgo de caza fotográfica.
- Compra una funda pequeña. Seguramente tengas una funda para guardar la cámara y probablemente puedas meter en ella todo tu equipo. Puedes probar de comprar una funda pequeña, en la que sólo quepa la cámara con el objetivo montado. Tu cámara irá protegida y tú no irás especialmente cargado.
Nota importante a tener en cuenta
Llevar la cámara siempre encima NO es sinónimo de hacer fotografías a diestro y siniestro. No implica tomar fotos de todo. Ni siquiera significa tomar fotos cada día. Podemos caer en el error de convertirnos en unos obsesos del clic. Mejor optar por la calidad antes de la cantidad, ¿no crees?