Seguro que en más de una ocasión te ha ocurrido lo siguiente: sales de excursión con tu cámara, piensas si llevar o no el trípode, y finalmente decides dejarlo porque no estás dispuesto a cargar con el peso que supone sin estar seguro de si lo vas a utilizar.
Cuando al final estás en medio de tu sesión fotográfica, se presenta esa oportunidad en la que podrías haber utilizado el trípode y lamentas no haberlo cogido. ¿De verdad no te ha pasado nunca?
En este artículo te hablaremos de las bondades del bean bag, un accesorio que te podría haber salvado de esa situación. Es tan sencillo de utilizar como efectivo y, además, muy fácil de fabricar en casa ¿Quieres saber más?
Una Buena Alternativa al Trípode
El trípode es un accesorio fundamental en nuestro equipo fotográfico, pero hay ocasiones en las que por algún motivo no puede acompañarnos en nuestra escapada fotográfica. ¿Existen alternativas más cómodas y ligeras?
Por supuesto, una de ellas es el monopie o monopod. No es un sustituto real, ya que no podemos hacer el mismo tipo de fotografías, pero puede ser un interesante suplente en determinadas situaciones en las que el trípode no nos puede acompañar.
El bean bag es otra alternativa todavía menos voluminosa y más ligera. Si apoyamos bien la cámara sobre él la posición no variará. Esto nos permitirá, al igual que el trípode, ajustar nuestra cámara para realizar exposiciones con tiempos ilimitados.
No te preocupes si piensas que tus fotos pueden salir torcidas. Lo solucionas rápido acoplando un nivel como este a la zapata de tu flash para asegurarte de que la cámara se alinea con respecto al horizonte. Esto te vendrá genial, sobre todo, para fotografía de paisaje.
¿Qué es Exactamente un Bean Bag?
Bean Bag significa, literalmente, "bolsa de judías". Y es que este accesorio es precisamente la evolución de una bolsa de legumbres. Haz la prueba en casa, si coges una bolsa de legumbres en la que el contenido no esté completamente comprimido verás que se convierte en una masa bastante moldeable.
Con esa misma filosofía se concibe el bean bag. Se trata de una simple bolsa de tela u otro material, rellenada con un producto (no tienen que ser necesariamente legumbres) que amortigue lo suficiente.
De este modo, podrás apoyar esa bolsa sobre una superficie y colocar encima la cámara, adaptando la forma de la bolsa para que tu cámara quede fija y orientada hacia aquello que quieras fotografiar.
Además de dar estabilidad, proporcionan seguridad para que tu equipo se quede fijo sobre una superficie irregular o en pendiente. Y en el caso de las cámaras DSLR, también ayudan a absorber las vibraciones creadas por el espejo al levantarse.
¿Dónde Comprar un 'Bean Bag'?
Si no eres muy mañoso, puedes comprar un bean beag. Es un accesorio bastante asequible que encontrarás en tiendas por unos 15 o 20 euros. En Amazon puedes comprar un bean bag sencillo con tela de camuflaje por unos 15€. Incluso podrás adquirir solo la tela por unos 13€ y rellenarla con el material que tú quieras.
También verás que hay otros bean bags mucho más profesionales, con forma de U para colocarlos cómodamente en una barandilla o en la ventanilla del coche.
Algunos incluso cuentan con una base para colocar bien la cámara o un teleobjetivo muy grande. Estos accesorios tienen mayor calidad y su precio ya ronda los 30-40 euros. Aunque si te gusta la fotografía de animales salvajes, sin duda, son la mejor opción.
¿Qué Necesito para Crear un 'Bean Bag'?
Aunque puedes comprarlos baratos, la opción más económica siempre es fabricarse uno personalizado con materiales sencillos que encontremos en casa. Veamos primero los elementos que necesitamos para crear nuestro propio bean bag:
Materiales Necesarios
- Dos trozos de tela de 30 cm x 40 cm
- Aguja e hilo
- Unas tijeras
- Un metro o una regla
- Un embudo mediano
- El relleno (legumbres u otro material)
¿Cuál es el Mejor Relleno?
Pues lo más clásico, como el nombre del propio accesorio indica, es que usas frijoles o alubias. Aunque te servirá cualquier tipo de legumbres, como lentejas o garbanzos.
Sin embargo, puedes elegir otras opciones como granos de maíz, guisantes secos o arroz. Este último quizá es menos recomendable porque acaba desprendiendo el almidón en forma de polvo y se puede colar por el tejido llegando a ensuciar la cámara.
Si prefieres evitar productos alimenticios, también puedes decantarte por otros materiales como bolas de poliestireno o de sílice, que absorben muy bien la humedad, o incluso semillas de lino ¡Tú eliges con qué material rellenar tu bean bag!
Creando tu 'Bean Bag' Personalizado en solo 4 Pasos
Una vez tenemos todos los materiales, es el momento de ponernos manos a la obra y crear nuestro bean bag. Toma nota de cada uno de los pasos:
Paso 1. Mide y Corta dos Trozos de Tela
Primero medidos y recortamos con las tijeras dos piezas de tela del mismo tamaño. En este caso 30x40 cm, pero puedes hacerla más pequeña si consideras que es demasiado grande para tu cámara.
El material de la tela puede ser algodón, lycra o incluso fieltro. Lo importante es que sea resistente y fácil de trabajar. Aunque, si tu idea es usarlo para fotografiar la naturaleza salvaje y llevarlo al campo o a la playa, lo más recomendable es que optes por una tela que sea impermeable.
Paso 2. Cose los Trozos de Tela Simétricamente
Cuanto tengas los retales cortados, únelos de forma simétrica y cose con aguja e hilo ambas partes por el borde. Asegúrate de dejar algo de margen y no coser los retales justo por el límite. Haz hincapié en las esquinas y refuérzalas dando algunas puntadas de más, para que no sea más fuerte y no se nos salga el relleno al hacer presión.
Importante, no llegues a coser del todo la bolsa. Para poder introducir el relleno, tendremos que dejar un trozo de unos 2-3cm sin coser. Ahí será donde colocaremos el embudo y rellenaremos nuestro bean bag antes de coserlo del todo.
Paso 3. Voltea la Tela e Introduce el Relleno
Ahora, dale la vuelta a la tela que acabas de coser. De esta forma las costuras se quedarán por dentro y al estar ocultas no se verán. Seguidamente, coloca el embudo en el pequeño agujero que hemos dejado y rellena la bolsa con el material que hayas elegido. En nuestro caso, con lentejas pardinas.
¡Ojo! No rellenes del todo la bolsa. Tienes que dejar espacio para que las legumbres puedan moverse y adaptarse cuando coloquemos nuestra cámara encima. Piensa que si está demasiado llena la bolsa, la cámara no podrá acoplarse y si está demasiado vacía tampoco nos servirá.
Paso 4. Comprueba el Relleno y Cose del Todo la Bolsa
Si no estás seguro de haber dejado bastante espacio en el relleno, haz una prueba antes de coser. Coloca la cámara encima presionando con la mano la costura abierta para que no se salga el relleno.
Así sabrás si tu bean bag funciona bien o si debes añadir o quitar relleno antes de coserlo del todo. Finalmente, tendremos que acabar de coser la abertura de 2-3cm que habíamos dejado antes para que quede bien cerrada.
¡Sal a Probar tu Nuevo 'Bean Bag'!
Ahora ya tienes tienes terminada tu bean bag personalizada. Lo que haremos será salir a probarla y comprobar que nos da la estabilidad que necesitamos.
Como puedes ver en la foto, si colocamos nuestra cámara sobre la bolsa, esta se adapta muy bien y se queda totalmente fija. Tanto para ángulos picados como para contrapicados nos servirá, aunque siempre tendremos que asegurarla y fijarla bien antes de soltarla.
Para los amantes de la fotografía salvaje o de la fotografía macro, será casi imprescindible que tengan tu propio bean bag. De hecho, es una buena idea usar tela de camuflaje (como la que hemos visto antes) para construirlo y pasar todavía más desapercibido en la naturaleza.
Si vas a apoyarla sobre superficies mojadas y no has podido crear tu bean bag con tela impermeable, tendrás que protegerlo para que no traspase la humedad. Mételo dentro de una bolsa hermética de congelación o incluso dentro de una bolsa de plástico para evitar que se moje y se estropee.
Otro truco interesante, si no quieres llevar peso, es llevar la bolsa de tela vacía y rellenarla con arena de playa, de monte o con piedras pequeñas recogidas en el mismo sitio donde vayas a hacer tus fotos.
En definitiva, el bean bag es un accesorio muy versátil. Puedes utilizarlo colocándolo encima de un trípode improvisado como podría ser un muro, un tronco de árbol, una roca o la puerta de un coche.
Otro de los usos más habituales es en fotografías a ras de suelo o lo que también se conoce como ángulo gusano. Solo tendrás que depositar el bean bag en el suelo y tu cámara sobre él, para conseguir estabilidad, seguridad y capturas muy bellas. ¡Disfrútalo!