Hacía tiempo que tenía ganas de probar una solución alternativa a la impresión de fotos en gran formato como los fotolienzos y, al igual que el panel ligero, la impresión en metacrilato era uno de los productos basados en impresión fotoquímica en papel fotográfico que quería conocer en detalle.
Si quieres descubrir algo más sobre este tipo de revelado, no te pierdas el análisis de la impresión en metacrilato que hemos hecho en este artículo.
Probando un servicio rápido y de calidad
Me decidí a escribir éste por dos motivos. Por un lado, porque sois muchos los que nos habéis escrito en más de una ocasión preguntándonos por soluciones de impresión de fotos para hacer regalos o para decorar. Y por otro, porque el producto me parece lo suficientemente poco extendido como para que no haya mucha literatura al respecto circulando por la Red, por lo que creo que siempre es útil escribir sobre este tipo de productos menos conocidos.
Aunque alguna vez lo hemos hecho, en dZoom no acostumbramos a escribir análisis de productos de revelado e impresión digital. Pero aprovechando que algunas de las personas que escriben habitualmente en dZoom participan activamente en el proyecto de Fotodalia y teníamos facilidad para acceder a sus productos de impresión digital nos decidimos a probar su impresión en metacrilato para arrojar algo de luz a un formato de impresión poco extendido en la comunidad fotográfica.
En otras ocasiones he probado otros formatos de impresión de Fotodalia y, sabiendo que hacen un muy buen trabajo de laboratorio con el manipulado de las fotos, no quería dejar pasar la oportunidad de conocer de primera mano su nuevo producto.
La recepción del pedido
Para realizar la prueba encargué una impresión en metacrilato de 20 x 30 cm, un tamaño pequeño comparado con el tamaño máximo al que imprimen los metacrilatos (80 x 60 cm), pero suficiente para hacer las pruebas.
Tras realizar el pedido, recibí esa misma semana el paquete a través de una empresa de mensajería nacional.
La presentación exterior del producto era correcta. Se encontraba embalado en una caja de cartón sin ninguna señal de daños externos, y el contenido parecía estar fijo en su interior.
Al abrir la caja vi que en su interior la fotografía en metacrilato venía perfectamente envuelta en papel de burbujas, y el relleno ajustaba con el tamaño de la caja, por lo que, como había apreciado desde fuera, el producto se encontraba seguro dentro de la caja, sin margen de movimiento en su interior.
Así que puedo decir que el embalaje del producto ha sido correcto.
El producto
Una vez retirado el papel de burbujas que lo protege, me he encontrado con la impresión en metacrilato.
La foto en metacrilato es una solución compuesta por una fotografía de impresión fotoquímica (el revelado de laboratorio de toda la vida) a la que se coloca una capa de 5 mm de metacrilato transparente en su parte superior y una capa de forex de otros 3 mm en su parte inferior.
Por así decirlo, tenemos un producto formado por tres capas: una capa externa de metacrilato, papel fotográfico, y una capa de forex que protege la fotografía por debajo.
De este modo, la fotografía queda completamente protegida, ya que tras su sellado el producto queda como una sola pieza compacta, y un grosor reducido (menos de 1 cm).
Frente a una solución de impresión sobre superficies como los clásicos fotolienzos, la calidad del resultado en términos de parecido al original es mucho mayor, ya que lo que vemos realmente es un revelado fotoquímico, en lugar de encontrarnos ante una impresión sobre una superficie más rugosa.
Por lo que he podido consultar, no todos los servicios de impresión en metacrilato funcionan igual, ya que hay muchos que directamente imprimen sobre el metacrilato en su cara interna, lo que a priori me hace pensar que en esos casos tanto el resultado como la durabilidad del producto pueden no ser tan buenos, ya que no se cómo de buena será la asociación de la tinta que se pueda utilizar y una superficie como el metacrilato para conseguir el nivel de detalle que le podemos exigir a una foto.
Colgándolo en la pared
Para poder colgarlo de la pared, el metacrilato lleva adherido en su parte posterior (en la capa de forex) dos perfiles de aluminio, que son los que apoyan en la pared a la hora de colgarlo, de forma que el metacrilato queda "suspendido" en el aire, separando el metacrilato unos 2 cm de la pared.
Frente a otras soluciones que había visto en las que el apoyo se realizaba a través de una especie de remaches grandes de tipo decorativo que se veían desde el frontal, la solución de los perfiles de aluminio hacen que el ajuste a la pared se haga de forma invisible para quien contempla la foto. El tema de los remaches era algo que siempre me había echado para atrás, ya que no deja de ser un elemento que genera distracción y puede llegar a eliminar detalles de la fotografía salvo que ésta lleve un borde no impreso y sea ahí donde se encuentren. En cualquier caso, esto ya es más una manía personal que otra cosa, y puede que a otros les guste más ese acabado.
En resumen
Frente a otras soluciones como el fotolienzo, la impresión en metacrilato tiene dos ventajas importantes:
- Por un lado, la calidad de la impresión, ya que ésta se realiza sobre papel fotográfico en lugar de sobre un tejido u otra superficie menos apropiada que el papel fotográfico.
- Por otro, la durabilidad y facilidad de mantenimiento, ya que lo que está expuesto es el propio metacrilato, una superficie razonablemente resistente y muy fácil de limpiar.
En términos de protección, sería algo parecido a tener la foto dentro de un marco con un cristal, con la gran diferencia de tratarse de una solución mucho más compacta y sin marco (la foto llega hasta el mismo borde). Sin duda, una superficie ideal para utilizarla en estancias más proclives a la suciedad como puede ser por ejemplo la cocina, y también en aquellas situaciones en las que consideremos que el metacrilato juega a nuestro favor como un elemento de diseño.