En nuestro artículo Guía Definitiva para Elegir el Trípode que Necesitas te hemos hablado de qué es el trípode, qué partes lo componen, los tipos que hay y los materiales de fabricación con los que pueden estar hechos, y para qué tipo de fotografías se utilizan. En +30 Trípodes Fotográficos Recomendados te ofrecemos una lista de trípodes recomendados según tu nivel y el tipo de fotografía que vayas a practicar. ¿Nos queda algo más por saber de este accesorio? ¡Por supuesto que sí!
En este artículo vamos a ir un paso más allá y nos pondremos a trabajar con él. Porque solo de esa forma podremos ofrecerte los mejores consejos a la hora de utilizarlo. Y es que fotografiar con la cámara montada sobre el trípode puede parecer una tarea sencilla... total, tan solo hay que enroscar la zapata a la cámara, colocar ésta sobre las patas y empezar a disparar ¿no?
Pues lo cierto es que existen algunos trucos que nos ayudarán a hacerlo de forma más efectiva, y lo más importante, con mejores resultados. Porque si pretendemos lograr una buena estabilidad, conseguir la máxima nitidez, poder realizar fotografías de larga exposición sin trepidaciones y al mismo tiempo evitar que nuestro equipo corra peligro, hay que hacerlo empleando el trípode con criterio. ¿Te quedas conmigo para aprender a sacarle el máximo partido?
1. Define Tu Composición
Empecemos por el principio. El primero de los consejos es que definas la composición de tu fotografía antes de sacarlo y montarlo. Puede parecer una tontería, pero nos vamos a ahorrar trabajo.
Tienes la cámara en tus manos y puedes buscar el encuadre definitivo que te convenza. Porque trabajar con el trípode es más tedioso que hacerlo sin él, admitámoslo. Con la cámara en mano tenemos mayor libertad de movimiento y trabajamos mucho más rápido. Si ya de primera colocas la cámara sobre el trípode sin saber cuál va a ser la foto que vas a hacer, seguramente te toque subir o bajar patas para ajustarlo a la altura final, poniendo en riesgo la cámara si ya la has colocado sobre él. Así que primero visualiza, establece cuál será el encuadre aproximado de la toma y así los ajustes que tendrás que hacer cuando coloques la cámara sobre él serán mínimos.
2. El Orden de Montaje Importa
Una vez definido el encuadre llega el momento de montar el trípode, y para hacerlo hay un orden recomendado. Lo primero que haremos será desplegar las patas. En algunos simplemente tendrás que abrirlas, y en otros te tocará voltearlas y a continuación bajar la columna central, ya que están plegados de manera más compacta. De este modo tendremos el trípode montado con su altura mínima, que es como obtendremos mayor estabilidad.
Si en tu caso necesitas ganar altura, a la hora de alcanzarla lo haremos de la siguiente manera. Independientemente de las secciones que tenga el trípode, siempre empezaremos sacando primero las más anchas, que son las que están más próximas a la rótula. Así pues primero sacaremos las más gruesas, y si nos falta todavía altura iremos sacando progresivamente las que le siguen, una a una.
¿Por qué no lo hacemos al revés? Pues porque si te fijas en el tamaño de las patas, las de arriba son más gruesas que las de abajo, lo cual las hace más estables. Ten presente también que cuanta más altura queramos alcanzar, iremos perdiendo algo de estabilidad.
3. Evita Elevar la Columna Central
Es por eso que otra de las recomendaciones es que la columna central no la extiendas si no es estrictamente necesario. Si por ejemplo queremos conseguir una altura como la que te muestro a continuación, lo haremos como en la foto de la izquierda y no como en la de la derecha. Date cuenta como en el primer ejemplo tenemos una estabilidad bastante mayor que en el segundo.
Si la columna de tu trípode es extensible, al igual que con las patas, sacaremos primero la sección más gruesa.
4. Coloca Peso Extra en el Gancho
Sí por lo que sea necesitamos subir el trípode a su altura máxima, podemos utilizar algunos truquitos para seguir garantizando el máximo de estabilidad. El más sencillo es que aproveches el gancho que suele ir al final de la columna central en la mayoría de trípodes, y dejes colgado en él tu mochila o algo que añada peso extra para que sea más difícil moverlo. Aunque procura que aquello que dejes colgando no se balancee o ese movimiento acabará siendo contraproducente.
¿Tu trípode no dispone de ese gancho o te resulta incómodo su sistema? Pues siempre hay alternativas, como el caso de este accesorio que colgaremos con cintas de velcro a las diferentes patas, y sobre el cuál podremos dejar nuestra mochila y otras cosas de manera más cómoda y sin que se muevan. Este también nos vendrá muy bien para situaciones en las que aunque nuestro trípode sea robusto, haga mucho viento y corramos el riesgo de que tumbe nuestro equipo al suelo; una situación en la que quizá otra cosa que te interese es mantener alrededor de tu cuello la correa de la cámara como extra de seguridad, teniendo en cuenta que no deberás moverte ni tirar de ella para no afectar al resultado de la toma.
5. Mantén la Columna Central Completamente Vertical
Te he hablado de que no subas la barra central de tu trípode si no es estrictamente necesario, pero hay otra cosa que debes tener en cuenta sobre esta, y es que cuando la montes, procures que la columna se quede totalmente en vertical. Piensa que la fórmula que rige la estabilidad de un trípode es la ley de la gravedad, por lo que cuanto más vertical se encuentre esta barra, más centrado estará el vector de fuerza que apunta al suelo y más estable estará el trípode.
Piensa en una torre de bloques de madera. Si las piezas se van desplazando, a medida que ponemos más, la torre se hará más inestable y acabará cayendo. Sin embargo, si colocamos cada pieza justo encima de la anterior la construcción no sufrirá falta de estabilidad aunque aumente su altura.
Una manera de corroborar que nuestra columna está en vertical es observando el nivel de burbuja que muchos trípodes llevan incorporado sobre las propias patas del trípode. Ojo, no el nivel de burbuja de la rótula, que también es muy útil, pero que no nos sirve para asegurar una buena colocación de las patas sobre el terreno. Sino fíjate en el siguiente ejemplo. Podemos tener la barra central super torcida, y sin embargo seguir teniendo el nivel de burbuja de la rótula bien ajustado. La cámara estará recta, pero estamos perdiendo mucha estabilidad. La manera adecuada sería asegurar que las patas están montadas bien niveladas, y todo lo demás será un extra.
Como no todos los trípodes tienen ese nivel de burbuja, simplemente fíjate en que la columna esté lo más recta posible.
6. Fija Bien los Anclajes Antes de Soltar
¿Y qué más cosas debemos tener en cuenta a la hora de montar el trípode? Pues una muy importante es asegurarse de que fijamos bien los anclajes antes de soltar la cámara. Esto ocurre sobre todo con el anclaje de la rótula. Si no la apretamos bien, puede que al soltar la cámara ceda hacia adelante y se pegue un golpe con el propio trípode, algo que debemos evitar a toda costa.
También asegúrate de fijar bien los mecanismos de sujeción de las patas, ya sean de pestaña o de rosca, ya que sino al soltar el trípode se plegará y podrá caer hacia el suelo.
Y no menos importante es fijar bien la zapata. Primero en la propia cámara y después cuando la unimos con las patas, ya que si no está bien sujeta la cámara correrá un grave peligro.
7. Ten en Cuenta las Especificaciones de Tu Trípode
Por otro lado, siempre hay que tener muy presente las especificaciones de nuestro trípode. Tanto las patas como la rótula cuentan con sus propias especificaciones que nos indicarán el peso máximo que soportan, que es importante que respetes para que tus fotos no salgan movidas, pero sobre todo para no llevarte ningún susto.
Recuerda que cuando hablamos del peso de tu equipo debes contar todo aquel con el que vayas a trabajar. Normalmente será tanto el de la cámara como el del objetivo, pero si en alguna ocasión también utilizas otros accesorios como el flash, deberás sumar ese peso.
8. Sitúa una de las Patas Apuntando Hacia Adelante
A la hora de trabajar deberás aprender a colocar de forma adecuada tu trípode, y con esto me refiero a que siempre coloques una de las patas apuntando hacia adelante.
Primero porque esto te permitirá trabajar de manera más cómoda, al poder acercarte físicamente a la cámara sin que otra de las patas te estorbe y acabes moviendo el trípode o tropezándote con él. Y segundo, porque de esta forma evitarás que la cámara ceda hacia adelante si chocas con el trípode, o si este soporta mayor peso en la parte de delante, como cuando trabajamos por ejemplo con teleobjetivos.
9. Utiliza Soportes de Apoyo
Sobre teleobjetivos también deberás tener en cuenta la siguiente recomendación. Si el teleobjetivo con el que trabajas pesa poco y no tiene una distancia focal demasiado larga, normalmente no habrá ningún problema. Pero a medida que trabajemos con teleobjetivos más pesados y largos, el centro de gravedad se desplazará y la estabilidad del trípode se resentirá. En estos casos es recomendable que utilicemos un accesorio conocido como collar o anillo de sujeción, hecho específicamente para cada lente y que nos ayuda a sostener el equipo no por la cámara, sino por la lente, para así equilibrar el centro de gravedad del equipo.
Y otro accesorio destacable es el soporte en forma de L. Se trata de un soporte que acoplaremos a nuestra cámara con el que podremos cambiarla de posición de horizontal a vertical de forma ágil, y que nos ayudará a ganar un extra de estabilidad, ya que no tendremos que recurrir a forzar la rótula para mantener la posición vertical.
10. Utiliza los Pies de Trípode Adecuados para el Terreno
Respecto a los pies del trípode, normalmente estos son de goma y se adaptan bien a muchos tipos de terreno. Pero por ejemplo si vas a trabajar sobre terrenos blandos como el césped, es más interesante que si cuentas con pies de clavo trabajes con ellos, ya que se agarrarán mucho mejor al terreno brindándote un punto de apoyo más seguro.
11. Aprende a Lograr Ángulos Bajos con Tu Trípode
Si nuestro deseo es realizar planos a ras de suelo con el trípode, es importante que conozcas las posibilidades que tienes para hacerlo. Lo primero en lo que pensamos es en no subir las patas obviamente, pero puede que la altura mínima del trípode todavía sea demasiada. Lo segundo que haremos será abrir más las patas, y en la mayoría de casos nos encontraremos con otro obstáculo, la columna central chocará en el suelo y nos impedirá bajar más el ángulo.
En este caso, puedes utilizar el adaptador de ángulo bajo que llevan muchos de ellos, que precisamente nos permitirán abrir las patas sin que la columna choque tan pronto. Hay otros trípodes que cuentan con una columna reversible con la que invertiremos la cámara y podremos acercarla mucho más al suelo. Y por último, tenemos los trípodes con columna multiángulo que nos permitirán trabajar de manera más cómoda.
12. Cuida el Mantenimiento de Tu Trípode
Por otro lado, también es importante que cuidemos el mantenimiento de nuestro trípode para alargar al máximo su vida útil. Con esto me refiero a que lo tratemos con ciertos cuidados, como por ejemplo:
- Que evitemos forzar los anclajes
- Que no lo guardemos sucio o sin limpiar después de haberlo utilizado en zonas de agua salada o con barro
- Que no lo guardemos adecuadamente en una bolsa de transporte acolchada que amortigüe los golpes
- Que no vigilemos el estado de las gomas
Todo esto son detalles que sin duda pueden acortar mucho la vida útil de nuestro trípode.
13. No Te Olvides de Llevar un Disparador Remoto
Cuando hablamos del trípode resulta muy difícil no mencionar a su compañero de batalla, el disparador remoto. Porque al disparar nuestras fotos, aunque sea con la cámara sobre el trípode, aún podemos mover la cámara al pulsar el botón de disparo. Juntos, trípode y disparador, conforman un combo ideal para evitar las vibraciones y las fotos trepidadas, así que plantéate adquirir uno del tipo que mejor se adapte a ti, para poder trabajar con la máxima estabilidad posible y así obtener resultados más nítidos.
Como alternativa, siempre puedes recurrir a utilizar el temporizador de tu cámara.
14. Desactiva el Estabilizador de la Lente y de la Cámara
¿Y qué más podemos tener en cuenta en el momento de disparar nuestras fotografías? Pues por ejemplo, que es recomendable que desactives el estabilizador de tu cámara y de tu lente. Este funciona muy bien cuando disparamos a pulso, pero cuando la cámara está sobre el trípode, el estabilizador seguirá tratando de eliminar posibles movimientos involuntarios, algo que no es necesario en este caso y que puede llegar a ser contraproducente.
15. Si Usas Cámara Réflex, Bloquea el Espejo
Y en el caso de que utilices una cámara réflex, también es aconsejable que actives la opción de levantar el espejo (en algunos modelos la encontrarás como activar bloqueo del espejo), ya que ese movimiento por leve que sea podría llegar a afectar a la toma en caso de exposiciones muy largas.
16. Fíjate en que No Se Cuele en el Encuadre una Pata o la Sombra del Trípode
Como consejo extra a la hora de hacer nuestras fotografías con un trípode, puede parecer una obviedad, pero fíjate en que no salgan las patas del trípode en tu composición. Por que sí, esto te puede ocurrir si empleas lentes muy angulares u ojos de pez. Y también fíjate en que no aparezca la sombra de este en el encuadre, ya que puede estropear una bonita fotografía.
¡Aprovecha al Máximo Este Accesorio!
Y así es como se trabaja adecuadamente con este accesorio. Ahora, la próxima vez que salgas a realizar fotografías con él, puedes poner en práctica todos estos consejos para trabajar de manera más eficiente y conseguir unos resultados más nítidos.
¿Añadirías algún punto más a la lista? ¡Déjanos tu comentario!