Hoy es el turno de hablaros de otro accesorio del que, en mayor o menor medida, estoy seguro que alguna vez os habéis planteado su adquisición.
Se trata de un accesorio que te ayudará a complementar la luz ambiente buscando conseguir ciertos efectos o evitar la aparición de zonas oscuras en tus fotografías (flash de relleno). O también, en otras ocasiones, actuará como fuente de iluminación principal cuando la luz ambiente sea escasa.
Sabes de qué accesorio estoy hablando, ¿verdad? Efectivamente, en la entrega de hoy vamos a hablar sobre el flash. Veremos los tipos, las características y el porqué de la necesidad de adquirir un flash externo para ciertas tomas. ¿Quieres acompañarme durante unos minutos?
Con la introducción anterior y lo poco o mucho que hayas visto y oído sobre fotografía, estoy seguro de que no necesitas una definición detallada de qué se entiende por flash, ¿no? Estoy segurísimo de que tienes claro qué es, su forma de funcionamiento y lo que aporta a tus fotos.
Quizás lo que sí puede ser interesante es que te hable de los dos principales tipos de flashes que existen hoy día en el mercado: el flash incorporado (built-in flash) y el flash externo. Al margen de éstos, existen otros tipos como, por ejemplo, los flashes de estudio, o los de anillo.
No obstante, en esta entrega sólo nos detendremos en la descripción de los dos primeros, al ser el uso de los otros mucho más específico.
El Flash Incorporado (built-in flash)
Es el tipo de flash que viene incluído en prácticamente cualquier cámara digital de las que hoy puedes adquirir, ya sea compacta, bridge, sin espejo, réflex, o incluso en los últimos móviles del mercado.
Se trata de un flash muy básico, con un alcance de 3-5 metros, que será suficiente para fotografiar personas u objetos que se encuentren dentro de esas distancias, pero que en el momento que trates de fotografiar interiores o realizar tomas con mayores distancias, pronto verás sus claras limitaciones.
A esto hay que unirle el hecho de que el flash siempre se disparará desde la misma posición y en la misma dirección que la cámara. Lo que supone un claro handicap a la hora de aportar a tus fotos ciertos toques creativos relacionados con la iluminación de la toma.
Además, por regla general, estos flashes no son regulables en lo que se refiere a intensidad, por lo que suelen proyectar una luz muy dura sobre los objetos retratados que originan sombras fuertes y contrastadas. Si ése es tu objetivo en la toma, estarás de enhorabuena, si no, no podrás hacer gran cosa para evitarlo.
Por otro lado, al venir incorporados en la propia cámara, su uso es muy sencillo y cómodo y, además, no necesitarás realizar un nuevo desembolso, ni tampoco estar pendiente de cargar su batería, pues utilizan la propia batería de la cámara.
El Flash Externo
Este flash surge, precisamente, para suplir las carencias del flash incorporado. Sus principales características son, entre otas, una mayor potencia, la posibilidad de dispararlo desde la propia cámara, mediate su acoplamiento a ésta a través de la zapata, o desde una posición y en una dirección distintas a las de la cámara. Así como, la posibilidad de girar la cabeza del flash para utilizarlo, por ejemplo, como flash de rebote, buscando difuminar la luz emitida por el flash y ofrecer un resultado más natural en nuestras fotos.
Los flashes externos también permiten el uso de difusores u otros accesorios para modificar la luz que emiten y, por supuesto, controles en el propio flash para regular de forma precisa la potencia de la luz emitida.
Y por si la lista de características anterior te pareciese escasa, muchos flashes externos pueden controlar o ser controlados por otros flashes de forma inalámbrica. Esto puede conseguirse gracias a las características del propio flash, o si e modelo no lo incluye, mediante la adquisición de sencillos kits de emisor-receptor que te permitirán disponer tu flash en distintas posiciones y dar toques de lo más especiales a tus fotos.
Todo son ventajas, ¿no? Pues prácticamente sí, salvo por el hecho de que adquirir un buen flash externo supone un importante desembolso que no todos estamos dispuestos a realizar.
En mi caso, después de bastante tiempo con mi D60, no me he decidido hasta hace un par de semanas a adquirir un Nikon SB-600, que me ha costado nada más y nada menos que 250 Euros. Eso sí, estoy contentísimo con lo bien que funciona el "cacharrito", y eso que ni siquiera conozco todas sus funcionalidades, todavía.
Si aún no he conseguido convencerte de que necesitas un flash externo, quizás el artículo 5 Excelentes Razones para Comprar un Flash Externo resulte más convincente que yo.
Si finalmente te decides, recuerda valorar las propiedades de un flash externo que hemos visto antes, pero sobre todo, asegúrate de que tu cámara admite el uso de un flash externo y de que el flash externo que estás pensando en comprar es compatible con tu cámara.
El Uso de Más de Un Flash: El Equipo Strobist
Quizás todavía no te hayas recuperado tras haber leído que me gasté 250 Euros en mi flash externo. Sobre todo, porque habrás visto muchos flashes externos por menor precio, ¿verdad?
De hecho, hace menos de un año te mostramos un Yongnuo YN-460 por sólo 40 Euros, que ahora puedes encontrar por poco más de 20 Euros. Entonces, ¿por qué me he gastado 10 veces más en un flash externo si tenía esta otra alternativa?
Pues la respuesta es que este otro tipo de flashes están muy bien para, como dice en el artículo al que te he referenciado antes, emplearlo como flash secundario.
En realidad, se trata de un flash que no es TTL, que tampoco tiene zoom en la cabeza y, cuya potencia y tiempo de carga no tienen nada que ver con las del SB-600, por decir sólo algunas de las claras diferencias que existen entre estos dos accesorios.
Sin embargo, si quieres adentrarte en este mundillo de la iluminación, no sólo necesitarás contar con un buen flash principal, necesitarás también uno o varios flashes secundarios, emisores y receptores que permitan el control y disparo remoto de los distintos flashes y otra serie de artículos que te permitan hacerte con tu propio equipo Strobist.
¿Que qué es Strobist? Pues muy sencillo, se trata de un blog montado en 2006 por David Hobby en el que David enseña iluminación en fotografía desde un enfoque ameno para que pierdas el miedo a disparar el flash fuera de la zapata de tu cámara y aprendas a dominar la iluminación jugando con las posiciones, direcciones e intensidades de la luz, los distintos ángulos, etc.
Strobist es, ante todo, economía y portabilidad, de modo que si te interesa el tema, puedes conseguir tu equipo Strobist por menos de 80 Euros y empezar a disfrutar y dominar la iluminación de tus fotografías. ¿A qué esperas?
Un Momento, ¿Qué Es Eso de TTL?, ¿Y Por Qué Es Tan Importante Para un Flash?
En el anterior apartado te he dicho que una de las grandes diferencias entre el SB-600 y el YN-460 era que el primero es TTL y el segundo no. ¿Qué es eso?, ¿es importante?
Es una tecnología que inventaron los chicos de Nikon por los años 80 y que permite que tu flash sea más preciso, pues tu cámara "gobierna" al flash y le dice cuándo ha de cortar la emisión de la luz que éste genera.
El término viene de Through The Lens, y esto quiere decir que es la cámara quien mide el destello e indica al flash cuál es la duración del destello que debe emitir. Es decir, la cámara manda la orden al flash, éste emite el destello y la cámara, a través de un sensor situado en su objetivo (de ahí lo de Through The Lens), detecta cuándo el destello produce la exposición adecuada, solicitando en ese momento que el flash corte la emisión.
Gracias a este sistema, el uso del flash es mucho más preciso, se garantiza una exposición lo más correcta posible y, además, permite el uso de filtros, como los vistos en la entrega anterior, pues la cámara será consciente de que la luz que llega al sensor varía por la acción del filtro y lo tendrá en cuenta a la hora de prolongar o reducir la duración y potencia del destello.
Algunos Consejos Sobre El Flash
Algunas ideas que me han surgido al hacer este artículo y que no me gustaría dejar pasar sin comentártelas son las siguientes:
- No importa que hayas comprado la mejor réflex del mercado. El flash incorporado que traiga no va a ser la "panacea" y te permitirá exclusivamente tomas correctas a distancias máximas de los mencionados 3 ó 5 metros, o incluso menos. Así que, empieza a valorar la adquisición de un flash externo que te permita sacarle todo el partido a tu cámara en esas tomas que piden "a gritos" el uso de un buen flash externo.
- Aunque te hayas gastado un auténtico dineral en una maravilla de flash externo, hay determinadas tomas nocturnas que "exijen" no utilizar el flash, y, si el que piensas usar es el flash incorporado, también puedes ir desactivándolo. En el artículo 4 Razones por las que Deberías Apagar el Flash aunque sea de Noche, puedes ver por qué debes guardar el flash y qué pasos has de seguir para lograr preciosas instantáneas nocturnas.
- Sacarle partido a tu flash, sobre todo si es un flash externo, exige paciencia, conocimiento y, ante todo, mucha práctica. La iluminación es un campo muy importante de la fotografía que requiere estudio y tranquilidad a la hora de asimilarlo y saber aplicarlo a tus fotos. En este sentido, la opción de adquirir tu propio equipo Strobist es una alternativa más que recomendable para empezar a hacerte con el control de la iluminación en tus fotos.
Seguro que hay muchas más ideas sobre el uso del flash, incorporado o externo, que a diario sigues, ¿las compartes con nosotros? Ya sabes que este blog también se nutre de tus aportaciones, ayúdanos a todos a mejorar nuestras fotografías.
En Resumen
Con esta entrega hemos cubierto otro de los accesorios que todo fotógrafo que se precie, aficionado o profesional, valora, en mayor o menor medida, adquirir para ir completando su equipo.
Espero haberte dejado claro que los flashes incorporados son una buena alternativa para salir del paso y realizar tomas en las que te interesa más la posibilidad de captar el momento, que el lograr un buen acabado desde el punto de vista estético y creativo.
Si de verdad quieres "manejar" la iluminación de una toma, debes plantearte comprar un flash externo o, incluso un juego que incluya varios, para empezar a lograr mejorar tus fotografías gracias a técnicas como el flash de relleno, el flash de rebote o la composición de distintas luces para dar a tus fotos un toque especial.
Este artículo es sólo el principio del apasionante mundo de la iluminación. Te recomiendo que profundices a través de los enlaces relacionados, empieces a probar por ti mismo y estés atento, porque, aunque en este curso no hay más entregas dedicadas a este campo, te aseguro que es un tema que trataremos ampliamente en dZoom en lo sucesivo. Ahora es tu turno, ¡a practicar!