Por si todavía no lo hemos dicho lo suficiente el objetivo es la parte más importante de tu cámara.
Por eso, estamos en la obligación de "arrojar luz" sobre este elemento tan importante de nuestra cámara y comprender todo aquello que le rodea: distancia focal, fija o variable, luminosidad de los objetivos, motores de enfoque, estabilizadores de imagen, etc.
Todos ellos son aspectos que debemos dominar en nuestro propósito de hacer mejores fotos y, por ello, dedicamos esta completa entrega que esperamos satisfaga tus necesidades de aprendizaje en este ámbito. ¿Nos acompañas?
Aunque sólo sea por una cuestión meramente económica, está claro que el objetivo es la parte más importante de nuestro equipo fotográfico. Si dispones de una cámara con objetivos intercambiables y no has comprado ningún objetivo aún, ¡prepara tu bolsillo para la primera vez!
Eso sí, si tienes dinero y ganas de ampliar y mejorar tu equipo fotográfico, no lo dudes, gasta tu dinero en mejorar tu/s objetivo/s. Y si aún te queda más dinero, continúa con el resto de accesorios ;)
¿Por qué el Objetivo es tan Importante?
Ya lo hablábamos en la 3ª entrega, ¿recuerdas?
Por muy bueno que sea el sensor de tu cámara, si el el objetivo, que canaliza y lleva la luz al sensor no es de calidad, tu cámara obtendrá fotografías con aberraciones cromáticas y otro buen número de efectos indeseados.
El objetivo es un mero canal sí, pero de ese canal depende que la luz llegue con la fidelidad suficiente al sensor como para que éste capte la escena a retratar sin ningún tipo de alteración. De ahí su importancia.
¿Cómo Funciona el Objetivo?
Perdona que vuelva a utilizar de nuevo la misma palabra, pero creo que se trata de la más apropiada para definir la función del objetivo. El objetivo canaliza la luz y la lleva hacia el sensor.
Todo ello se consigue gracias a la disposición de un cierto número de lentes (que actúan como una única lente convexa) dentro del objetivo, que hacen que todos esos rayos de luz coincidan (converjan) en el sensor, en un punto denominado foco.
Por supuesto, el precio del objetivo y la nitidez de las fotos tomadas con éste dependerá, entre otros factores, del número y calidad de estas lentes. Y, por consiguiente, de la capacidad de éstas de enfocar la escena a retratar.
La Distancia Focal. El Parámetro Más Representativo de un Objetivo
Aparte del precio, que desde luego es muy representativo, el parámetro por el que debemos comenzar a la hora de hablar sobre un objetivo es, sin duda, la distancia focal del mismo.
Pero, ¿qué es la distancia focal?
La distancia focal de una lente es la distancia existente entre el centro óptico de la lente y el foco (o punto focal) donde se recoge la imagen (en cámaras digitales, el sensor), habiéndose enfocado ésta previamente.
Con el esquema anterior queda mucho más claro, ¿verdad?
¿Cómo Afecta la Distancia Focal a nuestras fotos?
Muy bien, ya sabes a qué se llama distancia focal, pero ahora te falta lo más importante, cómo afecta o para qué sirve a la hora de tomar una fotografía. La distancia focal de un objetivo está directamente relacionada con el ángulo de visión que ofrece a nuestra cámara y, por tanto, a nuestras fotografías. Tranquilo, tengo una imagen para que lo veas mucho más claro.
Como ves en la imagen superior, a mayor distancia focal obtenemos un ángulo de visión menor y viceversa, de modo que la elección de una distancia focal u otra supondrá una perspectiva u otra de la fotografía que tomemos.
Al variar la distancia focal, varía también el campo de visión de nuestra fotografía. Así, al fotografiar un objeto, si aumentamos la distancia focal nos acercaremos al sujeto, pero a su vez reduciremos el número de elementos que aparecerán a su alrededor.
Y al contrario, si reducimos la distancia focal, nos alejaremos del sujeto, pero tendremos un mayor campo de visión de todo aquello que rodea al mismo. El efecto sería como el que te muestro en las siguientes imágenes:
¿Todos los Objetivos Tiene una Única Distancia Focal? Focal Fija y Variable
Ante esta pregunta surge la necesidad de hacer distinción entre los dos grandes tipos de objetivos que existen: los de focal fija y los de focal variable.
Piénsalo por un momento, sería muy pesado tener que estar cambiando el objetivo de tu cámara cada vez que deseases emplear una distancia focal u otra, ¿no crees?
Por ese motivo, por la comodidad fundamentalmente (y también por la economía), surgen los objetivos de focal variable, también conocidos como objetivos zoom.
Estos objetivos permiten que el fotógrafo elija la distancia focal con la que quiere disparar entre un rango dado. En mi caso tengo un objetivo zoom de 18-55mm, que me da la posibilidad de emplear una focal comprendida en ese intervalo sin más que girar el anillo de ajuste del zoom.
Por supuesto, no todo iban a ser ventajas, si no todo el mundo tendría objetivos zoom. El principal inconveniente es que los objetivos de focal fija ofrecen una mejor calidad óptica y, por tanto, de imagen. Y ello gracias a que las lentes también son fijas, mientras que en un objetivo zoom se mueven, y lograr ajustes tan buenos como los que se consiguen con las lentes de objetivos de focal fija es muy complicado y extremadamente caro.
Luminosidad de los Objetivos (El Número f)
La luminosidad de un objetivo es la capacidad de éste para dejar pasar una mayor cantidad de luz.
Éste parámetro también es muy importante y se considerará mejor aquel objetivo más luminoso, a igualdad de calidad de la lente, claro.
La forma de medir la luminosidad de un objetivo es a partir de la apertura máxima que permite éste. Esta apertura es la apertura que ofrece el diafragma (¿recuerdas para qué servía el diafragma?).
A su vez, para medir la apertura de un objetivo se utiliza el misterioso número f. Pronto explicaremos qué es ese número y lo que significa para tus fotos una mayor o menor apertura, ¡ten paciencia! Por el momento basta con saber que un mayor número f significa una menor apertura de diafragma y viceversa. Así, f/5.6 supone una apertura menor que f/2.
Por último, de cara a ser más precisos, se habla de una única apertura máxima en el caso de objetivos de focal fija, sin embargo, la apertura máxima de la mayoría de los objetivos zoom varía en función de la distancia focal con que se esté disparando.
Por ejemplo, mi objetivo zoom, el 18-55mm del que te hablé antes, ofrece una apertura máxima de f/3.5 con 18mm de focal y una apertura máxima de f/5.6 con 55mm de focal.
Nota: Como bien apunta Mochilero en un comentario a esta entrega, existen objetivos zoom con una única apertura máxima, indepedientemente de la focal a la que disparemos.
No obstante, el elevado precio de estos objetivos hace que sea un grupo marginal, por lo que podemos considerar que prácticamente la totalidad de objetivos zoom no tienen una única apertura máxima, sino que depende de la focal.
Distancia Mínima de Enfoque
Otro de los parámetros que deberás valorar, sobre todo si te gusta la fotografía macro, es la distancia mínima de enfoque de tu objetivo.
Esta es la mínima distancia necesaria para que el objetivo utilizado pueda enfocar el objeto de la fotografía. Por debajo de esta distancia el objetivo no permitirá el enfoque, imposibilitando la fotografía.
Motor de Enfoque
Otro componente fundamental del objetivo es su motor de enfoque, pues de la velocidad y precisión del mismo dependerá en gran parte la calidad y, por supuesto, el precio del objetivo.
Imagina que estás en la prueba de 100m del Campeonato del Mundo. Necesitarás un sistema lo suficientemente rápido como para enfocar correctamente al Usain Bolt y lograr que salga nítido, si hay cámara que lo consiga.
Pues eso se consigue mediante el desplazamiento adecuado de las lentes que forman el objetivo. Y quien lleva a cabo ese desplazamiento es, por supuesto, el motor de enfoque.
Existen objetivos con motor de enfoque y otros que no cuentan con este motor. Y dentro de los que lo tienen, los hay mejores y peores.
Es en situaciones como esa donde el motor de enfoque de un objetivo de calidad marca diferencias frente a otro de gama inferior.
No obstante, siempre pueden existir situaciones en las que convenga optar por un enfoque manual, por muy bueno que sea el motor de enfoque de nuestra cámara.
Estabilizador de Imagen
El último de los componentes de un objetivo que quería tratar es el estabilizador. Su nombre lo deja claro, se trata de un sistema que reduce las vibraciones, evitando la famosa trepidación y permitiendo captar imágenes más nítidas.
Por mucho pulso que tengas, siempre existen mínimas vibraciones y un buen sistema estabilizador puede evitar que un leve movimiento o temblor arruine una foto maravillosa. Hoy día, muy pocas cámaras carecen ya de un sistema de este tipo.
Al igual que ocurre con el motor de enfoque, este sistema puede venir integrado en el propio cuerpo de la cámara o bien en el objetivo, contando cada una de las alternativas con ventajas e inconvenientes, como puedes imaginar. Si quieres profundizar más sobre los estabilizadores, aquí tienes una buena forma de hacerlo.
En Resumen...
Aún nos queda algo por ver y se trata de los distintos tipos de objetivos en función de su distancia focal y ángulo de visión. Me estoy refiriendo, claro, a ojos de pez, granangulares, teleobjetivos, etc.
Sin embargo, creo que por esta entrega es bastante y tienes suficientes conceptos para comprender y asimilar antes de abordar ese tema. Y, al mismo tiempo, estarás en las condiciones idóneas para comprender las características de los distintos objetivos.