¿Has intentado alguna vez hacer fotos a una mascota? De entrada puede parecer una tarea sencilla, pero si lo has intentado te habrás dado cuenta de que conseguir buenas fotos a la primera no es tan fácil. Sobre todo, si la mascota no es tuya...
Los retratos de mascotas tienen muchas cosas en común con los retratos a bebés o a niños pequeños. El factor de descontrol y desorden añade un plus de dificultad a tus sesiones fotográficas. Sin embargo, hay trucos y consejos que pueden ayudarte a conseguir mejores fotos ¿Quieres saber cuáles son? ¡Toma nota!
#1. Planifica tu Sesión Fotográfica
Si vas a hacer fotos a tu propia mascota tendrás más opciones para elegir el día, la hora o el momento más adecuado. Por ejemplo, la hora de la siesta o una excursión en familia. Al tener la cámara en casa, será más sencillo encontrar situaciones espontáneas y fotografiarlas.
Pero, si vas a hacer fotografías a una mascota ajena, la cosa se complica. En esos casos, tendrás que planificar tu sesión fotográfica. Esto será fundamental en este tipo de fotografía porque contarás con un tiempo limitado antes de que la mascota se empiece a agobiar, y si no eres ordenado, es probable que no cumplas con tus objetivos.
Primero, habla con el dueño/a del animal y pídele que te lo cuente todo sobre su mascota. Pregúntale qué tipo de fotos le gustaría hacer o qué temáticas (Navidad, Halloween, Cumpleaños) podrían abordarse. Aunque, si tienes la oportunidad, trata de conocer al animal antes de la sesión para tomar algo de confianza con él. Cuando lo tengas todo claro apunta todas las ideas en una lista, y sigue ese guión durante tu sesión para cubrirlas todas o la mayor parte de ellas.
#2. Prepara tu Equipo Fotográfico
El equipo recomendado para la fotografía de mascotas es prácticamente el mismo que podrías utilizar para la fotografía de retrato de personas. Puedes utilizar, por ejemplo, una lente fija estándar como el 50 mm o 35 mm. Ambos objetivos son muy luminosos y son muy adecuados para este tipo de fotografías.
Aunque también puedes optar por utilizar un objetivo zoom que cubra varias distancias focales de 28 a 70 mm. Aunque depende del animal, es posible que no puedas usar distancias focales cortas. Si te acercas demasiado a él con tu cámara, puedes llamar demasiado su atención o curiosidad y conseguir que quiera investigar tu material fotográfico. En ese caso puedes perder el encuadre e incluso poner en peligro la integridad de tu equipo.
La otra reacción más habitual es que el animal se asuste, con lo que la sesión tampoco funcionará como tú quieres. En esos casos, quizá la solución sea usar un teleobjetivo. De este modo podrás centrarte en los detalles sin incomodar a la mascota, consiguiendo muy buenas fotos de una manera más cómoda y segura.
#3. Cuida los Detalles y Selecciona Bien el Fondo
Cuando fotografíes a tu mascota en una habitación de la casa, trata de que no haya elementos que distraigan la atención. Por ejemplo, que la cama esté hecha o que la tela no esté arrugada, que la mesa no tenga polvo o que no se vea de fondo la taza del desayuno. Si cuidas esos pequeños detalles tus fotos serán mucho más profesionales.
Si vas a hacer las fotos en una estancia preparada para la ocasión, ten también todo listo. Si tienes que colocar atrezzo o un fondo concreto hazlo previamente. Cuando empieces a hacer fotos verás que el tiempo pasa muy rápido, por lo que todo lo que puedas tener avanzado te liberará para hacer más fotos.
Nos interesa que la mascota sea la protagonista de la toma. Por lo que, lo más importante es evites fondos que distraigan demasiado la atención. El color del fondo también es importante. Si fotografías un perro de color negro, por ejemplo, no elijas un color oscuro para el fondo. Trata de buscar el contraste para que la mascota destaque más, por ejemplo un fondo blanco o rojo.
#4. Elige Bien los Parámetros
Como ya te hemos comentado, los animales son impredecibles en su comportamiento. Por eso tendremos que ajustar sobre todo la velocidad de obturación. Nos interesará utilizar velocidades altas para poder congelar el movimiento, sobre todo si queremos fotografiarlo jugando o saltando y no queremos que la foto salga movida.
Puedes probar a utilizar el Modo Mascota que encontrarás en muchas cámaras, pero también es buena opción usar el Modo Prioridad a la Velocidad. Así elegirás la velocidad que más te interese y la cámara se encargará de calcular el resto de parámetros por ti.
Si la mascota está quieta o relajada y lo que te interesa es conseguir un fondo desenfocado, puedes usar una apertura alta (número f bajo) o el Modo de Prioridad a la Apertura (para ir más rápido). Utiliza también el Modo de medición puntual o ponderada al centro y así conseguirás también una exposición más correcta (sobre todo si tu mascota es de color muy oscuro o muy claro)
#5. Dispara en Modo Ráfaga y Prueba el Barrido
Puede que en lugar de querer fotografiar inmóvil al animal, prefieras capturarlo en movimiento. Si se trata de un perro, puedes llevarlo a un parque y pedirle a sus dueños o a un asistente que le lancen a una pelota o un juguete.
Cuando fotografíes a un animal en movimiento, además de velocidades de obturación altas, también puedes disparar tus fotos en modo ráfaga. De modo que obtengas múltiples imágenes de un mismo momento y puedas elegir la que más te guste.
También puedes utilizar la técnica del barrido o panning. Si no la conoces, consiste en fotografiar un motivo en movimiento acompañando este movimiento con la cámara. Es decir, en este caso estaríamos barriendo la escena para seguir al animal. En este artículo te contamos cómo hacer un buen barrido.
#6. Busca la Comodidad del Animal
Como habrás supuesto si no te has enfrentado a una situación así, los perros, gatos y demás mascotas tienen un cierto parecido a los bebés y a los niños pequeños. Su comportamiento es arbitrario y si están tensos, la sesión no funcionará.
Por este motivo, trata de no incomodar a la mascota. Como hemos dicho antes, lo ideal es que la fotografíes en su propio entorno: su casa, su jardín, su parque favorito... Pero si no hay más remedio que fotografiarla en tu estudio fotográfico o en un lugar desconocido para ella, tendrás que buscar su comodidad.
Una manera de que se sienta más cómoda si se encuentra fuera de su entorno habitual es contar con algún elemento que use para sus juegos. Pide a los dueños que traigan a la sesión sus juguetes, para que el animal esté distraído y a gusto. Es también recomendable que los propios dueños estén contigo en la sesión, para que el animal sienta cerca a sus seres queridos.
#7. Utiliza la Luz Natural
Las fotos hechas con luz natural simplifican el control de nuestro equipo, haciendo que no nos tengamos que preocupar más que por nuestra cámara y la propia mascota. Si tienes que estar pendiente de la intensidad o la colocación de luces artificiales perderás tiempo y aquí no nos interesa.
Si finalmente decides usar luz natural, procura que no incida directamente sobre el animal para que no genere sombras indeseadas. Lo más recomendable es hacer este tipo de fotos a la sombra, siempre que las condiciones de iluminación sean suficientes para hacer las fotos con garantías.
Cuando hagas tus retratos de mascotas en un interior, evita las habitaciones demasiado oscuras donde tengas que abusar de una sensibilidad ISO alta para mantener la velocidad de obturación alta y un número f bajo. Sitúate mejor en la habitación más luminosa de la casa o cerca de un ventanal donde entre mucha luz.
#8. Evita Siempre el Uso del Flash
Antes te comentábamos que era bueno que hicieras todo lo posible por que el animal se sintiera cómodo. Pues si hay algo que pueda inquietar a una mascota dentro de tu equipo fotográfico, sin duda ese es el flash. Si a las personas, de por sí ya no están demasiado acostumbradas a los fogonazos de luz, imagínate los animales.
Lo más probable es que si disparas un flashazo a una mascota, se sienta molesta o incluso amenazada y no quiera seguir con la sesión. Además, en algunos animales, como los gatos solo obtendrás ojos demasiado brillantes y reflejos con colores extraños (rojos, azules o verdes).
Por eso, siempre que puedas, intenta disparar sin flash. Como mucho añade algún softbox o luz suave alejada que apenas moleste o una luz continua a baja potencia. Pero nunca dispares o enfoques al animal con una luz demasiado intensa porque no se sentirá cómodo y perjudicará la marcha de la sesión.
#9. Enfoca a los Ojos
Como en cualquier otra modalidad de retrato, enfocar a los ojos es una apuesta segura. Al mirar una imagen, nuestra atención se centra inconscientemente en la zona enfocada de la foto, y si los ojos no están bien enfocados sentiremos una sensación incómoda al observarla.
Utiliza el enfoque automático o manual para enfocar la zona de los ojos y apuesta por aperturas bajas, pero sin pasarte. Disparar a f/1.8 te proporcionará fotos con fondos muy desenfocados pero si el animal no está del todo frontal a la cámara puede que solo uno de los ojos salga completamente nítido.
Si usas aperturas más altas como f/4 ó f/5.6 también conseguirás fondos bonitos y te asegurarás de conseguir mayor nitidez en la mirada. Otra cosa es que queramos centrar la atención en otra parte de la fotografía y desenfoquemos conscientemente los ojos para que nuestra atención se centre en esa otra parte (como la nariz, la boca o las orejas)
#10. Colócate a su Nivel
Estamos acostumbrados a hacer nuestras fotos de pie, con la cámara a la altura de nuestros ojos. Pero si estamos fotografiando una mascota manteniendo esa postura, solo conseguiremos fotos hechas desde un ángulo picado donde el animal parecerá pequeño e insignificante.
Si quieres conseguir fotos bonitas y espectaculares, prueba a agacharte con tu cámara y ponerte a la misma altura que la mascota. Con ello conseguirás reforzar la sensación de cercanía con él y ganará todo el protagonismo, siendo el centro de atención de la composición.
Prueba también a hacer fotos desde diferentes ángulos. Si se sube a alguna sitio pueden hacerle fotografías en contrapicado, para darle sensación de importancia y magnificencia. Las fotos realizadas a ras de suelo también quedarán muy divertidas y simpáticas.
#11. Trata de Captar su Personalidad
Los animales en general son tremendamente expresivos. Pueden transmitir muchísima información con su mirada, con la posición de sus orejas o con la postura de su cuerpo. En seguida, te das cuenta de si tienen ganas de jugar, de dormir o de que les dejes tranquilos...
Dedica un poco de tiempo al principio a observar al animal y, rápidamente, descubrirás cúal es su estado de ánimo durante la sesión. Con ello, trata de sacar lo mejor de sus expresiones o de provocar otras nuevas.
Si es un animal tranquilo, puedes acariciarlo hasta que se quede medio dormido y aprovechar para capturarlo en su momento de siesta. Mientras que si es un animal hiperactivo y juguetón, puedes provocarlo para jugar y que muestre su lado más travieso.
#12. Incluye Personas en el Encuadre
Estamos hablando de hacer retratos a mascotas, pero también puedes hacer retratos conjuntos. Pueden salir varios animales en una misma foto o incluso los dueños del animal. Dónde más seguro y cómodo se va a sentir es entre sus brazos o a su lado.
Además, seguro que la familia de la mascota está encanta de salir posando con él en más de una foto para tener algún recuerdo de la sesión. También puedes captar momentos espontáneos de la mascota jugando con su dueño. Serán capturas mucho más naturales y divertidas que el posado puro y duro.
Si eres tú el dueño de la mascota, no dudes en tener la cámara siempre cerca y captar las situaciones más cotidianas e íntimas del animal. Piensa que, aunque la escenografía sea bonita, siempre será más difícil que en una sesión consigamos capturar momentos tan personales como los del día a día.
#13. Dale Premios
Cuando hagas retratos a tus propias mascotas (y más aún a las de otros) olvídate de los gritos y de las exigencias. Si le das órdenes al animal y te muestras autoritario/a con él, probablemente, no consigas nada.
Es mejor que piense que él lleva las riendas de la situación. Dale algo para que se entretenga y usa otro juguete o llámalo por su nombre para captar su atención y que mire a cámara. En caso de que la sesión sea con un animal ajeno, la ayuda de los dueños también será crucial.
Cuando haga las cosas bien o cuando finalice la sesión, lo mejor es que lo premies. Puedes darle algunas chucherías para ganarte su confianza mientras le haces las fotos o regalarle un nuevo juguete para que recuerde ese momento como algo satisfactorio.
#14. Ten una Paciencia Infinita
Como hemos reiterado en varias ocasiones, las sesiones de fotos a mascotas tienen muchas cosas en común con las fotografías de bebés y de niños pequeños. Sin duda, no son los modelos más manejables a la hora de retratar.
Los animales, a no ser que estén acostumbrado, raramente obedecen lo que les pides. Además, es difícil predecir qué harán, por lo que tendrás que ser rápido con la cámara y armarte de paciencia. Sin duda este es el mejor de los consejos. Prepárate psicológicamente para la ocasión, respira hondo, cuenta hasta diez (o hasta 20) y... ¡a por ello!
¿Algún Consejo Más?
Seguro que te has visto alguna vez en una situación parecida y al leer este artículo te ha venido a la cabeza algún consejo que se nos ha olvidado. Cuéntanos en los comentarios qué otros consejos darías a la hora que hacer fotos a mascotas y así completaremos juntos la lista.
Por otro lado, si estás buscando ejemplos de fotografías de mascotas para inspirarte, tenemos el artículo perfecto para ti. No te pierdas 16 Fotos de Mascotas para Encontrar la Inspiración.