Fotografiar la niebla es una experiencia única, de lo más misteriosa y por supuesto mágica. Si alguna vez has intentado capturarla con tu cámara seguro que entiendes a lo que me refiero, y es que capturar su esencia, sus formas, su textura y la luz etérea que la rodea es todo un reto.
Como sabemos que no siempre será una tarea sencilla, en este artículo hemos querido recopilar los mejores consejos para que aprendas a sacarla en tus fotografías y consigas imágenes espectaculares.
¿Qué Es la Niebla?
La niebla no es otra cosa que un conjunto de nubes bajas que dificultan la visión según la concentración de las gotas que la forman, según el diccionario de la RAE. Pero más allá de esta definición técnica y de que existan diferentes tipos de niebla, lo que nos seduce de ella a la hora de capturarla en nuestras fotos, es que evoca sentimientos de misterio y miedo.
Esta no solo limita la visión de aquello que tenemos delante, sino que actúa como un difusor gigante que atenúa el color, disminuye el contraste y le otorga a los puntos de luz brillante un resplandor algo espeluznante.
Pero ten cuidado porque si no andas con ojo, donde podrías tener una instantánea llena de misterio, te puedes llegar a quedar con una foto plana y sin expresividad. ¿Quieres saber cómo evitarlo? Pues sigue leyendo los consejos que te ofrecemos a continuación.
No Se Trata de Corregir la Luz: Se Trata de Aprender a Jugar con la que Hay
Antes de salir a ahí fuera es muy importante centrar las expectativas. Cometerás un error si pretendes poner todo tu saber al servicio de intentar disimular que hay niebla; intentar conseguir grandes contrastes y colores luminosos.
La luz en días de niebla es muy distinta a la de días despejados. Las mejores fotos de niebla son aquellas que le sacan partido a ese tipo de luz, no aquellas que tratan de disimularla.
¿Y Qué Tipo de Luz y Ambiente es Ese de la Niebla?
La niebla es como una gran caja de luz que dispersa los rayos y suaviza la luz, salvo que esta dispersión en lugar de producirse desde una superficie, se produce a lo largo de montones de partículas en suspensión. En la niebla la luz es mucho menos intensa. La visibilidad se reduce, las escenas son mucho más difusas y hay menos nitidez. También el contraste y la saturación de los colores se ven considerablemente mermadas.
Sabiendo esto.... ¿Cómo podemos sacarle partido fotográficamente hablando a la niebla?
1. Intenta Predecir la Niebla
Sin duda lo más difícil a la hora de conseguir nuestras fotografías de niebla, es encontrar la niebla. En muchas localizaciones es muy raro ver este fenómeno, y como fotógrafos no tenemos el poder de invocarla para capturarla cuando deseemos (aunque nos encantaría). Así que lo único que nos queda es aprender a predecir la niebla con anticipación y saber cuándo se dan las condiciones adecuadas para que aparezca.
Obviamente deberemos estar pendientes del tiempo. La niebla suele salir por norma general por la mañana, así que antes de acostarte te aconsejo que revises alguna aplicación meteorológica, y si esta te indica que habrá niebla al día siguiente, madruga y acércate hasta alguna localización que pueda convertirse en un buen escenario fotográfico. Eso sí, sal con tiempo suficiente para que cuando llegues la niebla no haya desaparecido.
Aunque desde luego lo mejor es que además de revisar el tiempo, conozcas en qué condiciones se produce la niebla para que estés preparado. Por ejemplo, algunas pistas que pueden llevarnos a pensar que habrá niebla son:
- Que el suelo esté mojado porque el día anterior llovió.
- Que las temperaturas bajen.
- Que haga poco viento.
- Y que los cielos estén relativamente despejados.
Y aunque la niebla puede producirse en cualquier época del año, suele aparecer más durante el otoño, el invierno o la primavera, que son las estaciones más frías.
2. Juega con los Haces de Luz
Las partículas en suspensión de la niebla provocan que los haces de luz tomen una visibilidad inusual, algo que no sucede en otro tipo de situaciones.
Desde la luz de una farola en la noche, hasta un pequeño claro en un tupido bosque te pueden proporcionar el motivo ideal para una genial foto en la niebla.
Si los haces de luz van a ser tus protagonistas, cuida mucho el punto desde el que tomas la foto. Busca darles cierto recorrido en tu instantánea. Sitúalos en un punto de interés y juega con ellos, como juegas con las líneas en composición.
3. Prueba con las Siluetas
Otro de los efectos de la niebla es que, en ocasiones, acentúa el contraste del contorno de los objetos porque, lo que hace realmente es reducir el contraste de la parte interior de los mismos.
De esta manera, las siluetas en la niebla ganan en protagonismo, especialmente en situaciones de cierta contraluz.
4. Aprovecha la Escasa Profundidad de Campo
La visibilidad en la niebla se reduce considerablemente. Tanto más, cuanto más densa es ésta. Y, como consecuencia, uno de los efectos es que la profundidad de campo se reduce.
En este caso, no es una cuestión de enfoque. Es otra forma de reducir la profundidad de campo, y es otro elemento con el que podemos jugar en los días de niebla.
5. Enfoca en Modo Manual
Como ya hemos dicho, cuando hay niebla el contraste disminuye y la luz del ambiente se torna muy dispersa, lo cual provoca que el sistema de enfoque automático de nuestras cámaras tenga serias dificultades para encontrar algo en lo que fijar su atención para poder obtener imágenes nítidas.
Es por ello que ante este fenómeno es buena idea optar por trabajar con el enfoque manual. ¿Pero a qué enfocamos? Pues si pretendes fotografiar un paisaje con niebla puedes por ejemplo situar el enfoque en el infinito. Aunque otra opción más interesante es buscar un centro de atención que destaque en tu imagen y aprovechar el live view como te explicábamos en este artículo para ser más precisos a la hora de situar el foco.
6. Lleva Trípode y Disparador Remoto
Decíamos antes que la niebla suele producirse al amanecer y tiende a dispersar mucho la luz ambiental, por lo que nos estaremos enfrentando a una situación de poca luz.
Además, no nos olvidemos de que la niebla está en constante movimiento y todo ello sumado a que dispararemos con el enfoque manual, nos lleva a decir que el trípode es uno de los accesorios que mejor te vendrá para fotografiar en estas condiciones.
Gracias al trípode podrás obtener imágenes más nítidas, no hará falta que trabajes con ISO's altos y con su consecuente aumento de ruido, e incluso podrás experimentar con la larga exposición.
7. Busca un Centro de Atención
Fotografiar la niebla sin más está bien, pero cuando quieres ir un paso más allá y estudias tu composición para que aparezca algo en ella que destaque y se lleve todo el protagonismo, entonces tu fotografía pasará de ser una más, a una que llama realmente la atención.
Necesitas algo que atraiga al espectador que observa la imagen, ya sea usando las líneas, un punto de fuga, un punto de luz, el contraste o incluso el color.
8. Dispara desde Fuera
Otra forma muy interesante de sacar partido a la niebla consiste en no disparar "dentro" de ella. Sino echarse atrás y captar cómo la niebla "se posa" sobre el paisaje.
Un escenario típico consiste en la foto de la niebla sobre el valle cuando asciendes por las laderas de las montañas, y los resultados suelen ser espectaculares. Te animo a que lo pruebes.
9. Vigila la Exposición
Hay un detalle más, importante a la hora de disparar en niebla. La cuestión es que la niebla también tiene la capacidad de "engañar" a tu cámara haciéndole creer que la cantidad de luz disponible es superior a la real. Por eso, en condiciones de niebla y en modo automático, las fotos suelen quedar subexpuestas.
Así que toca, o compensar la exposición en positivo, o trabajar con el modo manual. Te recomiendo que hagas pruebas de campo y, si tu cámara lo permite, que te apoyes en el histograma para decidir el nivel de exposición ideal.
10. Cuidado con la Condensación
No olvides que la niebla es vapor de agua, por lo que cuando te encuentres en medio de ella el ambiente estará lleno de humedad, y esta ya sabemos que no suele llevarse muy bien con nuestro equipo.
Como recomendación, te aconsejamos que lleves preparada una gamuza para ir limpiando la humedad que se queda en tu lente debido a la condensación, así como también que limpies las gotas de agua que puedan haber en tu cámara.
Por otro lado, si vas a estar un buen rato sin usarla en ese entorno, lo ideal es que la guardes en tu mochila, ya que si la humedad entra al interior de la cámara será más complicado de solucionar. Por lo que solo saca el equipo cuando tengas más o menos clara la foto que vas a hacer para evitar exponerlo demasiado.
¿Algún Consejo de tu Cosecha?
Aunque la fotografía de niebla puede suponer un auténtico desafío como hemos visto, siguiendo los consejos que te hemos dado y con un poco de práctica, estarás más cerca de lograr imágenes alucinantes de ella.
¿Tienes alguna idea o recomendación más a la hora de disparar en la niebla que no hayamos mencionado? Pues es tu turno. ¡Cuéntanoslo en los comentarios!