Vale: la situación es la siguiente. Le has cogido gusto a la fotografía y cada vez tienes el dedo más caliente. El caso es que disparas y disparas: cada vez tomas más fotos. Y te has dado cuenta de que, para que una foto esté presentable no basta con descargarla en tu ordenador. Hay ciertos ajustes (enderezar, reencuadrar, niveles, saturación...) que necesitas hacer. En otros casos, quieres darle un toque especial con algún que otro efecto espectacular. El caso es que cada foto tiene un trabajo posterior que no tienes muy bien sistematizado, pero que sabes que tienes que hacerle. Y, mientras tanto, tu archivo fotográfico sigue creciendo. ¿Sabes de lo que te hablo? ¿Te pasa lo mismo? Pues bien, que sepas que tu problema tiene una solución sencilla. Sigue leyendo y te contaré cómo tener siempre a punto tu archivo de fotos con un buen Flujo de Trabajo.
Necesitas Organización: El Flujo de Trabajo
El flujo de trabajo empieza en el instante en que quieres sacar las fotos de la cámara. Es importante que seas muy ordenado y que sigas siempre los mismos pasos y de la misma manera para asegurarte de tener todas las fotos en tu archivo, limpias y bien descritas. No hay un único flujo de trabajo válido, sino que cada fotógrafo puede definir el suyo. A modo de ejemplo, te propongo una secuencia de acciones que podría tener tu flujo de trabajo:
- Descargar las fotos desde la cámara siempre al mismo punto en tu disco duro. Puede ser interesante llamar a la carpeta algo así como /Fotos-sin-Procesar/. Mi recomendación personal es que, además, crees una carpeta dentro de esta con la fecha y un nombre descriptivo. Por ejemplo: /Fotos-sin-Procesar/2009-01-23-Viaje-a-Toledo/
- Revisar y limpiar las fotos que no te sirvan. Este paso no tienes por qué hacerlo justo después del primero. De hecho, en ocasiones tendrás que descargar las fotos al disco duro, pero no podrás seguir con tu flujo de trabajo. En este punto se trata de identificar las fotos que estén movidas, mal expuestas o que sencillamente quieras descartar y eliminarlas. Mi recomendación personal es que, si no tienes problemas de almacenamiento, no las elimines, sino que crees una carpeta llamada /Fotos-Eliminadas/ y las guardes allí. Nunca sabes si te van a ser útiles en algún momento
- Etiquetado de fotos. Y existen muchas formas de etiquetar, tantas como programas de archivado de fotos. Se trata de describir bien tus fotos (lugar, evento, motivo, personas que aparecen, etc.) para que luego te sea muy sencillo localizar las fotos cuando las necesites.
- Retoques básicos generales. Reencuadrar, enderezar, ajustes generales... Es el momento de sacar el máximo partido a tu foto. Echa un vistazo a este artículo: te permitirá sacar un listado de acciones.
- Ajustes finales en función del modo de presentación. Aquí dependerá de lo que quieras hacer con tu foto:
- Si quieres publicarla en internet o enviarla por correo, deberás realizar un escalado
- Si quieres realizar una presentación-vídeo tal vez debas ajustar el tamaño y la relación de aspecto
- Si quieres realizar una impresión a gran tamaño, tal vez debas ampliarla
- Si quieres aplicar un efecto espectacular a tu foto, remángate y lanza tu programa de edición favorito: te espera una tarde de diversión
Haciéndote la Vida Más Fácil: Lightroom
Se trata de un proceso tedioso pero necesario. Afortunadamente existen multitud de programas que nos facilitan mucho la vida a la hora de poner en práctica nuestro Flujo de Trabajo. En este sentido una de mis últimos grandes descubrimientos ha sido Lightroom. ¿Lo conoces? ¿No? Pues permanece atento. Muy pronto, en dZoom te desvelaremos los secretos de este fantástico paquete para los amigos de la fotografía.