Hace unos días publicábamos un artículo titulado "6 Consejos para usar tu Trípode de Forma Eficiente". En él recordábamos que, pese a parecer un accesorio simple (y de hecho lo es), había una serie de elementos que podíamos tener en cuenta para sacar mejor partido de nuestro trípode. Al final del artículo os pedíamos más consejos, y fuisteis muchos los que aportasteis vuestra experiencia y muchos los consejos que nos disteis. Tantos que hemos creído conveniente escribir un nuevo artículo continuación del anterior en el que recogemos algunas de las recomendaciones que nos hacíais. Si te gustaron los "consejos iniciales para usar tu trípode de forma eficiente, no te pierdas éstos otros. Seguro que te descubren más cosas nuevas.
Un buen trípode para tu cámara réflex es uno de los accesorios de compra obligada cuando uno decide ampliar su equipo fotográfico, pero es importante seguir una serie de pautas para asegurar tu equipo y conseguir mejores fotos. Son éstas:
1. Si hace viento, asegura tu cámara
Independientemente de lo estable que sea el trípode y el peso que hayas podido colgar de la barra central para darlo más estabilidad, en situaciones de viento racheado un mal golpe de viento puede hacer que tu cámara acabe en el suelo.
Una manera de protegerte frente al viento es mantener el trípode a menor altura.
También nos apunta Oscar la posibilidad de mantenerte junto al trípode con la cinta de la cámara en el cuello, de modo que si el trípode se cayera, la cámara sigue asegurada.
Si haces esto, procura no moverte para no trasladar vibraciones a través de la cinta de la cámara.
Y si hace mucho viento, mejor deja la sesión de fotos para otro momento.
2. Fija bien los anclajes de la rótula antes de soltar la cámara
Este nos lo apunta Fiuncho y, como bien dice, aunque pueda parecer obvio, hay veces que con las prisas se nos olvida este punto.
Y es que colocamos el trípode, creemos tenerlo todo controlado y, cuando soltamos la cámara, descubrimos que no habíamos fijado el punto que fija la posición de la rótula.
El efecto inmediato es que nuestra cámara "cabecea" y gira sobre su eje apuntando hacia abajo con el objetivo, hasta que para con un golpe seco con la barra central o con una de las patas.
Si os ha pasado alguna vez, sabréis de que os hablo.
Se trata de un descuido que nos puede dar un susto e incluso un disgusto si el golpe en el objetivo es lo suficientemente fuerte.
Así que, antes de soltar la cámara, asegúrate de que la rótula está bien fijada.
3. Respeta las especificaciones de tu trípode
Como nos apunta Arnoldo, tanto los trípodes como las rótulas cuentan con unas especificaciones de pesos soportados. También se suelen recoger en estas especificaciones los pesos máximos que se pueden lastrar de la columna central.
Fíjate bien en estas especificaciones y no sobrepases estos pesos máximos si no quieres llevarte un susto.
Y recuerda que cuando contabilices el peso de la cámara debes contar tanto la cámara como el objetivo que lleva incorporado (y si tiene puesto un flash, también el flash).
4. Vigila el estado de las gomas
Esta también nos la apunta Arnoldo.
Las patas del trípode suelen tener unas gomas en la punta, donde tocan el suelo.
Estas gomas son un elemento determinante en la estabilidad del trípode, por lo que debes comprobar su estado de vez en cuando.
Si ves que están sucias, límpialas; y si ves que están rotas, reemplázalas.
5. Despliega sólo lo que necesites
Nos dice Jose que pensemos en la altura a la que queremos poner la cámara y despleguemos el trípode únicamente hasta conseguir esa altura.
De este modo, podemos simplemente abrir el ángulo de las patas sin necesidad de desplegar sus secciones, probando a hacer fotos a ras del suelo o cerca de él. Con ello conseguiremos hacer fotos con puntos de vista más originales que si hacemos la típica foto a la altura de los ojos como si estuviéramos de pie.
La ventaja de desplegar menos el trípode y mantener una posición más baja es que damos más estabilidad al trípode y se mueve menos en situaciones con algo de viento.
Al respecto de esa estabilidad, nos apunta Gamu que, en caso de no necesitar toda la altura, es preferible desplegar primero las secciones mas gruesas de las patas y evitar desplegar las secciones más finas.
6. Usa un disparador remoto o un temporizador
Este nos lo recuerda TioBraulio, y es que si lo que estamos buscando es conseguir la mayor nitidez posible mediante el uso del trípode, el uso de un disparador remoto siempre es preferible a utilizar el disparador que trae la propia cámara, ya que de otro modo podríamos transmitir vibraciones a la cámara en el momento del disparo.
Si no dispones de uno (probablemente es el accesorio más económico que puedas adquirir para tu cámara), puedes optar por utilizar el temporizador de la cámara, de modo que transcurran unos segundos desde que disparas hasta que se hace la foto.
De cara a la estabilidad, también nos apunta JCR2012 que bloqueemos el espejo si nuestra cámara lo permite y que vigilemos que la cinta de la cámara no esté golpeando el trípode.
7. Vigila que las patas no salgan en la foto
Este es muy curioso. Nos lo apuntaba Manuel y doy fe de que a veces ocurre si te despistas.
Parece increíble, pero los ultraangulares tienen un ángulo de visión muy amplio, y si nos descuidamos, en función de cómo hayamos colocado las patas del trípode y el ángulo que forme la cámara con el suelo, se puede dar una situación en la que alguna de las patas salga dentro del encuadre.
Simplemente prestando un poco de atención a lo que vemos en el visor nos permitirá solventar este problema.